Reseña: Vineta

Reseña: Vineta

Hoy toca una reseña de un juego muy particular. De esos que no son muy conocidos entre el público en general (aunque si entre el más versado en la materia). Lo conocí gracias a una conjunción de astros en la que el compañero Mr. Meeple lo reseñaba en su blog The Black Meeple y, casi de forma simultánea, los chicos de Otro Juego Más hacían lo propio en su Podcast. En esto que me surgió la oportunidad de hacer un pedido a Amazon Alemania y el juego estaba a un precio irrisorio… el resto lo podéis suponer.

Vineta, la legendaria ciudad-isla báltica muestra aún su aspecto más beatífico. Pero su destino ya está decidido. ¡Los dioses han decretado que sea destruida y engullida por las aguas! Cada jugador encarna a uno de estos dioses nórdicos, que juntos, a lo largo de la partida, irán hundiendo la ciudad. Pero cada uno de ellos vela por una parte de su población y por uno de los barrios, que gozan de su protección. Tendrás que jugar tus cartas con astucia si quieres salvaguardar de la inundación que se avecina tu barrio protegido y las casas de los habitantes que disfrutan de tu favor. Tu objetivo es conservar las casas que proteges intactas al final de la partida y evitar que se hunda el barrio que proteges.

Primeras Impresiones: Dungeon Fighter

Primeras Impresiones: Dungeon Fighter

Y vamos con el último juego que tuve la oportunidad de probar en casa de Nancy y Ushikai (los chicos de Análisis-Parálisis) en la visita que hicimos a principios de mes. En esta ocasión toca otro colaborativo. Ya sabéis que no soy amante de este tipo de juegos. Pero, en contra de lo que piensa la mayoría, si me lo proponen yo juego, que de vez en cuando uno se lleva sorpresas. Lo que seguramente no ocurrirá nunca es que yo adquiera un juego de esta categoría.

Volviendo al tema que nos ocupa, hoy vengo a hablaros de las sensaciones vividas tras jugar mi primera partida a Dungeon Fighter, el juego diseñado por el triunvirato italiano formado por Aureliano Buonfino, Lorenzo Silva y Lorenzo Tucci Sorrentino, autores de otros juegos como Steam Park o Horse Fever.

Reseña: Glass Road

Reseña: Glass Road

Hoy en día, la Ruta del vidrio conecta museos, fábricas de vidrio históricas y diferentes lugares relacionados con el vidrio. Viaja por este camino de más de 241 km a través de la historia de la producción de vidrio. Ahora podrás disfrutar de una tradición de más de 700 años de manufactura de cristal en los bosques bávaros. Deberás gestionar habilidosamente tu producción de cristal y ladrillo para así construir las estructuras que te permitan que tu negocio prospere.

Así se nos presenta Glass Road, diseñado por Uwe Rosenberg (Caverna, Le Havre, Agricola). El juego fue publicado por primera vez en 2013 por Feuerland Spiele en una versión en alemán (de la versión en inglés se encargó Z-Man Games). Del arte se encarga Dennis Lohausen (Terra Mystica, Helios, La Villa).