Crónicas Jugonas: Semana 10 del 2014 (03/03 – 09/03)

Bueno, como muchos ya sabíais, esta semana pasada estuvimos de vacaciones en Londres, por lo que las posibilidades de jugar eran muy reducidas. Pero eso no quiere decir que no sacásemos ni un ratito. Nos llevamos el iPad, que lo tengo cargado de juegos. Ya sabéis que solo anoto en las crónicas partidas que no sean con un juego de mesa físico si la ocasión lo requiere, y este caso es así.
El martes revivimos esas grandes partidas a mi primer juego de mesa moderno con una de mis jugadoras habituales por aquella época. María, una de nuestras mejores amigas (probablemente la mejor), y que nos acogió muy calurosamente en su estudio londinense, tenía mono desde hace muchísimo tiempo. Le enseñamos la magnífica aplicación de iPad y comenzamos a jugar en Pass&Play (método que implementan muchas de estas aplicaciones en la que nos vamos pasando el dispositivo para que la información oculta de cada jugador permanezca en este estado).

Entrando en materia, comentar que, probablemente, esta sea la segunda peor partida de Agricola que he jugado en mi vida. Fui siempre a remolque, tomé malísimas decisiones y cuando Sandra y María pisaron el acelerador, me pillaron en bragas y no pude hacer absolutamente nada. Mi primer gran error fue, pensando en centrarme en la generación de alimento a través del horneo de pan, no asegurarme un suministro amplio de cereales. Al final de primer periodo solo tenía un campo arado y un cereal en mi almacén (obviamente sin plantar). Aun así, persistí en mi estrategia, haciéndome con el horno de piedra gracias a la carta que me permitía tomar dos materiales distintos. Pero claro, sin cereales en el almacén, siempre fui horneando y sembrando los dos cereales que tenía, por lo que nunca conseguía una buena cantidad de comida para estar tranquilo, lo que me llevó a mi segundo error: ampliar la familia muy tarde. Prácticamente no tuve tres acciones hasta casi el antepenúltimo periodo. Claro, eso son muchas acciones de ventaja para mis rivales. Mi intención era remontar todo lo posible reformando y creando un pasto enorme que evitase una sangría importante, pero no lo conseguí. De hecho, una de mis últimas acciones fue comprar el pozo para maquillar un poco el resultado.

Mi paupérrima granja
Mi paupérrima granja

Sandra y María jugaron infinitamente mejor que yo. Sandra tomó la delantera a la hora de ir ampliando la familia, pues se construyó rápidamente dos habitaciones de madera, por lo que tuvo cuatro miembros antes de que yo tuviese tres. Como he dicho, muchas acciones extra. Pero esto no le supuso la victoria, aunque sobre el papel tenía todas las de ganar. No supo gestionar adecuadamente esas acciones adicionales.
La granja de Sandra era vistosa, pero no fue suficiente
La granja de Sandra era vistosa, pero no fue suficiente

Y María, sabiamente, construyó un hogar y se aseguró un buen suministro alimenticio con la tanda inicial de ovejas que se fueron acumulando durante las primeras rondas, lo que le permitió maniobrar con mucha más tranquilidad. Aunque al final tuvo tres huecos libres en su granja, fue la que mejor desarrolló el resto de aspectos, no perdiendo puntos por ninguna otra categoría, lo que finalmente le dio la victoria, especialmente el tener una buena cantidad de todos los tipos de ganado y el haber reformado la casa a adobe.
La mejor granja, la de María
La mejor granja, la de María

La puntuación final fue María primera con 38 puntos, Sandra segunda con 32 y yo último con unos vergonzosos 28 puntos. Aun así, nos lo pasamos genial. 
La puntuación final
La puntuación final

Durante la semana Sandra y yo echamos muchas otras partidas, pero eso, no suelo comentarlas porque las jugamos a la velocidad del rayo, pero para que os quedéis tranquilos, jugamos a Carcassonne, Stone Age o Timeline, sobre todo durante los vuelos de ida y de vuelta, para que el viaje fuese más ameno. A ver qué tal se da esta semana, aunque el fin de semana vuelve a estar complicado, porque vienen mis padres de visita.

6 comentarios

  1. Pinta guapa la app del Agricola…es la razón por la q siempre estoy a puntito de pillar un ipad pero siempre me aguanto,en Android no hay ni la cuarta parte de Apps asi mas especificas, por ejemplo fleje de juegos de mesa están solo en Ipad, algún día me haré con uno jeje

    1. Yo me deshice de mi Asus Transformer por lo mismo. En iOS hay una barbaridad, y los que vendrán…

      Gracias por pasarte!

  2. Desde luego es una gran razón para tener Ipad. Yo quería agenciarme uno el año pasao, pero no ahorré lo suficiente.
    Enfin, a ver si pa éste en navidades me lo autoregalo. Hay demasiadas juegazos/joyazas.

    Saludos!

    1. Yo me lo pillé financiándolo en el Carrefour sin intereses, a pequeñas ostias chiquetitas todos los meses 😛

      Gracias por pasarte Neiban!

  3. La verdad es que tener un Ipad para los viajes es una pasada.
    Yo tengo uno y he comprado varios juegos incluso he recomendado a varios amigos algún que otro juego para que puedan iniciarse y viciarse en este mundillo.
    A lo mejor lo que se puede reprochar en algunos juegos en iOS son los precios que tienen, a mi parecer en ciertos casos son un poco elevados.

    Un saludo!

    1. Hay algunos que rozan el abuso. Para mi un juego portado a una versión digital debe ser mas que un simple port exacto del juego. Debe potenciar el modo en solitario (hay mil maneras de hacer esto), y, a ser posible, ofrecer una interfaz clara e intuitiva.

      Y hay juegos que esto no lo cumplen… Y encima te cobran! xD

      Gracias por pasarte!

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