Reseña: boop.

Introducción

Un juego de estrategia abstracto para dos jugadores, engañosamente adorable y engañosamente desafiante. Cada vez que colocas un gatito en la cama, hace «boop». Es decir, empuja a todos los demás gatitos del tablero un espacio más lejos. Alinea tres gatitos seguidos para graduarlos en gatos…¡gordos! y luego, alinea tres gatos gordos para ganar. Pero eso no es fácil si tanto tú como tu oponente estáis constantemente «empujando» gatitos. ¿Podrás colocar a tus gatos para ganar? ¿O te «echarán» fuera de la cama?

Así se nos presenta boop., un diseño de Scott Brady (Hues and Cues, Better Letters). Publicado por primera vez en 2022 por Smirk & Laughter Games en una versión en inglés. De las ilustraciones se encarga Curt Covert (Hex Hex, Cutthroat Cavenrs).

Será publicado en español por Delirium Games (el juego es completamente independiente del idioma a excepción del reglamento). Permite partidas a 2 jugadores, con una edad mínima sugerida de 10 años y una duración aproximada de entre 20 y 30 minutos. El precio de venta al público es de 25€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en inglés de Smirk & Laughter Games.

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.

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Contenido

Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 25×25×5,5 cm. (caja cuadrada mediana de dimensiones similares a Nova Luna), encontramos los siguientes elementos:

• Tablero de Juego (tela enguatada)
• 16 Mininos (8 de cada color) (de madera)
• 16 Gatos Adultos (8 de cada color) (de madera)
• Reglamento

Mecánica

boop. es un abstracto para dos jugadores en el que tenemos un tablero cuadriculado con forma de edredón de seis casillas por lado. Cada jugador dispone de un juego de gatos (mininos y adultos). Inicialmente solo se pueden utilizar los mininos y la idea es intentar formar líneas de tres casillas consecutivas (horizontales, verticales o diagonales) de gatos de nuestro color. Al conectar 3 mininos estos se retiran de la partida y se obtendrán 3 gatos adultos. Y al conectar 3 gatos adultos se ganará la partida. En cada turno el jugador activo simplemente introduce uno de los gatos de su reserva en una casilla libre del tablero, teniendo en cuenta que cualquier gato posicionado en las ocho casillas que la rodean serán desplazados hacia fuera (en la dirección opuesta a la casilla ocupada) siempre que el gato colocado sea de igual o mayor tamaño y la casilla a la que se desplace esté libre o salga del tablero. Si está ocupada no hay desplazamiento, y si sale del tablero el gato vuelve a la reserva del jugador correspondiente.

Conceptos Básicos

Empecemos con el Tablero, consistente en una cuadricula de seis casillas por lado. Los jugadores van a ir colocando piezas en estas casillas con la particularidad de que al colocar una pieza en el tablero provocará una onda que impactará en las ocho casillas que la rodean, de forma que cualquier otra pieza colocada en dichas casillas serán empujados hacia atrás en la dirección que forman la línea que conecta el centro de la casilla que acabamos de ocupar y la casilla que ocupa la pieza empujada. Si esto lleva a las piezas a salir del tablero, volverán a la reserva del jugador correspondiente. El objetivo, tanto a medio como largo plazo, es formar líneas de tres casillas consecutivas con piezas del jugador.

Cada jugador dispondrá de un conjunto de Gatos que estarán divididos en dos tipos: mininos y gatos adultos. Al comienzo los jugadores solo podrán utilizar mininos. Ambas piezas funcionan de igual forma, con la particularidad de que los gatos adultos no pueden ser empujados por los mininos. Al formar una línea que incluya al menos un minino, los mininos de dicha línea retornarán a la caja y se convertirán en gatos adultos.

Con esto tenemos suficiente.

Preparación de la Partida

1. Se coloca el reverso de la caja al revés en el centro de la mesa y se coloca sobre ella el tablero de tela enguatada.
2. Cada jugador escoge un color y obtiene sus 16 gatos, dejando los 8 gatos adultos a un lado y empezando la partida con los 8 mininos.
3. Se escoge al jugador inicial de forma aleatoria.

¡Ya podemos comenzar!

Desarrollo de la Partida

Una partida a boop. se desarrolla a lo largo de un numero de turnos indeterminado alternados por los jugadores, comenzando por el jugador inicial.

En cada turno, el jugador activo debe introducir una de sus piezas disponibles al tablero (inicialmente cada jugador solo dispone de mininos). Al colocar una pieza en el tablero, las piezas colocadas en las casillas adyacentes (ortogonales y diagonales) sufrirán un empuje hacia atrás desde la casilla ocupada siempre y cuando la casilla a la que es desplazada la pieza esté libre o directamente quede fuera del tablero (en cuyo caso la pieza vuelve a la reserva del jugador correspondiente). En cambio, si la casilla a la que sería empujada una pieza está ocupada, la pieza no se moverá.

Si, al término del turno del jugador tras realizar este movimiento, hay formadas en el tablero una o más líneas de tres casillas consecutivas ocupadas por piezas del jugador y al menos una de esas piezas es un minino, todos los mininos de la pieza promocionarán (si se forman del jugador contrario no se resuelven en este momento) . El jugador retirará de la partida esos mininos (devolviéndolos a la caja) y recibiendo la misma cantidad de gatos adulto de la reserva. Si en la fila hubiese uno o más gatos adultos, estos serán retirados del tablero. Si un jugador forma dos o más líneas con casillas compartidas, el jugador escogerá cuál de las líneas resolver.

Por último, si el jugador no dispone de piezas en su reserva personal al resolver su turno y al menos una de ellas es un minino, podrá graduar uno de sus mininos, aunque también podría recuperar un gato adulto (sin promocionar).

Tras esto, finalizará el turno del jugador y pasará al contrario.

Fin de la Partida

La partida finaliza inmediatamente cuando un jugador consigue formar una línea de tres casillas consecutivas ocupadas con tres de sus gatos adultos, proclamándose vencedor. Alternativamente, un jugador vencerá si, habiendo promocionado a todos sus mininos, consigue colocar todos sus gatos adultos en el tablero.

Variantes

Modo Para Jóvenes Jugadores. No se utiliza el concepto de promocionar gatos, por lo que se devuelven los gatos adultos a la caja y se juega solo con los mininos. El primer jugador en conformar una línea de 3 mininos gana la partida.

Opinión Personal

Hoy vamos a analizar uno de esos juegos que puede suponer un punto de inflexión en la vida lúdica de muchos jugadores. Uno de esos diseños con los ingredientes adecuados para abrir la puerta a un género como el de los abstractos, habitualmente lejos del foco mediático dentro del mundillo de los juegos de mesa.

Y es que boop., como iré desgranando en breves instantes, lo tiene todo para alinear la opinión de público y crítica. Vamos a desgranar los motivos por los cuales estamos ante uno de los juegos del año pasado (que es cuando se publicó) y de las Navidades de 2023 en España (que es cuando se espera que lo lance Delirium Games).

Antes de nada, como casi siempre que reseño un abstracto, recordaros lo que yo entiendo por juego abstracto más allá de la implementación temática (que me parece irrelevante a la hora de hablar de mecánicas). Para mí un juego abstracto es aquel que reúne tres características que dan pie a una dinámica relativamente reconocible. Estas son: información perfecta (o lo que es lo mismo, no hay información oculta entre los jugadores), ausencia de azar (no hay mazos de cartas de los que robar o dados que lanzar) y, probablemente el más importante, un terreno de juego común en el que los jugadores luchan por posicionarse (lo que conlleva una alta interacción). Dicho esto, prosigamos.

boop. es un abstracto para dos jugadores en el que el objetivo es intentar conformar una línea recta de tres casillas consecutivas ocupadas con piezas del propio jugador en un tablero cuadriculado, algo que hemos visto en numerosos abstractos, desde Pentago (aquí su tochorreseña), pasando por Qawale (aquí su tochorreseña) o Hollerith⁵. Y, para conseguir formar línea simplemente iremos introduciendo piezas en las casillas libres del tablero. Sencillo. Directo.

Pero claro, si la cosa fuese solo esa, el juego se quedaría en una mediocridad. Sin embargo, hay dos conceptos clave que lo cambian todo. El primero es el de la promoción. Digamos que el propio juego te va a permitir durante la primera partida enterarte de lo que hay que hacer, pues para poder alcanzar la victoria vas a necesitar replicar la condición que te la concede para sustituir tus piezas iniciales por las piezas «de verdad». Cada jugador va a comenzar la partida con ocho mininos que no te permiten ganar la partida, sino que tienen que crecer y convertirse en gatos adultos. Y para ello, habrá que formar una línea de tres con al menos un minino para devolver los susodichos a la caja y disponer de gatos adultos.

El segundo es el concepto del desplazamiento. Y es que, por defecto, es complicadísimo lograr formar la hilera, tanto de mininos para promocionar como de gatos para vencer, conteniendo en ella la pieza recién colocada. Esto es porque, al colocar una pieza en el tablero, este va a generar una especie de onda de choque que va a empujar a las piezas adyacentes a la casilla en la que se ha colocado la pieza hacia atrás, como si Thor hubiese golpeado el suelo con el Mjölnir. Esto provocará, en muchos casos, que algunas piezas sean expulsadas del tablero (volviendo a la reserva del jugador correspondiente). Existe una excepción por la cual la pieza que recibe el empuje se mantendrá en su posición si la casilla a la que dicha pieza debiese ser empujada estuviese ocupada por otra pieza distinta.

Aquí se esconde la genialidad de boop., ya que obliga a los jugadores a recurrir al secuenciamiento de movimientos para poder alcanzar la victoria. Es decir, el propio juego usa su mecánica para mostrarte la dinámica que tanto nos gusta a los que amamos este tipo de diseños. Tarde o temprano, un jugador va a llegar a la conclusión de que, para poder formar una línea, deberá haber posicionado una pieza que poder empujar de forma que la casilla de destino complete la línea al haber ya dos piezas adicionales a las que se conecta.

Y este mismo concepto dispara la interacción entre los jugadores. Pocos abstractos encontraréis que sean tan agresivos desde el primer momento. Tal como el jugador inicial coloque su primera pieza en el tablero, su rival no podrá resistirse a colocar una pieza que desplace su posición. De esta forma entramos en un toma y daca constante que equilibra la faceta táctica y la estratégica. Tenemos muy claro lo que hay que hacer y cómo llegar a ello, pero nuestro rival también y no nos dejará posicionarnos tranquilamente.

Además es especialmente satisfactorio expulsar piezas del tablero. De hecho, el propio reglamento te incita a ello indicándote que debes recurrir a la onomatopeya que da título al juego, como pequeña burla graciosa hacia tu rival, lo que provocará un recrudecimiento de las hostilidades. Maravilloso.

La única pequeña pega que le puedo poner a boop. es que, una vez que los jugadores comiencen a dominarlo, las partidas tenderán a alargarse, porque los contrincantes ejecutarán los movimientos adecuados para, por un lado, entorpecer al rival y, por otro, posicionarse para progresar en la partida, lo que provocará que el rival actúe en consecuencia. Esto explica la regla que permite promocionar mininos una vez que un jugador tiene todas las piezas en el tablero, ya que de esta forma se asegura que la partida no entre en un bucle del que no se pueda salir, dando esa salida alternativa (colocar los 8 gatos adultos en el tablero).

Que conste que, como yo lo veo, cuanto más dure una partida de boop. mejor, señal de que la competencia ha sido máxima, con una tensión creciente hasta el movimiento definitivo. Pero entiendo que muchos jugadores busquen en este diseño un abstracto similar a los de Gigamic y que si la duración se acerca a la media hora a lo mejor se les puede hacer algo repetitivo. Si esto último ocurre, es que aún no están suficientemente enamorados de los abstractos. Si tenéis curiosidad, en Board Game Arena está disponible para que lo probéis.

Al comienzo dije que este juego tenía todos los ingredientes para convertirse en un éxito de ventas. Y, más allá de que el diseño me parece magnifico, el motivo principal es su producción. Los abstractos modernos que logran trascender son aquellos que ofrecen un despliegue vistoso. Y boop. da en el clavo al recurrir al animal favorito del personal en la era de Internet con una producción muy cuidada. Los peones son de madera de buena densidad y prepintados de forma que los gatos de cada bando son claramente distinguibles, no solo por el color, sino por su carácter. Los naranjas son más vistosos por mostrar un color cálido, pero su expresión es más adusta (como te descuides te da un zarpazo), mientras que los grises tienen barriguita y una cara de felicidad absoluta. Felicidad por estar jugando sobre la colcha de la cama, el componente estrella del juego. Que nos encontremos con una colcha en miniatura que conforma el tablero cuadriculado es, a nivel de producción, una de las más brillantes ideas que yo haya visto en un juego de mesa. El remate es utilizar el fondo de la caja como somier para colocar la colcha encima, dando pie a un despliegue tremendamente llamativo. Si no conoces el juego y pasas por al lado de una partida en desarrollo, es imposible no quedarte mirando. Para rematar, el reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas.

A nivel de ilustración solo podemos hablar de la portada. Pero es que hasta la portada tiene personalidad, con un logo tremendamente reconocible (seguramente por parecerse peligrosamente a Pusheen, famoso gato ilustrado de Internet con toneladas de merchandising a sus espaldas) sobre un motivo que simula la colcha y sus arrugas (pudiendo llegar a parecer que la caja está manchada por las sombras que forman). Un empaquetado magnifico.

Y vamos cerrando. boop. es un abstracto para dos que tiene todo lo que se le puede pedir a un juego de este tipo (además de cumplir a rajatabla los principios que yo exijo para ser considerado como abstracto). Reglas sencillas pero con bastante profundidad, un nivel de interacción tremendo que mantendrá la tensión en la partida hasta el último movimiento y, aunque a nivel mecánico no impacte, una producción enormemente vistosa que te lleva a querer jugar aunque los abstractos no sean tu tipo de juego favorito. El único inconveniente que le encuentro es que, una vez dominado, puede dar pie a partidas más largas de lo que uno podría esperar, lo que para algunos puede ser un problema. Pero vamos, es una nimiedad. Por todo esto le doy un…