Reseña: Flower Fields
Introducción
Colores, fragancias, corolas complejas. Son diversos los criterios para evaluar las flores, pero solo hay una especie capaz de decretar de forma imparcial la belleza de un jardín: ¡las abejas! ¡Prepárate para crear el jardín más bonito de la ciudad! Diseña los mejores patrones para plantar grandes macizos de flores del mismo color y atrae abejas para aumentar su valor. Para hacerte con la victoria, tendrás que crear un jardín impresionante y meticulosamente dispuesto, lleno de vida, de colores vibrantes… ¡y acompañado por el encantador zumbido de las abejas!
Así se nos presenta Flower Fields, un diseño de Luca Bellini y Luca Borsa (ambos responsable de juegos como Pakal o Jungle Brunch). Publicado por primera vez en 2024 por Horrible Guild en una versión en inglés. De las ilustraciones se encarga Fabio Frencl, siendo esta su primera incursión en el mundo de los juegos de mesa.
Se encuentra publicado en español por Asmodee (el juego es completamente independiente del idioma a excepción del reglamento). Permite partidas de 1 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración aproximada de 40 minutos. El precio de venta al público es de 29,99€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español de Asmodee, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 25×25×5,5 cm. (caja cuadrada similar a Pelican Bay), encontramos los siguientes elementos:
- Tablero de Campo (de cartón)
- 4 Tableros de Jardín (de cartón)
- 52 Losetas de Flor (de cartón)
- 12 Losetas Pequeñas de Flor (de cartón)
- 50 Abejas (de madera)
- Ficha de Sol (de madera)
- Ficha de Jugador Inicial (de cartón)
- 6 Fichas de 5 Abejas (de cartón)
- 3 Fichas de IA (de cartón)
- Bloc de Puntuación (de papel)
- Bolsa (de tela)
- Reglamento
Mecánica
Flower Fields es un juego con mecánicas principales de draft, colocación de losetas (poliominós) y construcción de patrones en el que tendremos que rellenar un tablero personal cuadriculado con algunas casillas con elementos preimpresos (como panales o telas de araña). En cada turno el jugador deberá escoger entre una de cuatro opciones: escoger una pieza del suministro circular y colocarla en su tablero, tomar una de las piezas centrales que ocupan dos casillas pagando dos abejas que se dejan en el centro, colocar una abeja en un espacio de abeja de una pieza previamente colocada (asumiendo su coste) o tomar dos abejas de la zona central. Las abejas tendrán una doble función. La primera es servir como moneda a la hora de escoger la loseta, colocando una abeja sobre cada pieza que no se quiera siguiendo el sentido de las agujas del reloj desde un marcador que indica la primera pieza escogible (que es gratuita). La segunda es para activar las piezas que tengan espacios para abejas (tendrá un coste de tantas abejas como abejas hubiese en el grupo de color en el que se está colocando la nueva abeja). Esto se puede hacer justo al colocar la loseta con espacio para abeja o como una acción. La partida se estructura en tres rondas. Cada una finaliza cuando se agota el suministro circular de piezas, procediendo a una fase de ingresos en la que cada jugador obtiene tantas abejas como el resultado de sumar sus panales y restarle sus telas de araña. Tras la tercera ronda se procede al recuento final en el que los jugadores anotan puntos por el número de grupos de casillas que conformen el conjunto más grande en cada color multiplicado por el número de abejas que haya en dicho grupo, un punto por cada grupo del conjunto de grupos de color verde y cinco puntos por cada columna y/o fila completas.
Conceptos Básicos
Empecemos por las Losetas de Flor. Son poliominós que de tres a cinco casillas que encierran en su interior grupos de colores de cuatro posibles. Un grupo puede ocupar más de una casilla, incluso ocupar casillas parcialmente. El objetivo de los jugadores será intentar crear los conjuntos de grupos de cada color más grandes posibles, ya que solo se puntuará por el mayor de cada color. Los grupos rojo, azul y amarillo mostrarán opcionalmente un espacio para colocar una abeja, mientras que los grupos verdes nunca mostrarán abejas, pero podrán mostrar panales.
Estas piezas se desplegarán en un suministro circular, utilizándose la Ficha de Sol para indicar el punto desde el cual el jugador activo puede escoger una loseta continuando en el sentido de las agujas del reloj. Cuando un jugador escoge una loseta, la ficha de sol se desplaza a la posición que dicha loseta ocupaba.
Los jugadores deberán colocar estas losetas de flor en su Tablero de Jardín. Se trata de un tablero cuadriculado de nueve casillas por lado. Algunas casillas ya muestran un grupo de un determinado color. Otras casillas mostrarán un panal o una tela de araña. El segundo objetivo de los jugadores, además de maximizar los grupos, será completar filas y columnas, teniendo en cuenta que las casillas impresas en el tablero pueden cubrirse con losetas, pero se consideran ocupadas a efectos de filas y columnas completas. Todos los jugadores deberán colocar el tablero en la misma orientación, ya que la primera loseta de flor que se coloque en el deberá cubrir al menos una casilla de la fila inferior. Para identificar fácilmente los lados aparecen símbolos de una a cuatro flores en la parte central de los márgenes. Las casillas impresas del tablero podrán cubrirse con losetas de flor, pero una loseta de flor no podrá cubrirse con otra (ni parcial ni totalmente).
Durante la partida los jugadores gestionarán Abejas, que vendría a ser la moneda en curso del juego. Tienen tres funciones. La primera es poder escoger una loseta distinta a la inmediatamente a continuación de la ficha de sol, depositando una abeja sobre cada loseta que no se quiera escoger (obviamente si un jugador escoge una loseta con abejas encima, también obtendrá las abejas). La segunda es colocarse en los espacios para abejas en las losetas con grupos de color azul, rojo o amarillo. Y la tercera es costear las losetas pequeñas.
Estas Losetas Pequeñas de Flor se encontrarán sobre un Tablero de Campo con espacio para cuatro de estas losetas, que siempre ocuparán dos casillas. Para poder reclamar una de estas losetas el jugador deberá asumir un coste en abejas. Estas abejas se colocarán sobre el propio tablero, desde el cual podrán ser reclamadas por los jugadores.
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se forma una reserva general con las abejas.
- Se coloca el tablero de campo en el centro de la mesa y se colocan 2 abejas en el espacio central.
- Se mezclan las losetas pequeñas de flor y se forma una pila. Se revelan las 4 primeras y se colocan en los espacios de reserva del tablero de campo.
- Se coloca la ficha de sol a un lado del tablero de campo.
- Se introducen todas las losetas de flor en la bolsa y se sacan 8/12/16 losetas para partidas de 2/3/4 jugador, colocándolas de una en una desde la ficha de sol en el sentido de las agujas del reloj formando un suministro circular.
- Cada jugador recibe un tablero de jardín y cinco abejas.
- Se escoge aleatoriamente al jugador inicial y se le entrega la ficha identificativa.
- Este jugador escoge la orientación de su tablero de jardín y el resto de jugadores orientan su tablero de jardín de forma que tengan el mismo lado apuntando hacia abajo desde su punto de vista.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Flower Fields se desarrolla a lo largo de tres eras. Cada era se compone de un número indeterminado de turnos alternados por los jugadores, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj.
En cada turno, el jugador activo deberá escoger una de estas cuatro opciones:
- Colocar Loseta de Flor. El jugador escoge una de las losetas de jardín del suministro y, si no es la inmediatamente a continuación de la ficha de sol en el sentido de las agujas del reloj, deberá dejar una abeja sobre cada pieza que haya entre la pieza escogida y la ficha de sol. Tras esto, colocará la pieza en su tablero de jardín, debiendo colocarla de forma que al menos una casilla conecte con piezas previamente colocadas. La primera loseta simplemente deberá cubrir al menos una casilla de la fila inferior. Si la loseta muestra un espacio para abeja, se podrá, inmediatamente, colocar una abeja en el espacio para abeja de la loseta, pagando a la reserva general tantas abejas como ya hubiese en el conjunto de grupos del mismo color interconectados entre sí donde se encuentre el espacio para abeja que se desea ocupar. En el extraño caso de que un jugador no pudiese colocar la loseta, simplemente la descartará.
- Colocar Loseta de Flor Pequeña. El jugador coloca 2 abejas de su reserva personal en el espacio que ocupa la loseta de flor pequeña en el tablero de campo y colocará la loseta en su tablero de jardín siguiendo las reglas de la primera opción. Se podrá, inmediatamente, colocar una abeja en el espacio para abeja de la loseta, pagando a la reserva general tantas abejas como ya hubiese en el conjunto de grupos del mismo color interconectados entre sí donde se encuentre el espacio para abeja que se desea ocupar.
- Coger 2 Abejas del tablero de campo. Si quedan abejas en el tablero de campo, el jugador cogerá 2 de ellas y las añadirá a su reserva personal.
- Colocar una Abeja en un espacio para Abeja de una Loseta de Flor. El jugador deberá pagar a la reserva general tantas abejas como ya hubiese en el conjunto de grupos del mismo color interconectados entre sí donde se encuentre el espacio para abeja que se desea ocupar.
Tras esto el turno pasaría al jugador de la izquierda.
La era finaliza cuando, en el turno de un jugador, se agota la reserva de losetas de flor. Tras finalizar la primera y la segunda ronda se procede de la siguiente forma:
- Se sacan 8/12/16 nuevas losetas de flor que se colocan al igual que en la preparación de la partida.
- Se pasa la loseta de jugador inicial al jugador sentado a la izquierda del que detonó el final de la era.
- Cada jugador recibe de la reserva general tantas abejas como el resultado de sumar los símbolos de panal visibles en su tablero y restarle el número de telarañas visibles en su tablero.
- Se retiran las losetas de flor pequeña que quedasen en el tablero de campo, así como todas las abejas.
- Se colocan 2 abejas de la reserva general en el espacio central del tablero de campo.
- Se revelan las siguientes 4 losetas de flor pequeña y se colocan en los espacios del tablero de campo.
Tras esto, la partida continuaría siendo el turno del jugador con la ficha de jugador inicial.
Fin de la Partida
La partida finaliza al término de la tercera ronda, procediéndose al recuento final:
- Cada jugador anota los puntos por el conjunto de grupos de casillas de cada color más valioso (uno en cada color). Para calcular el valor de un conjunto, se multiplicará el número de grupos que lo conforman por el número de abejas colocadas dentro del grupo.
- 1 Punto por cada grupo del conjunto de casillas verdes más grande.
- 5 Puntos por cada fila y por cada columna completas (las casillas con grupos impresos sirven para completar columnas y filas).
El jugador con más puntos será el vencedor. En caso de empate, ganará el jugador con más abejas en su reserva personal.
Variantes
Modo en Solitario. Se revelan 9 losetas de flor y se utilizan 3 fichas (muestran un 0 por una cara y un 1 por otra) para controlar a un bot. En cada turno del bot se lanza al aire las fichas y, dependiendo de la suma, resolverá una acción u otra. El objetivo es intentar obtener la mayor puntuación posible.
Opinión Personal
Recuerdo cuando Uwe Rosenberg publicó allá por 2014 su ahora afamado Patchwork (aquí su tochorreseña). Un juego para dos que mezclaba draft y colocación de losetas sin aparentemente demasiadas pretensiones, sobre todo porque era un subproducto de un diseño de mayor envergadura, El Banquete de Odín (aquí su tochorreseña), cuyo desarrollo se estaba alargando más de la cuenta.
Pero como la vida está llena de sorpresas, resultó que Patchwork se iba a convertir en todo un referente en el subgénero de colocación de poliominós, apareciendo a posteriori numerosos diseños que se apoyaban en las ideas básicas de Patchwork. El propio Uwe alargó el chicle hasta la extenuación, publicando incluso una trilogía con Cottage Garden (aquí su tochorreseña), Indian Summer y Spring Meadow.
Y más allá de Uwe tenemos numerosos ejemplos como La Isla de los Gatos (aquí su tochorreseña), El Planeta Desconocido (aquí su tochorreseña) u OsoPark (aquí su tochorreseña). Cada uno con sus particularidades y buscando alejarse del diseño de Uwe para intentar tener suficiente entidad y abrir un hueco en las ludotecas del mundo.
Pero, ¿y si unos diseñadores quisieran mantener casi una conexión de hermandad con Patchwork? Pues eso es lo que ocurre con este Flower Fields. Vamos a ver cómo se comporta en mesa esta curiosa propuesta que nos llega de la mano de «los Luca» (Luca Borsa y Luca Bellini), no sin antes agradecer a Asmodee la cesión de la copia que posibilita esta parrafada.
En Flower Fields los jugadores van a competir por optimizar el despliegue de poliominós en un tablero personal. Estos poliominós se encuentran desperdigados en un suministro circular con un marcador que indica el comienzo del suministro, de forma que los jugadores podrán escoger esa primera loseta de forma gratuita, o bien asumir un coste para escoger una que se encuentre más alejada del marcador en el sentido de las agujas del reloj.
Estos poliominós mostrarán conjuntos de colores que pueden ocupar una o varias casillas dentro del mismo (incluso casillas parciales). La idea principal es intentar formar grandes conjuntos de grupos de casillas interconectados entre sí, ya que, al final de la partida, cada jugador anotará puntos por el grupo más valioso de cada color.
La cosa está en que el valor de los conjuntos de grupos rojo, amarillo y azul no depende exclusivamente del tamaño, sino también del número de abejas que haya en su interior. Aquí es donde aparece el recurso principal del juego, esto es, las susodichas abejas. Los jugadores podrán colocar estas abejas en espacios habilitados para ellas dentro de las losetas, aunque, cuantas más abejas haya en un conjunto de grupos de casillas de un mismo color, mayor será el coste de ocupar dicho espacio con la abeja. Coste que se cubre con más abejas. Para el conjunto de grupos verde no habrá espacios para abejas, así que bastará con intentar conformar el conjunto más grande posible.
Las abejas también servirán para asumir el coste a la hora de escoger un poliominó más alejado del que se encuentra a continuación del marcador que indica el inicio del suministro, colocando una abeja en cada pieza no deseada. Abejas que permanecerán sobre estas losetas y que serán obtenidas por el jugador que, finalmente, escoja la respectiva loseta.
Estas abejas las conseguiremos al final de las dos primeras eras con una fase de ingresos en las que obtendremos tantas abejas como panales visibles haya en nuestro tablero personal (ya hay varios panales impresos en el tablero, pero podremos aumentar esta cantidad al aparecer en grupos de casillas verde), así como al resolver una acción tomándolas de un espacio central en el que los jugadores podrán depositarlas para comprar piezas pequeñas.
El otro objetivo fundamental de los jugadores es intentar completar lo máximo posible su tablero, no dejando casillas libres, ya que cada columna y cada fila completa, esto es, con sus nueve casillas cubiertas con grupos de colores (se pueden aprovechar las casillas ya ocupadas presentes en el tablero, aunque es posible cubrirlas con losetas) proporcionarán puntos.
No tiene mucha más historia. Ahora, si conocéis Patchwork ¿No os parecen demasiadas las similitudes entre ambos diseños? Tenemos un tablero cuadriculado personal en el que hay que ir colocando los poliominós. Estos se encuentran en un suministro circular donde una ficha marca el comienzo y el final del mismo y los jugadores deben escoger siguiendo el sentido de las agujas del reloj. Tenemos un recurso que funciona como moneda, que se ingresa en determinados momentos en función de elementos presentes en el tablero personal y que también sirve para puntuar.
Y es que el resumen rápido que podríamos hacer de Flower Field es que es un Patchwork con un par de ajustes para que funcione hasta con cuatro participantes. Algo no menor, ya que esto llegó a parecer casi una obsesión para Uwe Rosenberg publicando no solo la trilogía de losetas mencionada anteriormente, sino también New York Zoo (aquí su tochorreseña), y ninguno llegó a funcionar como «un Patchwork para cuatro».
Y han tenido que llegar Luca Bellini y Luca Borsa para volver a lo más básico. ¿Cuáles son los ajustes que permiten que el juego funcione bien a cuatro? Primero, estructurar la partida en rondas, de forma que el suministro de losetas es variable entre cada ronda y entre cada partida. Esto parece una tontería, pero cambia de forma importante el desarrollo de las partidas, generando como tres mini-partidas en una. Ya no se puede hacer ese cálculo casi de juego abstracto que se llevaba a cabo en Patchwork. Aquí a cada jugador le corresponde, en media, cuatro losetas. Dejarse una por el camino es mal asunto, porque completar filas y columnas es uno de los dos objetivos a perseguir.
El segundo es que completar el tablero deje de ser un objetivo per sé (aunque proporcionaría una cantidad exagerada de puntos). Y lo es porque es materialmente imposible que un jugador consiga completarlo con las piezas que salen en el suministro. Así que se convierte en una especie de puzle semi-libre, donde el tablero establece unas dimensiones, pero donde va a ser complicado llegar a una situación en la que una determinada pieza no nos encaje (aunque puede pasar). El tener que maximizar cuatro conjuntos de grupos de casillas nos va a mantener muy conectados a la partida, ya que no es nada trivial y el posicionamiento poco meditado de una loseta puede provocar la imposibilidad de seguir ampliando un determinado grupo. Seguramente muchos os habréis acordado de Kingdomino por el sistema de puntuación, aunque aquí son los jugadores los que añaden los elementos que hacen puntuable al conjunto.
Me gusta la idea de las abejas, que te dan un poco de margen de maniobra a la hora de escoger losetas, pero, sobre todo, deben utilizarse para engordar la puntuación que proporcionan los conjuntos de grupos de colores azul, verde y amarillo. Como el azar puede jugar una mala pasada a los jugadores y no aparezcan demasiadas losetas con espacios para abejas, los autores han habilitado un suministro fijo de doce losetas, cuatro de cada uno de estos tres colores, que aparecerán en el tablero central al comienzo de cada era, pero debiendo asumir un sobrecoste en abejas para colocar estas piezas, las cuales, además, ocupan menos casillas que cualquier pieza que pueda aparecer en el suministro.
Todos estos ajustes favorecen que el juego funcione bien a cuatro jugadores, pudiendo convivir tranquilamente junto a Patchwork en una misma ludoteca, salvo que, habitualmente, juguéis a dos. Y es que Patchwork es mucho Patchwork y me sigue pareciendo un diseño superior a este Flower Fields. Pero como alternativa multijugador es bastante recomendable.
En cuanto a la rejugabilidad, es un juego que sale muy fácil a mesa, con una preparación ágil y unas partidas que se resuelven en un abrir y cerrar de ojos. En poco más de media hora una partida a cuatro jugadores queda finiquitada. Y como el suministro es aleatorio, el desarrollo de cada partida va a tener su interés. Pero por si acaso, la orientación de los tableros personales sí que añaden un punto de variabilidad preestablecida de una partida a otra.
Pasemos a la producción. Nos encontramos con unos elementos de cartón de un grosor aceptable y un prensado que no está mal, pero podría ser mejor. Las fichas de abeja prepintadas son una monería. Y la bolsa de esparto para aleatorizar las losetas tiene su punto. El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas.
A nivel visual el juego cumple con suficiencia. Una partida sencilla y elegante y unos elementos de juego sin muchas florituras (no haciendo honor a su título). Que haya grupos que ocupen medias casillas puede activar el trastorno obsesivo-compulsivo de más de uno, pero es una forma interesante de poder realizar conexiones que con casillas completas no sería posible.
Y vamos cerrando. Flower Fields viene a ser casi un homenaje a Patchwork (por no decir otra cosa) pero que consigue algo que Uwe Rosenberg estuvo persiguiendo mucho tiempo, esto es, conseguir una reimplementación de su gran éxito que funcionase hasta cuatro jugadores. Y este juego lo consigue ajustando un par de cosas y variando el sistema de puntuación (que se toma de otro famoso juego). Ágil, vistoso, entretenido, con partidas que duran lo justo y necesario para dejar un buen sabor de boca. . Es cierto que hay un mayor impacto del azar al no tener todas las posibles losetas en el suministro y que estas aparezcan en tandas, lo que impide la planificación y lo vuelve mucho más táctico. Pero esto justamente sirve para alejarlo del diseño en el que se inspira. No es un juego que vaya a romper moldes, pero sí es un buen sucedáneo que cumple con su cometido y que sale fácil a mesa. Por todo esto le doy un…
