Detalle Tirada

Reseña: Piña Coladice

Introducción

Trae las copas, porque ¡Ha llegado el momento de preparar unos combinados! En la mesa se encuentran los ingredientes: condimentos, bases, frutas y vegetales… Cada uno de ellos requiere una combinación única de dados. Los jugadores los lanzarán en su turno e irán colocando sus peones estratégicamente para intentar sumar valiosos puntos… ¡O para elaborar una piña colada que les dará la victoria de golpe!

Portada
Portada

Así se nos presenta Piña Coladice, diseñado por Yann Dupont (Squelettos, Savana). Publicado por primera vez en 2024 por IELLO en una versión en francés. De las ilustraciones se encarga Crocotame (LUZ, Odin).

Se encuentra publicado en español por Devir (el juego es completamente independiente del idioma). Permite partidas de 2 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración aproximada de entre 10 y 20 minutos. El precio de venta al público es de 20€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en francés de IELLO.

Contraportada
Contraportada

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.



Contenido

Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 18×13×4 cm. (caja rectangular pequeña similar a Mino Dice), encontramos los siguientes elementos:

  • 5 Dados (de plástico)
  • 28 Marcadores de Cóctel (7 de cada color) (de madera)
  • 25 Posavasos (de cartón)
  • 4 Posavasos de Puntuación (de cartón)
  • Posavasos de Variante de Hora Feliz (de cartón)
  • Reglamento
Contenido
Contenido

Mecánica

Piña Coladice es un juego de dados con una mecánica de relanzamientos al más puro estilo Yahtzee. La partida se va a desarrollar a lo largo de una serie de turnos en el que cada jugador lanzará cinco dados, disponiendo de dos relances en los que puede lanzar los dados que quiera manteniendo el valor del resto. Tras esto, el jugador colocará uno de sus marcadores en un posavasos cuyo patrón corresponda con los valores obtenidos en la tirada, anotando tantos puntos de victoria como indique más un punto de victoria por cada posavasos ortogonalmente adyacente marcado por el propio jugador. La partida finaliza cuando un jugador se queda sin marcadores (ganando quien más puntos haya acumulado) o cuando un jugador consigue formar una línea de cuatro posavasos (vertical, horizontal o diagonal), ganando independientemente de cuantos puntos tuviese cada jugador.


Conceptos Básicos

El elemento fundamental del juego son los Dados. En cada turno los jugadores podrán realizar hasta tres lanzamientos con estos dados, pudiendo mantener el valor de cualquier dado entre lanzamiento y lanzamiento.

Dados
Dados

La idea básica es intentar conseguir determinadas combinaciones de valores mediante estas tiradas. Estas combinaciones se muestran en los Posavasos que conformarán el tablero de juego. Estos posavasos muestran una determinada combinación en su zona central dependiendo del color de fondo: parejas o dobles parejas de color verde, tríos de color azul, y combinaciones variadas de color rojo (escaleras, intervalos, full house, póker, etc.). Estas losetas mostrarán dos caras con la misma combinación, una con un espacio (con un punto vacío) o dos espacios (con un punto relleno) con valores numéricos correspondientes a puntos de victoria.

Posavasos
Posavasos

Cuando un jugador consiga conformar la combinación visible en uno de estos posavasos colocará uno de sus Marcadores de Cóctel en el espacio libre de mayor valor disponible para anotar esa cantidad de puntos. Obtendrá puntos adicionales por cada marcador de su color presente en un posavasos adyacente (ortogonal o diagonal). Colocar todos los marcadores será uno de las vías para detonar el final de la partida. Se podrá ganar de forma directa si un jugador consigue colocar marcadores en cuatro posavasos que formen una línea.

Marcadores de Cóctel
Marcadores de Cóctel

Finalmente, cada jugador dispondrá de un Posavasos de Puntuación sobre el que avanzará uno de sus marcadores de cóctel como marcador de puntuación. Alcanzar o sobrepasar los 20 puntos también detonará el final de la partida.

Posavasos de Puntuación
Posavasos de Puntuación

Con esto tenemos suficiente.


Preparación de la Partida

  1. Se mezcla la pila de posavasos y se despliegan en el centro de la mesa formando una matriz de cuatro filas y cuatro columnas. Dependiendo del número de jugadores se deberán voltear determinados posavasos para que muestren su cara con un punto relleno (a 2 jugadores no se voltea ninguno, a 3 jugadores se voltean los posavasos de las dos diagonales y a 4 jugadores se voltean todos).
  2. Se dejan a un lado los cinco dados.
  3. Cada jugador escoge un color y recibe 7 marcadores de cóctel y un posavasos de puntuación. Deja uno de sus marcadores de cóctel junto al posavasos de puntuación y el resto para colocar en los posavasos del despliegue central.
  4. Finalmente se escoge aleatoriamente al jugador inicial, que coloca su marcador de cóctel en la casilla de valor 1 de su posavasos de puntuación. El resto de jugadores hace lo propio colocando su marcador en una casilla una unidad superior al jugador anterior.

¡Ya podemos comenzar!

Partida Preparada
Partida Preparada

Desarrollo de la Partida

Una partida a Piña Coladice se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de rondas en las que cada jugador disfrutará de un turno, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj.

En cada turno, el jugador activo tomará los dados y los lanzará. Tras esto, podrá realizar hasta dos relances adicionales escogiendo los dados que crea conveniente para relanzar (independientemente de cuales relanzase previamente) si no está satisfecho con la combinación obtenida.

Una vez el jugador deje de lanzar dados (ya sea porque ha alcanzado una combinación que considera aceptable o porque ha realizado los tres lanzamientos), podrá colocar uno de sus marcadores de cóctel sobre un posavasos con al menos un espacio libre y que el jugador aun no ocupe cuyo patrón es satisfecho por los resultados de los dados. El jugador anota los puntos indicados en el espacio más un punto adicional por cada posavasos adyacente (ortogonal o diagonal) que contenga uno de sus marcadores. Colocar marcador es obligatorio siempre que se pueda.

Tras esto el turno pasa al jugador sentado a la izquierda.


Fin de la Partida

La partida finaliza si se cumple una de las tres siguientes condiciones:

  • Si un jugador alcanza o sobrepasa los 20 puntos.
  • Si un jugador coloca su sexto marcador de cóctel.

Se completa la ronda para que todos los jugadores tengan el mismo número de turnos. Una vez completada, ganará quien más puntos haya acumulado tras completar la última ronda (en caso de empate ganará el último jugador en haber colocado un marcador de cóctel sobre un posavasos).

Alternativamente, la partida finalizará inmediatamente si un jugador conforma una línea recta (horizontal, vertical o diagonal) de cuatro posavasos con un marcador del mismo jugador, proclamándose vencedor de forma automática.


Variantes

Variante de Hora Feliz. Si un jugador no puede colocar ningún marcador de cóctel tras resolver sus tres tiradas, el jugador lanzará un dado y aplicará el efecto asociado a dicho valor indicado en el posavasos de hora feliz:

  1. El jugador pierde 3 puntos.
  2. El jugador elimina un marcador de cóctel colocado en un posavasos (se retorna a su reserva personal y puede volver a colocarse).
  3. El resto de jugadores obtienen 1 punto de victoria.
  4. El jugador desplaza un marcador de cóctel de otro jugador a un espacio disponible de otro posavasos.
  5. El jugador voltea un posavasos para que muestre su cara contraria. Si hay marcadores de cóctel sobre él, estos retornan a las reservas de sus correspondientes jugadores.
  6. El jugador anota inmediatamente 4 puntos.
Variante de Hora Feliz
Variante de Hora Feliz

Opinión Personal

Los que me lleváis siguiendo mucho tiempo ya sabréis que la piña es mi fruta favorita. Sí, soy uno de esos «herejes» a los que les encanta la pizza con trozos de este manjar tropical. Y uno de sus grandes derivados es la piña colada, también una de mis bebidas favoritas. Por eso, cuando vi anunciado este juego por primera vez no pude resistirme a hacerme con una copia. Y eso que el juego tuvo varias idas y venidas en su primera edición, y fue retrasado varias veces.

Afortunadamente, el barco llegó a buen puerto y, finalmente, mi copia llegó y pude comenzar a echarle partidas. Ahora toca analizar las mecánicas y las dinámicas que estas generan y comprobar si estamos ante una propuesta lo suficientemente interesante como para hacerse un hueco en las ludotecas de todo el mundo o, en cambio, se trata de un simple tira-dados que no es capaz de desplazar a esos referentes que seguro que muchos de vosotros ya tenéis (mencionaremos alguno durante este apartado).

Detalle Posavasos
Detalle Posavasos

Piña Coladice invita a los jugadores al excitante mundo de los juegos de dados, donde el resultado de cada tirada determina su camino estratégico hacia la victoria. Este juego comparte su mecánica central con clásicos como el Yahtzee, en el que los participantes buscan lograr combinaciones específicas con los dados, teniendo la posibilidad de realizar varios lanzamientos y mantener el valor de aquellos dados que consideren convenientes para alcanzar su objetivo. La emoción radica en la incertidumbre de cada lanzamiento y en la habilidad para tomar decisiones tácticas sobre qué dados conservar y cuáles volver a tirar.

Sin embargo, Piña Coladice no se limita a eso e introduce un elemento espacial a la hora de decidir qué combinaciones buscar. Estas combinaciones están representadas en una serie de posavasos dispuestos en una estructura matricial de cuatro filas y cuatro columnas. Al alcanzar con su tirada una de estas combinaciones, el jugador activo lo marcará colocando uno de sus divertidos cócteles, obteniendo los puntos indicados en el espacio del posavasos. Además, el jugador conseguirá puntos adicionales si el posavasos en el que se coloca el marcador está adyacente a otros posavasos que ya tienen marcadores de su color, lo que añade una capa estratégica a la colocación de los cócteles.

Esto fomenta una planificación más cuidadosa y una visión táctica por parte de los jugadores, quienes deben considerar no solo qué combinación alcanzar, sino también cómo se relacionan espacialmente entre sí para maximizar la puntuación. Este aspecto se lleva aún más lejos, ya que el juego añade una condición de victoria por muerte súbita. Esta condición se activa si un jugador logra formar una línea recta de cuatro posavasos con marcadores de su color, proclamándose vencedor de forma automática, independientemente de la cantidad de puntos que hayan acumulado los jugadores hasta ese momento. Esta regla introduce un elemento de riesgo y recompensa en cada movimiento, obligando a los jugadores a equilibrar la búsqueda de puntos con la necesidad de prevenir una victoria repentina del oponente.

Detalle Puntuación
Detalle Puntuación

Esta dinámica genera situaciones divertidas en las que los jugadores intentan persuadir al jugador activo para que busque una combinación específica con el fin de frenar el avance de un tercero. Si este jugador no atiende a razones, existe el riesgo de que ese otro jugador complete el patrón en línea recta, lo que supondría una victoria automática y dejaría a los demás jugadores con cara de circunstancia. Esta interacción social añade una capa adicional de estrategia al juego, donde la comunicación y la negociación entre los participantes pueden ser tan importantes como la propia tirada de los dados.

De esta forma, se genera una experiencia de juego dinámica y atractiva. Cada turno plantea una serie de decisiones interesantes, como qué dados volver a lanzar tras la primera tirada o qué combinación reclamar en caso de tener varias opciones válidas. El juego anima a los jugadores a anticipar sus movimientos, adelantarse a las estrategias de sus oponentes y adaptarse a la situación del tablero, que cambia constantemente a medida que se colocan los cócteles y se completan las combinaciones. Esta continua toma de decisiones estratégicas mantiene a los participantes conectados a la partida.

A pesar de todo, sigue siendo fundamental recordar que Piña Coladice es un juego de dados donde el azar juega un papel muy importante. Un jugador puede tener una estrategia clara sobre qué buscar en cada turno, pero si la suerte no está de su lado, solo podrá aceptar con gracia el resultado de su tirada e intentar no perder turnos. Esto se debe a que, en esencia, Piña Coladice presenta una dinámica de carrera en la que puede ser más valioso colocar un marcador en cada turno, aunque no se obtengan puntuaciones elevadas, que centrarse únicamente en lograr combinaciones para ganar por la vía directa.

Detalle Hora Feliz
Detalle Hora Feliz

Es por eso que Piña Coladice ofrece una experiencia social atractiva y agradable. Es un juego apto para jugadores de distintos niveles de experiencia, ya que combina una mecánica inicial sencilla para los principiantes (el lanzamiento de dados) con una profundidad estratégica para los jugadores más experimentados, quienes pueden buscar bloquear posavasos que resulten especialmente valiosos para sus oponentes. Esta dualidad lo convierte en una opción interesante tanto para partidas casuales como para encuentros más competitivos.

Aun con su propuesta, Piña Coladice no logra igualar la profundidad de otros juegos de características similares creados por nuestro amado doctor, Reiner Knizia, como Piko el Gusanito (aquí su tochorreseña), Sushi Bar (aquí su tochorreseña) o High Score (aquí su tochorreseña). Si bien es cierto que Piña Coladice introduce un componente espacial distintivo, este mismo elemento establece ciertas limitaciones que reducen el nivel de emoción épica que se puede alcanzar en los otros títulos mencionados.

Esto repercute en la escalabilidad del juego, ya que su funcionamiento óptimo se da con un mayor número de participantes. Con cada jugador menos, la tensión disminuye, llegando a convertirse en una experiencia relativamente descafeinada en un enfrentamiento directo entre dos competidores. La dinámica de bloqueo y la negociación entre varios jugadores se diluyen llega a desaparecer, ganando peso el impacto del azar en detrimento del despliegue espacial y la interacción social.

Detalle Marcador de Cóctel
Detalle Marcador de Cóctel

Como juego de dados ligero, Piña Coladice es uno de esos diseños que se pueden ver mesa con cierta facilidad. Es un juego ágil, rápido y lo suficientemente divertido como para que se encadenen varias partidas. Además, la cantidad de posavasos incluidos es considerable, lo que posibilita la configuración de matrices diferentes en cada partida, añadiendo un punto de variabilidad que se agradece. Pero, por si acaso, se incluye una variante que me parece de obligatorio uso, ya que establece una situación de riesgo si los jugadores no consiguen colocar un marcador en su turno, evitando el tortugueo.

Pasemos a la producción. El juego presenta unos dados translúcidos con una textura particular y cierta rugosidad que no resulta desagradable al tacto. El empleo de cartón poco prensado y de baja densidad para las losetas que simulan posavasos aporta un toque distintivo al producto. Y los marcadores con forma de cóctel distinta para cada jugador es un punto a favor. Todos los componentes se recogen en una caja con un inserto funcional. Además, el reglamento está estructurado de forma clara y no deja lugar a dudas.

En el aspecto visual, el trabajo de Crocotame resulta, como mínimo, peculiar. La portada me parece muy atractiva, aunque aún no logro encontrar la conexión del tucán con la temática del juego (agradecería cualquier pista en los comentarios). Los posavasos también poseen personalidad, lo cual es destacable considerando que son simplemente cuadrados con un patrón de dados en su interior.

Detalle Tirada
Detalle Tirada

Y vamos cerrando. Piña Coladice es un filler de dados que recuerda a varios diseños en el que los jugadores realizan una tirada y pueden volver a lanzar uno o varios de esos dados intentando conseguir determinadas combinaciones. El elemento diferenciador es que estas combinaciones se encuentran desplegadas en un tablero central sobre el que los jugadores intentan posicionar marcadores para maximizar su puntuación y, en última instancia, alcanzar la condición de victoria directa. Es cierto que no termina de escalar bien y que, como es obvio, el impacto del azar es elevado. Pero la realidad es que es un juego divertido, apto para un amplio especto de jugadores y que cumple con su objetivo. Por todo esto le doy un…

Notable

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