Reseña: Omertà, El Poder de la Mafia
Corre el año 1931, Salvatore Maranzano, capo di tutti capi, ha sido asesinado. La Guerra de los Castellamarense ha terminado y la Cosa Nostra se ha convertido en un monstruo hambriento y sin cabeza. Es el momento de poner orden. Los jefes de las cinco familias se reúnen en secreto y constituyen La Comisión, dando el pistoletazo de salida a la edad dorada del crimen organizado en Estados Unidos. La Comisión sustituiría la figura de un jefe por encima del resto, dándole a un consejo compuesto por jefes de las cinco familias de Nueva York la posibilidad de repartir los negocios, mediar en las disputas y establecer un estado de aparente calma que traería años de bonanza para la institución. Esta aparente calma fomentó las buenas relaciones con los ámbitos de poder y potenció los negocios, lo que obligo a las familias a solucionar su problemas de formas más sutiles, evitando provocar guerras abiertas que pusieran en peligro aquel prospero equilibro. Las rencillas, los intereses enfrentados y las disputas por dominios o negocios se tenían que resolver de formas ingeniosas y sin llamar la atención de los poderes fácticos. Y este es el punto en que nos encontramos, colocándonos en la piel del jefe de una de las Cinco Familias intentando alcanzar cotas mayores y que nuestra voz sea escuchada en La Comisión con el respeto que nos merecemos.
Así se nos presenta este Omertà: El Poder de la Mafia, un juego diseñado por nuestro querido compañero Rodrigo González (Rod), responsable de Coop-Land. De la mano de Holocubierta, este es su primer juego que ha llegado a ser publicado (aunque hay más proyectos en marcha), llegando a las estanterías de las tiendas a finales del 2014. De las ilustraciones se encarga Víctor Bravo, quien también ha participado en otros títulos como Krynea Battlefield o Thunderstone Advance: Root of Corruption.