Reseña: Break the Code
Introducción
Un juego de ingenio rápido y emocionante. Cada turno, elige una pregunta de las tarjetas disponibles y analiza con cuidado las respuestas de los oponentes. Haz tus propias deducciones y es el primer jugador en averiguar la combinación correcta para descifrar el código.
Así se nos presenta Break the Code, diseñado por Ryohei Kurahashi (YOMEN). El juego fue publicado en 2017 por Jelly Jelly Games en una versión en inglés y japones. Posteriormente llegaría una versión de IELLO. De las ilustraciones de esta última versión se encarga Mélanie Walryck, siendo este su primer trabajo en el mundo de los juegos de mesa.
Se encuentra publicado en español por Devir (las cartas de preguntas son bastante dependientes del idioma). Permite partidas de 2 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 10 años y una duración aproximada de unos 15 minutos. El precio de venta al público es de 17,95€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español de Devir, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 18×13×3,9 cm. (caja pequeña tipo Fungi o Port Royal), nos encontramos con los siguientes elementos:
- 4 Pantallas (de cartulina)
- Bloc de Anotación (de papel)
- 20 Fichas de Código (de cartón)
- 21 Cartas de Pregunta (63,5×88 mm.)
- Reglamento
Mecánica
Break the Code es un juego de deducción que funciona de forma distinta según se juegue a dos jugadores o a tres/cuatro. Cada jugador recibirá un conjunto de fichas con números comprendidos entre el 0 y el 9 de dos conjuntos (uno con las cifras en negro y otro con las cifras en blanco, con la excepción de las fichas de valor cinco que son verdes). A dos jugadores el objetivo es averiguar el código del rival, mientras que a tres/cuatro el objetivo es descubrir el código que conforman las fichas sobrantes. Para realizar el proceso deductivo, en el centro de la mesa se dispondrán cartas con una serie de preguntas que los jugadores deberán responder. En base a las respuestas a estas preguntas, los jugadores deberán intentar descubrir la respuesta correcta, de forma que, en su turno, en vez de realizar una pregunta podrá resolver, con el riesgo de, en partidas a 3/4 jugadores, quedar eliminado si falla (a 2 jugadores solo se pierde el turno).
Conceptos Básicos
Empecemos con las Fichas de Código. Son un total de 20 fichas, con dos por cada valor comprendido entre el 0 y el 9. De cada valor, a su vez, habrá un digito en color negro y otro en color blanco, con la excepción del número cinco, que ambos serán de color verde. En cada partida los jugadores recibirán un conjunto de cuatro o cinco fichas para formar su código, debiendo ordenarlos en orden ascendente y con las fichas de color negro por delante de las fichas de color blanco.
Cada jugador dispondrá de una Hoja de Deducción en la que encontramos en la zona superior izquierda los 20 números sobre los que podremos ir tachando para eliminar opciones. Debajo tenemos tres fichas para realizar nuestras deducciones de los códigos de los rivales. En la zona superior derecha encontramos un espacio destinado a escribir la solución a la que lleguemos.
Para realizar el proceso deductivo se dispondrá de un mazo de Cartas de Pregunta. Preguntas que encontraremos en dos orientaciones para una fácil lectura por parte de todos los jugadores según estén sentados en la mesa.
Finalmente, cada jugador dispone de una Pantalla tras la que ocultar su código y su hoja de deducción. Esta pantalla tiene unas marcas para identificar las posiciones del código con las cinco primeras letras del alfabeto, algo que será útil a la hora de responder las preguntas de los rivales.
Con esto tenemos suficiente
Preparación de la Partida
- Se mezclan todas las fichas de código y cada jugador toma 5 de ellas (4 en partidas a 4 jugadores). En partidas a 2 jugadores el resto de fichas se devuelven sin mirar a la caja. A 3/4 jugadores, las fichas sobrantes se dejan a un lado bocabajo. Estas fichas deben ordenarse de menor a mayor y, en caso de tener dígitos repetidos, primero se colocarán los de color negro.
- Cada jugador recibe una hoja de anotación y un lápiz.
- Se mezclan las cartas de pregunta formando un mazo bocabajo y se revelan seis de ellas.
- Finalmente, se escoge al jugador inicial.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida a Break the Code se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de turnos, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj.
En cada turno, el jugador activo deberá escoger una de dos posibles opciones:
- Preguntar. Para ello escoge una de las seis cartas de pregunta y la lee en voz alta.
- A continuación, los jugadores responden:
- En partidas a dos/tres jugadores solo deben responder los rivales del jugador activo.
- En partidas a cuatro jugadores, deben responder todos los jugadores, comenzando por el que se sienta a la izquierda del jugador activo y finalizando por el propio jugador activo.
- Finalmente, se descarta la carta y se repone el suministro revelando una nueva carta.
- A continuación, los jugadores responden:
- Resolver. El jugador anuncia en voz alta el código (en partidas a dos jugadores el código del rival, en partidas a tres/cuatro jugadores el código formado por las fichas dejadas a un lado en la preparacion de la partida). Si el jugador falla en una partida a tres/cuatro jugadores quedarán eliminado (en partidas a dos jugadores simplemente perderá el turno), aunque deberán seguir respondiendo las preguntas de los jugadores que permanezcan en la partida.
Tras esto, el turno pasa al jugador de la izquierda.
Fin de la Partida
La partida finaliza cuando un jugador consigue descubrir el código que corresponda (el del rival en partidas a dos jugadores, el de las fichas dejadas a un lado en partidas de tres/cuatro jugadores).
Se debe completar la ronda, de forma que todos los jugadores que aun permanezcan en la partida puedan disfrutar del mismo número de turnos, aunque solo podrán intentar resolver. Si lo consiguen, la partida finalizará en empate.
Opinión Personal
Bien, hoy vamos a hablar de un pequeño juego de deducción en el que los participantes compiten por descubrir lo antes posible un código secreto mediante preguntas preestablecidas. Vamos a ver qué tal se comporta en mesa no sin antes agradecer a Devir la copia que posibilita esta tochorreseña.
Al comienzo de cada partida en Break the Code, cada jugador recibirá un código compuesto por cinco dígitos (cuatro en partidas a cuatro jugadores). Estos dígitos se encuentran representados en fichas, existiendo dos fichas por valor, cada una con un color (blanco o negro), a excepción de las dos fichas con el digito cinco que se muestran ambas en color verde. Estas fichas se colocarán tras una pantalla y se ordenarán ascendentemente (en caso de dos fichas del mismo valor, va antes la de color negro).
El código a descubrir variará dependiendo del número de jugadores en la partida. De esta forma, a dos jugadores será el código del rival, mientras que a tres o cuatro será el código compuesto por las fichas que no posee ninguno de los jugadores.
Para realizar el proceso deductivo tendremos un mazo de cartas con preguntas obligan a los jugadores a ofrecer cierta información sobre su código. Preguntas del tipo ¿Cuántos dígitos de color blanco tiene tu código? o ¿Cuánto suman los dígitos de las posiciones centrales?
De esta forma, los jugadores irán recopilando información que irán anotando en su hoja de deducción para lograr descubrir los códigos de los demás jugadores. A dos porque es el objetivo, y a tres/cuatro porque es la única forma de poder descartar todos los dígitos que están en posesión de los jugadores.
Lo normal es que en cuatro o cinco turnos, un jugador tenga la suficiente información como para haber dado con la clave y resolver, aunque el resto de jugadores que aún no hayan disfrutado de su turno en la ronda también tendrán la oportunidad de conseguirlo, siendo bastante factible que la partida finalice en tablas (a dos jugadores) o con varios ganadores (a tres o cuatro). Y no tiene mucho más.
Todos los que hayáis jugado a Tricoda o Code 666 habréis apreciado las enormes similitudes entre ambos diseños. Y es que esencialmente se trata de lo mismo variando dos aspectos. El primero es que el código desconocido en el diseño del grandioso Alex Randolph (junto a Robert Abbot) es el del propio jugador, viendo en todo momento el código de los demás. Y el segundo es que las preguntas se hacen sobre lo que ven los demás (incluyendo nuestro código) y no se podrán elegir, sino que salen aleatoriamente al revelarlas del mazo. Pero el proceso deductivo es el mismo, esto es, averiguar mediante discriminación un determinado código reuniendo información suficiente para ser los primeros en dar con la solución correcta.
La ventaja de Break the Code sobre el anterior es que este es un juego que como creo que mejor funciona es a dos jugadores, donde la partida es lo suficientemente interesante y tensa como para dejarte con ganas de echar otra. El flujo de información es el adecuado para tener la sensación de progreso en el proceso deductivo, pero sin llegar a resultar agobiante.
Algo que sí ocurre en partidas a tres y, especialmente, cuatro jugadores. Con más de dos participantes en la mesa cada turno supone anotar dos o tres datos (uno por cada rival) y luego ir entrelazándolos para intentar descartar números, mientras que a dos jugadores simplemente es ir buscando el número que nuestro contrincante tiene en cada posición.
A cuatro jugadores puedes llegar a encontrarte anotando un aluvión de datos que se te aturullan en la mente y no eres capaz de ordenarlos. Eso sí, hay un momento en el que tu cabeza suele hacer clic y empiezas a tirar del hilo porque has logrado identificar un par de dígitos de un jugador concreto. Si te ocurre durante la partida, aun no ganando, disfrutaras de una pequeña descarga de adrenalina que incrementará si eres capaz de resolver, esperando que llegue tu turno con la esperanza de que nadie se adelante y seas el único ganador (aunque como digo, no es para nada descabellado que varios jugadores alcancen la solución en la misma ronda).
Si os gustan los juegos de deducción y queréis un diseño accesible, transportable y entretenido, es una buena opción. Es cierto que no rompe esquemas y claramente se inspira en Code 666, pero cumple sobradamente su función. Yo lo prefiero a dos jugadores porque es más directo y genera menos dolor de cabeza, pero funciona adecuadamente con cualquier configuración.
También hay que contar con que es un juego donde se utiliza información secreta y asumimos que los demás jugadores van a responder correctamente a las preguntas. Hay que tener cuidado a la hora de interpretar las preguntas, porque una respuesta inexacta puede dar al traste con la partida. Y no hablo de hacer trampas, sino de algún descuido. Es conveniente recalcar esto a los nuevos jugadores para que sean especialmente cuidadosos.
Respecto a la rejugabilidad, no se puede olvidar que estamos hablando de un filler, por lo que si abusamos de él en poco tiempo, es posible que no queramos tenerlo en mesa durante una buena temporada. Pero como juego para desengrasar entre sesiones o para llevarlo y echar una partidilla en cualquier lado es una buena adquisición para la ludoteca.
Pasemos a la producción. Las fichas de cartón tienen un grosor adecuado y un prensado aceptable (se destroquelan fácilmente). Las cartas tienen un gramaje decente, textura lisa y una respuesta elástica pasable (no se tienen en mano y se barajan poco, por lo que no es necesario enfundar). Tal vez el mayor defecto que le encuentro es el bloc de notas, demasiado reducido en dimensiones de cara a jugar partidas a tres o cuatro jugadores, donde se hace necesario el uso de simbología para poder anotar las pistas. De hecho, yo habría incluido un conjunto de símbolos para representar la información (sumatorios, colores, posiciones, etc.), porque a poco que se escriba en la hoja, el pequeño espacio destinado a pistas para el código de cada rival se agotará en dos o tres rondas. El reglamento es claro y no deja lugar a dudas.
Y vamos cerrando. Break the Code es un filler de deducción que se inspira claramente en Code 666 dándole una vuelta de tuerca al asunto, conociendo ahora únicamente tu código y teniendo que descubrir el de los demás, también mediante preguntas que se recogen en un mazo de cartas. Es ágil, entretenido y cumple su cometido con solvencia, teniendo como principal ventaja que es a dos como mejor funciona. A tres o cuatro no va mal, pero la avalancha de información puede llegar a agobiar y, si no somos ordenados y/o no recurrimos a símbolos, no hay demasiado espacio en la hoja de anotación. Pero incluso a tres/cuatro puede resultar bastante satisfactorio cuando logramos ajustar parte de alguno de los códigos y de repente todo cobra sentido. Bastante recomendable. Por todo esto le doy un…
Saludos! Has probado como juego de deducción Turing machine?
Aún no. Estoy esperando a la edición en español de Tranjis.