Reseña: Indigo

Reseña: Indigo

Estamos ante uno de esos casos extraño de entrada en mi ludoteca. No por el juego en sí mismo, sino por su autor, el prolífico Reiner Knizia. Se puede hablar largo y tendido de toda su obra. Pero estaremos de acuerdo en que el matemático doctor posee entre sus títulos publicados auténticas obras de arte del mundo lúdico. Lo «normal» habría sido que alguno de estos juegos megaconocidos hubiese entrado antes en mi estantería. Pero no. Fue este Indigo, gracias a una oferta irrechazable. Pero ya os digo que en mi colección han entrado (y entraran) muchos Knizias.

El índigo, o añil, es una tonalidad intensa de azul, que ya se extraía de las plantas de índigo en la antigüedad. Su color azul oscuro fue considerado como símbolo de la eternidad e inmortalidad por muchas culturas y religiones. Como color tiene un efecto relajante en el cuerpo humano y mantiene la cabeza fría. De esta forma deberían intentar mantener la cabeza los jugadores durante el juego para asegurarse las piedras preciosas.

Primeras Impresiones: Santiago

Primeras Impresiones: Santiago

Un juego con una portada tal que cualquier jugón con la mente sucia puede dejar volar la imaginación seguro que esconde algo bueno. Hoy os traigo mis primeras sensaciones tras jugar a Santiago, un juego diseñado por Claudia Hely y Roman Pelek, publicado en 2003.

Ese pobre burro se teme lo peor... ¡Pirataaaaaaaaa!
Ese pobre burro se teme lo peor… ¡Pirataaaaaaaaa!

En Santiago tomamos el papel de terratenientes en la Isla de Santiago (Cabo Verde), donde es difícil conseguir agua para el cultivo, actividad a la que nos dedicaremos principalmente. Entonces las avanzadas técnicas de irrigación lo son todo. El capataz de riego decide donde se irriga, así que habrá que usar toda nuestra locuacidad (y dinero) para convencerle de cuál es el mejor lugar para excavar esa preciada acequia.

Reseña: Russian Railroads

Reseña: Russian Railroads

El hype. Ese inquieto compañero de viaje lúdico. Un día estás tranquilo en tu casa navegando y, de repente, lees una reseña que hace que este se despierte y empiece a carcomerte por dentro poco a poco, y, sin que te des cuenta, en unos pocos días tienes un ansia viva por conseguir ese juego que, hasta hace no mucho, ni conocías su existencia. En este caso no ha ocurrido así, pero casi. El juego lo conocía, había leído reseñas y, llamándome la atención, mi hype no se había despertado. Pero fue a raíz de comenzar a leer críticas positivas más sosegadas, alejadas en el tiempo desde su fecha de lanzamiento lo que provocó el resurgir de mi impulso comprador. Y aquí estamos.

En Russian Railroads los jugadores compiten por crear la red ferroviaria más avanzada y extensa posible mediante la colocación de sus trabajadores en diversas tareas. El desarrollo los trayectos permitirá alcanzar lugares importantes, mientras que la modernización de su red ferroviaria mejorará la eficiencia de su maquinaria. Locomotoras modernas permiten cubrir mayores distancias, mientras que las fábricas producen tecnología mejorada en serie. También podemos contratar Ingenieros que, utilizados eficientemente, se convertirán en el impulso para llegar antes que la competencia. Hay muchos caminos hacia la victoria: ¿Quién alcanzará un esplendoroso futuro lleno de vapor? ¿Quién descarrillará? El que consiga superar todos los retos llevará su imperio hasta la cima y resultará victorioso.

Primeras Impresiones: Clans

Primeras Impresiones: Clans

Hoy os traigo las impresiones tras jugar a un juego del famosísimo Leo Colovini, autor de títulos como Cartagena, Inkognito o Atlantis entre otros, y que tiene ya sus años (fue publicado en el 2002).

Estos cavernícolas eran expertos en pintura...
Estos cavernícolas eran expertos en pintura…

En Clans representaremos a un determinado clan de la prehistoria que intenta imponer su supremacía entre los demás. La gracia es que los jugadores solo conocen el color del propio clan al que representan, desconociendo el color de los demás jugadores. Como supondréis, hay siempre un clan más que jugadores en la partida, de forma que siempre existirá la duda de la identidad de cada jugador.