Reseña: Santa Monica
Introducción
¡Bienvenido a Santa Mónica! Te has propuesto crear la avenida más atractiva del sur de California. Puedes optar por dar forma a una playa tranquila rodeada de naturaleza, una playa bulliciosa llena de turistas o algo intermedio para atraer a los residentes.
Así se nos presenta Santa Monica, un diseño de Josh Wood (Cat Lady). El juego fue publicado por primera vez en 2020 por Alderac Entertainment Group (AEG) en una versión en inglés. De las ilustraciones se encarga, además del propio Josh Wood, Jeremy Nguyen (Inner Compass).
El juego se encuentra publicado en español por Delirium Games (existe cierta dependencia del idioma en las losetas de acción y en las losetas de objetivos comunes). Permite partidas de 2 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 14 años y una duración aproximada de entre 35 y 40 minutos. El precio de venta al público es de 39,95€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español de Delirium Games.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 29,7×29,7×7,2 cm. (caja cuadrada estándar tipo Ticket to Ride), nos encontramos con los siguientes elementos:
- Ficha de Jugador Inicial (de cartón)
- 82 Cartas de Zona (63,5×88 mm.)
- 6 Losetas Dobles Iniciales (de cartón)
- 4 Losetas de Acción Especial (de cartón)
- 3 Losetas Objetivo de Puntuación (de cartón)
- 68 Meeples (de madera):
- 30 Lugareños
- 30 Turistas
- 8 VIPs
- 28 Fichas de Pisadas (de cartón)
- 25 Fichas de Dólares de Arena
- Libreta de Puntuación (de papel)
- 4 Fichas de Multiplicador de Dólar de Arena (de cartón)
- Ficha de Camión de Comida (de madera)
- Ficha de Sibarita (de madera)
- Reglamento
Mecánica
Santa Monica es un juego con mecánica principal de draft en el que cada jugador va a conformar un paseo marítimo en la ciudad californiana. Cada jugador comenzará con una loseta con una zona de playa y una zona de edificio, con uno objetivo personal y unos personajes iniciales. En cada turno, el jugador activo debe escoger una carta disponible en dos hileras de cuatro cartas, aunque solo se podrá tomar cartas de la primera (habrá dos opciones adicionales pagando unas monedas que se obtienen mediante cartas y escogiendo algunas cartas que tengan un marcador). Esta carta debe ser colocada en la zona del jugador adyacente a alguna ya colocada (si es de playa en la línea de playa o si es de paseo en la línea del paseo), teniendo que tenerse en cuenta los distintos símbolos que tiene cada carta de cara a optimizar los distintos criterios. Los peones deberán desplazarse sobre estas cartas para llegar a las localizaciones con acción. Cuando un jugador obtenga su decimocuarta carta detonará el final de la partida y se procederá al recuento final.
Conceptos Básicos
El eje fundamental del juego son las Cartas de Zona. Estas pueden pertenecer a la playa (tienen una banda superior con fondo azul con los ingresos a la izquierda y las bonificaciones a la derecha) o a la calle (tienen una banda inferior con fondo gris con los ingresos a la izquierda y las bonificaciones a la derecha). Estas cartas además pueden mostrar una serie de símbolos (en las de playa en la zona superior derecha y en las de paseo en la zona inferior derecha). Finalmente, ciertas cartas pueden mostrar espacios de ocupación para peones representadas por elipses discontinuas con un requisito y un valor en puntos de victoria. Estas cartas deberán colocarse siempre ortogonalmente adyacente a alguna carta previamente colocada, teniendo en cuenta que las cartas de playa irán en la fila superior y las cartas de paseo en la banda inferior.
Cada jugador comenzará con una de las Losetas Iniciales que establecen el punto de partida de la zona de cada jugador. Estas losetas estarían compuestas por una zona de playa (la zona superior) y una zona de paseo (la zona inferior). Estas losetas muestran en la banda inferior un ingreso inicial (normalmente en peones VIP) y arriba, en la banda superior, un criterio de puntuación para los VIP.
Existen tres tipos de Peones, a saber: los lugareños (de color azul), los turistas (de color naranja) y los VIP (de color verde). La principal diferencia entre estos peones es su función y su capacidad de movimiento justo antes del recuento final. Los VIP tendrán la posibilidad de elevar el valor de puntuación en las cartas que coincidan con los tipos de localizaciones indicadas en la Loseta Inicial, mientras que los lugareños podrán desplazarse hasta tres espacios por el espacio que podrán desplazarse los turistas y los VIP justo antes del recuento final. Es importante indicar que los peones entran en juego en la carta que proporcione dichos peones. Y a la hora de desplazarlos, cada punto de desplazamiento permitirá pasar un peón de una carta a otra ortogonalmente adyacente.
Para indicar que un VIP ha visitado una determinada localización se utilizarán las Fichas de Pisada. Al final de la partida cada una de estas fichas proporcionará un punto de victoria. Es importante indicar que cada carta solo podrá contener una única ficha de pisada (da igual cuantas veces pase un VIP por ella).
Los jugadores obtendrán las cartas de zona de un suministro general conformado por dos filas de cuatro cartas, estando accesible únicamente aquellas que se encuentren en la fila inferior, desplazándose una carta de la fila superior hacia abajo para reponer huecos. Alternativamente, los jugadores podrán activar una de las dos Losetas de Acción que se dispondrán al comienzo de la partida. Estas losetas permitirán obtener cartas de vías alternativas, incluso dando acceso a cartas de la fila superior.
Para activar estas acciones será necesario utilizar Dólares de Arena, que será el recurso que los jugadores gestionarán. Estos dólares de arena se conseguirán como ingreso al obtener ciertas cartas.
Bajo la fila inferior encontraremos dos peones especiales: el Camión de Comida y el Sibarita. Cuando un jugador obtenga una carta que esté asociado a uno de estos peones obtendrá una bonificación. El camión de comida permitirá obtener un dólar de arena, mientras que el sibarita permitirá desplazar una casilla un peón. Si ambos peones coinciden, el jugador podrá escoger disfrutar de ambos beneficios o duplicar uno de los dos.
Finalmente, además de los puntos que proporcionen las cartas de zona, los jugadores intentarán maximizar los puntos que proporcionan las Losetas de Objetivo. En cada partida se dispondrá una de estas losetas que muestran tres criterios de puntuación que los jugadores evaluarán al final de la partida. El primero hace referencia a las olas en las cartas de playa, el segundo hace referencia a los símbolos de las localizaciones y el tercero penalizará a los jugadores en función de cuantos peones desocupados dispongan en sus cartas.
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se escoge aleatoriamente dos losetas de acción y se coloca por cualquiera de sus dos caras.
- Se baraja el mazo de cartas de zona y se revelan 8 cartas formando dos hileras de cuatro cartas.
- Se escoge una loseta de objetivo y se coloca a un lado.
- Se forma una reserva general con los peones, los dólares de arena y las fichas de pisadas.
- Se revelan tantas losetas iniciales como jugadores haya en la partida.
- Se escoge aleatoriamente al jugador inicial y se le entrega la loseta de gaviota.
- Comenzando por el jugador sentado a la derecha del jugador inicial y continuando en el sentido contrario a las agujas del reloj, cada jugador escoge una de las losetas iniciales y toma los recursos iniciales indicados en ellos (los peones se colocan en la zona de paseo de la loseta inicial).
- El ultimo jugador coloca el peón del camión de comida en cualquier espacio y el peón del sibarita se coloca a dos espacios de distancia hacia la derecha (si el camión se coloca en la penúltima o última carta, se sigue contando por el comienzo de la fila).
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Santa Monica se desarrolla a lo largo de un máximo de 14 rondas. En cada ronda, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj, los jugadores alternarán turnos.
En cada turno, el jugador activo deberá escoger una carta o ejecutar una de las dos acciones principales (pagando los dólares de arena correspondiente). La carta o cartas obtenidas se deberán colocar en la zona del jugador de forma que cada carta quede ortogonalmente adyacente a al menos una carta ya colocada (o a la loseta inicial). Tras esto, el jugador obtendrá los beneficios indicados en la zona izquierda de la banda de la carta.
Si el jugador escoge una de las cuatro cartas inferiores sin activar ninguna de las dos acciones alternativas y bajo dicha carta hay uno o los dos peones, recibirá una bonificación:
- Camión de Comida: 1 dólar de arena.
- Sibarita: puede desplazar un peón una carta.
- Ambos peones: el jugador escoge entre recibir ambas bonificaciones o duplicar una de las dos bonificaciones.
Tras esto, si solo había un peón bajo la carta, este se desplaza una posición a la derecha (si estaba en la columna de más a la derecha, el peón pasa al espacio más a la izquierda). Si estaban los dos peones, se desplazará el peón del camión dos espacios hacia la derecha en vez de uno.
Tras esto, el turno pasa al jugador de la izquierda.
Fin de la Partida
La ronda final se activa cuando un jugador coloca su decimocuarta carta (sin contar la loseta inicial). Se completa la ronda y se procede a la evaluación final.
Una vez completada la ronda, los jugadores tienen un movimiento final de sus peones: los VIPs y los turistas pueden moverse un paso, los lugareños pueden moverse hasta 3 pasos.
Los jugadores anotan puntos por los criterios de sus cartas y por los criterios generales.
El jugador con más puntos de victoria será el vencedor. En caso de empate, el jugador con más dólares de arena en su reserva será el vencedor. Si la igualdad se mantiene, los jugadores comparten la victoria.
Opinión Personal
El señor Josh Wood es un desarrollador de Alderac Entertainment Group (AEG) que ha trabajado puliendo diversos juegos del sello, pero que en 2019 publicó un filler sin muchas pretensiones en plan Juan Palomo (yo me lo guiso, yo me lo como), encargándose tanto del diseño como del aspecto visual. Hablo de Cat Lady (aquí su tochorreseña), un juego con mecánicas principales de draft y colecciones que tuvo una gran acogida.
Y no solo por recurrir a los gatos, tema prácticamente infalible y que pone el foco sobre cualquier juego que los utilice, sino por un ingenioso sistema de draft con un despliegue matricial en el que, además, encontramos cartas con criterios de puntuación que variará el interés de cada jugador a la hora de escoger cartas.
Es por eso que el hombre se armó de valor y dio un paso más, llegando a nosotros el juego que hoy nos ocupa, Santa Monica. De nuevo, un juego con mecánicas principales de draft y colecciones pero que pretende ir un paso más allá. Vamos a ver si lo consigue.
En Santa Monica cada uno de los jugadores va a conformar un paseo marítimo en la ciudad californiana. Este paseo va a conformarse con cartas de dos tipos: cartas de playa o cartas de calle. Cada jugador comenzará con una loseta que será su punto de partida, que equivale a dos cartas, una de playa y una de calle.
Los jugadores irán alternando turnos escogiendo una carta de un suministro principal organizado en dos hileras de cartas, pudiendo tomar cartas solo de la inferior (la superior vendría a ser el mercado futuro a medida que se generen huecos en la fila inferior) y colocándolas en la fila que corresponda en la zona del jugador (las cartas de playa en la hilera superior que corresponde a la playa y las cartas de calle en la hilera inferior que corresponde a la calle), simplemente cumpliendo la restricción de que cada carta debe colocarse adyacente ortogonalmente al menos a una carta ya colocada (o la loseta inicial).
Cada carta puede proporcionar unos ingresos (en forma de dólares de arena, peones o puntos de movimientos de los peones) y/o un criterio de puntuación, ya sea referente a los símbolos que muestran las cartas o habilitando espacios para que los jugadores desplacen a los peones hasta ellos para activar la puntuación indicada.
Para variar ligeramente el peso de los elementos en el draft, encontraremos dos peones que irán aumentando el valor de las cartas, uno proporciona un dólar de arena extra, y otro otorga un punto de movimiento para desplazar uno de los peones. Cuando un jugador escoge una carta que se encuentre asociado a uno de estos peones, disfrutará de la bonificación adicional y este se desplazará a otra carta. Si se encuentran los dos peones, la bonificación será doble.
Como alternativa a escoger una de las cartas disponibles en la hilera inferior del suministro, los jugadores podrán ejecutar una de las acciones habilitadas para la partida (varían de una a otra), en la que se podrán invertir los dólares de arena que se hubiesen acumulado previamente. Estas acciones permiten obtener igualmente cartas, aunque con beneficios adicionales (escoger carta de la hilera de arriba, obtener puntos de desplazamiento, etc.).
Y poco más, los turnos irán alternándose hasta que se detone el final de la partida, algo que ocurrirá cuando uno de los jugadores coloque en su zona su decimocuarta carta. Se completa la ronda y se realizan unos últimos movimientos de peones según su procedencia para intentar optimizar los distintos criterios.
Lo primero que hay que decir es que Santa Monica es un heredero directo del juego de los gatos. Es decir, el elemento nuclear de ambos juegos es el mismo, esto es, cartas que proporcionan cosas y otras cartas que requieren cosas, de forma que la victoria será para aquel jugador que mejor sepa combinar las catorce cartas que van a conformar su paseo marítimo (aunque hay partidas en las que, según la configuración de las acciones, se puede conseguir alguna carta más).
Pero en Santa Monica se va un paso más allá porque se introduce el aspecto espacial, ya que no solo bastará escoger las cartas más adecuadas, sino escoger el momento adecuado para ello, pues muchos de los criterios de puntuación que proponen exigen crear grupos de cartas conectadas entre sí que comparan un símbolo. O, por ejemplo, los criterios de puntuación comunes harán referencia siempre al despliegue de cartas con símbolo de ola (en este caso siempre las cartas de playa), unas veces formando cadenas, otras intentando alternarlas…
A eso suma que el jugador, por defecto, solo tiene disponible cuatro cartas entre las que escoger, por lo que en más de una ocasión se encontrará ante el problema de no encontrar una carta «buena» según la estrategia que está desarrollando. Y cada carta importa, como ya supondréis debido al reducido número de ellas que va a formar el paseo marítimo de cada jugador.
Es por eso que los jugadores estarán completamente inmersos en la partida, haciendo cábalas de qué opción es mejor. Algo que puede generar algo de parálisis por análisis, sobre todo cuando se tienen dólares de arena suficiente para activar las acciones alternativas que suelen dar opción a escoger entre más cartas.
Volviendo a la referencia de Cat Lady, aquí ahora nos encontraremos a los peones que representan a los lugareños, turistas y visitantes VIPS que, en esencia, cumplen la misma función que las fichas de comida en el juego de los gatos, esto es, determinadas cartas exigirán disponer sobre ellas de un grupo de peones (a veces incluso de un tipo concreto) y los jugadores tendrán que emplearse a fondo para, primero, conseguir dichos peones y, posteriormente, lograr desplazarlos hasta las cartas de destino.
De nuevo, esa componente espacial entra en juego, generando bastante tensión porque no son muchas las cartas que proporcionan puntos de movimiento. Es por eso que ese turno final en el que todos los peones se activan es crucial y los jugadores deben colocar las cartas contando con dichos movimientos. Una mala decisión y muchos peones se pueden quedar descolgados, algo que incluso puede llegar a penalizar según el criterio de puntuación general que se haya configurado al comienzo de la partida.
Seguramente muchos me dirán que ya están un poco cansado de juegos con draft y colecciones. Y razón no les falta porque el draft se ha impuesto como la mecánica predilecta en cuanto a pesos medios y pesos ligeros por sus virtudes, especialmente la escalabilidad y el poco entreturno (sobre todo si hay intercambio y el draft es simultaneo). Unas veces combinada con colecciones (como es este caso) y otras con construcción de patrones, donde tenemos a Azul (aquí su tochorreseña) como gran referente, junto a otros grandes diseños como Miyabi (aquí su tochorreseña), Reef (aquí su tochorreseña), Sagrada (aquí su tochorreseña) y otros tantos.
Si pertenecéis a este grupo, tal vez Santa Monica os suene a más de lo mismo. Y, en efecto, en cuanto a originalidad, si ya tienes cierto bagaje en el mundillo, no te va a aportar gran cosa. Pero como en este humilde blog analizamos los juegos intentando abarcar todos los puntos de vista, puede que estés introduciéndose en este fascinante hobby y todo suene a nuevo. Y Santa Monica es una gran opción como juego, como también lo es si eres de los que simplemente disfrutan de los juegos hasta que consideran que lo han exprimido lo suficiente como para dejarlo marchar.
Es uno de esos diseños muy agradables de jugar, mecánicamente asequibles (se le puede sacar a cualquier tipo de jugador), con uno de esos temas que causan paz al jugarlo, como con el mencionado Reef o Pelican Bay (aquí su tochorreseña). Y es que el mar genera ese efecto en nosotros.
Pero aun siendo simple en mecánicas, no es trivial, y cada uno de los doce turnos nos pondrá en duda, apenas teniendo turnos en los que actuaremos con el piloto automático puesto, pues hay bastantes variables a tener en cuenta a la hora de escoger y colocar las cartas.
En cuanto a la escalabilidad, el juego funciona adecuadamente en cualquier configuración, aunque es cierto que debido a los objetivos comunes así como por el tipo de suministro, como mejor carbura es a cuatro jugadores, ya que las cartas disponibles ciclarán más, las estrategias serán más variadas y las probabilidades de que dos jugadores estén pujando por lo mismo sean mayores. A dos jugadores a veces se dan situaciones de cierto bloqueo cuando los dos jugadores no tienen interés en ciertas cartas, aun disponiendo bajo ellas de los peones de bonificación, lo que reduce las opciones y, con ello, la dificultad a la hora de tomar decisiones.
Esto también afecta a la hora de valorar la influencia del azar. A cuatro jugadores el orden de aparición de las cartas tendrá un impacto más diluido al haber mucho más movimiento en el suministro. A dos jugadores puede darse la situación de que las cartas que van apareciendo favorecen más a un jugador que a otro, pudiendo llegar a ser determinante. Con todo, esto es algo que también puede ocurrir a más jugadores, ya que el mazo de cartas es generoso y en una partida se van a quedar sin aparecer bastantes (casi un tercio a cuatro jugadores, más de la mitad del mazo a dos jugadores).
Algo que redunda en la variabilidad, siendo uno de los fuertes del juego respecto a otros que hemos ido mencionando durante la tochorreseña, incluido el antecesor, Cat Lady, en el cual solo 2 cartas no aparecían porque se retiraban al comienzo de la partida. Esto aporta frescura a las partidas, en la línea de ese gran éxito que es It’s a Wonderful World (aquí su tochorreseña), juego con el que compite tanto en peso como en mecánicas, pero considero que sale perdedor. A esto le sumamos los objetivos comunes, que varían de una partida a otra (aunque se echa en falta más losetas distintas de objetivo), como las acciones alternativas (que aquí si hay bastantes configuraciones distintas).
Así, Santa Monica es un juego con menos pretensiones pero que funciona muy bien. Un peso medio con alma de filler, con partidas que se finiquitan en poco más de media hora a muy buen ritmo y que te dejan con la sensación de haber tomado bastantes decisiones.
Pasemos a la producción. Nos encontramos con unos acabados bastante decentes, con unas cartas de buen gramaje, adecuada respuesta elástica y textura lisa (se barajan al comienzo y apenas se toquetean, por lo que el enfundado no es necesario). Los peones tienen forma convencional, aunque están serigrafiados para darles algo de personalidad, con la excepción de los VIPs (ya podrían haberles impreso algo). Lo mismo ocurre con los dólares de arena, muy llamativos. Los elementos de cartón muestran un grosor aceptable y un prensado algo pobre (las losetas iniciales tienden a combarse con facilidad). El reglamento está bastante bien estructurado, repleto de ejemplos y con un buen compendio a la hora de explicar la simbología. Lo peor es la enorme caja en la que viene el contenido, que no deja de ser un mazo de menos de 100 cartas, 4 enormes losetas de acción y un puñado de meeples y fichas. Probablemente de los juegos con más aire encerrado de los últimos tiempos.
Visualmente el juego es una delicia, recurriendo a tonos pastel y con bastante trabajo la hora de personalizar las cartas según los elementos que se muestran en ella. Incluso hay un pequeño huevo de pascua, ya que una de las cartas de calle tiene a uno de los gatos de Cat Lady mirándonos al más puro estilo Klemens Franz (que se autohomenajea con cierta frecuencia). Sin duda uno de los puntos fuertes del juego ya que, sin ser algo espectacular, resulta muy agradable a la vista una vez terminada la partida. De hecho es bastante habitual comentar qué tipo de playa le ha quedado a uno, si algo tipo Benidorm con turistas hasta las trancas, o una cala perdida del Cantábrico con muchas olas, pocos turistas y dos o tres lugareños dedicados a surfear día y noche.
Y vamos cerrando. Santa Monica es un juego con mecánica principales de draft y colecciones que, sin aportar nada nuevo, funciona más que correctamente, teniendo como principal virtud la variabilidad, ya que de una partida a otra varían acciones, objetivos y se van a quedar bastantes cartas sin revelar. Escala bien, el ritmo de las partidas es el adecuado y el único pero que se le puede poner, además de la falta de originalidad, es la influencia del azar (especialmente en partidas a dos jugadores), ya que pueden aparecer más cartas adecuadas a la estrategia de un jugador que a la del rival, desequilibrando ligeramente el desarrollo de la partida. Por lo demás, un juego muy agradable. Por todo esto le doy un…
Pintaza este Santa Mónica para sacar con no jugones, creo que caerá. Gran reseña como siempre.
Saludos y buena semana!
Una pregunta, ¿draft también se considera cuando coges elementos de un fondo común? No es solo cuando se reparten las cartas coges una y se la pasas al siguiente y así sucesivamente. Es que me he liado un poco con el ejemplo del Miyabi y el Azul. Porque entonces la isla de los gatos tendría dos fases de draft una cuando repartes las cartas y otra cuando coges a los gatos.
Si, tiene dos fases de draft. Una con intercambio (a lo 7 Wonders) y otra sobre un suministro comun. Draft es cuando escoge un elemento de un conjunto disponible. Otra cosa es que ese conjunto sea comun o sea personal. Y siendo personal pueda ir circulando o no.
Estéticamente es genial aunque quizá puede perder un poco con las cartas enfundadas. Gracias por tus reseñas!
Yo es que este tipo de juegos en los que las cartas apenas se tocan por la gente no veo la necesidad de enfundar. Se baraja al principio y listo.
Suscribo tu reseña punto a punto.
Lo pillé para semana santa y 14 partidas han caído ya. Bonito, divertido e intuitivo para jugar con novatos pero con la suficiente enjundia para no aburrir al veterano. La única pega es que pedazo de caja !!! Supongo que sacaran expasiones 😂😂.
Excelente reseña.
Por lo que he leído, la editorial le ha dado permiso al diseñador del juego para publicar una miniexpansión pero no más que eso, y ya está en desarrollo. Pero las solicitudes de los followers pidiendo una expansión tocha no han tenido éxito por el momento. Me da que con la miniexpansión va a seguir sobrando espacio.