Reseña: Dog Park
Introducción
Como paseador de perros sabes que muchos perritos están deseosos de estirar las patas. Será mejor que te pongas tus zapatos de pasear y empaques tus golosinas – va a ser un día ajetreado. Has decidido que vas a llevar a tus queridos perritos de excursión al parque canino para que puedan agitar sus colas. Para ganarte la reputación de ser el mejor paseador de perros, necesitarás muchas golosinas y juguetes. También deberás estar atento a las previsiones y a tus colegas paseadores. No eres el único que trata de atraer a los perros más deseados a su residencia canina y así ser reconocido como el mejor paseador de perros.
Así se nos presenta Dog Park, un diseño de Lottie Hazell y Jack Hazell (siendo este su primer diseño). Publicado por primera vez en 2022 por Birdwood Games, editorial creada para llevar a buen puerto la campaña de financiación que ha posibilitado el juego. De las ilustraciones se encargan Kate Avery, Holly Exley, Dann May (este último ha trabajado en Everdell, Nothing Personal o Planetarium).
Se encuentra publicado en español por Last Level Games (el juego es dependiente del idioma, con texto en prácticamente todos los tipos de cartas). Permite partidas de 1 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 10 años y una duración aproximada de entre 40 y 80 minutos. El precio de venta al público es de 46,95€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español de Last Level Games, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 29,7×29,7×7,2 cm. (caja cuadrada estándar tipo Ticket to Ride), nos encontramos con los siguientes elementos:
- Tablero Principal
- 4 Diales de Subasta
- 4 Marcadores de Paseo
- 4 Marcadores de Prestigio
- Ficha de Paseador Inicial
- 50 Fichas de Collar
- Dado de Automa
- Marcador de Ronda
- 5 Fichas de Modificación de Paseo
- 25 Fichas de Pelota
- 25 Fichas de Palo
- 25 Fichas de Recompensa
- 25 Fichas de Juguete
- 4 Tableros de Paseo
- 18 Cartas Pequeñas (44×63 mm.):
- 11 Cartas de Previsión
- 7 Cartas de Premio de Experto
- 206 Cartas (62,5×88 mm.):
- 163 Cartas de Perro
- 8 Cartas de Ayuda
- 16 Cartas de Bonus
- 10 Cartas de Objetivo
- 4 Cartas de Objetivo
- Reglamento
Mecánica
Dog Park es un peso medio tirando a ligero en el que los jugadores deberán pasear perros y combinar sus efectos para maximizar su puntuación. En cada una de las cuatro rondas que dura la partida, los jugadores entrarán en una subasta ciega por intentar hacerse con alguno de los perros disponibles en el suministro pagando con puntos de victoria. Posteriormente, los jugadores seleccionan perros para pasear siempre que puedan pagar sus requisitos, para, a continuación proceder con una fase en la que se recorre un track en el que se irán obteniendo recursos necesarios para poder pasear perros en la siguiente ronda. Al final de la misma se obtienen o pierden puntos en función de los perros paseados o no paseados. Al final de la partida se obtendrán puntos en función de mayorías por tipo de perros y atendiendo a criterios de puntuación de algunos de estos.
Conceptos Básicos
Comencemos con los Recursos. Los jugadores deberán gestionar cuatro tipos de recursos: Pelotas, Palos, Galletas y Juguetes. Estos recursos serán necesarios para poder pasear perros y, al final de la partida, proporcionarán puntos.
El elemento principal del juego son las Cartas de Perros. Estas cartas muestran en su zona superior izquierda el coste de paseo en los recursos anteriores. En la banda inferior tenemos el efecto del perro. En la zona central encontramos la ilustración del tipo de perro son un fondo del color asociado al tipo.
Existen siete tipos de Perro. Para cada tipo existe una Carta de Experto que bonificará al jugador con más perros de dicho tipo al finalizar la partida. Esta bonificación será distinta para cada tipo de perro.
Los jugadores colocarán estos perros sobre el Tablero de Paseo. Este tablero muestra espacios para tres perros que podrán ser paseados en cada ronda.
Para marcar que un perro es paseado se colocará sobre él un Marcador de Collar. Un perro con un marcador de collar se considerará paseado, y no penalizará al final de la ronda.
Durante la partida los jugadores acumularán Puntos de Prestigio que se anotarán en el track de puntuación con un Marcador de Perro. Estos puntos se utilizarán para adquirir nuevos perros.
Para ello cada jugador dispondrá de un Dial de Puja que permite seleccionar valores del 1 al 5. Este valor corresponderá a los puntos de prestigio que el jugador entregará para conseguir cada perro.
Para marcar qué perro quiere adquirir el jugador así como para progresar por el track de paseo, cada jugador dispone de un Marcador de Paseador.
Al comienzo de cada ronda el track de paseo será ajustado mediante unas Cartas de Bonificación. Estas muestran los distintos espacios del track de paseo sobre los que se colocan marcadores adicionales.
En cada ronda aplicará una Carta de Previsión, que altera ligeramente las reglas que aplican durante el desarrollo de la misma.
El Tablero principal muestra en su zona inferior los espacios para contener a los perros que serán seleccionados en la primera fase de cada ronda. Encima de esta zona tenemos el track de paseo, (que se bifurca a la mitad) con diversas bonificaciones. Encima tenemos el track de progreso, con los espacios para colocar las cartas de previsión. Y en la banda derecha y superior encontramos el track de puntos de prestigio, con casillas numeradas del 0 al 49, junto a una columna donde se colocan las cartas de experto con los puntos que proporcionan al final de la partida.
Finalmente, cada jugador dispondrá de Cartas de Objetivo que se le entregan al comienzo de la partida, debiendo escoger una de ellas. Hay dos tipos: sencillos y avanzados. Los primeros dan menos puntos que los segundos.
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se coloca el tablero principal en el centro de la mesa.
- Se escoge el mazo de cartas de bonificación adecuado al número de jugadores. Se mezcla y se coloca bocabajo a un lado. Se revela la primera carta y se ajusta el track de paseo colocando los marcadores correspondientes en las casillas adecuadas.
- Se mezcla el mazo de cartas de perro y se deja a un lado. Se revela el número de cartas adecuado al número de jugadores.
- Se mezclan las cartas de experto y se colocan en el track de cartas de experto.
- Se coloca el marcador de progreso en la primera casilla.
- Se forma una reserva general con los recursos y los collares.
- Se mezclan las cartas de objetivo y se entrega una carta de cada tipo de objetivo a cada jugador, que debe escoger una de ellas para puntuar al final de la partida.
- Cada jugador escoge un color y recibe: un tablero de paseo, un marcador de puntos de prestigio (que coloca en la casilla de valor 5 del track de prestigio), un marcador de paso, un dial de puja y recursos iniciales (2 palos, 2 pelotas, 1 galleta y 1 juguete).
- Se escoge aleatoriamente al jugador inicial y se le entrega el marcador identificativo.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Dog Park se desarrolla a lo largo de cuatro rondas. Cada ronda se estructura en cuatro fases.
Fase I: Reclutar
En esta fase los jugadores resolverán dos rondas de selección. En cada ronda de selección, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj, cada jugador disfrutará de un turno de selección.
En cada turno de selección, el jugador activo deberá escoger uno de los perros disponibles y colocará su marcador de paseo en la columna correspondiente (si ya hay otros marcadores, se colocarán en fila tras el último que se hubiese colocado) y se escoge una cantidad de puntos de victoria que se pujan (colocándolo en el dial).
Una vez que todos los jugadores han escogido, los jugadores revelan sus diales y se resuelve la subasta:
- Si un perro solo tiene el marcador de un jugador, este retrocede la cantidad de puntos de prestigio que corresponda y lo coloca bajo su tablero personal.
- Si un perro tiene dos o más marcadores de jugador, el perro lo obtendrá aquel que haya pujado un mayor número de puntos de prestigio (en caso de empate, lo obtendrá el jugador que antes se colocase en la columna).
Aquellos jugadores que no hubiesen obtenido perro, deberán escoger, en orden de turno, uno de los perros restantes a cambio de un punto de prestigio.
Tras la primera fase de selección, se repone la hilera de perros revelando nuevas cartas de perro y se procede una segunda vez.
En partidas a dos jugadores, un bot pujará por el perro de la categoría que proporcione más puntos en los premios de experto (si hubiese más de uno, se colocará en el que esté más a la izquierda). Cuando se resuelva la subasta, se lanza el dado y esta es la cantidad de puntos que tendrá que superar el jugador que puje por dicho perro.
Fase II: Seleccionar
Ahora, cada jugador puede escoger de uno a tres perros para pasear en la ronda en curso. Para seleccionar un perro, el jugador deberá devolver a la reserva los recursos indicados en la carta y la colocará en uno de los espacios de su tablero de paseo, colocando un marcador de collar sobre el perro.
Fase III: Pasear
Los jugadores colocan su marcador de paseo al comienzo del track de paseo. Ahora, los jugadores alternan turnos, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj.
En cada turno, el jugador activo desplaza su peón de 1 a 4 casillas hacia adelante (en la bifurcación debe escoger qué ramal escoger) y obtiene la recompensa del espacio en el que finalice el movimiento. Si el espacio estuviese ocupado, el jugador debe pagar 1 punto de prestigio.
De esta forma, los jugadores proceden hasta que alcancen la casilla final. Cuando solo quede 1 jugador en el track, este deberá avanzar al final del trayecto, independientemente de la distancia que le quede por recorrer.
En partidas a 2 jugadores, el peón del autómata se desplaza en tercer lugar, utilizando el dado que indica cuantas casillas avanza dicho peón.
Fase IV: Vuelta a Casa
Se procede de la siguiente forma:
- Cada jugador anota 2 puntos de prestigio por cada perro paseado en la ronda en curso.
- Cada jugador pierde 1 punto de prestigio por cada perro sin collar que tenga en su zona de juego.
- Se desplazan los perros bajo la zona del tablero de paseo.
- Cada jugador recupera el peón de paseador.
- Se retira la carta de previsión de la ronda actual.
- Se revela una nueva carta de bonificación y se ajusta el track de paseo con las fichas correspondientes.
- Se avanza el marcador de ronda.
- Se pasa la ficha de jugador inicial al jugador de la izquierda.
Comienza una nueva ronda.
Fin de la Partida
La partida finaliza al término de la cuarta ronda. Se procede con el recuento final. Cada jugador suma a su marcador de puntuación:
- Cada jugador anota los puntos de sus perros con habilidad de puntuación.
- Se reparten los premios de expertos a los jugadores con más perros de los tipos correspondientes. En partidas a 2 jugadores se tienen en cuenta los perros que hubiese obtenido el bot. En caso de empate, los jugadores empatados obtienen los puntos.
- Cada jugador evalúa su carta de objetivo y anota los puntos que correspondan.
- 1 Punto de victoria por cada cinco recursos sobrantes.
El jugador con más puntos de victoria será el ganador. En caso de empate, el vencedor será el jugador que haya ganado más cartas de experto. Si la igualdad se mantiene, los jugadores comparten la victoria.
Variantes
Modo en Solitario. El jugador se enfrenta a 2 bots y se escogerá una carta de objetivo que el jugador deberá intentar completar. Los bots se comportan como en una partida a dos jugadores.
Opinión Personal
Los juegos con ambientaciones amables, centrados en la naturaleza y los animales se han vuelto una constante en el mundillo. Y es que, al fin y al cabo, cuando uno dedica un rato a jugar, quiere pasar un rato agradable, y tenemos interiorizado que pasear y observar la naturaleza es algo que resulta satisfactorio.
Es por eso que juegos como Wingspan (aquí su tochorreseña), Calico (aquí su tochorreseña), Pradera (aquí su tochorreseña) o Cascadia (aquí su tochorreseña), entre muchos otros, tienen tan buena acogida entre el gran público. Además con unas mecánicas muy similares entre ellos combinando de forma efectiva colecciones, colocación de losetas, draft y/o construcción de patrones.
Están de moda y hay que aprovechar el momento. Esto debieron los Hazell y se lanzaron a la aventura con el juego que hoy nos ocupa. Y no se han complicado mucho la vida. Si Calico tuvo éxito por utilizar como gran reclamo gatitos adorables (escondiendo un buen juego detrás), raro era que nadie hubiese hecho lo propio con los perretes. Vamos a ver cómo les ha quedado este Dog Park, no sin antes agradecer a Last Level la cesión de la copia que posibilita la parrafada que viene a continuación.
Nos encontramos con un diseño en el que los jugadores van a coleccionar exactamente ocho cartas durante las cuatro rondas que dura la partida intentando maximizar la obtención de puntos. Estas cartas representan distintas razas de perro clasificadas según diversos aspectos. Los puntos los obtendremos, por un lado, paseando estos perros (para lo cual tendremos que asumir un coste en recursos) y, por otro, completando objetivos de distinto tipo (propios de las cartas de perro, pues hay algunos que proporcionan puntos al final de la partida; objetivos personales que se escogen al comienzo de la partida; y objetivos generales por los que los jugadores compiten).
Estos perros se van a obtener en una primera fase de la ronda en la que los jugadores compiten en una subasta ciega apostando puntos de victoria (entre 1 y 5). Luego, tendremos que seleccionar hasta tres perros de los que tengamos en nuestra finca para activarlos y que apliquen sus efectos, además de marcarlos como paseados y que no penalicen al final de la ronda por haberse quedado en casa.
Y, finalmente, una fase en la que los jugadores progresarán por un track con movimientos que comprenden de 1 a 4 casillas, obteniendo los elementos representados en la casilla y, en caso de que esta estuviese ocupada, asumiendo un coste por cada rival presente. Una vez todos los jugadores alcancen el final del track, se realiza una fase de mantenimiento y se repite el proceso.
Como veis, nada especialmente original, pues, si Dog Park tiene un problema principal, este es su falta de originalidad. No porque recurra a elementos utilizados hasta la saciedad (al final a nivel mecánico no hay tanto margen de maniobra). Es más bien porque estamos ante prácticamente un homenaje a PARKS (aquí su tochorreseña). En ambos juegos tenemos la misma premisa, se genera la misma dinámica, y cometen los mismos errores (que no son graves, pero son calcados). Enumeremos similitudes.
En los dos nos encontramos con un track en el que los jugadores progresarán con peones deteniéndose en casillas que proporcionan recursos. Recursos que necesitaremos para pagar el coste de las cartas, que son las que dan puntos de victoria. También tenemos un sistema que altera ligeramente la recompensa de las casillas según una carta de configuración que se revela al comienzo de la ronda.
Cuando solo queda un jugador en el track, este se va a ver obligado a saltar al final del recorrido, de forma que se genera esa dinámica de gestión de los tiempos en los que hay que calcular más o menos cuantos turnos te pueden quedar para acelerar o contemporizar en función de las necesidades.
Los jugadores van a recibir una carta de objetivo final que es importante, pero que no parecen estar bien equilibradas, ya que en unos casos conseguir completar el requisito depende mayormente del buen hacer del jugador, mientras que en otros casos la influencia del azar y las decisiones del resto de jugadores pueden llegar a impedir que el jugador alcance ese objetivo, generándose una desigualdad que a veces puede resultar muy injusta. Además, es un conjunto muy reducido de objetivos (aquí había bastante margen de mejora).
Como veis, las similitudes son enormes. Afortunadamente, no estamos ante una burda copia y los autores han intentado poner de su parte para tener elementos que permitan a Dog Park diferenciarse de PARKS (que ya es curioso que también se utilice Park en el nombre del juego que hoy nos ocupa).
El detalle mecánico más relevante es la inversión de la obtención de las cartas. Y es que aquí los jugadores van a obtener las cartas antes de disponer de los recursos, por lo que tendrán que estar muy finos a la hora de seleccionar qué perrete les interesa más en cada uno de los turnos de selección.
Además, esta selección se realiza mediante una puja ciega, de forma que un jugador declarará qué perro le interesa, pero no cuanto está dispuesto a pagar por él. Este es el elemento que más me gusta del juego, porque cuando se revelan los perros disponibles para un turno de selección, rápidamente podemos evaluar qué perros interesan a corto o a largo plazo. Pensad que un perro que no sea paseado en la ronda en la que obtenido probablemente penalizará al final de la ronda (aunque hay acciones en la fase de paseo que permiten solventar la papeleta).
Es por eso que en ese momento cada jugador mirará qué recursos tiene cada jugador y qué perros tiene ya en su zona de juego para calcular qué perros pueden interesarles. Así, si somos jugador inicial y nos interesa un perro cuyo coste no puede ser asumido con nadie, podemos arriesgar colocándonos frente a él y colocando en el dial de puja el menor valor posible. Por contra, si hay un perro que puede interesar a uno o más rivales que actúen a continuación, tendremos que sopesar cuantos puntos estamos dispuestos a hipotecar, teniendo en cuenta que si un jugador pierde la puja, podrá obtener uno de los perros al mínimo coste.
Pero es que un perro no es solo interesante porque podamos pasearlos. Cada uno tiene su efecto particular que nos proporcionará bonificaciones, ya sea durante la fase de paseo (como obtener más recursos al finalizar el movimiento en una determinada casilla), como al final de la partida (proporcionando puntos según diversos criterios, muchos de ellos relacionados con los recursos). Y, además, al final de la partida se proporcionarán puntos a los jugadores que más perros de cada tipo hayan acumulado, teniendo en cuenta que hay categorías que proporcionan una importante cantidad de puntos.
Es cierto que el azar tiene mucho que decir a la hora de desplegar los perros disponibles, no siendo nada descabellado que haya tipos de perros de los que no aparezca ningún tipo. Pero bueno, el juego te da margen de maniobra mediante acciones de intercambio para cambiar perros, lo que permite maniobras muy interesantes como puede ser hacerse primero con perros que nos permitan acumular muchos recursos para, en la segunda mitad de la partida, intentar intercambiarlos por perros que proporcionen puntos de victoria al final de la misma.
La fase de paseo en la que los jugadores obtendrán recursos y podrán realizar estos intercambios también es muy interesante por lo relativamente exigente que aparenta para el tipo de juego ante el que estamos. Y es que un jugador sabe qué perros va a tener de cara a la siguiente ronda y qué perros hay disponibles para la primera fase de selección de la siguiente ronda. Por tanto, como mínimo el jugador tiene que intentar hacer acopio de recursos que permitan sacar a pasear a ese posible perro que obtendremos en la siguiente fase y, de paso, volver a sacar alguno de los que ya hayamos activado para reaprovechar sus efectos.
Un paso en falso durante este paseo (nunca mejor dicho) puede suponer una diferencia difícil de remontar en lo que resta de partida, pues la duración de la misma es muy ajustada. Paseo que, además, se verá condicionado por unas cartas de previsión que alteran ligeramente las normas durante la ronda en curso así como las bonificaciones que potencian y disminuyen los efectos de algunas casillas del track de paseo.
Con todo, creo que Dog Park es un peso medio que escora a ligero que ha sabido aprovechar la inercia del momento en el que se encuentra el panorama lúdico para ofrecer un título efectivo y que funcionará bien para quienes busquen un juego amable con el que pasar un buen rato. No es un juego imprescindible, incluso es probable que, si tienes una ludoteca con dobles dígitos en cuanto a número de juegos, ya tengas cubierto el espectro al que apunta este juego. Pero ya depende un poco de lo que te pueda interesar un tema que, a pesar de no tener gran impacto en el desarrollo de la partida, es muy agradable a la vista. Obviamente, si juegos como PARKS y similares se os quedan cortos, no esperéis que Dog Park vaya a proporcionaros una experiencia de juego muy distinta.
Otro pequeño problema que le encuentro al juego es que los efectos resultan un tanto repetitivos entre los perros. Digamos que, para cada categoría, más o menos vamos a tener el mismo conjunto de efectos. De esta forma, es probable que haya partidas en las que veamos aparecer perros de distintas categorías con el mismo efecto, mientras que otros efectos simplemente no hagan acto de aparición. Como contrapartida, esto eleva ligeramente la variabilidad. Teniendo en cuenta que cada jugador solo va a tener ocho perros como máximo frente a un mazo enorme de más de 150 cartas de perro, es complicado que aparezca la misma combinación aun teniendo efectos similares entre los distintos tipos.
En cuanto a la escalabilidad, recurrir a un sistema de subastas provoca que el juego no escale tan bien, de forma que lo ideal es jugar a cuatro para que haya una mayor competencia y variedad en la fase de selección. A dos jugadores se recurre a un bot bastante simplón que se centrará en los objetivos comunes, por lo que unas veces fastidiará a los jugadores, pero otras casi no entrará en conflicto con ellos. No digo que funcione mal y al final las virtudes del juego siguen aflorando, pero a cuatro jugadores se genera mayor tensión en la fase de selección y cuando eres jugador inicial hay que afinar el tiro. Eso sí, se incurre en el mismo error que en Troyes, ya que a tres jugadores hay un jugador que va a ser dos veces jugador inicial, con la ventaja que ello conlleva a la hora de posicionarse en los perros (a igualdad de puja, gana el orden de posicionamiento). Tendrían que haber aplicado la solución que se utilizó en Las Damas de Troyes.
Pasemos a la producción. Nos encontramos ante una edición retail que mantiene de la versión de Kickstarter los blíster para los recursos. Desgraciadamente, no parecen bien dimensionados, ya que los espacios interiores no dan para contener bien los recursos, teniendo que colocarlos en los espacios externos (hay dos blíster, cada uno con dos espacios externos, suficiente para colocar los cuatro tipos de recursos) dejando las zonas intermedias para colocar fichas de collar que no encajan bien, pero se pueden repartir. Los elementos de madera tienen formas originales, están serigrafiados y la madera es de buena densidad. Las cartas son de buena calidad, con interesante gramaje, muy buena respuesta elástica y textura en lino. El reglamento está aceptablemente bien estructurado, aunque en español parece que se han extraviado algunos párrafos (como en el que se indica que cuando solo quede un jugador en el track del paseo, este debe saltar al final del mismo).
A nivel visual nos encontramos con un trabajo bastante apañado. Lo mejor es la portada, muy sugerente con ese adorable Border Collie. El trabajo es importante, porque son 160 ilustraciones distintas, aunque es cierto que tal vez les falta un punto de adorabilidad, especialmente en aquellas razas que muchos tenemos idealizados. El tablero es funcional y visualmente queda bien cuando se despliega en mesa. Por contra, las cartas de objetivo y de previsión son algo sosas, con un fondo liso sin más ornamentos.
Y vamos cerrando. Dog Park es un buen peso medio-ligero que aprovecha el buen momento del que disfrutan los juegos amables ambientados en la naturaleza y/o los animales. Es cierto que mecánicamente recuerda en demasía a otros juegos recientes y en los que se inspira claramente, pero logra aportar su nota diferencial que lo hace recomendable. Es cierto que para muchos jugadores se puede quedar corto, pero es de esos juegos que te mantiene entretenido en lo que dura la partida (bastante ajustada y que no se llega a hacer repetitiva). Haber utilizado una mecánica de subastas hace que el juego funcione bien de verdad a cuatro jugadores, perdiéndose tensión a medida que reducimos el número de participantes. Se echa en falta una mayor variedad de objetivos y de efectos, pero el enorme mazo de cartas de perro enmascara este aspecto. Por todo esto le doy un…
Gracias por la reseña, impecable. Es un lindo juego para quienes empiezan en este asunto, pero para los que ya tenemos recorrido en esto seguro tendremos muchas mejores opciones de peso medio/ bajo para sacar a mesa.
Exactamente. Yo por ejemplo prefiero Parks porque ocupa menos, y me gusta más visualmente. Pero a nivel mecánico son casi calcados.
Muchas gracias por la excelente reseña. Yo estaba entre este dog y el Parks, pero veía que eran demasiado similares para una ludoteca y lo cierto es que fuera del tema de los perros, creo que me iré por Parks por lo que mencionas!!
PARKS es que mejora bastante con la primera expansión, que le da tal vez un punto mas en cuanto a toma de decisiones.
Justo eso te quería preguntar. Cuál de las expansiones de Parks consideras mejor? Has podido probar todas?
Solo la primera, pero ya le añade un twist con el tema de los campamentos y mejora mucho el tema de los objetivos, además de meter los parques con efectos, que le dan un punto de gracia. Estoy pendiente de pillar la segunda expansión, que anda complicada de conseguir.
¡Precioso y muy entretenido este Dog Park!
El tema de las subastas con los PV nos ha gustado mucho