Reseña: Arquitectos del Reino del Oeste – Era de los Artesanos
Introducción
En Arquitectos del Reino del Oeste: Era de los Artesanos, los oficiales han vuelto a la ciudad como maestros artesanos, equipados con conocimientos de nuevas artesanías y herramientas. ¡El ayuntamiento nunca ha estado tan concurrido! Mientras que algunos aprendices se dedican a aprender nuevas habilidades, otros adornan los edificios de la ciudad con todo tipo de elementos decorativos, desde tapices dorados hasta vidrieras. Sin embargo, no dejes que el brillo de las luces y las lujosas mercancías te engañen. Porque no es oro todo lo que reluce.
Así se nos presenta Era de los Artesanos, la primera expansión de Arquitectos del Reino del Oeste, un diseño de Shem Phillips (Saqueadores del Mar del Norte, Nocticula, Bethel Woods) y S. J. MacDonald. La expansión fue publicada en 2020 por Garphill Games. De las ilustraciones se encarga Mihajlo Dimitrievski (Dados y Colonos, Claim, Saqueadores del Mar del Norte).
Se encuentra publicada en español por Ediciones Primigenio (aunque es completamente independiente del idioma). Amplia el número de jugadores hasta 6 (de 1 a 6), manteniendo la edad mínima sugerida (12 años) y la duración de partida (entre 60 y 80 minutos). El precio de venta al público es de 24,95€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español de Ediciones Primigenio, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 23×23×6 cm. (caja cuadrada mediana de tamaño similar a todos los títulos de la saga de Reinos del Oeste, aunque con algo menos de fondo), encontramos los siguientes elementos:
- 2 Marcadores de Jugador Naranja
- 20 Trabajadores de Jugador Naranja
- 6 Artesanos (1 de cada color)
- 49 Cartas (54×86 mm.):
- Carta de Mercado Negro
- 12 Cartas de Edificio
- 24 Cartas de Artesanía
- 12 Cartas de Aprendiz
- Tablero de Ayuntamiento
- 6 Ayudas de Jugador
- 2 Tableros de Jugador a doble cara
- Libreta de Puntuación
- Reglamento
Mecánica
Si no conocéis el juego base os recomiendo que os paséis por la tochorreseña correspondiente, ya que se hacen referencia a muchos conceptos explicados en ella. En esta expansión se añaden tres módulos. El primero, las cartas de Artesanía, que pueden añadirse a las cartas de Edificio o de Aprendices para mejorar sus beneficios, además de proporcionar puntos al final de la partida. El segundo es el de los peones de Artesano, que vienen a actuar como un trabajador doble a la hora de ser colocado. Y finalmente, se incluyen elementos para un sexto jugador.
Conceptos Básicos
Empecemos con las Cartas de Artesanía. Estas muestran dos bandas, una superior de color amarillo para representar a los adornos (se solapan bajo los edificios) que muestran un efecto y una cantidad en puntos de victoria, y una inferior en color rojo para representar a las herramientas (se solapan bajo los aprendices) que muestra un efecto y un valor en puntos de victoria variable (dependerá del número de cartas de herramientas que hayamos acumulados). Es importante indicar que cada edificio y cada aprendiz solo podrán mejorarse con una única carta de artesanía. Una de las vías para conseguir herramientas será mediante el mercado negro (se sustituye el espacio de acción con uno nuevo).
Para poder jugar estas cartas se habilita una nueva opción en el Ayuntamiento, sustituyendo su zona con un pequeño tablero troquelado. Ahora los jugadores podrán colocar un segundo peón sobre alguno que ya tuviesen (no se podrán tener más de 2 trabajadores en cada espacio) y en vez de construir un edificio o construir la catedral, podrán jugar una de las cartas de artesanía disponibles en el suministro, asignándola a un edificio o a un aprendiz que no tuviese ya una carta de artesanía.
También tenemos los Artesanos, que son peones de un tamaño mayor al de los demás trabajadores. Cada jugador dispondrá de un artesano que, a la hora de ocupar espacios de acción, tendrá la misma función que los demás, con la peculiaridad de que en el turno en el que es colocado, el número de trabajadores del jugador en dicho espacio aumentará en ese turno en una unidad. Sin embargo, en turnos posteriores, cuando se active el espacio donde se encuentra el artesano de un jugador, este solo contará como un trabajador. Adicionalmente, si la acción llevada a cabo por el artesano implica perder virtud, el jugador podrá evitar la pérdida de 1 punto de virtud (teniendo que perder el resto si fuese a perder más de 1). A la hora de capturar trabajadores, los artesanos son tratados como el resto de peones. Como particularidad, los Artesanos no pueden ser colocados en el ayuntamiento.
Como no podía ser de otra forma, la expansión también incorpora nuevas cartas de edificio y de aprendiz que se añaden a los mazos respectivos.
Finalmente, se incluyen los elementos para ampliar el número de jugadores hasta seis, con peones y marcadores de color naranja.
Preparación de la Partida
A la preparación del juego se le añaden los siguientes pasos:
- Se añaden las cartas de aprendiz y de edificios a los mazos correspondientes.
- Cada jugador toma un artesano de su color.
- Se coloca el tablero de ayuntamiento cubriendo el espacio del tablero principal.
- Se coloca la carta de mercado negro sobre el espacio de acción central del mercado negro.
- Se barajan las cartas de artesanía y se forma un mazo del que se revelan las cuatro primeras que se despliegan en una hilera.
- Cada jugador recibe una tira de ayuda que coloca junto a su tablero personal.
- Antes de robar las cartas de edificio inicial, tras haber escogido al jugador inicial, comenzando por el sentado a la derecha de este y en sentido contrario a las agujas del reloj, cada jugador escoge un aprendiz inicial de los disponibles en el tablero sin atender a sus costes. Cuando todos los jugadores han escogido, se reponen los espacios.
Desarrollo de la Partida
El desarrollo de la partida solo se ve alterado por la inclusión de los nuevos módulos:
- Al colocar un trabajador en el ayuntamiento, si el jugador dispone de trabajadores colocados previamente que no tengan otro peón apilado sobre él, pueden colocar un trabajador sobre alguno de esos trabajadores propios para construir una carta de artesanía asumiendo un coste de 5 monedas (2 van a impuestos) si es un adorno (las herramientas no tienen coste). La carta de artesanía se solapa por arriba con un edificio (adorno) o por abajo con un aprendiz (herramienta) que no tuviese ya una carta de artesanía, aplicando los efectos mostrados en la zona visible de la carta solapada.
- Al colocar el Artesano en cualquier espacio de acción (excepto en el ayuntamiento, que está prohibido), a la hora de contabilizar los trabajadores en el espacio, el artesano cuenta como 2, pero solo para el turno en el que el artesano es colocado. Adicionalmente, si con la acción ejecutada se perdiese virtud, el artesano evitar perder 1 punto de virtud. En turnos posteriores, el artesano se comporta como un trabajador normal, tanto para el conteo de trabajadores como para capturar trabajadores.
Fin de la Partida
En el recuento final de la partida se anotan de forma adicional los siguientes puntos:
- Los puntos proporcionados por los adornos en los edificios (la cantidad indicada en cada carta).
- 1/2/4/6/9 puntos de victoria por disponer de 1/2/3/4/5 herramientas.
Opinión Personal
El mismo año que la trilogía de juegos de los Reinos del Oeste se cerró con Vizcondes del Reino del Oeste (aquí su tochorreseña), que es para mí el mejor de los tres en cuanto a profundidad, variabilidad, rejugabilidad y mezcla de mecánicas, nos llegó la expansión del título que abrió la trilogía, cuya tochorreseña os recomiendo leer si no conocéis el juego.
Arquitectos del Reino del Oeste fue un juego muy bien acogido porque apuntaba al mismo público que Saqueadores del Mar del Norte (aquí su tochorreseña), esto es, un peso medio accesible a casi cualquier tipo de jugador, aunque sin llegar a ser un familiar al uso (teniendo un puntito más de complejidad).
Un juego con una premisa sencilla como es la de construir edificios (ya sea la catedral o edificios propios) reuniendo los recursos y aprendices adecuados para ello mediante una mecánica de selección de acciones que si bien dispone de muchos de los ingredientes de la colocación de trabajadores (espacios de acción específicos, trabajadores limitados por jugador, activación de los espacios al ocuparlo con estos trabajadores, etc.), la interacción entre los jugadores se lleva a otro plano, desapareciendo esa gestión de los tiempos tan característica de la mecánica (en mi opinión, crucial) en la propia colocación y recogiéndola en un espacio de acción concreto mediante el cual los jugadores capturan los peones de otros jugadores.
Ese cambio de enfoque resulta original y las sensaciones son distintas a las que se obtienen en juegos de colocación de trabajadores de corte más clásico, de ahí su éxito (además de por otros motivos como el ajustado empaquetado, un buen nivel de producción, un precio acorde y disponer de un rango de jugadores amplio). Con todo, al igual que en Saqueadores, había mucho margen para añadir profundidad al juego incorporando algunas capas.
Y eso es lo que se propone con esta primera expansión, Era de los Artesanos. Vamos a ver cómo funcionan los módulos no sin antes agradecer a Ediciones Primigenio la cesión de la copia que posibilita esta tochorreseña.
A bote pronto podríamos decir que nos encontramos ante una expansión de corte tradicional que me hace acordarme de Posadas y Catedrales para mi amado Carcassonne (aquí su tochorreseña), esto es, una expansión que mecánicamente apenas altera el juego, que amplía el rango de jugadores y que aporta un punto de profundidad al juego base. Justamente eso hace Era de los Artesanos.
El punto de profundidad lo encontramos con los dos módulos principales de la expansión. El primero, las cartas de Artesanía, que pueden combinarse con los edificios o los aprendices, disponiendo de efectos muy variados y no tan rígidos. Además, es una tercera alternativa en el ayuntamiento que puede evitar algún que otro bloqueo si un jugador no dispone de edificios interesantes en mano y/o le faltan los aprendices necesarios. Sin olvidar que abren una nueva vía de puntuación donde se pueden obtener bastantes puntos. Muy interesante.
Por otro lado tenemos los Artesanos que, volviendo a Posadas & Catedrales, vendría a ser el peón doble. Su potencia es realmente utilizarlo cuando en un espacio de acción no tenemos ningún trabajador, evitando así que muchos turnos resulten poco eficientes al tener «arrancar» el motor en dicho espacio de acción e ir ganando inercia con sucesivas activaciones (eso si alguno de nuestros rivales no decide meternos el dedo en el ojo y capturar los peones de dicho espacio). Pero al menos así esa primera acción resultará algo más efectiva.
Y en tercer lugar, tenemos el jugador adicional, que, al igual que en Carcassonne con esa primera expansión, aun no siendo estrictamente necesario, abre el abanico y siendo un juego sin apenas entreturno y en el que el disfrute aumenta cuantos más jugadores hay en la mesa, pues bienvenido sea. Además, seguro que hay jugadores cuyo color favorito es el naranja.
Llegamos entonces a la pregunta clásica cuando se trata de expansiones ¿Merece la pena? Desde mi punto de vista, sí. Si tenéis el juego base, esta expansión le añade una pizca de sal, evitando situaciones encorsetadas sin complicar mecánicamente el diseño (los cambios se explican en menos de cinco minutos). Obviamente, aunque tengáis el juego, si este no ve mesa con cierta asiduidad, tampoco es que sea una expansión necesaria que corrija problemas importantes, pero si es cierto que mejora el juego y con eso ya estaría justificada su compra.
Pasemos a la edición. Nos encontramos con una caja de reducidas dimensiones con algo menos de fondo que la del juego base (aunque aquí si hay algo más de aire y, siendo ordenados, todo lo contenido en ella se puede meter en la caja del base). En cuanto a las calidades, destaca el añadido al ayuntamiento doble troquelado para encajar los trabajadores (importante ahora que tenemos que apilar trabajadores sobre ellos). El resto de elementos mantienen los niveles del juego base. Respecto a las ilustraciones, el bueno de Mico tiene realmente poco que hacer más allá de las estampas de las cartas de artesanía y los nuevos personajes. Efectivo y llamativo como siempre.
Y vamos cerrando. Era de los Artesanos es la primera expansión para Arquitectos del Reino del Oeste. Una expansión que, sin ser fundamental, sí que mejora ligeramente el juego, abriendo posibilidades estratégicas (que a veces evitan ciertos bloqueos) y amplia el rango de jugadores, algo que no sienta mal en un juego con un entreturno casi inexistente. No es imprescindible, pero si sacáis el juego a mesa con cierta asiduidad, es un añadido bastante recomendable. Por todo esto le doy un…
Hola Iván, Muchas Gracias como siempre por la reseña.
Quería preguntarte algo respecto o expansión. El juego base me gusta bastante pero tengo un pequeño problema y es que casi siempre las partidas van a mucha velocidad y una vez que algún jugador empieza a poner trabajadores en el ayuntamiento a todo el mundo le entran prisas y no da tiempo a poner en marcha la bola de nieve. Esto me ha pasado especialmente cuando he jugado con la virtud por los suelos.
¿La expansión ralentiza algo el ritmo de la partida o en cambio añade todavía más cosas que hacer en el mismo lapso de tiempo?
¡Muchas gracias!
Yo diría que en general mantiene el ritmo del juego. Es cierto que ahora con las cartas de artesania tienes algo mas de margen, pero es que la dinamica de este juego es precisamente esa, una especie de carrera por ver quien construye mas y mejor. No es un juego para montarse combos y regodearse en él. Para eso tienes Paladines.