Top: Reiner Knizia











Reiner Knizia
Un peso medio que combina gestión de mano y construcción de mazos en una carrera hacia la mítica ciudad dorada, donde los jugadores avanzan por un tablero modular de casillas hexagonales, usando cartas para superar terrenos variados. La simplicidad de sus reglas y la tensión de competir por la delantera generan una experiencia muy dinámica. La limitada oferta de cartas en el suministro promueve decisiones tácticas, mientras que las fichas de cueva y los obstáculos aportan variedad. La rejugabilidad, gracias a los circuitos configurables, y su capacidad para atraer a jugadores de distintos niveles hacen de El Dorado un juego muy recomendable.
En este título, los jugadores lideran tribus en un archipiélago, colocando fichas en un tablero hexagonal para cumplir objetivos como establecer presencia en islas, conectarlas, recolectar recursos y competir por mayorías. La simplicidad de colocar una ficha por turno, con restricciones de adyacencia, toma como punto de partida A Través del Desierto, pero introduce múltiples criterios de puntuación que añaden profundidad y variabilidad táctica. La división en dos fases, con una evaluación intermedia, permite ajustes estratégicos, equilibrando la partida. Su escalabilidad, efectiva incluso a dos jugadores, y su accesibilidad para todo tipo de públicos lo hacen entretenido.
Uno de los integrantes de la célebre Trilogía de Subastas junto a Medici y Ra, destacando como un título versátil donde los jugadores, como marchantes de arte, subastan obras de cinco artistas en cuatro rondas para maximizar beneficios. La combinación de cuatro tipos de subastas (libre, de puja única, ciega o de precio fijo), junto a la gestión estratégica de la mano, genera una experiencia dinámica que sirvió de punto de partida para juegos de subastas modernos. La evaluación de artistas de moda al final de cada ronda añade profundidad táctica, requiriendo anticipar tendencias para optimizar ganancias. Es cierto que el ritmo y la duración pueden variar mucho de una partida a otra al depender conjuntamente de las decisiones de los jugadores. Pero, en general, es un juego muy divertido que gana si en la mesa hay un mazo de subastador.
En este título, los jugadores compiten por acumular la mayor cantidad de puntos de victoria mediante subastas simultáneas a lo largo de doce rondas. En cada una de ellas, los participantes gestionarán una mano limitada de cartas que permiten pujar por diversos elementos que, en última instancia, permitirán colocar palacios y conseguir mercancías. Al comienzo de cada turno, el jugador activo tendrá la opción de retirarse de la ronda, obteniendo aquellos elementos en los que tenga más puntos de influencia que nadie. Si esto lo combinamos con la restricción de solo poder usar un único color de cartas por ronda (con ciertos matices), genera muchísima tensión. La clave está en saber en qué rondas interesa desfondarse (porque la reposición de la mano de cartas es lenta). Como mejor funciona, obviamente, es a cuatro o cinco jugadores, donde los marcajes de los jugadores generan oportunidades interesantes en las que conseguir elementos utilizando muy pocas cartas. Condimentado con una pizca de construcción de rutas y colecciones, hacen de este juego uno de los más particulares del diseñador alemán.
Aquí tenemos al Doctor reinterpretando a todo un clásico como es Carcassonne. Un título con mecánica principal de colocación de losetas (como no podía ser de otra forma) confina la construcción a un castillo delimitado por murallas, donde los jugadores colocan losetas y seguidores para puntuar por torres, casas, caminos y mercados. La división de ciudades en torres y casas, junto a pozos que potencian caminos y bonificaciones en la muralla, añade profundidad táctica, fomentando una carrera por puntos, buscando que el marcador de puntuación se detenga en casillas concretas para conseguir fichas de bonificación. Diseñado específicamente para dos, optimiza la tensión y dispersa la atención de los contrincantes al ir abriéndose múltiples frentes y no poder atenderlos a todos a la vez.
Para mí, el mejor título dentro de la Trilogía de Subastas de Knizia (completada con Medici y Modern Art). Brilla gracias a combinar subastas con una mecánica de forzar la suerte, donde los jugadores pujan por lotes de losetas en tres eras, gestionando un número limitado de fichas de sol (cada una les permite ganar una subasta). Destaca por generar una tensión constante y creciente mediante algo tan sencillo como decidir entre revelar losetas o iniciar una subasta, mientras la mecánica de colecciones incentiva planificar a corto y largo plazo. Como mejor funciona es a tres o cuatro jugadores, pero, como en cada ronda los jugadores irán dejando de disfrutar turnos a medida que hayan utilizado sus tres fichas de sol, funciona bien incluso a dos jugadores, configuración en la que la mecánica de forzar la suerte prácticamente se apodera del juego.
Un filler excepcional con mecánica principal de forzar la suerte que destaca por su simplicidad y capacidad para cautivar, donde los jugadores extraen fichas de animales de una bolsa, apilándolas estratégicamente para sumar puntos mientras arriesgan perderlas por robos rivales. La mecánica central, centrada en el equilibrio entre riesgo y recompensa, se convirtió en un punto de partida para juegos más recientes como Pelusas, que adapta conceptos similares en un formato moderno. La posibilidad de obtener mayorías para ganar losetas de bonificación añade profundidad, premiando la memoria y la planificación, mientras que la regla del mono, que permite intercambiar fichas, aporta un giro ingenioso y dinámico. Un diseño que combina azar y táctica, generando risas y momentos vibrantes en partidas rápidas, ideales para todo tipo de jugadores. Su diseño pulido y sin fisuras, con una interacción directa y un ritmo frenético, consolida la maestría de Knizia en los fillers con mecánica de forzar la suerte.
Parte de la Trilogía de Colocación de Losetas (junto a A Través del Desierto y Tigris & Éufrates), probablemente el juego de tablero más elegante diseñado por el doctor. Los jugadores, como daimios en el Japón feudal, colocan losetas para influir en poblados y obtener figuras de tres tipos (campesinos, ejército y religión). Cuando una de estas localizaciones queda completamente rodeada, se evalúa quién tiene más puntos de influencia en los distintos tipos de figura para determinar quién se hace con ella. La gestión de una mano limitada de losetas, junto a piezas especiales como barcos y ronin, genera decisiones tácticas cruciales, mientras que el sistema de evaluación, que premia tener más influencia que nadie en cada tipo de figura presente en la localización, desata una enorme tensión al poder contabilizar las losetas de las que aún dispone cada jugador. Un juego que, además, escala maravillosamente, funcionando especialmente bien a dos jugadores, configuración en la que el control es mayor y el cálculo combinatorio se apodera de la dinámica.
Un filler de subastas en el que los jugadores pujan por cartas de estatus con dinero limitado, buscando maximizar puntos intentando no ser quienes finalicen la partida con menos dinero en la mano, lo que añade una capa táctica única. La presencia de cartas negativas, que penalizan al primer jugador en pasar, y la duración variable de la partida generan una tensión creciente deliciosa. La gestión de las cartas de dinero, con valores fijos que distorsionan las pujas, requiere anticipación y memoria, elevando la profundidad estratégica. Brilla en partidas a cuatro o cinco jugadores, con una interacción constante que asegura partidas dinámicas y variables, lo que lo hace perfecto para sacar en cualquier situación. Un ejemplo de elegancia, aunando sencillez mecánica con una enorme profundidad con una duración de partida muy ajustada. Una maravilla.
La obra maestra de Reiner Knizia que brilla en la ya tremenda Trilogía de Colocación de Losetas. Un diseño con mecánica principal de colocación de losetas destaca por su sistema de puntuación equilibrado, donde los jugadores desarrollan reinos en cuatro aspectos, siendo la puntuación final aquella en la que menos hayan progresado, incentivando un desarrollo equilibrado. Con un intenso nivel de interacción gracias a conflictos directos que se resuelven con una mezcla de control de áreas y apuestas, mientras que las losetas de catástrofe permiten jugadas disruptivas que alteran el tablero. Su profundidad, que se revela tras varias partidas, lo hace ideal para jugadores que buscan retos exigentes. La rejugabilidad, impulsada por las estrategias de los jugadores y la interacción constante, hace de este Tigris & Éufrates el mejor juego del doctor. Es más, hasta resulta temático.
Y se han quedado fuera juegos como Winner’s Circle, Keltis, Battle Line o Piko Piko gusanito…
Sin duda, mi autor preferido por diseñar juegos de pocas reglas, fáciles de explicar y profundidad estratégica. De hecho, Samurai es mi juego fetiche que sacar a recién iniciados (por encima incluso de Carcassonne o Aventureros al Tren) porque yo tardo cinco minutos en explicarlo y ellos dos turnos en pillarlo. La puntuación final suele ser tan ajustada, además, que sienten que su esfuerzo ha recibido recompensa, por lo que todavía no he encontrado a nadie que no le haya encantado.
El puto amo, Herr Doctor, que diría Guardiola.
Y Stephenson’s Rocket, y Amun Re, o Blue Moon City… desde luego, si te gustan los juegos que ahora llaman «de la vieja escuela», es uno de los autores de referencia. Lo intento, pero mi cabeza no es capaz de comprender cuando alguien dice que no le gusta ningún juego de Knizia. Será por falta de variedad… Una leyenda viva, sin lugar a a dudas.
Hombre, si no le gusta los juegos de colocación de losetas, de subastas o de forzar la suerte, el abanico de opciones se reduce mucho :p
Hay muchos igualados a 8 en mi clasificación.
El amado-odiado Knizia. High society, El dorado, Ra, Tigis&Eufrates y Samurai juegazos y tan variados. Ya con lo citado merece reconocimiento.
¿Qué te pareció Babylonia y Medicis? un escaloncito por debajo pero también buenos juegos.
A la espera de sus estrenos como piñatas o iliad, ¿los has probado ya?
Los tengo encargados. Babylonia para mi esta un escalón por debajo. Y Medici podría entrar en la pugna.
¿Se Vende vs High Society?
High Society sin dudarlo. Se Vende sale fácil a mesa porque es más familiar, pero el de Knizia tiene más profundidad sin ser mucho más complejo de jugar.
Es que es tremendamente elegante. Con 2 tonterías te monta un filler tenso como el solo
Los dos. Son dos tipos de subastas realmente diferentes. Ambos en mi opinión magistrales, y no se pisan en absoluto. Quizá dependa más del tono de juego que te interese. Se Vende es un juego que tiene un tono de cachondeo que High Society no tiene.
Es lo que ya te comentan. Ambos juegazos. La diferencia es que Se vende es mas familiar, saldrá más a grupos. High society tiene más estrategia, pero ojo, que también te sacas unas risas viendo como transcurre la partida. Si me tuviese que quedar con uno sería High society.
High Society por mucho!
Buen top. Si Knizia no existiese habría que inventar uno; incluso a pesar de los refritos. Rebirth se te ha caido con las partidas? Te había escuchado en más madera que lo ponías por delante de Blue Lagoon?
Un saludo
Yo iba a hacer justo la misma pregunta! Rebirth parece una mezcla/refrito de varios de los juegos de este tipo de Knizia, entre ellos Blue Lagoon. Tengo ganas de que salga en castellano, parece que la edición española será más contenida en tamaño y precio.
Saludos!
Tal vez dije que a dos el mapa de Escocia me parece que puede funcionar mejor. Pero me quedo CON Blue Lagoon que no tiene azar más allá de la preparación.
Siempre se acuerdo con ud. Pero parece con el top de knizia no le pegamos.
¡Iván, excelente tu blog! Tus reseñas y opiniones se valoran muchísimo.
Teniendo en cuenta lo difícil que es conseguir el Tigris & Éufrates (al menos acá en Buenos Aires), y viendo que Huang es una reimplementación, quería preguntarte: ¿Considerás que son equivalentes? ¿Qué opinión tenés sobre Huang?»
¡Muchas gracias y un gran abrazo!
Es lo mismo que Yellow & Yangtse. E mi me parece una pizca menos elegante, pero comparte en un 90% mecánicas y dinámicas. Es una muy buena alternativa.
Amun Re, Genial, A través del desierto, Babylonia, My City, Winner’s circle, exploradores… Con Knizia se puede hacer un top veinticinqui.
Por cierto, mi más sincera enhorabuena por esa entrevista a Dani García en el último más madera, en general me están gustando más los programas con entrevista que los habituales pero este último estuvo genial.
Mi voto para que traigáis a Paco Gurney, un mítico de la divulgación de los juegos de mesa.
Muchas gracias.
Muchas gracias! Creo que quedó bastante bien! Tengo a Paco anotado en la agenda :p
Los modernos como Zoo Vadis (aunque sea una reimplementación), Cascadero o Babylonia se merecen huequito ahí. Y el Mille fiori con la expansión a 4, temita.
Coincido con que knizia merece un top 15
Salud
Knizia, él solito, da para varios «tops», quizá al menos 3, uno por cada una de sus grandes especialidades mecánicas (las que mencionas en otro comentario: colocación de losetas, subastas y tentar la suerte). O por peso de juego (ligeros, medios y pesados) o por… líneas de refritos: ordenar los juegos que son reimplementaciones de tal o cual, que en muchos hay verdaderas colecciones de «autoinspiraciones».
Interesante el orden con el que quedan.
Hasta luego 😉