Gran semana lúdica. Aun sin disponer de la señorita de la casa en los días laborables, he subido un puntito en nivel en el trabajo llevando alguna cosita de más enjundia. Y ha sentado bastante bien. En nada estamos echando un 18XX. Y el finde, a pesar de no quedar con nadie, también han caído bastantes partidas. Vamos allá.
El lunes comenzamos con Un Imperio en 8 Minutos, que hacía tiempo que no lo llevaba. Un juego diseñado por Ryan Laukat con mecánica de control de áreas (mayorías) reducido a la mínima expresión, con cartas de acción que, a su vez, sirven para un set collection final. Cuatro contendientes: Borja, Víctor C. y Víctor F., además del que os escribe. Partida con estrategias muy distintas. Yo opté por la expansión, intentando llevarme el máximo de territorios posibles, aunque las cartas no fuesen las más adecuadas. Víctor F. por su parte se centró casi exclusivamente en las mercancías, intentando optimizar al máximo sus 8 cartas. Borja eligió un desarrollo intermedio, intentando centrarse en una mercancía pero, a la vez, introduciendo un gran número de tropas, aunque luego no pudo expandirse adecuadamente. Y Víctor partió su ejército en pos de las mercancías del tablero, aunque no tuvo mucho éxito. Resultado final: Víctor F. 12 puntos y 1 monedas, yo 12 puntos y sin monedas, Borja 9 puntos y Víctor C. 8 puntos. Una maravilla de filler ideal para estos momentos, aunque puede saber a poco si se saca en una sesión más pausada. Pero bueno, para eso existe El Grande. Para estos momentos es ideal.
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Por un pelo no me llevé la victoria |
El martes me llevé el adorable Félix, El Gato Encerrado. Un juego diseñado por Friedemann Friese que se inspira claramente en el Póker, pero huyendo de las complicadas combinaciones de cartas para apostar por una serie de lotes con adorables gatitos (y otros animales) que suman o restan puntos. Al final de la partida, el jugador con más puntos (contando los ratones/monedas) será el vencedor. En la partida estábamos, además de un servidor, Marta, Víctor C. y Víctor F. Como suele ocurrir con este juego, la primera partida fue un poco de tanteo, con poco faroleo y nulo dominio de la situación. Por supuesto, ni caso a las cartas que iban jugando los demás para intentar hacerse una idea de lo que les quedaba en la mano al resto de jugadores. Así, la partida se decidió por pinceladas de lucidez, en las que algunos lograban apostar decentemente cuando el lote valía la pena. Resultado final: Marta 56 puntos, yo 53, Víctor F. 37 y Víctor C. -3. Un filler curioso que reimplementa el alma del Póker en cuanto a apuestas e información oculta/descubierta de forma progresiva, convirtiendo el dinero en Puntos de Victoria. En las primeras partidas cuesta hacerse a él, pero una vez que se domina, es un juego muy majo.