Reseña: Go Cuckoo!

Introducción

¡La cuco Kuki podría arrancarse las plumas ahora mismo! ¿Dónde va a poner ahora sus huevos? Allá donde va están todos los nidos ocupados. ¿Ahora qué va a hacer? Al ser una cuco nunca ha aprendido a construir su propio nido. Y precisamente este año quiere poner muchos huevos. Ayudad a la cuco Kuki e intentad construir un nido para todos los huevos a partir de los palitos. Pero… ¡atención! Kuki no tiene mucha paciencia. En cuanto haya un par de buenas ramitas alrededor del nidal, empiezan a rodar los primeros huevos por el nido a medio terminar. ¿Quién será el primero en colocar de forma segura los huevos en el enredado nido y en poner a la cuco Kuki en su nidada?

Portada

Así se nos presenta este Go Cuckoo! (me niego a llamarlo por su nombre en español, El Cuco Kiko Estrena Nido), un diseño de nuestro querido Josep María Allué (Dixit Jinx, Tornado Ellie, Capitán Flint) junto a Viktor Bautista i Roca (Appetizing Castle, Nonaga). El juego fue publicado en 2016 por HABA en una edición multilenguaje (aunque con varias versiones según el país), consiguiendo el As d’Or al mejor juego infantil en 2017. De las ilustraciones se encarga Gabriela Silveira (Fantasma Blitz, Shear Panic o Worm Up!).

El juego se encuentra distribuido en nuestro país por la propia HABA, incluyéndose el español entre los lenguajes de la edición (independientemente del título que aparezca en la caja/lata). Permite partidas de 2 a 5 jugadores con una edad mínima sugerida de 4 años y una duración aproximada de entre 10 y 15 minutos. El precio de compra recomendado es de 17,95 €. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la edición francesa de HABA.

Contraportada

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.



Contenido

Dentro de una lata metálica que viene encofrada en una caja de cartón de una pieza (con pestañas), de dimensiones 9×9×32 cm. (caja alargada como si de un estuche de una botella se tratase), encontramos los siguientes elementos:

  • Nidal (lata metálica)
  • Cuco Kiko (de madera)
  • 70 Palitos (de madera)
  • 20 Huevos de Cuco (de resina)
  • Reglamento
Contenido

Mecánica

Go Cuckoo! es un juego de habilidad en el que los participantes intentan colocar sus huevos en un nido en construcción. A partir de una lata con una serie de palitos de madera, los jugadores irán formando un nido extrayéndolos y cruzándolos para que puedan soportar el peso de los huevos. Habrá que tener cuidado para no tirar palos o huevos y no retroceder en la carrera por ser el primero en quedarse sin huevos y poder colocar al cuco Kiko en su nuevo nido.


Conceptos Básicos

Empecemos con la Lata. Se trata de un cilindro metálico hueco cuya primera función es la de transportar el juego. La lata se abre por la mitad y queda dividida en dos partes, siendo la interior la que se utiliza durante la partida. Sobre esta mitad de la lata se irá formando el nido del cuco.

Lata/Nidal

Los Palos representan las ramas con las que ir formando el nido. Inicialmente todos los palos se encontrarán depositados dentro de la lata, de forma que uno de los extremos de cada palo sobresaldrá hacia arriba, mientras que el otro quedará oculto en el interior de la lata. Estos extremos se están tintado en uno de cuatro colores posibles: rojo, verde, amarillo y azul. Habrá palos con el mismo color en ambos extremos y otros tantos con colores distintos. Esta diferenciación entre palos es importante, ya que extraer los de un tipo permitirá colocar huevos, mientras que si esto no llega a ocurrir, «perderemos el turno».

Palitos

Es importante indicar que, una vez extraído un palo, este siempre deberá formar parte del nido, no pudiendo ser extraído por ningún jugador. Si en algún momento se cayesen de la estructura, el jugador deberá volver a colocarlos como si los hubiese extraído en este turno, aunque sufrirá una penalización.

Los Huevos son el elemento clave de la partida. Los jugadores comienzan la misma con una determinada cantidad de huevos que deberán intentar colocar en el nido. Si, durante su turno, caen huevos, el jugador recuperará uno, ya sea de la mesa si se cae fuera del nido, o de otro jugador si cae dentro de la lata.

Huevos

Por último, tenemos a la Cuco Kuki. El objetivo final de los jugadores, tras liberarse de todos sus huevos, será colocar la figura del cuco sobre el nido sin que la estructura colapse.

Cuco

Con esto tenemos suficiente.


Preparación de la Partida

  1. Se abre la lata y se coloca la parte inferior en el centro de la mesa (la otra no se utiliza)
  2. Se reparten los huevos entre los jugadores de forma que todos tengan la misma cantidad. Los que sobren se dejan en la caja.
  3. Se introducen todos los palos en vertical dentro de la lata.
  4. Se deja la figura del cuco aparte.
  5. Se escoge al jugador inicial (según el reglamento, el jugador que más recientemente haya comido un huevo).

¡Ya podemos comenzar!

Partida Preparada

Desarrollo de la Partida

Una partida de Go Cuckoo! consta de un número indeterminado de turnos alternados por los jugadores (comenzando por el inicial). Cada turno se resuelve de la siguiente manera:

  1. Extraer Palos. El jugador extraerá de 1 a 3 palos intentando sacar uno que posea el mismo color en ambos extremos. Si el primer palo mostrase el mismo color en ambos extremos, este paso finalizaría aquí. En caso contrario, el jugador coloca el palo sobre la mesa y sacará un segundo palo, con la condición de que el color del extremo superior debe ser el mismo que el color del extremo inferior del palo que acaba de extraer. De igual forma se procede con el tercer palo. El tercer palo será el último que el jugador extraerá, aunque no posean el mismo color en ambos extremos.
    • Si no se puede extraer un palo del color adecuado, se puede extraer cualquier palo.
  2. Colocar Palos. El jugador debe colocar sobre el nidal todos los palos que haya extraído este turno de forma transversal (formando una malla sobre el nidal).
  3. Colocar Huevo. Este paso solo se lleva a cabo si el jugador consiguió extraer un palo con el mismo color en ambos extremos. El jugador deberá intentar colocar un huevo en el nido y que este no caiga.

Tras esto, el turno pasa al jugador de la izquierda.

Detalle Nido

Se tienen en cuenta una serie de situaciones en las que el jugador finalizará su turno (no sin antes volver a dejar el nido como estaba), sin poder colocar huevo, aunque pudiese hacerlo legalmente. Se considera que un jugador está en posesión del turno hasta el instante en el que el siguiente jugador toque un palo. Estas penalizaciones son:

  • Se cae algún palo del nidal. Si algún palo se cae de la estructura, el turno del jugador finaliza inmediatamente. Antes, volverá a colocar todos los palos, tanto los que se han caído como los que haya extraído.
  • Se cae uno o más huevos. En este caso se distinguen dos situaciones:
    • Uno o más huevos caen en el interior del nidal: el jugador en turno deberá tomar un huevo del jugador que más huevos tenga en su reserva. En caso de que varios jugadores tengan este mayor número de huevos, el jugador en turno elige. No importa si caen uno o más huevos dentro del nidal.
    • Uno o más huevos caen al suelo (fuera del nidal): el jugador tomará el huevo que ha caído y lo añadirá a su reserva. En caso de que sean varios huevos, solo tomará uno, devolviendo el resto a la caja.
Detalle Palos y Huevos

Fin de la Partida

Si al comienzo de un turno el jugador no tiene huevos en la reserva, entonces podrá intentar colocar al cuco en el interior del nido. Si consigue colocarlo sin que caiga ningún huevo ni ningún palo, la partida finaliza, proclamándose vencedor.

Si se colocan todos los palos y nadie ha conseguido colocar al cuco, el vencedor será el jugador con menos huevos en su reserva. En caso de empate se comparte la victoria.


Variantes

  • Penalización Severa: en este modo todos los huevos que caigan fuera del nidal pasan a la reserva del jugador (no se devuelve ningún huevo a la caja).
  • Eliminación de la Restricción de Colores: se elimina la restricción de tener que sacar un palo del mismo color para colocar huevo. Así, mientras no se comprometa la integridad de la estructura, el tercer paso, colocar un huevo, siempre se lleva a cabo.

Opinión Personal

Ya sabéis que, aunque en casa no haya niños, hay ciertos juegos infantiles que se ganan nuestro corazoncito. Diseños pensados para los más pequeños pero que los adultos disfrutan tanto o más que los infantes. Y HABA, en este aspecto, es una editorial reina. Vamos a ver qué tal funciona el ganador del As d’Or al juego infantil en 2017.

Detalle de Partida en Juego

Muchos son los casos en los que un diseño infantil funciona bien con los más creciditos. Es difícil determinar la receta del éxito para que un juego saque el niño que todos llevamos dentro. Conocemos ya algunos ejemplos: Crazy Coconuts (aquí su tochorreseña), El Laberinto Mágico, Aviador Loco (aquí su tochorreseña), Super Rhino! (aquí su tochorreseña) o Fila Filo (aquí su tochorreseña). Seguramente será por su adorable despliegue, o por la dosis justa de dificultad para que no suponga un reto excesivo para los reyes de la casa ni un aburrimiento supino para los mayores.

Son juegos que suelen poner a prueba capacidades en las que la diferencia de nivel no es especialmente notable, esto es, coordinación o memoria. El juego que hoy nos ocupa opta por la precisión al más puro estilo Jenga. La mecánica es exactamente la misma, esto es, extraer un elemento de madera de un conjunto y, posteriormente, apilarlo, sin que la estructura colapse para no ser penalizados.

Sin embargo, alejándose del diseño de Jenga, apilar estos finos bastones no es el fin último de los jugadores, sino un medio para ir generando puntos de apoyo sobre los que depositar los huevos del cuco. Cada participante dispone de una reserva de huevos y deberá intentar colocarlos en el nido antes que nadie para hacerse con la victoria.

Sigamos complicando el asunto un poco más. La posibilidad de colocar estos huevos depende de extraer palos que cumplan la condición de tener el mismo color en ambos extremos. Cada jugador dispondrá de tres intentos extrayendo palos del nidal con la esperanza de que alguno se adecue al requisito. De lo contrario, perderemos la oportunidad de deshacernos de un huevo.

Sé que hay gente que no es amiga de hacer perder turnos por culpa de una mecánica azarosa, sobre todo cuando hay niños de por medio, pudiendo llegar a frustrarles innecesariamente. Sin embargo, considero que este es uno de los elementos de balanceo que permite competir a jugadores de distinto nivel. Puedes alardear de pulso de cirujano, que si no logras extraer palos con el mismo color en ambos extremos no podrás reducir tu reserva de huevos.

Vista Inferior

 

Por otro lado, estos «turnos muertos» pueden utilizarse para hacer el mal intentando formar estructuras inestables, elevando la dificultad para el siguiente jugador en el orden de turno. Hablo de intentar atravesar palos que se alejen de la seguridad que ofrece el nidal. Aunque este modo «hardcore» creo que no es conveniente aplicar con los más pequeños. Ahora, si solo hay adultos en la mesa… De todos modos, la alineación de astros puede darse, y encontrarte con 3 o 4 turnos sin poder colocar huevo porque no sacas el palo adecuado en tres intentos hace hervir la sangre hasta a los jugadores más fríos y calculadores.

Sé que muchas veces subestimamos a los infantes a la hora de competir contra adultos y demostrar su pericia. Pero, aun así, considero que este Go Cuckoo! no puede jugarse en igualdad de condiciones. No es un juego sencillo, y evaluar si los puntos de apoyo que se van generando son lo suficientemente estables como para soportar el peso de un huevo sin colapsar es complicado hasta para los adultos. Es cierto que la mayoría de los niños en este caso se contentarán con lograr solventar sus turnos y colocar huevos, pero tengo la sensación de que muchos pueden llegar a enfadarse al fallar, algo que no es difícil. De todos modos, luego me acuerdo que de pequeños jugábamos a Operación y lográbamos sacar los huesitos sin que el paciente nos pegase un susto de infarto, y, al menos yo, no me liaba a castañazos con el juego.

Me gusta el sistema de penalización con los huevos, al más puro estilo Animal Sobre Animal (aquí la tochorreseña de la versión ¡A dar vueltas!), esto es, si alguien desestabiliza la estructura y los huevos caen, deberá aumentar su reserva. Sin embargo, para no alargar en exceso el juego y cabrear más de la cuenta al personal, caigan los huevos que caigan, solo se recibirá uno, ya sea de otra reserva (si el huevo cae dentro del nidal) o de los que caigan sobre la mesa (el resto se eliminan de la partida). Lo habitual es que caigan dentro de la lata, pero, como ya he comentado, los jugadores atrevidos buscarán equilibrios imposibles, colocando huevos fuera de diámetro del nidal (la red de seguridad).

Con todo, este Go Cuckoo! se confirma como un nuevo juego infantil apto para adultos. Agradable y sencillo de jugar, pondrá a prueba nuestro pulso y nervios de acero. Eso sí, cuidado con los ataques de ira, que con tanto palo afilado a mano alguno puede cometer una locura. Merecido As d’Or.

Vista Superior

Hablemos de la escalabilidad. El juego funciona perfectamente en todo su rango. aunque es cierto que el orden de turno afectará de forma importante. No es lo mismo que juegue antes que nosotros alguien con mala idea y que prepare el nido para que se desmorone con solo mirarlo a tener a alguien que se dedique a atravesar palos y colocar sus huevos sin pensar en los demás. Pero si todos juegan con la misma actitud, no hay problemas.

La rejugabilidad es la típica de esta clase de juegos. Con una partida ya sabes lo que te va a ofrecer, y todo quedará del lado de los jugadores, con su habilidad (o torpeza). Es una buena elección para separar juegos más exigentes en una buena sesión lúdica, porque ya sabemos que los niños funcionan de otra manera, y pueden jugar horas y horas a lo mismo sin plantearse si les ofrece algo nuevo en cada nueva ocasión.

Pasemos a la edición. HABA suele cuidar al milímetro el acabado de sus juegos. Y, en gran parte, así ocurre con este producto. Los huevos son una maravilla, con un tacto y un peso considerable. La figura del cuco sigue la línea de los tarugos del Animal sobre Animal. La lata es un recipiente original y, aunque no se ve muy robusta (no la apretéis), cumple su cometido. Sin embargo, el elemento clave del juego, los palos, no terminan de encajarme. La madera utilizada parece de poca densidad y da la sensación que, en un descuido, se pueden romper fácilmente. No he probado a ver cuánta tensión soportan, pero tiene pinta de que no mucha. Además, encontramos algunos palos que no son uniformes, como si les faltase un par de capas (estos parecen aún más fáciles de romper). No es algo especialmente grave, pero desluce el conjunto. El reglamento, en líneas generales, es correcto, aunque hay algún detalle que no queda claro, como por ejemplo cuando finaliza el turno del jugador a la hora de tomar palos. Pero bueno, para eso tenéis esta tochorreseña. De hecho, la mayor queja que se puede poner es que, en la sección en español, en el titulo se indica que el cuco se llama Kiko, y en el párrafo de introducción le cambien el género y ahora sea la cuco Kuki. Un kukidesfase.

El trabajo de la señorita Silveira se limita, básicamente, a la caja y a la pegatina del cuco. Ha optado por un estilo que recuerda mucho al de Doris Matthaus, el cual encaja perfectamente con este tipo de juegos. Sin embargo, el juego, una vez desplegado, queda visualmente espectacular gracias a las estructuras que se forman. Es de esos juegos que nos hartaremos de ver por Instagram.

Detalle Cuco

Y vamos cerrando ya. Go Cuckoo! es de esos juegos infantiles aptos para ser jugados por adultos. Un juego de habilidad en el que tendremos que conformar un nido e ir colocando huevos que se mantengan sobre ellos. Con el grado justo de tensión y azar para que pueda ser disfrutado por toda la familia. Es cierto que los palitos podrían haber sido algo mejores, y el azar puede frustrar si se concentra sobre un mismo jugador. Pero por lo demás, un buen juego. Además, una vez finalizada la partida, queda una estructura digna de un museo de arte moderno. Por todo esto le doy un…

Notable

2 comentarios

  1. Desde que lo escuche en la entrevista que le hicisteis en el podcast a Josep tengo ganas de probarlo con la familia, lastima que todavía no lo he visto en ninguna tienda local por Málaga.
    En casa tenemos el juego de palillos chinos, al niño le encanta así que este que complica la situación añadiendo los huevos más el hecho de tener que volver a colocar los palillos en manera horizontal le tiene que volver loco.
    Andábamos buscando un Villa Paletti pero creo que este puede ser una mejor opción dentro de su categoría de juego de habilidad. ¿Como lo ves?

    1. A mi el Villa Paletti me encanta. Como juego de habilidad me parece un punto por encima gracias al juego con los equilibrios y el espectacular montaje. Saludos!!

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