Reseña: Nonaga

Introducción

Un duelo cuerpo a cuerpo. Seis piezas se desplazarán sobre un tablero con un sencillo objetivo: conseguir reunirse. ¡Pero cuidado! El tablero también estará en movimiento, dificultando esta tarea. Materiales mínimos, concentración total, giros sorprendentes.

Portada

Así se nos presenta Nonaga, un diseño de Viktor Bautista i Roca (Go Cuckoo!, Appetizing Castle). El juego fue publicado en 2017 por Steffen-Spiele en una versión en inglés/alemán.

En nuestro país no se encuentra publicado, por lo que tendréis que recurrir a la importación (el juego es completamente independiente del idioma y en la web de la editorial disponéis del reglamento en español). Permite partidas a 2 jugadores, con una duración aproximada de 15 minutos y una edad mínima sugerida de 10 años. El precio de venta al público es de 14€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en inglés/alemán de Steffen-Spiele que la propia editorial nos ha cedido amablemente.

Contraportada

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.



Contenido

Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 11×11×3,5 cm. (caja cuadrada pequeña de tamaño similar a Ringo o Chartae), encontramos los siguientes elementos:

  • 19 Discos de Tablero (de madera)
  • 6 Peones (3 de cada color) (de madera)
  • Reglamento
Contenido

Mecánica

Nonaga es un abstracto para dos en el que cada jugador controla tres peones que se encuentran sobre un tablero formado por piezas circulares. En cada turno, el jugador hará avanzar una de sus piezas en cualquiera de las tres direcciones posibles hasta encontrar un tope (otra pieza o el final del tablero), desplazando posteriormente una pieza circular del tablero a otra posición. Los jugadores alternan turnos hasta que uno de los dos consigue conectar sus tres piezas, proclamándose vencedor.


Conceptos Básicos

Empecemos con los Peones, cuyo movimiento es rectilíneo (en tres posibles direcciones) hasta encontrar un tope (otra ficha o el final del tablero).

Peones

Los peones anteriores se desplazan sobre un tablero conformado por Discos, inicialmente dispuestos en una estructura hexagonal con tres discos por lado. La peculiaridad del diseño es que estos discos serán desplazados por los propios jugadores, teniendo como restricciones el no poder dividir el tablero en dos o más grupos y que una pieza solo es desplazable si tiene al menos dos espacios adyacentes consecutivos libres o, lo que es lo mismo, que el disco pueda ser extraído sin desplazar ningún otro. Obviamente, tampoco podremos desplazar un disco que contenga un peón.

Discos

Con esto tenemos suficiente.


Preparación de la Partida

  1. Se despliegan los discos formando una estructura hexagonal. Para ello, se coloca un disco central y se rodea de otros seis. Finalmente, se un segundo anillo con el resto de discos.
  2. Cada jugador escoge un color y recibe 3 peones. Estos se colocan en vértices alternando los colores, de forma que no haya dos peones de un mismo color en dos vértices consecutivos.
  3. Finalmente se escoge al jugador inicial.

¡Ya podemos comenzar!

Partida Preparada

Desarrollo de la Partida

Una partida de Nonaga se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de turnos alternados por los jugadores, comenzando por el jugador inicial. En cada turno, el jugador activo ejecuta los siguientes pasos en orden:

  1. Desplazar Peón. El jugador escoge uno de sus tres peones y lo desplaza en línea recta en cualquiera de las tres direcciones hasta encontrar un obstáculo o el final del tablero. Al menos debe desplazarse una casilla.
  2. Desplazar Disco. El jugador escoge un disco libre (sin peón) y que tenga al menos dos espacios adyacentes consecutivos libres y lo coloca en otra parte del tablero, adyacente a al menos otros dos discos.

Importante: no está permitido desplazar el disco que movió el rival en el turno anterior.

Tras esto, el turno pasa al jugador contrario.

Detalle Tablero

Fin de la Partida

La partida finaliza cuando un jugador consigue formar un grupo con sus tres peones, esto es, cada uno de estos peones está adyacente a al menos otro peón de su color, proclamándose vencedor.


Opinión Personal

Hoy toca analizar otro de esos abstractos (abstractos de verdad) que la editorial Steffen-Spiele produce de forma casi artesanal. Diseños minimalistas y elegantes que, en muchas ocasiones, sorprenden por lo mucho que ofrecen con tan poco. Vamos a ver si este Nonaga pertenece a este grupo.

El objetivo de los jugadores es bien sencillo: reunir sus tres peones en casillas conectadas entre sí, esto es, que cada peón esté adyacente a al menos otro peón de su color. El primero en conseguirlo se proclamará vencedor. En cada turno, el jugador activo escoge una de sus piezas y la desplaza en línea recta hasta encontrar un obstáculo o el fin del tablero, inicialmente hexagonal (con tres casillas por lado).

Digo inicialmente porque el segundo movimiento que debe ejecutar un jugador en su turno es desplazar una de las fichas del tablero a otra posición. Y aquí es donde Nonaga expande sus posibilidades, siendo casi más importante este segundo movimiento que el primero.

Y es que, combinacionalmente, despista que el tablero altere sus dimensiones a la hora de evaluar los movimientos de los que va a disponer el rival en su siguiente turno para actuar en consecuencia.

Detalle Tablero

De esta forma, se desarrolla un toma y daca constante en el que los bloqueos son vitales y hay que tener mucho cuidado donde finaliza el movimiento de la pieza que desplacemos, porque podemos estar generando un obstáculo donde menos nos conviene permitiendo que el rival conecte dos piezas.

Los turnos se alternarán hasta que un jugador consiga el objetivo, estando aquí el mayor defecto que le encuentro al diseño. Y es que al tener un tablero moldeable, los jugadores pueden llegar a situaciones de bucles que alarguen la partida más de lo necesario, requiriendo que un jugador se salga del guion para que ocurran cosas distintas.

Es de esos juegos que, mientras estás en la partida, te dan buenos momentos, te hacen pensar un rato cada movimiento pero sin llegar a generar grandes bloqueos mentales. Simplemente que cuando acabas la partida no te deja poso y sientes que tal vez con algún giro de tuerca más podría haber quedado algo más interesante.

Con todo, es un juego agradable, supertransportable y que para echar partidas cortas no está nada mal. También puede ser una buena opción para introducir a nuevos jugadores (especialmente a los más pequeños) a este género.

Por nombrar algunas referencias, el tema del tablero modificable recuerda en cierto aspecto a ZÈRTZ (aquí su tochorreseña), por aquello de tener que quitar un disco como segundo movimiento en cada turno, aunque en este caso se recoloque en otro espacio, algo que le resta drama al asunto en comparación, ya que en el juego de las canicas del Proyecto GIPF que cada vez haya menos terreno de juego es un agobio absoluto.

Detalle Tablero

La rejugabilidad es la habitual en los juegos abstractos, con una variabilidad nula (la disposición inicial es siempre la misma), quedando en el conflicto entre los jugadores las ganas de tenerlo en mesa a menudo. Su virtud es que es casi un microjuego y que las partidas pueden acabarse en un suspiro si uno de los contrincantes comete algún error.

Pasemos a la producción. Nos encontramos con unos materiales sobrios, con unos discos de madera que no parecen tener mucha densidad, aunque cumplen con su cometido. Los peones si tienen más cuerpo y aguantan perfectamente en su posición. El reglamento está perfectamente estructurado y no deja lugar a dudas, apoyándose en numerosos ejemplos.

Y vamos cerrando. Nonaga es un abstracto para dos muy minimalista, con pocos componentes y menos reglas aun, ideal para llevar en un bolsillo para disputar partidas rápidas en cualquier sitio. Le falta un giro de tuerca para de verdad dejar poso y que las ganas de tenerlo en mesa sean mayores. Por todo esto le doy un…

Aprobado

5 comentarios

  1. A mí me gusta, es entretenido y con todos los que he jugado quieren jugar unas cuantas partidas más nada más acabar la primera…porque te picas si pierdes….jeje. Si os gustan los abstracto y sencillos en reglas mi opinión es que es muy recomendable

  2. Buena reseña. Mucho mucho antes de que el juego se editara, me hice un saquito con arandelas y 6 fichas de Go que me acompaño largo tiempo en el bolso. Sigo pensando que es una maravilla de juego, una pequeña genialidad por su sencillez y por lo mucho que ofrece.

  3. Has sido tu peor prejuicio. Este juego salió posteriormente a Ringo.

    La principal diferencia uno respecto al otro es que los discos son neutrales y en Ringo no (hablamos de los aros).

    Podríamos compararlos con más cosas y sacarles más diferencias pero teniendo ambos, creo que Nonaga es más mucho más redondo que su posterior aunque el batería de The Beatles (xD) ofrezca un punto extra de complejidad que a mi, personalmente (y puede que a ti también), te agrade más.

    No obstante, este juego consigue lo mismo que el Hive: aunque exista grado de experiencia entre los jugadores no se necesiten 200.000 partidas para eliminar esa diferencia.

    Pd. Ringo por encima que Nonaga

    1. Cuestión de sensaciones. A mi Ringo me parece más interesante al tener un desarrollo expansivo y menos limitado.

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