Reseña: Finca
Introducción
Finca muestra la isla mediterránea de Mallorca. Los jugadores tratan de recolectar y entregar las frutas de autóctonas (como naranjas, limones, almendras, uvas etc.) mediante la colocación y el movimiento de trabajadores sobre el tablero. El objeto del juego es distribuir su cosecha tan eficazmente como sea posible para entregar más rápido que sus oponentes.
Así se nos presenta este Finca, un juego diseñado por Wolfgang Sentker (siendo este su único título publicado hasta la fecha) y Ralf zur Linde (Pergamon o Gum Gum Machine junto a Stefan Dorra). El juego se publicó por primera vez en 2009 por Hans im Glück, siendo editado a su vez por Rio Grande Games (en inglés) o Filosofia Éditions (en francés), entre otros. Fue nominado al Spiel des Jahres de ese mismo año. De las ilustraciones se encarga Franz Vohwinkel, quien ya nos mostró su arte en juegos como Puerto Rico, Ra, Samurai o Tikal.
En nuestro país el juego fue publicado por Devir, aunque el juego es completamente independiente del idioma (a excepción del reglamento). Permite partidas de 2 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 10 años y una duración aproximada de unos 45 minutos. El precio de compra recomendado es de 34 €. Para esta reseña se ha utilizado la edición en inglés de Rio Grande Games.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 31,8×22,9×7 cm. (caja rectangular estándar tipo Agricola o Caylus), nos encontramos con los siguientes elementos:
- Tablero (de cartón)
- 12 Aspas de Molino (de cartón)
- 42 Losetas de Pedido (de cartón)
- 10 Losetas de Finca (de cartón)
- 16 Losetas de Acción (de cartón)
- 4 Losetas de Bonificación (de cartón)
- 8 Carretas (de cartón)
- 6 Fincas (de madera)
- 108 Fichas de Frutas (de madera):
- 18 Fichas Moradas de Higos
- 18 Fichas Marrones de Almendras
- 18 Fichas de Aceitunas
- 18 Fichas de Naranjas
- 18 Fichas de Uvas
- 18 Fichas de Limones
- 20 Granjeros (de madera)
- Reglamento
Mecánica
En Finca los jugadores intentarán ser los que más frutas repartan entre las distintas villas de la isla balear. Para ello desplazarán sus granjeros en un rondel con reminiscencias de mancala mediante el cual obtendrán distintos tipos de frutas que agruparán para satisfacer los pedidos de sus clientes.
Conceptos Básicos
Comencemos con Tablero. Este representa a la isla balear de Mallorca. Se distinguen dos elementos principales:
- El Rondel de Aspas de Molino (en la esquina superior izquierda), sobre el que se colocarán las aspas que permitirán a los jugadores obtener frutos. En el eje del molino aparece el símbolo de carreta que servirá como reserva de estas.
- La Isla de Mallorca, dividida en una serie de fincas. Cada una de estas fincas contendrá una serie de losetas de pedido y una loseta de finca.
El Rondel se compone de 12 aspas, dos por cada tipo de fruta. Este rondel será el eje principal de actuación de los jugadores, con una mecánica básica en la que sus granjeros se desplazarán en el sentido de las agujas del reloj. El número de posiciones que el granjero avanzará dependerá del número de granjeros que hubiese en su aspa, mientras que el número de frutos que recibirá dependerá del aspa en la que finalice su movimiento y el número de granjeros que en ella hubiese (contándose a sí mismo).
Las carretas son unas fichas que representan el medio de transporte utilizado por los jugadores para entregar a los clientes sus pedidos. Cada carreta permite entregar hasta 6 frutos, independientemente del tipo de estos y de la finca a la que se entregue (es decir, que se pueden satisfacer varios pedidos con una misma carreta). Estas se obtendrán al cruzar la línea horizontal del rondel con cualquier granjero. El número de carretas disponibles dependerá del número de jugadores.
Existen seis tipos de frutas: limones, naranjas, almendras, aceitunas, higos y uvas. De cada tipo de fruta hay 18 piezas, estando limitados por esta cifra.
Las losetas de pedido de las villas mostrarán el requisito de frutos que establece una determinada finca. Estas losetas requieren de 1 a 6 frutos, proporcionando la misma cantidad de puntos de victoria. Las frutas requeridas no tienen por qué ser del mismo tipo. Así, las losetas de 1/2/3 frutos son de un mismo tipo, las de 4/5 son de dos y las de 6 requieren una unidad de cada tipo. Adicionalmente existen una serie de losetas que muestran frutos con interrogación. Estas no fijan el tipo de fruto a entregar, pero si la cantidad, siendo necesario, esta vez sí, que sean del mismo tipo. Estas losetas deberán ser satisfechas de forma directa (no se pueden entregar frutos de forma progresiva).
De forma adicional, existen unas losetas de bonificación por losetas de pedido. Cada vez que un jugador consiga un conjunto de seis losetas de pedido, cada una con uno de los valores posibles (de 1 a 6), el jugador recibirá una loseta de bonificación. Un mismo jugador podrá obtener varias de estas losetas de bonificación, aunque las losetas de pedido deberán ser distintas (una loseta de pedido concreta solo podrá ser utilizada para obtener una loseta de bonificación).
Por otro lado tenemos las losetas de finca. Estas muestran siempre una cantidad de puntos fija (5) que se entregarán al jugador que más frutas del tipo (o tipos) mostrado en la loseta posea entre sus pedidos satisfechos en el momento que una determinada villa agote su pila de pedidos.
Este agotamiento de las fincas será lo que marque el final de la partida. Para ello se utilizan unos marcadores de finca que se colocarán en las mismas una vez la pila se haya agotado y la ficha de bonificación entregada al jugador correspondiente.
Por último, los jugadores dispondrán de cuatro losetas especiales de un único uso (se devuelven a la caja tras ello) que le permitirán potenciar alguno de sus turnos.
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se despliega el tablero en el centro de la mesa.
- Se mezclan las aspas de molino y se colocan en el rondel de forma aleatoria.
- Se mezclan las losetas de pedido y se forman 10 pilas de 4 losetas, que se coloca bocabajo cada una en una de las villas de la isla. Las dos losetas sobrantes se devuelven a la caja.
- Adicionalmente, se colocan de forma aleatoria las 10 losetas de finca en cada una de las villas.
- Tras esto, se voltea la loseta superior de cada pila de pedidos.
- Cada jugador recibe un set de cuatro losetas especiales y un número de granjeros dependiente del número de jugadores:
- 2 Jugadores: 5 Granjeros
- 3 Jugadores: 4 Granjeros
- 4 Jugadores: 3 Granjeros
- Se colocan en el eje del rondel 2 fichas de carreta por cada jugador presente en la partida.
- Las fichas de fruta se disponen formando una reserva.
- También se forma la reserva de fincas en función del número de jugadores:
- 2 Jugadores: 4 Fincas de Madera
- 3 Jugadores: 5 Fincas de Madera
- 4 Jugadores: 6 Fincas de Madera.
- Se apilan las losetas de bonificación de menor a mayor, dejando en la parte superior la de valor 7.
- Por último, elegimos de forma aleatoria al jugador inicial.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Finca dura un número indeterminado de turnos hasta que, al final de uno de esos turnos, se cumple la condición de finalización. Pero antes se procede con una fase de preparación.
Fase de Preparación
Comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj, cada jugador colocará uno de sus granjeros en una de las aspas del molino, tomando de la reserva una unidad de la fruta correspondiente (independientemente de cuantos granjeros hubiese en dicho aspa). La fase finaliza en el momento que todos los jugadores han colocado todos sus granjeros.
Fase de Cosecha y Reparto
Los jugadores, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj, alternarán turnos hasta que finalice la partida. En su turno un jugador deberá optar por una de estas opciones:
- Cosechar: el jugador desplazará uno de sus granjeros en el molino. Se deben tener en cuenta las siguientes normas:
- El número de aspas que avanzará en sentido horario será igual al número de granjeros que hubiese en el aspa inicial (independientemente del color de estos).
- El jugador tomará de la reserva un número de frutas del tipo impreso en el aspa en la que finalice el movimiento correspondiente a la cantidad de granjeros que hubiese en dicho aspa, incluyendo al granjero desplazado por el jugador (es decir, como mínimo un fruto).
- Si el granjero atraviesa una de las dos líneas divisorias del molino, tomará una ficha de carreta de la reserva (eje del molino). Si el movimiento le permitiese atravesar las dos líneas, tomaría 2 fichas de carreta.
- Si un jugador tuviese que tomar frutos y/o carretas y no quedasen en la reserva, todos los jugadores deberán devolver todas las frutas y/o carretas correspondientes a la reserva. Tras esto, el jugador tomará los elementos que le correspondiese.
- Repartir Frutos: el jugador devuelve a la reserva una ficha de carreta así como los frutos requeridos por una o más fincas según la loseta de pedido que muestren. El jugador tomará las losetas de pedido satisfechas y las colocará en su reserva. Se deben cumplir las siguientes normas:
- Una carreta solo puede entregar hasta 6 frutos, independientemente del destino.
- Una loseta debe ser satisfecha completamente con una única carreta (no se puede hacer una entrega parcial).
- Si, al tomar una loseta de pedido satisfecha completa un conjunto de seis losetas de pedido de los seis valores posibles (del 1 a 6), tomará la loseta de bonificación que se encuentre en la parte superior de la pila. Esta se apilará con las 6 losetas que permitieron su obtención, ya que un mismo jugador puede obtener nuevas losetas de bonificación agrupando nuevos conjuntos,
- Si la loseta de pedido tomada fuese la última de una finca, se procederá a evaluar la loseta de finca. Esta será ganada por el jugador cuyas losetas de pedido satisfechas muestren más unidades de la fruta mostrada en la ficha de finca. Si hay dos variedades, se suman las frutas de ambas variedades y el que más tenga en conjunto se la lleva. En caso de empate, nadie gana la loseta, que se devuelve a la caja. Tras esto se coloca una de los marcadores de finca de madera sobre la villa agotada.
- Puede darse el caso de que un jugador agote varias fincas y no queden suficientes piezas de madera. Se sigue procediendo de forma habitual, ya que las piezas de madera sirven únicamente como indicador del final de la partida.
De forma adicional a la acción escogida, el jugador en turno puede gastar una de sus losetas especiales (no pueden combinarse), devolviéndola a la caja tras su uso. Se tienen las siguientes 4 opciones:
- Doble movimiento de Granjero: al realizar la acción de cosechar, el jugador podrá mover de forma consecutiva un segundo granjero (puede ser el mismo que acaba de mover u otro distinto). Si el jugador atraviesa con alguno de ellos una de las líneas horizontales, obtendrá ficha de carreta de la reserva.
- Desplazamiento directo de Granjero: al realizar la acción de cosechar, el jugador podrá obviar el límite de puntos de movimiento, y colocarla en el aspa que desee. Por contra, no recibirá fichas de carreta aunque atraviese alguna de las líneas horizontales.
- Descuento de 1 Fruto: al realizar la acción de repartir frutos, tras devolver a la reserva una ficha de carreta, el jugador podrá entregar un fruto menos en alguno de las losetas de pedido. Esto implica que el jugador podría satisfacer pedidos que en total requieran 7 frutos, ya que físicamente solo entrega 6, aunque no se podrá aplicar el descuento a una loseta de valor 1.
- Carreta de 10 Frutos: permite realizar una acción de reparto sin tener que devolver ficha de carreta. Además, aumenta a 10 unidades el máximo de frutos que se pueden entregar.
Tras esto, el turno pasa al jugador de la izquierda.
Fin de la Partida
La partida finaliza tras el turno en el que se coloca la última pieza de finca de madera. Los jugadores proceden a contar sus puntos, sumando los siguientes elementos:
- Puntos indicados en las Losetas de Pedido.
- Puntos indicados en las Losetas de Finca.
- Puntos indicados en las Losetas de Bonificación.
- 2 Puntos por cada Loseta Especial no utilizada.
El vencedor será el jugador con más puntos de victoria. En caso de empate, el vencedor será el jugador con más piezas de fruta en su reserva. Si se mantiene la igualdad, los jugadores comparten la victoria.
Opinión Personal
Hoy toca analizar uno de esos muchos títulos en los que se nota que los alemanes pasan mucho tiempo en nuestras soleadas tierras. Echamos la vista atrás y vemos que tal ha tratado el paso del tiempo a este Finca. ¡Vamos allá!
Finca es un juego clásico de esos a los que nos tiene acostumbrado Hans im Glück, esto es, juego relativamente asequible, de normas sencillas, apto para todo tipo de jugadores gracias a su fácil asimilación, pero con suficiente profundidad para que jugadores avanzados no bostecen.
La mecánica principal, y prácticamente única, es un rondel con ciertas reminiscencias de mancala, en el que los jugadores irán desplazando una serie de granjeros con los que conseguirán frutos. Como digo, a muchos les recordará a un mancala con la salvedad de que el movimiento de siembra no se realiza tal cual. En un mancala el jugador en su turno deberá elegir una posición de la que tomará todos los elementos y, en sentido horario, irá depositando uno de esos elementos hasta llegar a una casilla final. En este caso solo se toma uno de los elementos de la casilla elegida (un granjero del color del jugador), y avanza tantas posiciones como granjero hubiese. A su vez, la potencia de la acción dependerá de cuantos granjeros haya en el final.
Ya lo he comentado en muchas reseñas. Los juegos que implementan rondeles y/o mancala son, probablemente, los más tendentes al bloqueo mental de los participantes, ya que, a pesar de ser aparentemente muy tácticos, requieren planificación para no encontrarse con turnos improductivos. Ahí tenemos Five Tribes (aquí su tochorreseña), que con una mecánica similar, puede atrapar a los jugadores en el análisis de opciones y alargar la partida de forma insufrible.
Afortunadamente, Finca no sufre de ese problema por varios motivos. En primer lugar, el resultado de la acción es siempre el mismo: obtención de frutas y, ocasionalmente, alguna carreta. La decisión de qué granjero mover tendrá dos posibles motivaciones. Por un lado, obtener aquellos frutos necesarios para completar ciertos pedidos a los que les hemos cogido cariño. Por otro, el miedo a perder recursos o la vileza por hacer que otros los pierdan. Así que tomar una decisión no suele implicar analizar mil opciones, sino que con un vistazo rápido se tiene clara la opción más interesante.
Aquí es donde entra el elemento interactivo. Además de la competición por las losetas de pedido, las losetas de finca y las losetas de bonificación, no perderemos la ocasión de asestar un golpe doloroso si tenemos la posibilidad. Especialmente dañino será cuando la reserva de carretas esté a punto de agotarse. Recuperar frutos es algo mucho más directo, pero las carretas implican atravesar las líneas horizontales, y puede que los granjeros de los demás jugadores estén lejos de ellas. Unos cuantos turnos de retraso para nuestros rivales en una carrera por repartir frutos. Hay que tener un ojo puesto en la reserva y otro en los almacenes de cada jugador para aprovechar estas oportunidades.
Como ya estáis pudiendo comprobar, Finca es un juego con una carga táctica predominante que favorece la accesibilidad de la que antes hablábamos. En tu turno evalúas las opciones que tus granjeros ofrecen y desplazas uno de ellos (o entregas frutos). Sin embargo, más de una vez nos encontraremos con que no hay ninguna opción especialmente llamativa. Esto suele estar provocado por tener los granjeros situados en posiciones poco atractivas para enlazar un par de turnos de recolección eficiente. En estos casos tendremos que hilar fino y «perder» algunos turnos en reposicionar a nuestros granjeros.
En este sentido afecta mucho la distribución de las aspas en el rondel. Partidas en las que algún tipo de fruto tenga sus aspas muy juntas será un fastidio absoluto porque, tarde o temprano, los granjeros acabaran pasando por delante de ellas, por lo que habrá que esperar una vuelta completa para poder volver optar a activarlas.
De esta forma se forma un pequeño juego de relevos que es lo que más me gusta del juego. Es realmente satisfactorio cuando los astros se conjuntan y podemos ir pegando saltos con un granjero durante dos o tres turnos obteniendo una buena suma de frutos. Por contra, es bastante frustrante cuando se nos descuadran las posiciones y tenemos que perder unos cuantos turnos en hacer movimientos de un aspa hasta volver a lograr la alineación perfecta.
A nivel de obtención de puntos el juego está bastante balanceado, esto es, la partida se va a decidir por las fichas de finca y las losetas de bonificación más que por las losetas de pedido. Obviamente, no tener un flujo más o menos estable de entregas nos dejará sin opciones de victoria, pero no serán el elemento diferenciador que nos permita despegarnos de nuestros rivales. Hay que ajustar para poder tomar losetas de bonificación y estar bien posicionados cuando se agote alguna pila de losetas de pedido y poder llevarnos la loseta de finca.
Las losetas especiales serán una ayuda especial y rara es la partida en la que no gastemos las cuatro. Seguramente, la del turno doble y la carreta de 10 sean las más llamativas y, aparentemente, las más potentes. Pero las del descuento y el colocar un granjero en cualquier aspa son, probablemente, las que más versatilidad nos darán a la hora de exprimir un turno concreto. El poder entregar 7 frutos puede ser clave para obtener esas losetas que nos permitan obtener una loseta de bonificación. Y desplazar un granjero al aspa que queramos cuando, por una mala planificación, se nos hayan colocado todos juntos y apenas tengamos opciones viables.
Su principal problema es que, para ser un juego de caja grande de Hans im Glück, se comporta como uno de caja pequeña. Y claro, por muy bien producido que esté, seguramente pongamos muchos otros títulos por delante antes de elegir este para añadir a nuestra colección. Por poner un par de ejemplos, este Finca competiría con títulos como Santiago de Cuba (aquí su tochorreseña) o el reciente Cacao (aquí su tochorreseña) en cuanto a duración y sensaciones (que no mecánicas). Y yo recomendaría cualquiera de estos antes que este Finca, no siendo un mal juego.
Otro de sus posibles pegas es la escalabilidad. Como parece que mejor funciona el juego es a dos jugadores, ya que el abanico de opciones se amplia y él toma y daca es continuo. La situación varia ligeramente entre cada turno de un mismo jugador, mientras que a cuatro jugadores es harto complicado planificar nada, porque el rondel cambia de forma importante. Con esto no quiero decir que funcione mal, pero que sí que es más satisfactorio en modo versus.
Tampoco posee una rejugabilidad que nos permita estar sacándolo a mesa de forma más o menos constante. Como ya he dicho, es de esos juegos que son agradables de jugar pero que difícilmente se posicionarán como primera opción. Las pocas vías de puntuación provocarán que tras un par de partidas tengamos las mismas sensaciones. Solo el encontrar patrones en función del número de jugadores sobre el rondel será el reto a superar partida tras partida.
Como era de esperar, el tema del juego es una mera excusa para ofrecer una fachada agradable y componentes llamativos. Es cierto que la recolección de frutas y el reparto posterior encaja más o menos con la historia, pero la mecánica principal es totalmente abstracta. Nadie va a sentir como recoge los frutos de la tierra mientras da vueltas en el molino.
Pasemos a la edición. Hans im Glück es de las editoriales que mejor cuidan sus publicaciones. Elementos de madera con formas específicas y cortes en los elementos de cartón nada convencionales. En este caso nos encontramos con un surtido de piezas de madera interesantes, aunque con sus pegas. Por un lado tenemos las magníficas fichas de limones, naranjas, higos e uvas. Sin embargo, las aceitunas y las almendras son simples óvalos. Los elementos de cartón tienen el grosor y la resistencia adecuada. Como digo, destacan las losetas de pedido, con un corte con muchas curvas que serán una pequeña tortura para los que necesitan tener todos los elementos bien apilados. El reglamento, sin estar mal, es cierto que, para mi gusto, falla a la hora de explicar las losetas de bonificación. Las muestra como una tercera opción, cuando realmente son un potenciador de alguna de las dos acciones principales. Explicados como una opción independiente provoca confusión.
Respecto a las ilustraciones de Vohwinkel, luces y sombras. En el lado positivo, el tablero, que es una auténtica maravilla. Colorido y vistoso. En el negativo, la portada. Esos dos personajes que aparecen en primer plano parece que se acaban de fumar algo que no se puede conseguir de forma legal, especialmente ella. No se puede tener más cara de perturbado. Y el señor que tira del burro también tiene una pose de pocos amigos que el pobre burro parece corroborar. De las portadas que más mal rollo me han generado.
Y vamos cerrando. Finca es un diseño bastante decente que encaja perfectamente en el catálogo de Hans im Glück: accesible y entretenido. Con una edición muy cuidada, nos ofrecerá buenos momentos. El problema es que compite con muchos juegos que le ganan claramente la partida por un coste bastante inferior. No es mal juego, pero solo lo recomendaría a fans de las frutas y de los juegos inspirados en nuestro país. Por todo esto le doy un…
Auténtico coñazo de juego.
Positivadad al máximo 😛
Yo le he jugado un par de partidas y me gusta. No me parece un juegazo, pero tampoco me parece que merezca las malas críticas que tiene. Y menos cuando hay otros que merecen críticas parecidas y sólo tienen alabanzas. Enfin, como siempre, en los gustos cada uno con su locura xD
Es un juego mas que correcto. Y para sacar con no jugones funciona muy bien. Es cierto que se le nota el paso del tiempo y como eurogame se queda corto comparado con otros títulos mas actuales. Pero esto no quiere decir que sea un mal diseño.
Juegazo, y ya tiene unos años. Para mi mejor que el santiago de cuba y el cacao. Mejor a 3 y 4 porque te hace meter presion por las loseta de mercado y conseguir los recursos aunque en el movimiento no sea la mejor opcion.Facil de enseñar y bastante profundidad para el tiempo de juego. Para mi notable solido.
En su momento me valio de sustituto perfecto de Stone Age para introducir a la gente y ver si colaba esto de que le molase jugar a juegos de mesa y traerlos al redil…
Por cierto genio de las reseñas en semanan santa subiré a ver a la familia a Gijon asi que si andas por alli a ver si me puedo a puntar a alguna partida 🙂
Vaya mala pata. en SS bajo yo a Sevilla. A lo mejor nos cruzamos en la carretera. Pasa unas buenas vacaciones!
Pues ahora creo que esta por una pasta en el mercado de segunda mano. Imposible de obtener al igual que el Modern Art…
Es bueno saberlo, aunque, en mi caso, no creo que me deshaga de él. Es de esos juegos que salen bien a mesa con cierto grupo de gente. Saludetes!