Reseña: Black Angel
Introducción
La humanidad, con su conducta irresponsable, ha agotado los recursos naturales de la Tierra y la ha dejado prácticamente inhabitable. En un arrebato de lucidez, y acuciadas por la degradación irreversible del planeta, las grandes potencias se han visto obligadas a dejar de lado sus diferencias y compartir sus conocimientos para crear la nave más grande jamás construida.
Así se nos presenta Black Angel, un diseño de Sébastien Dujardin, Xavier Georges y Alain Orban (responsables de Troyes). El juego fue publicado por primera vez en 2019 por Pearl Games en versiones en inglés, francés y alemán. De las ilustraciones se encarga el prolífico Ian O’Toole (Lisboa, Irish Gauge, Escape Plan)
En nuestro país se encuentra publicado en una versión en español por Maldito Games (aunque el juego es completamente independiente del idioma a excepción del reglamento). Permite partidas de 1 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 12 años y una duración aproximada de entre 60 y 120 minutos. El precio de venta al público es de 70€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español de Maldito Games, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 40×28×7,5 cm. (caja rectangular grande similar a Gaia Project), encontramos los siguientes elementos:
- Tablero de Juego (de cartón)
- 4 Tableros de Jugador (de cartón)
- 7 Tablillas de Espacio (de cartón)
- 1 Loseta Y 1 Ficha del Planeta Spes (de cartón)
- Miniatura de La Fragata Black Angel
- 20 Naves (de plástico)
- 64 Miniaturas de Robot (de plástico)
- 18 Dados (de plástico)
- 12 Losetas de Tecnología Inicial (de cartón)
- 48 Losetas de Tecnología (de cartón)
- 16 Losetas de Tecnología Avanzada (de cartón)
- 102 Cartas (44×68 mm.):
- 60 Cartas de Misión
- 30 Cartas de Devastador
- 12 Cartas de Hal
- 8 Discos de Jugador (de plástico)
- 40 Recursos (de plástico)
- 30 Cubos de Daño/Chatarra (de plástico)
- Ficha de Jugador Inicial (de cartón)
- 4 Ayudas de Jugador (de cartulina)
- Reglamento
- Apéndice
Mecánica
En Black Angel los jugadores representan inteligencias artificiales de una nave que viaja por el espacio con el objetivo de ir estableciendo relaciones con diversas razas y, paralelamente, combatir contra enemigos que intentarán derribar la nave. La mecánica principal de draft de dados que los jugadores «controlan». En su turno, el jugador activo utilizará uno de sus dados, aunque podrá activar un dado de un contrario a cambio de recursos. Antes podrán activar una columna o una fila de su matriz de losetas (recibiendo diversos beneficios como diamantes, cubos de daño, robots o naves, todos ellos necesarios para desarrollarse en los tableros). El dado escogido deberá utilizarse en una de las acciones disponibles en el tablero central o en alguna de las cartas desplegadas en el tablero de viaje que tenga activas. Con estas acciones se pueden desplegar nuevas cartas, conseguir losetas de tecnologías, eliminar cartas de enemigos o eliminar cubos de daño (que se pueden utilizar para activar las losetas de nuestra matriz o voltear dados). Alternativamente, un jugador podrá pasar para relanzar sus dados y hacer avanzar a la Black Angel un paso hacia su destino. La partida finaliza cuando se agota el mazo de cartas de enemigos (han destruido nuestra nave) o hemos conseguido llegar al planeta, en cuyo caso habrá una recompensa para los jugadores en función de los elementos sobrantes.
Conceptos Básicos
Empecemos por el Tablero Principal que representa la sala de control de la nave. Esta sala de control está dividida en cuatro segmentos donde los jugadores podrán colocar los dados que controlen. Además están los espacios de reserva de los dados en tres zonas de colores. En el espacio central y en estos espacios de reserva se podrán colocar robots, tanto para disponer como reserva para poder utilizarlos y para marcar el control de los dados. Asociados a estos espacios encontramos dos espacios de acción (dos para cada color) con una acción especifica. Estos espacios muestran unos espacios para colocar cartas de penalización y unos espacios para colocar chatarra que penalizarán las acciones. Alrededor de la nave encontraremos un track de puntuación dividido en dos segmentos con casillas numeradas del 0 al 49. Finalmente, en el margen izquierdo encontramos un suministro para las losetas de tecnología. Vamos a desgranar todos los elementos que acabamos de mencionar.
Cada jugador dispondrá de una pareja de Marcadores. Uno de ellos servirá para llevar el conteo de los puntos de victoria y otro para marcar el espacio de control en la nave central.
El segundo elemento clave son los Robots, que son marcadores de control que los jugadores dispondrán para, por un lado, fijar posiciones en las zonas de control de la nave (lo que permitirá disponer de más dados) y por otro lado, para poder establecer cartas en el tablero del espacio. Los jugadores podrán utilizar los robots desde la sala de control.
Al disponer de robots en las zonas de áreas, lo que permitirá disponer de Dados. Estos dados muestran de uno a tres puntos o una estrella (que equivale a un 0). Estos puntos se emplearán en las acciones para conseguir un efecto mayor o menor. Los dados estarán controlados por los jugadores, aunque los rivales podrán utilizar los dados de los contrarios entregando un recurso.
Estos Recursos tendrán esta función principal y al final de la partida proporcionarán puntos si la Black Angel llega a buen puerto. Adicionalmente, los jugadores gestionarán dos elementos más, como son la Chatarra (representados con cubos rojos) que permitirán voltear los dados propios y activar tecnologías, mientras que las Naves permitirán a los robots desplazarse por el tablero del espacio.
El espacio se representa mediante unas Losetas de Espacio consistentes en cinco hexágonos conectados haciendo un ángulo. Estos hexágonos muestran cuatro posibles símbolos, uno de cada tipo de raza con la que se pueden entablar relaciones más los asteroides, que no se podrán transitar con los robots. Estos hexágonos, además, pueden mostrar un símbolo de devastador, que podrán desatar ataques sobre la nave.
Sobre este tablero se desplazará la miniatura de la Black Angel, que estará siempre en el tablero formado por las losetas anteriores. Con cada salto, la loseta más retrasada se colocará delante, simulando el avance. Habrá un momento en el que aparecerá el planeta Spes, destino final.
Los jugadores podrán desplegar sobre estos espacios Cartas de Misión que permitirán activar efectos y obtener beneficios. Habrá dos tipos. Por un lado, cartas que proporcionan nuevas acciones donde colocar los dados, y otras mostrarán efectos de expulsión cuando la carta, una vez desplegadas en el tablero, la loseta de espacio que se retire por avance de la Black Angel. Estas cartas mostrarán, además, en la esquina superior, unos símbolos de losetas de tecnología que se introducen en el suministro.
Estas Losetas de Tecnología muestran un efecto que puede ser activado por dos vías. Por un lado, colocando cubos de chatarra (cuando se obtengan), y por otro, utilizando cartas de misión. Habrá un tipo de loseta especial de puntuación que proporcionará puntos al final de la partida.
Estas losetas se colocarán en un Tablero Personal con una matriz de tres filas y tres columnas. Cuando un jugador obtenga losetas las empujará por la fila inferior o por la columna de la izquierda. Cuando una loseta es expulsada pasará a estar fuera del tablero y ya no proporcionará su efecto, a excepción de las losetas de puntuación. Habrá tres espacios especiales donde colocar losetas de puntuación, bajo los que se colocarán cartas que vayan siendo expulsadas del tablero de espacio, elevando el límite de puntos que puede proporcionar (inicialmente cuatro puntos). En la banda superior del tablero aparecen espacios de reserva para los recursos, los cubos de chatarra y las naves.
Finalmente, tenemos las Cartas de Devastadores. Estas muestran penalizaciones que se aplican sobre los espacios de acción indicados cuando un jugador los active. Estas cartas, además, servirán como segundo temporizador de la partida (si se agota). Los jugadores podrán retirar estas cartas del tablero y utilizarse como cartas comodín a la hora de activar las losetas del tablero personal.
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se despliega el tablero principal en el centro de la mesa.
- Se coloca en las reservas de dados un numero de dados de cada color dependiendo del número de jugadores (4/5/6 en partidas a 1-2/3/4).
- Se mezclan las losetas de espacio y se forma un tablero conectando las siete de forma aleatoria (en partidas a 1-2 jugadores solo se colocan cinco).
- Se dispone la miniatura de la Black Angel en la casilla central del tablero de espacio y el marcador del Planeta Spes en uno de los hexágonos de la loseta más alejada (hacia adelante) de la Black Angel. Se deja a un lado la loseta del planeta Spes.
- Se forma una reserva general con la chatarra, los recursos y las naves.
- Se separan las losetas de tecnología por tipo, se mezcla cada pila por separado y se colocan a un lado del tablero principal. A continuación, se revelan 4 losetas de tecnología de puntuación. También se toma una loseta de tecnología de cada color y se colocan aleatoriamente en el suministro de abajo a arriba.
- Se mezclan los 3 mazos de cartas de misión y se dejan bocabajo a un lado.
- Se mezcla el mazo de cartas de devastadores. En función del número de jugadores se deberán retirar un determinado número de cartas de este mazo (12 en partidas a 1-2 jugadores, 6 en partidas a 3 jugadores, a 4 jugadores no se retiran cartas).
- Se revelan 2 cartas de devastadores, se colocan en los espacios adecuados y se coloca un cubo de chatarra en la casilla de daño correspondiente.
- Cada jugador escoge un color y recibe:
- Un tablero personal.
- 3 Losetas de Tecnología Inicial que coloca aleatoriamente sobre la diagonal principal de su matriz.
- 2 Discos Marcadores. Uno se coloca en uno de los habitáculos de la sala de control y otro en la casilla de valor 5 del marcador de puntos de victoria.
- 1 Chatarra, 1 Recurso y 1 Nave de la reserva general, que se colocan en los espacios correspondientes del tablero.
- 16 Robots, de los cuales coloca 5 en la sala de control y 3 en los espacios de control de las zonas de dados. El resto pasan a una reserva personal.
- Una carta de misión de cada mazo y una carta de devastador para formar la mano inicial.
- Un dado de cada color del suministro, que lanzará y colocará en su habitáculo.
- En partidas a 2 jugadores se debe colocar un marcador de control en uno de los dos habitáculos libres y un robot en cada una de las 3 zonas de dados. Se toma un dado de cada color y se lanzan, colocándolos en el habitáculo de este color.
- Se escoge aleatoriamente al jugador inicial y se le entrega el marcador correspondiente. Cada jugador recibe una tarjeta resumen según el orden de turno (están numeradas) junto a los elementos indicados en la misma.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Black Angel se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de rondas hasta que se detone el final de la misma. En cada ronda, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj, cada jugador disfrutará de un turno.
En su turno, el jugador activo debe escoger entre dos opciones:
- Ejecutar una Acción. Esta opción consta de tres pasos:
- Jugar Carta en el Tablero Personal. El jugador coloca una carta de su mano en su fila o en su columna que no tenga ya una carta, y se activarán las losetas del color coincidente (si es una carta de devastador se activarán todas las cartas). El orden de activación de las losetas será el que decida el jugador. La carta quedará solapada bajo el tablero.
- Utilizar un Dado en una Acción. Este dado puede proceder de la zona del propio jugador, bloqueado o no (que podrá voltearse descartando una unidad de chatarra) o de la zona de otro jugador (que no esté bloqueado) entregándole un recurso (el dado no se podrá voltear). Este dado se debe colocar en un espacio de acción o en una carta desplegada por el jugador en el tablero de espacio. Si el espacio de acción contiene 2 cubos de daño, el valor de puntos del dado se reduce en 1 unidad. Y si hay una carta visible de devastador, se debe aplicar su penalización (las cartas solapadas no aplican).
- Finalmente, el jugador coloca el dado en el área de reserva y roba una carta de misión del color correspondiente al dado. Si el jugador tiene más de seis cartas en mano, deberá descartar el exceso.
- Reiniciar. Se procede de la siguiente forma:
- El jugador pierde un punto por cada cubo de chatarra sobre dados que se encuentren en su zona personal. Los dados de su zona de control se mantienen en ella.
- Tras esto, toma un dado por cada robot que tenga en las áreas de reserva de los dados (si no quedan dados suficientes, cogerá los que pueda), perdiendo un punto por cada dado que tome con un cubo de chatarra.
- El jugador lanza los dados, colocándolos en su zona de control. En este momento tendrá la opción de bloquear un dado entregando un recurso a la reserva.
- A dos jugadores, si hay algún dado con el símbolo de estrella en la zona del jugador neutral, el jugador activo relanzará únicamente estos dados y los volverá a colocar en la zona del jugador neutral.
- Se limpia el tablero personal, descartando las cartas solapadas que se usaron para activar las losetas de tecnología y se colocan en la reserva personal los cubos de chatarras que se usaron para activar las losetas.
- La Black Angel avanza. Para ello, se toma la loseta más retrasada en el tablero de espacio y se separa del resto. Las cartas de misión colocadas en este segmento con efectos de salida del tablero son activadas. El jugador propietario de la carta disfruta del efecto de la zona izquierda. Los jugadores que tuviesen robots sobre naves en dichas cartas recibirán el efecto de la zona derecha. Tras esto, los robots y las naves son devueltos a las reservas correspondientes y el jugador propietario de la carta la solapa bajo la fila correspondiente en la zona de losetas de tecnología completadas.
- La loseta de espacio se voltea y se coloca en la zona delantera del tablero, haciendo avanzar a la Black Angel un espacio.
- Si la loseta de espacio contenía el marcador del planeta Spes, la loseta correspondiente se coloca en el hexágono central de la loseta recién colocada en la zona delantera.
Los jugadores podrán activar el efecto avanzado de las losetas tecnología al activar la acción correspondiente. Es posible rechazar el efecto y voltear directamente la loseta de tecnología.
Tras esto, el turno pasa al jugador de la izquierda.
Las Acciones disponibles a la hora de utilizar los dados son:
- Enviar Nave (los 3 tipos de dados): el jugador coloca un robot de la sala de mando en una de sus naves y lo coloca en la casilla de la Black Angel en el tablero de espacio. Tras esto, puede desplazar la nave con el robot tantas casillas como puntos de acción proporcionase el dado. Alternativamente, puede desplazar un robot sobre una nave que ya se encontrase en el tablero. Si la casilla en la que se detiene pertenece a la raza del color del dado escogido y no hay cartas jugadas, el jugador puede colocar una carta de su mano de dicho color en el espacio del tablero de espacio colocando un robot de la sala de control en el espacio de propiedad y recibiendo el beneficio indicado en dicho espacio. Finalmente se comprueba si en los hexágonos adyacentes hay símbolos de devastadores. Por cada símbolo, se revela una carta, que se coloca en el espacio adecuado y se coloca un cubo de chatarra en el espacio de acción correspondiente. Si la localización ya tiene tres cartas, la anterior se descarta y se roba una nueva. Si ya hubiese cubos en los espacios reservados, se coloca sobre un dado de la reserva correspondiente. Finalmente, se añaden nuevas losetas de tecnología al suministro según indique la carta.
- Activar Carta (dado del color de la carta): si el jugador dispone de un robot sobre la carta (con el marcador de control y/o sobre una nave) con efectos de activación, podrá colocar el dado sobre ella y recibir sus beneficios en función del valor del dado. Si la carta no fue jugada por el jugador activo, el dueño de la carta ganará una activación de dicha acción con una fuerza de 1 punto.
- Descubrir Tecnología (dados amarillos): el jugador emplea los puntos de acción en tomar losetas de tecnología según su coste. Estas losetas deben ser introducidas en la matriz por su cara de efecto avanzado por una de las casillas de la columna de la izquierda o la fila inferior, desplazando las losetas ya ubicadas en el tablero. sí es una loseta de tecnología de puntuación, deberá entrar por la casilla inferior izquierda. Si una loseta es expulsada, se deja a un lado, con la excepción de las losetas de puntuación, que se colocan en uno de los espacios disponibles para losetas de tecnología de puntuación. Si estos espacios ya están ocupados, la loseta de tecnología de puntuación se deja a un lado (seguirá puntuando, pero con su límite).
- Reparar la Black Angel (dado azul): el jugador retira tantos cubos de chatarra del tablero (espacios de acción o dados) como puntos de acción del dado.
- Destruir Devastadores (dado verde): el jugador retira tantas cartas de devastador del tablero como puntos de acción del dado. Todos los devastadores apilados deben ser retirados a la vez, es decir, no es posible retirar menos cartas de devastador de una localización si el jugador no dispone de puntos suficientes para ello. Si dispusiese de suficientes puntos, puede retirar cartas de varias localizaciones.
Fin de la Partida
El final de la partida se detona cuando se alcanza una de estas dos condiciones al final de una ronda:
- Se ha agotado el mazo de cartas de devastadores.
- La Black Angel ha llegado al planeta Spes.
Tras esto, los jugadores disfrutan de una última ronda y se procede al recuento final:
- Cada jugador anota puntos por sus losetas de tecnología de puntuación. Si se encuentran en la matriz, proporcionarán un máximo de 4 puntos según el criterio indicado. Si se encuentran en los espacios de puntuación, este límite aumentará en 2 por cada carta solapada del tipo correspondiente a la fila.
- Si la Black Angel llegó a Spes, los jugadores suman los recursos, naves y robots que tengan en la sala de control y reciben tantos puntos como dicha cantidad dividida entre dos (redondeando hacia abajo).
El jugador con más puntos será el vencedor. En caso de empate, se comparte la victoria.
Variantes
- Sin Losetas Avanzadas: no se utilizan las cartas de efecto 1x.
- Modo en Solitario: el jugador se enfrenta a una inteligencia artificial. Para resolver los turnos del jugador virtual se utiliza un pequeño mazo de cartas que determina el dado que el bot desea utilizar en función de la decisión del jugador.
Opinión Personal
Hoy toca analizar uno de esos juegos que tal vez generaron unas expectativas demasiado elevadas. Es el problema de que se volviesen a reunir los autores de uno de los mejores diseños en el mundo de los eurogames y se propusiesen revisionar semejante obra maestra. Por si alguno anda despistado, estamos hablando de Troyes, que lograba aunar mecánicas de una forma muy original. El listón se puso a un nivel casi imposible de sobrepasar. Y es posible que esto le haya pasado factura, porque es cierto que Black Angel no ha generado el impacto que tal vez se esperaba. Vamos a ver por qué ha podido ser.
En Black Angel tomamos el control de una de las corporaciones que han aunado esfuerzos para sobrepasar los límites de la exploración espacial. Así surge el Proyecto Black Angel. Los jugadores deberán intentar lograr que la impresionante nave llegue a su destino mediante la gestión de autómatas con los que realizar las diversas operaciones así como entablar relaciones con otras civilizaciones.
La mecánica principal del diseño será un draft de un suministro de dados cuya particularidad será que se encuentra repartido entre los jugadores. Al comienzo de la partida cada jugador tendrá asignado un grupo de dados. En cada turno, el jugador activo escogerá uno de estos dados para activar alguna de las acciones disponibles, cuya potencia dependerá del valor del mismo (muestra valores del 0 al 3). Este dado quedará bloqueado tras su uso.
Mediante estas acciones los jugadores intentarán obtener puntos de victoria por tres vías. La primera es desarrollando tecnologías, representadas con losetas que se introducen en una matriz con el objetivo de ir empujando las que ya se encuentren en el interior para expulsarlas del tablero y así hacer progresar a otras que proporcionan puntos de victoria. Estas losetas se podrán activar al comienzo de cada turno solapando cartas de misión en las filas o columnas, de forma que las losetas de color coincidentes se activarán proporcionando sus efectos.
La segunda será jugar cartas de misión en el tablero espacial, desplazando nuestros robos montados en nave para establecer relaciones con otras civilizaciones y así obtener acciones adicionales o efectos que se activan al salir del tablero gracias al avance de la nave. Desplegar estas cartas en el tablero tendrá un efecto colateral perjudicial, ya que, dependiendo de la posición en la que se despliegue, los devastadores atacarán a la Black Angel, revelando cartas que irán corrompiendo las acciones de las naves (aplicando penalizaciones de diverso tipo).
Finalmente, o defender/reparar la nave de los ataques de los devastadores. Por un lado se podrán retirando cubos de chatarra resultante de los ataques de los devastadores, que permiten activar las losetas de tecnología y voltear los dados disponibles. Y por otro, retirando las propias cartas de devastadores que funcionarán como comodín para poder activar las losetas del tablero personal)
Llegará un momento que un jugador se habrá quedado sin dados, teniendo que reiniciar su zona de la nave, lo que le permitirá recuperar los dados asignados, relanzarlos y volver a disponer de ellos para siguientes turnos, lo que, además, hará avanzar a la Black Angel hacia su destino en el tablero del espacio, algo que se representa desplazando las losetas que lo conforman como si de una cinta transportadora se tratase.
Así se van alternando los turnos entre los jugadores hasta que el final de la partida se desencadene, ya sea porque la Black Angel ha alcanzado el planeta Spes o porque los devastadores han causado tantos daños que ya no es posible alcanzar el susodicho destino, procediéndose a un recuento final en el que se evaluarán las losetas de tecnología de puntuación y, solo en el caso de alcanzar el planeta, los elementos sobrantes de los jugadores.
A bote pronto, Black Angel es de esos eurogames en los que todos los elementos están conectados de forma más o menos interesante y suponen un reto atractivo. La mecánica principal es un draft de dados como lo es en juegos como La Granja (aquí su tochorreseña), Coimbra (aquí su tochorreseña) o Grand Austria Hotel (aquí su tochorreseña), esto es, un conjunto de dados disponibles que han sido lanzados previamente y los jugadores alternan turnos escogiendo uno de estos dados para resolver una determinada acción cuya potencia dependerá de los puntos de acción que muestren los dados.
La principal peculiaridad es que, a diferencia de los títulos mencionados, en Black Angel los dados tienen un dueño, aunque esto no signifique necesariamente que este jugador «propietario» del dado vaya a hacer uso de él, sino que los jugadores tendrán la opción de activar cualquier dado. La única diferencia es que si el dado es propio, su activación será gratuita, mientras que si es de un rival, habrá que entregarle un recurso a cambio (y no podrá negarse). Si que se les ofrece la oportunidad a los jugadores de «proteger» uno de sus dados cuando los relance, pero pagando un valioso recurso. Este dado protegido no podrá ser utilizado por los rivales bajo ninguna circunstancia.
Este sistema es realmente interesante ya que permite a los jugadores decidir el balance con el que enfocan la partida. Habrá algunos que preferirán reclamar muchos dados y que sean los demás los que asuman el pago. Otros que preferirán desarrollar acciones que les permitan obtener recursos y así poder disponer de la reserva de los demás sin demasiadas preocupaciones. Lo que es indudable es que los dados están limitados, y que un jugador active un determinado hexaedro (valor y color) puede destrozar planes (como es lo habitual en este tipo de juegos).
Ese paso intermedio que viene a ser una mecánica de control de áreas le da un sabor distintivo sobre los juegos de draft de dados, porque, además, los elementos con los que competiremos por controlar estos dados, los robots, son finitos y cumplen otras funciones, por lo que tampoco podremos asignarlos alegremente al necesitarlos para otras acciones.
En torno a estas acciones giran dos elementos principales, que son las cartas de misión y el tablero personal de tecnologías, que serán las fuentes principales de puntos. Las cartas de misión permitirán desplegar sobre el tablero de espacio nuevas acciones y/o beneficios de activación retardada, mientras que las losetas de tecnología habilitarán otros beneficios y criterios de puntuación exclusivos.
Para cerrar el círculo, los jugadores tendrán que «colaborar» para mantener a la Black Angel rumbo a Spes eliminando los desperfectos que los devastadores generen en la nave, sobre todo para lograr llegar a buen puerto, ya que, a medida que estas cartas se acumulen, junto con los cubos, los jugadores serán penalizados de forma más importante (descartando elementos y perdiendo puntos de acción). Estas cartas de devastadores estarán asignadas a espacios concretos, de forma que, si están completos, la carta se descartará directamente y se robará una nueva. Y que este mazo se agote supondrá el fracaso de la misión.
Afortunadamente, Black Angel no es de estos juegos semicolaborativos en los que todos los jugadores pierden si la misión fracasa. Simplemente habrá un criterio de puntuación que dejará de aplicarse, lo que puede ser beneficioso para unos o perjudicial para otros. Lo que mermará a todos los jugadores serán los efectos negativos sobre las acciones, siendo los jugadores quienes sopesarán si «ayudar» a que la nave se mantenga de una pieza es conveniente o no.
En términos generales, Black Angel es un diseño bastante redondo, sobre todo gracias a que toma el eje fundamental del juego en el que se inspira y no lo pervierte en demasía. Y es que, si no se pone a analizar punto por punto a Troyes (aquí su tochorreseña), con sus matices, se ha sido fiel al diseño original en un alto porcentaje, aunque, para mi gusto, se han alterado dos aspectos mecánicos que hacían del juego ambientado en la ciudad francesa algo realmente especial.
El primer cambio relevante es que desaparece el agrupado de dados. Ahora cada jugador solo utiliza un único dado en cada turno, y cada punto de acción del dado supondrá una acción más potente allá donde decidamos utilizarlo, mientras que en Troyes los jugadores podían escoger de uno a tres dados en cada grupo, pudiendo ser cada dado de un jugador distinto, y pagando según el total de dados escogidos. Tras esto, los jugadores sumaban los valores de los dados para obtener el número de puntos de acción que podían emplear en una acción.
Este concepto era mágico, y podía generar auténticos bloqueos mentales intentando optimizar recursos entre las opciones disponibles (que tampoco es que fueran demasiadas, como ocurre en este Black Angel). También es cierto que era un mecanismo algo obtuso y a muchos jugadores se le atragantaba, por lo que es entendible que se haya preferido simplificar.
El segundo cambio relevante lo encontramos en los criterios de puntuación. Perdemos esa mecánica de información oculta mediante la cual los jugadores recibían al comienzo de la partida unas cartas objetivo que establecían un criterio que solo ellos conocían, pero que aplicarían a todos los jugadores. De esta forma, mientras se desarrollaba la partida, los participantes tenían la misión de deducir, en función de las acciones de sus rivales, qué objetivos ocultaban en sus manos, dando cabida a un divertido faroleo intentando despistar al personal para que invirtiese mucho en uno de los seis criterios disponibles, pudiendo no estar en juego.
Aquí pasamos a un sistema de losetas visibles y personales, de forma que ya no existe el concepto de criterios conjuntos, borrándose de un plumazo todo lo dicho en el párrafo anterior. A cambio, se gana en variabilidad, siendo un diseño algo más combero, permitiendo a los jugadores desarrollar estrategias enfocadas a las losetas que obtengan. Por ejemplo, si un jugador se ha hecho con una carta que puntúa por los cubos de chatarra, lo normal es que dedique muchas acciones a limpiar los cubos rojos de la Black Angel.
Si se mantiene el concepto de las cartas y sus efectos de activación, con la diferencia fundamental de que estas cartas ahora tendrán una duración finita. Mientras que en Troyes las cartas eran comunes a todos los jugadores y estos iban activándolas asumiendo un coste, tanto en acciones como en recursos, ahora las cartas primero pasarán por la mano de los jugadores y, posteriormente, serán desplegadas en el tablero del espacio. Y los jugadores podrán disfrutar de la acción indicada mientras permanezca en él.
Aquí es donde encontramos la principal novedad mecánica de Black Angel respecto a Troyes, incorporándose el mecanismo de desplazamiento en cinta transportadora que vimos en Solenia. A nivel mecánico este sistema lo único que añade es un temporizador sobre las cartas que se jueguen, ya que, en el momento que la loseta en la que se encuentren salga del radio de acción de la Black Angel, dejarán de proporcionar su beneficio. Es por eso que, además de las cartas que habilitan nuevas acciones, se dispone de cartas cuyo beneficio se detona cuando la carta sale del tablero.
Independientemente del tipo de efecto, cuando estas cartas abandonan el tablero de espacio pasan al tablero personal del jugador, solapándose bajo el espacio de bonificación correspondiente según el color de la carta. En estos espacios podremos colocar las losetas de bonificación anteriormente mencionadas, con la idea de ampliar el margen de puntuación de estas. Este es, probablemente, el concepto más enrevesado del diseño y que hay que explicar con detenimiento al personal para que lo entienda con claridad. Cada loseta de tecnología con criterio de puntuación proporciona, por defecto, una multiplicidad de dos, esto es, sea lo que sea lo que bonifique la loseta, solo podremos puntuarlo 2 veces. Sin embargo, si logramos desplazar esta loseta a uno de estos espacios, esa multiplicidad se verá aumentada en dos unidades más por cada carta que haya solapada del color correspondiente.
Así que ya veis el reto que establece Black Angel a nivel estratégico. Habrá que intentar hacerse con losetas de bonificación cuyo criterio queramos optimizar colocándolas en espacios de bonificación que hayamos logrado potenciar jugando cartas del tipo correspondiente. Y todo esto teniendo en cuenta los dados disponibles, las reservas de recursos, chatarra, naves y robots.
Si me parece una mejora interesante respecto a Troyes la sustitución de los puntos de influencia por los cubos de chatarra. Son más visuales, y su uso es más claro pero no por ello más trivial. En vez de realizar relanzamientos azarosos o cambios de valores costosos, simplemente voltearemos un dado a su cara contraria, lo que supondrá siempre obtener 2 puntos de acción más (del 0 se pasa al 2 y del 1 al 3), no teniendo sentido voltear dados con valores 2 o 3 (que serán a los que nuestros rivales pondrán ojitos y nosotros querremos proteger).
También se ha relajado ligeramente el tema de la competición entre los jugadores por las cartas. Ahora los jugadores pueden activar las cartas sin tanta complicación, aunque, en vez de mantener un coste alto, se ofrece una bonificación al jugador que jugó la carta. Me parece correcto porque sigue siendo exigente, pero permite un mayor margen de maniobra.
De las novedades, la que menos me satisface es la posibilidad de bloquear un dado. Es cierto que esto puede compensar el azar en ciertas ocasiones, ya que un jugador con recursos pero con malas tiradas puede salir beneficiado sobre otro con buenas tiradas pero pocos recursos. Pero ya sabéis que estas decisiones de diseños a modo de parche no terminan de convencerme, ya que complican el diseño en vez de abordar el problema buscando una solución más elegante, aunque en este caso tampoco es algo especialmente importante.
A nivel de escalabilidad tal vez sufre menos que Troyes al eliminarse los conceptos de información oculta y agrupado de dados, permitiendo incluso un modo en solitario, aunque yo creo que como mejor sigue funcionando es con el máximo de jugadores, ya que el final de la partida será un poco más incierto y la competición por los dados y los hexágonos del tablero del espacio será mayor.
En rejugabilidad sí que se ha ganado, pues Troyes establecía una preparación estática (aunque se revelaba a lo largo de la partida), mientras que aquí son los jugadores los que deciden qué camino tomar y qué vías explotar en función de lo que reciben en mano y como se desarrolla el asunto.
Con todo, está claro que Black Angel es un diseño más que decente, y me aventuraría a decir que no ha obtenido una mayor repercusión debido a que, en el fondo, tampoco es que sea un diseño muy distinto a Troyes. Vendría a ser un caso «parecido» a Caverna respecto a Agricola o a Yellow & Yangtze respecto a Tigris & Eufrates. Diseños que, estando muy bien, viven a la sombra de títulos que han alcanzado la categoría de clásicos modernos y con los que es difícil competir, a pesar de tener aspectos algo más pulidos, buscando sobre todo una mayor accesibilidad y variabilidad.
Yo sigo quedándome con Troyes, pero si no lo tenéis o Troyes no os terminó de encajar por alguno de los aspectos anteriormente comentados, tal vez Black Angel si tenga mejor acogida en vuestro grupo de juego. Y si Troyes os gusta, Black Angel os resultará, cuanto menos, satisfactorio.
Pasemos a la producción. Aquí Pearl Games tiró la casa por la ventana y es posible que nos encontremos ante el título de mayor nivel en cuanto a acabados. Las cartas son de un buen gramaje, con textura lisa y una respuesta elástica bastante interesante. Los elementos de plástico tienen formas originales y no muestran rebabas, destacando los dados personalizados de colores y, como no, la miniatura de la Black Angel. Las piezas de cartón tienen buen grosor, y, aunque podrían tener un prensado algo mayor, se destroquelan fácilmente. El reglamento está bastante bien estructurado y no deja lugar a dudas.
En cuanto al aspecto visual, tenemos a Ian O’Toole con un estilo futurista y un pelín recargado para mi gusto. Es cierto que desplegado en mesa, la combinación de azules y morados resulta muy llamativa, y con unas formas para los alienígenas seria e imponente. A nivel de diseño gráfico no hay ninguna queja, más allá del TOC que me genera que haya dibujado los recursos con la parte puntiaguda hacia arriba (nadie dibuja diamantes así). La portada es una pasada y es imposible no detenerse en ella cuando uno ve la caja en la estantería. Se vuelve a demostrar por qué el señor O’Toole es uno de los ilustradores del momento.
Y vamos cerrando. Black Angel es una revisión de Troyes, manteniendo casi los mismos conceptos mecánicos, aunque desaparecen algunos en pos de una mayor accesibilidad sin perder profundidad. Es cierto la sombra del diseño original es alargada, y muchos echarán en falta ciertas sensaciones, pero no por ello el juego deja de merecer la pena. Escala aceptablemente bien, tiene bastante variabilidad y unos acabados muy llamativos. Por todo esto le doy un…
Tochoreseña espectacular, como siempre. Troyes 1 – Black Angel 0. Te cuesta darle la razón a tu colega Muevecubos pero sabes que la tiene. Los que pintamos canas hemos visto como en los últimos diez años este juego se ha hecho «más bonito» y ha incrementado su precio de 35 a 70 €. Se me antoja complicada una marcha atrás por parte del mercado, poco a poco se hará una afición menos popular como ya nos pasó con los cómics books.
¿En qué aspecto me cuesta darle la razón a Edgard? A mi Troyes me parece un grandioso diseño y este Black Angel, aun manteniendo gran parte de su espiritu y mejorando aspectos como la variabilidad y la estetica, se me queda un escaloncito por debajo. Es algo parecido a lo que me ocurre con Tzolk’in y Teotihuacan. El segundo tal vez esté algo mas pulido, pero me deja mejores sensaciones el primero, también teniendo en cuenta el contexto en el que estos juegos fueron publicados y la innovación que trajeron al mundillo.
¿Te imaginas un rediseño de tu amado Agricola cultivando una luna de Saturno? Espero que Uwe no lea este comentario jajaj
Me refería más que otra cosa a la escalada de precios que se observa los últimos años. No quiero ahondar en polémicas, seguramente el tema esta muy manido o sea más para un «Más madera» o para una charla «cross-over» que para una tochoreseña. Seguramente habría unanimidad en que los componentes y aspecto visual están un escalón por arriba pero no podemos despistarnos con la ayudanta del ilusionista, el juego sube (de nuevo) bastante por encima de los 60€ y llevamos unos años observando que cada lanzamiento hace barato al anterior… Gracias de nuevo por tu labor divulgadora, eres un referente.
Bueno… ya lo hizo con Caverna :P. Ya sé que no es tan radical, pero ocurrió.
Y sí, la escalada de precios es indudable. Pero volvemos a lo mismo. La gente pasa por caja. Tampoco olvidemos que es un producto «Asmodee».
Buenas!
Lo de los precios es una barbaridad, al final son productos de lujo y como dices esto va en aumento. Cualquier juego con cuatro cositas ya te vale 70 pavos. Me encantaría pillarme el Dawn of the Zeds ¿pero 85 pavos por 200 cartas, un tablero de cartón y unas fichitas de cartón? Se les está yendo de las manos. Ahora voy to loco con el Pax Renaissance, juegaco, buenísimo, pero vamos, eso no vale 75 pavos ni harto de garnacha (Chema Pamundi dixit) no llega a 200 carta, unas fichas de ajedrez y un tablero totalmente innecesario y mal diseñado (aunque mejor que el de Pax Porfiriana). Ya digo, juegazo, pero porque me lo regalaron, si no me quedo sin juego. Este juego valía 35 pavos en origen, puedo aceptar una ligera subida por el lavado de cara, pero 40 pavos más no los vale ni de coña.
Se pone el ejemplo de Guerra del Anillo con razón, ciento y pico cartacas, dados a cholón, un mapaca que no se lo salta un torero, fichas a porrillo y más de doscientas minis y me costó 70 pavos, 5 euros menos que el Pax. Hoy en día te cobrarían el Guerra del Anillo por 150 leuros y se quedarían tan panchos y seguro que la gente caería.
Un saludete, majos!
Desde luego es muy vistoso, parece hecho para el expositor de una tienda. Pero imisut, ¿esa vistosidad luego entorpece a la hora de leer el tablero y los iconos durante la partida? A priori Black Angel me atrae, pero no hay nada que me moleste más que estar confundiéndome o no encontrar cosas porque las ilustraciones y los colores se atraviesan con lo que es el juego en sí.
Muy Buenas.
La escalada de precios es bárbara, pero como dice Misut la gente compra igualmente. Yo opto por otras alternativas: Jugar con los grandes juegos que ya tengo e ir a por ofertas puntuales, otros recurren a la impresión libre. El juego más caro que he comprado nunca, fue el Hannibal de Valley Games por 59€ en JugarxJugar (tienda física) y me regalaron las fundas para las cartas. Y si juego poco ahora es por obligaciones familiares, cuarentenas etc, no por carecer de juegos interesantes.
Si una tirada de estas editoriales a 70€ no vendiesen la mitad del género, veríamos saldos de 40€ en las tiendas. pero como la agotan y al año siguiente se están ofertando por 90€ de 2ª mano, pues «caña al mono» y el siguiente título que lancen saldrá a 80€. La escalada no cesará hasta que los compradores dejen de comprar a esos precios. ¡Saludos!
Muy buena reseña!! Genio!!
Debo decir que la comparación permanente con Troyes tal vez sea un poco injusta: creo que se trata de juegos lo suficientemente diferentes como para no considerarlo un «troyes 2″… Salvo por eso, una gran tochoreseña!
No estoy de acuerdo. Son casi un calco, donde las dos diferencias fundamentales mas una tercera menor son:
a) Ahora no puedes agrupar dados (es mas sencillo)
b) Los criterios de puntuacion no son ocultos y ahora son personales (las losetas de tecnologia).
c) Las cartas donde se pueden rascar puntos y efectos las deciden los jugadores y no el azar en la preparación
Por lo demás, mecanicamente mantiene todos los elementos. A mi me parece mas interesante el triple mortal que se marcan con la información oculta y el agrupado de dados que hace que la cabeza te eche humo. Black Angel me parece un pelín mas accesible, pero también mas rejugable. Está adaptado a los días que corren. Pero para mi si es un Troyes in Space 😛
Un saludo y gracias por comentar!!!
¡Anda! Pues no me gusta que me salga humo de la cabeza, de modo que me gustará más este Black Angel, pero a 70€ lo va a comprar «Rita la cantaora» j j j j j. Gracias por la reseña y un saludo Misut!
Desconocía este juego, y me lo ha comentado un colega y mira por donde me he topado con esta entrada, menuda reseña, espectacular.
Afortunadamente me hice con un Troyes de Asmodee hace 1 año por 36 eur. Este Black Angel no digo que esté mal, yo lo veo como un Troyes adaptado a los ‘nuevos tiempos’: más gestión/optimización en tu tablero, menos interacción y sobre todo más sangrante para el bolsillo. Pero así está el mercado amigos, como decía la canción (que el ritmo no pare, no pare, no, que el ritmo no paaare….no paaare!!)
Hola Iván, excelente reseña, pero una cosa. He visto en las fotos que tienes el manual en español. O lo tenías que esto es del 2020 jjjj… yo lo compré en francés, con la cosa de descargarme las reglas en español, y porque estaba más barato. y nada. NO hay manera, no encuentro las reglas por ahí. O soy muy torpe, o no las han subido. Sabes de algún sitio donde se puedan descargar?
Muchas gracias y un saludo.
Buenas. Pues entiendo que Maldito no lo ha liberado (no suelen subir reglamentos). Yo ya no lo tengo, así que no te puedo ayudar.