Crónicas Jugonas: Semana 11 del 2014 (10/03 – 16/03)

Crónicas Jugonas: Semana 11 del 2014 (10/03 – 16/03)

Semana de depresión postvacacional. Es lo que tiene pasárselo tan bien. Volver a la rutina cuesta más de lo normal. Pero bueno, poco a poco la maquinaria se vuelve a engrasar. Aun así he estado algo desconectado del mundo lúdico. No he logrado sacar todo el tiempo que habría deseado para el blog, de ahí las pocas entradas.

Crónicas Jugonas: Semana 10 del 2014 (03/03 – 09/03)

Crónicas Jugonas: Semana 10 del 2014 (03/03 – 09/03)

Bueno, como muchos ya sabíais, esta semana pasada estuvimos de vacaciones en Londres, por lo que las posibilidades de jugar eran muy reducidas. Pero eso no quiere decir que no sacásemos ni un ratito. Nos llevamos el iPad, que lo tengo cargado de juegos. Ya sabéis que solo anoto en las crónicas partidas que no sean con un juego de mesa físico si la ocasión lo requiere, y este caso es así.
El martes revivimos esas grandes partidas a mi primer juego de mesa moderno con una de mis jugadoras habituales por aquella época. María, una de nuestras mejores amigas (probablemente la mejor), y que nos acogió muy calurosamente en su estudio londinense, tenía mono desde hace muchísimo tiempo. Le enseñamos la magnífica aplicación de iPad y comenzamos a jugar en Pass&Play (método que implementan muchas de estas aplicaciones en la que nos vamos pasando el dispositivo para que la información oculta de cada jugador permanezca en este estado).

Entrando en materia, comentar que, probablemente, esta sea la segunda peor partida de Agricola que he jugado en mi vida. Fui siempre a remolque, tomé malísimas decisiones y cuando Sandra y María pisaron el acelerador, me pillaron en bragas y no pude hacer absolutamente nada. Mi primer gran error fue, pensando en centrarme en la generación de alimento a través del horneo de pan, no asegurarme un suministro amplio de cereales. Al final de primer periodo solo tenía un campo arado y un cereal en mi almacén (obviamente sin plantar). Aun así, persistí en mi estrategia, haciéndome con el horno de piedra gracias a la carta que me permitía tomar dos materiales distintos. Pero claro, sin cereales en el almacén, siempre fui horneando y sembrando los dos cereales que tenía, por lo que nunca conseguía una buena cantidad de comida para estar tranquilo, lo que me llevó a mi segundo error: ampliar la familia muy tarde. Prácticamente no tuve tres acciones hasta casi el antepenúltimo periodo. Claro, eso son muchas acciones de ventaja para mis rivales. Mi intención era remontar todo lo posible reformando y creando un pasto enorme que evitase una sangría importante, pero no lo conseguí. De hecho, una de mis últimas acciones fue comprar el pozo para maquillar un poco el resultado.

Reseña: The Castles of Burgundy

Reseña: The Castles of Burgundy

Cuando descubres un nuevo autor, normalmente porque hemos probado uno de sus grandes juegos, solemos pasar por una fase de euforia en la que tenemos el impulso de conocer todo lo que ha publicado hasta la fecha. Nos metemos en la BGG, consultamos rankings, leemos y releemos reseñas, hasta que volvemos a caer en el consumismo lúdico. Y esto amigos es lo que me sucedió con el querido Stefan Feld. Cuando mi ludoteca aún se encontraba en sus albores, el hype de la comunidad se disparó tras la presentación en Nurenberg del ya famoso Bora Bora. Al poco tiempo decidí que ese juego debía ser mío. Y así fue. Tras quedar encantado con las mecánicas y sensaciones, entró en mí el fervor feldiano. Y así entró en mi ludoteca el que es a día de hoy el juego que mejor posición ocupa en el ranking general de la BGG: The Castles of Burgundy.

El valle del Loira durante el siglo XV. Como príncipes influyentes, los jugadores dedican sus esfuerzos a construir y comerciar con esmero para que sus dominios destaquen.

Primeras Impresiones: Genial

Primeras Impresiones: Genial

Mira que los juegos del Dr. Knizia se me resistían. No porque tuviese nada en contra de ellos. Pero hasta el momento me habían llamado más la atención otros títulos a la hora de comprar. Pero a raíz de probar el Ra, casi vamos a juego por semana. En esta ocasión toca otro de los grandes abstractos del ingenioso matemático alemán. Y no he usado el adjetivo ingenioso a la ligera, pues el juego que hemos probado hace poco ha sido Genial.

Portada de Kosmos de Genial, de Reiner Knizia
Portada de Kosmos de Genial, de Reiner Knizia

Genial se trata de un juego abstracto en el que tenemos que ir puntuando en una serie de colores/formas mediante una mecánica de colocación de losetas hexagonales dobles sobre el tablero. La regla básica es que la ficha debe ser colocada adyacente a alguno de los dos colores/formas contenidos en la misma. Una vez colocada, puntuaremos tantos hexágonos de cada tipo de la misma haya partiendo desde la que hemos colocado (sin contar esta) en línea recta en cada una de las direcciones ortogonales a los lados del hexágonos (excluyendo el lado común de los dos hexágonos de la ficha). Dicho así puede parecer complejo, pero básicamente es contar cuantas losetas hexagonales de un mismo color hay en línea recta desde la que colocamos hacia fuera hasta que nos encontremos con un hueco o con un hexágono de otro color/forma.

Reseña: Lewis & Clark

Reseña: Lewis & Clark

En el mundillo de los juegos de mesa, de vez en cuando (al igual en que prácticamente todos los ámbitos) aparece un producto que revoluciona el sector, ofreciéndonos un soplo de aire fresco entre tanta copia y tanto refrito. Y el año pasado fue uno de esos momentos. El juego: Lewis & Clark. Se agotó a la velocidad de la luz, pues la primera edición no fue muy extensa. Y precisamente esa falta de unidades ha hecho elevar las ansias por conseguir una copia hasta límites insospechados. Afortunadamente, logré conseguir una copia de esa primera edición. Mereció la pena.

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