Reseña: Small World

Reseña: Small World

Hay juegos que acaban entrando en tu colección debido al hype generado mediante los diversos informadores lúdicos (grupo en el que considero que estoy incluido). Small World es de esos juegos que en cuanto ves la portada ya te llama. Simplemente por eso mucha gente lo habrá adquirido. Pero a medida que lees reseñas te das cuenta de que es algo distinto a lo habitual.

Small World es un juego de civilización divertido, cómico y alegre, para 2 a 5 jugadores que tratarán de conquistar y controlar un mundo que es… en fin… ¡demasiado pequeño para acomodarlos a todos! Usando la combinación correcta de razas fantásticas con poderes especiales y únicos, los jugadores deberán darse prisa ampliando sus imperios, a menudo a expensas de los vecinos más débiles. Sin embargo, también deberán saber cuándo terminar con su civilización y llevarla a su declive para dirigir una nueva raza a la victoria.

Reseña: Kingdom Builder

Reseña: Kingdom Builder

El objetivo del juego es hacerse con el mayor número de pepitas de oro posible mientras se construye el reino, para lo cual, habrá que decidir de forma estratégica dónde situar los asentamientos. Las condiciones para conseguir las codiciadas pepitas, en el recuento final, serán las que aparezcan en tres cartas de Kingdom Builder.

Así de directo se nos presenta Kingdom Builder, obra del aclamado diseñador Donald X. Vaccarino, autor de uno de los grandes juegos que revolucionó el panorama lúdico: Dominion. El juego fue editado por Queen Games, y las ilustraciones corren a cargo de Oliver Schlemmer, uno de los artistas de cabecera de la editorial, quien ya se ha encargado del aspecto de otros títulos como Fresko, Escape: The Curse of the Temple o la segunda edición del Wallenstein. El juego fue premiado con el Spiel des Jahres en el 2012.

Primeras Impresiones: Marrakech

Primeras Impresiones: Marrakech

Hace poco tuvimos la oportunidad de probar un juego que cada vez que lo veía en las tiendas llamaba poderosamente mi atención. Y es que las ilustraciones de Marie Carduat, responsable de otras obras de arte como Dixit, son embaucadoras. Estamos hablando de Marrakech, diseñado por Dominique Ehrhard, autor de otros grandes juegos como Condottiere, Serenissima o Sylla.

La espectacular portada de Marie Carduat
La espectacular portada de Marie Carduat

Ya no cabe ni un sólo alfiler en el zoco. Todos han acudido al gran día de la venta de alfombras. ¿Quién será proclamado como el mejor vendedor de todo Marrakech? En Marrakech, cada jugador personifica un astuto comerciante que trata de sacar el mayor beneficio posible con la venta de sus alfombras. Y para eso, es vital conseguir un buen puesto para su mercancía. Assam, el supervisor, controla que nadie se salga de sus puestos asignados y si pilla a algún pillo… ¡le tocará pagar una multa!

Reseña: Dungeon Petz

Reseña: Dungeon Petz

Como muchos sabréis, el juego que inauguró mi ludoteca es mi amado Agricola, de Uwe Rosenberg. Esta fue creciendo con el paso de los meses. Muchas mecánicas, temas distintos, juegos mejores, juegos peores. Pero había algo que no había logrado igualar ninguno de los títulos que pasaron a formar parte de mi colección respecto a mi primera adquisición: la capacidad de inmersión el tema que lograba. En Agricola realmente sentía que pertenecías a una familia de granjeros luchando por mejorar y alcanzar una vida mejor. Entonces comenzamos a buscar un juego que tuviese fama por conseguir precisamente este efecto. Lo que muchos catalogan como «tener alma» (algo de lo que los Eurogames suelen adolecer). Entonces dimos con Dungeon Petz.

La mazmorra estaba hecha añicos, su señor había sido destronado, ¡apenas quedaban picos en el almacén! Tiempos difíciles para un honrado diablillo… los diablillos regresaban a la ciudad arrastrando los pies, directos a la oficina del paro, cuando uno de ellos exclamó: ¿sabéis lo que necesita esta ciudad? ¡Una tienda de mascotas! ¿Una tienda de mascotas para los señores de la mazmorra? ¡Qué idea tan maravillosa! ¡Tan original! Tan… ¡lo que sea! Y nadie más ha pensado en ello, ¡sin competencia nos haremos ricos! Somos emprendedores por naturaleza. ¡Felicidades! acabas de abrir la primera tienda de mascotas de la ciudad. Justo al lado de la otra primera tienda de mascotas de la ciudad. Y cruzando la calle hay dos más… Tu corazón de diablillo rebosa optimismo. Sabes que tu olfato para los negocios, tu atención por los detalles y tu arte con la pala recogedora harán que los clientes te salgan por tus puntiagudas orejas. Ya lo dice el dicho: los diablillos de verdad siempre se levantan.