Reseña: Modern Art
Introducción
Vender y comprar pinturas es un negocio muy lucrativo, al menos así nos lo ha hecho creer Hollywood y esa es la premisa del juego. Asume el papel del dueño de una famosa galería de arte. Intenta obtener el máximo beneficio posible subastando obras maestras creadas por diez grandes artistas tanto modernos como renacentistas. Para ganar habrá que vender las pinturas al máximo precio posible, así como comprar las pinturas vendidas por otros, invertir en obras que incrementaran su valor con el tiempo es siempre una estrategia recomendable. Pon a prueba tu perspicacia para descubrir cual será la obra de arte más cara.
Así se nos presenta Modern Art, un diseño de Reiner Knizia (Amun-Re, Medici, Ra, High Society). El juego fue publicado por primera vez en 1992 por Hans im Glück en una versión en alemán. Posteriormente ha sido licenciado por numerosas editoriales.
En nuestro país se encuentra publicado en español por Arrakis Games (aunque el juego es completamente independiente del idioma a excepción del resumen tras las pantallas y el reglamento). Permite partidas de 3 a 5 jugadores, con una edad mínima de 10 años y una duración aproximada de 45 minutos. El precio de venta al público es de 59,95€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español de Arrakis Games, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 31,4×22,4×7,2 cm. (caja rectangular estándar tipo Agricola o Caylus), nos encontramos con los siguientes elementos:
- Tablero de Valor de Mercado a doble cara (de cartón)
- 94 Monedas (en valores de 1, 5, 10, 20, 50 y 100) (de metal)
- Bolsa (de tela)
- 12 Marcadores de Valor de Mercado (de cartón)
- 5 Pantallas de Jugadores (de cartulina)
- Maza con Pedestal (de madera)
- Atril (de madera)
- 140 Cartas (63,5×88 mm.):
- 70 Cartas de Arte Moderno
- 70 Cartas de Arte Renacentista
- Reglamento
Mecánica
En Modern Art los jugadores son marchantes de arte y su objetivo es colocar cuadros de diversos artistas para acumular la mayor cantidad de dinero posible. Cada cuadro tendrá asociado un tipo de subasta distinta (máxima puja sin orden, única ronda, puja ciega o con precio establecido). Así en cada turno el jugador deberá sacar a subasta una carta. Si el ganador es otro jugador, el jugador en turno recibirá la suma de dinero, mientras que, si es él mismo, pagará el dinero a la banca. Cuando se ponga en juego la quinta carta de un artista, la ronda finaliza y se determina de qué tres artistas han salido más cuadros, dotándolos de cierto valor que, además, se acumulará para el resto de rondas. Así durante cuatro rondas, recibiendo los jugadores nuevas cartas en la segunda y en la tercera (en la cuarta no).
Conceptos Básicos
Empecemos por el eje del juego, las Cartas de Obras de Arte. Encontraremos a cinco artistas, cada uno con una serie de lienzos representados en cartas cuya banda superior, además de mostrar el nombre del cuadro y el nombre del artista sobre un fondo de color asociado al mismo, un símbolo en la esquina superior derecha que representa el tipo de subasta que desencadena al ponerse en juego. Estas cartas estarán inicialmente en la mano de los jugadores e irán siendo jugadas en los turnos de los jugadores. Cuando salga a subasta la quinta carta de un mismo artista se detonará el final de la ronda.
El objetivo fundamental de los jugadores es intentar acabar la partida con la mayor cantidad de Dinero posible. Este dinero, representado por monedas, se utilizará previamente para adquirir las obras que sean subastadas, teniendo en cuenta que, si la subasta la gana el jugador activo, pagará a la reserva general, mientras que si la gana un jugador distinto del activo, pagará el montante total al jugador activo.
Cada jugador dispondrá de una Pantalla que, además de servir como hoja de referencia, esconderá el dinero que posee cada jugador en todo momento (es información privada).
El valor de las obras en cada ronda dependerá del número de obras sacadas a subastas de los distintos artistas. Así, de los cinco posibles, habrá hasta 3 que serán considerados artistas de moda, asignándose un valor de 30, 20 o 10 a dicho artista según la clasificación relativa entre ellos, que se indican mediante Marcadores.
Estos marcadores se colocarán sobre un Tablero que muestra una columna por artista y cuatro filas (una por ronda). Al final de cada ronda, en la fila correspondiente, se colocarán los marcadores de valor a los artistas correspondientes. En caso de empate a obras, estará por delante el artista más a la izquierda en el tablero de entre los empatados.
Por último, el jugador inicial recibirá un Mazo y un Pedestal, ya que es el organizador de la siguiente subasta.
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se escoge el juego de artistas.
- Se coloca el tablero por la cara correspondiente.
- Se forma una reserva con las monedas.
- Se apilan los cuatro marcadores de valor por tipo.
- Se deja a un lado el atril.
- Se baraja el mazo de cartas y se reparte a cada jugador un numero de cartas dependiente del número de jugadores (10/9/8 cartas en partidas de 3/4/5 jugadores).
- Cada jugador recibe una pantalla y monedas por valor de 100$.
- Se escoge al jugador inicial de forma aleatoria y se le entrega el mazo y el pedestal.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Modern Art se desarrolla a lo largo de 4 rondas. En cada ronda, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj, los jugadores alternan turnos.
En cada turno, el jugador activo sacará a subasta una carta de su mano. El tipo de subasta estará indicado en la propia carta, teniendo en cuenta que siempre la puja mínima es 1$, no pudiendo pujar una cantidad que el jugador no pueda pagar. El ganador de la subasta obtendrá la carta, pudiéndose dar dos situaciones:
- Si es el jugador activo, pagará la cantidad de dinero a la reserva.
- Pero si es otro jugador distinto, pagará la cantidad de dinero al jugador activo.
Tras esto, el turno pasa al jugador de la izquierda. La ronda finaliza cuando se saca a subasta la quinta carta de un artista concreto (carta que no se subasta, pero se tiene en cuenta a la hora de evaluar el peso de los artistas). Si un jugador se queda sin cartas, se saltará su turno, pero podrá pujar en el resto de subastas.
Así, en la fila correspondiente a la ronda actual se colocarán los marcadores de valor en la columna de los artistas que más cartas en juego (30 en la columna del artista con más cartas, 20 en el artista con la segunda mayor cantidad de cartas en juego y 10 en el artista con la tercera mayor cantidad de cartas en juego). En caso de empate, la ficha de mayor valor se colocará en el artista situado más a la izquierda. Si hay menos de tres artistas con cartas en juego, los marcadores de menor valor quedarán desiertos (no se colocan en ninguna columna). Si todos los jugadores se quedan sin cartas, la ronda finaliza cuando se ponga en juego la última carta de entre todas las manos.
Tras esto, solo los cuadros de los artistas de moda en esta ronda tendrán valor (sumándose todos los marcadores que haya en su columna), recibiendo cada jugador la cantidad de dinero correspondiente según el artista (las cartas se descartan). Los cuadros de los artistas que no hayan recibido un marcador de valor en esta ronda tendrán un valor 0 (se descartan directamente) aun cuando tuviesen marcadores de valor de rondas anteriores.
Como último paso, y a no ser que solo quede una ronda por jugar, cada jugador recibe nuevas cartas según el número de jugadores (6/4/3 cartas en partidas de 3/4/5 jugadores). Tras esto, comenzaría una nueva ronda, estando en posesión del turno el jugador siguiente al que detono el final de la ronda.
Los tipos de subastas que se muestran en las cartas son:
- Subasta Abierta. Sin orden alguno, los jugadores subiendo la puja hasta que, esperando un tiempo prudencial, nadie mejora la última oferta, siendo esta la ganadora.
- Precio Cerrado. El jugador activo establece un precio y, comenzando por el jugador de la izquierda y continuando en el sentido de las agujas del reloj, cada jugador puede aceptar ese precio y pagar, siendo el jugador activo el último en poder aceptarla si ninguno de sus rivales lo ha hecho.
- Puja Única. Comenzando por el jugador de la izquierda al jugador activo y continuando en el sentido de las agujas del reloj, cada jugador puede hacer una única puja (debe mejorar la puja anterior) o pasar. Una vez todos los jugadores han tenido una oportunidad para pujar, el mayor postor obtendrá la carta.
- Puja Ciega. De forma simultánea y en secreto, cada jugador esconde en su puño su puja. Una vez que todos los jugadores han escogido, revelan la cantidad pujada y el mayor postor obtendrá la carta. En caso de empate, la carta la obtiene, de entre los empatados, el que se encuentre más cercano al jugador activo (incluido el mismo).
- Doble. El jugador pone en juego una segunda carta del mismo artista, siendo el tipo de subasta de este segundo cuadro el que se active, aunque se subastaran las dos cartas en un lote. Si el jugador activo no pone en juego una segunda carta, el resto de jugadores, comenzando por el jugador sentado a la izquierda del jugador activo y continuando en el sentido de las agujas del reloj, puede jugar esa segunda carta. Si nadie juega la segunda carta, el jugador activo gana la carta de forma gratuita. Es posible detonar el final de la partida al jugar un lote, que no se subastaría.
Fin de la Partida
La partida finaliza al término de la cuarta ronda. El jugador con más dinero será el vencedor. En caso de empate, se comparte la victoria.
Variantes
- Variante para Tres: se reparten cartas como si hubiese 4 jugadores, siendo el cuarto jugador un jugador fantasma. El ganador de una subasta puede escoger si mostrar o no la carta superior de la mano del jugador fantasma. Las cartas mostradas por el jugador fantasma no se subastan, pero cuenta para determinar los artistas de moda y pueden disparar el final de la ronda.
- Variante para Dos: se reparten cartas como si hubiese 4 jugadores. El tercer y cuarto jugador serán jugadores fantasmas. Al final de cada turno, el jugador activo escoge uno de los dos mazos y revela la carta, que no se subasta pero cuenta para determinar los artistas de moda. Las cartas dobles solo se pueden jugar si el propio jugador tiene una segunda carta del mismo artista y la añade al lote.
Opinión Personal
Ya lo he comentado en muchas tochorreseñas, pero no me cansaré de repetirlo. Knizia es simple y llanamente un genio. Es cierto que su producción es tan vasta que no todo puede ser bueno, pero el nivel de acierto del doctor en matemáticas por la Universidad de Ulm es sencillamente alucinante. Uno empieza a enumerar juegos que alcanzan el sobresaliente o lo rozan y es complicado encontrar otro autor que se le acerque.
Es cierto que su época gloriosa ya pasó, pero Knizia se nota las tablas que tiene y hoy en día sigue en forma, con muchos nuevos buenos juegos y variopintas nominaciones a premios prestigiosos. Afortunadamente, las editoriales no se olvidan de sus incunables y con cierta periodicidad se lanzan versiones remozadas de sus clásicos. Y precisamente es el caso que hoy nos ocupa.
Y es que hay que remontarse hasta 1992 para encontrar la primera edición de este Modern Art, juego que, junto a Ra (aquí su tochorreseña) y Medici (aquí su tochorreseña), conforman lo que se conoce como Trilogía de Subastas del diseñador alemán. Vamos a ver cómo se comporta en mesa, no sin antes agradecer a los chicos de Arrakis Games la cesión de la copia que posibilita la tochorreseña que estáis a punto de degustar.
En Modern Art asumimos el papel de un marchante de arte con el objetivo de obtener la máxima rentabilidad posible a lo largo de cuatro tensas rondas. Al comienzo de la partida (y de varias rondas) los jugadores recibirán cartas con lienzos de cinco artistas. Los jugadores alternarán turnos sacando a subasta una carta de su mano. El ganador de la subasta pagará el postor ofrecido para hacerse con la obra, con la particularidad de que si no es el jugador activo el que se hace con la obra, deberá pagar esta cantidad al jugador activo (si es el propio jugador el que se queda su carta, pagará a la reserva).
El final de la ronda se detonará cuando un jugador saque a subasta la quinta carta de un artista (que realmente no se subastará). Entonces se evaluará los artistas de moda en la ronda, esto es, aquellos tres artistas (de los cinco) de los que se han sacado más obras a subasta. En esta clasificación relativa, a cada artista se le asignará un marcador de valor (30 al que más obras tenga en circulación, 20 al segundo y 10 al primero), para, acto seguido, vender todas las obras, teniendo en cuenta los marcadores que cada artista hubiese obtenido en rondas anteriores, recibiendo cada jugador el valor de cada obra de la reserva general.
La peculiaridad será que las obras de los dos artistas que no estén de moda no tendrán valor, independientemente de si en rondas anteriores si fuesen autores de moda y hubiesen acumulado marcadores de valor. Así hasta que la cuarta ronda finalice, comprobando qué jugador ha logrado acumular más dinero, proclamándose vencedor.
Hasta este punto ya hemos degustado algunas de las pinceladas de genialidad, como el tema de la importancia de los artistas o el pago de las pujas al jugador activo si es un jugador distinto el que se hace con la obra subastada, que permite jugar con las cartas, que unas veces sacaremos a subasta buscando que nos la compren y otras ser nosotros los que la mantengamos intentando pagar lo mínimo posible.
Pero falta lo más importante del diseño, esto es, las subastas. El eje fundamental del juego se nos descubre como una especie de «Juegos Reunidos» de las subastas, ya que en una misma caja encontramos cuatro tipos de subastas distintas. Así tenemos subastas libres (sin orden y con todos ofertando simultáneamente), puja única (con un orden determinado), puja ciega (simultanea entre todos los jugadores) o con precio fijado por el jugador activo. Si os gustan las subastas, con Modern Art te ofrece una versatilidad poco habitual.
Uno de los problemas habituales con los juegos con mecánica de subastas es que resulta complicado calcular el retorno de inversión, esto es, evaluar el riesgo que se asume a la hora de invertir, de forma que no se ofrezca más dinero del que luego se va a conseguir mediante los elementos obtenidos. Y claro, hacer esta evaluación en cuatro tipos de subastas distintos complica ligeramente el tema.
En este caso, sin embargo, gracias al sistema de artistas de moda en cada ronda, los jugadores pueden evaluar a priori cuanto es el valor máximo que una obra podría alcanzar, abriéndose un nuevo plano en el que la gestión de la mano se convierte en fundamental. Y es que la clave del juego es saber cuándo poner en juego a una obra de un determinado artista y, sobre todo, detectar qué tres artistas van a tener valor para intentar pujar para aumentar beneficios.
Detalles tan sutiles como el intentar jugar una carta x2 (que debe ser jugada junto a otra) intentando apurar para que ningún otro jugador pueda completar el lote y la obtengamos de forma gratuita. O guardarnos dicha carta junto con otro para, llegado el caso, detonar el final de la ronda de forma anticipada al haber tres cartas de dicho artista en juego.
Para mí el mayor problema que le encuentro al juego (que para otros puede ser una virtud) es ese progreso conjunto que se genera al ir jugando cartas. Es posible que en una ronda nos veamos abocados a intentar pujar por un determinado artista que no queríamos porque los astros se han alineado y muchos jugadores han decidido que un determinado artista iba a convertirse en el favorito de la ronda. Esto da pie a situaciones extrañas en las que hay rondas que se resuelven a la velocidad del rayo, con uno o dos turnos como máximo por jugador, y otras en las que las manos llegan prácticamente a agotarse.
Vendría a ser algo parecido a la detonación del final de la partida en High Society (aquí su tochorreseña), pero Modern Art es algo más que un filler (tampoco mucho más), y estas fluctuaciones en la ronda pueden generar cierta frustración. Sobre todo porque en este caso depende de los jugadores (en High Society depende completamente del azar). Es cierto que en determinadas ocasiones le aporta un plus de tensión y el juego se presta a intentar sacar a relucir nuestra capacidad de persuasión, argumentando al jugador activo qué carta debería jugar y por qué. Pero ya se da bastante en las subastas.
Otro aspecto que puede jugar en su contra es que las partidas se pueden alargar y caer en la reiteración. Tal vez le habría sentado bien una variante corta reduciendo el número de cartas en el mazo (para no perder el equilibrio entre los tipos de subastas y tal). Pero bueno, jugado con brío, es un peso medio-ligero entretenidísimo. Obviamente si las subastas no son lo vuestro, no os acerquéis a Modern Art.
Hablemos de la escalabilidad. Es un juego que funciona aceptablemente bien en todas sus configuraciones, aunque lo suyo es que haya al menos cuatro participantes para evitar situaciones en las que un jugador se descuelgue económicamente y quede a merced de los otros dos. No he probado la variante a dos jugadores, pero no me atrae en absoluto, ya que se pierde ese punto de interacción y de toma de decisiones que se tiene de tres en adelante.
En cuanto a la producción, en esta ocasión tenemos la edición «de lujo» que ha publicado Arrakis Games a partir de la edición coreana. Y, aunque tiene componentes muy vistosos, hay algunas sombras. En el lado de los aciertos, fundamentalmente ese mazo con pedestal que funciona como marcador de jugador activo y que le da un punto a cada subasta al golpear cuando se declara a un ganador. Luego las monedas, que si bien son de latón, tienen grabados interesantes (ojo a los 100 Knizias) y la cantidad de ellas es generosa. En el lado de lo mejorable, los elementos de cartón no son especialmente gruesos y el prensado es algo pobre, las fichas de valor solo están impresas por una cara y las cartas tienen un gramaje justito, con una textura lisa y una respuesta elástica aceptable (toca enfundar). El reglamento está bastante bien estructurado y no deja lugar a dudas. Creo que una edición de lujo (teniendo en cuenta los estándares actuales) tendría que haber ofrecido algo más.
En cuanto al aspecto visual, Modern Art es un juego en el que los artistas son reales, por lo que no se puede destacar gran cosa más allá del diseño gráfico. En la edición de Arrakis las cartas tienen una banda con un color bien diferenciado y el símbolo de cada subasta, algo que mejora a la edición coreana. También es un plus el que se hayan sustituido a los artistas asiáticos por artistas renacentistas. La portada tal vez es demasiado sobria, pero no está mal.
Y vamos cerrando. Modern Art es un diseño que vendría a ser un «Juegos de Subastas Reunidos». Una conjunción de variantes a la hora de ofrecer pujas que, combinado con un sistema de gestión de la mano interesante dan como resultado uno de los diseños de Knizia más sólidos. Como mayores pegas le podemos encontrar que tal vez se puede hacer algo repetitivo y que el flujo de las rondas es algo irregular y en algunas ocasiones puede dejar una sensación agridulce. La edición de Arrakis Games no está mal, con monedas metálicas y un mazo que le da un sabor especial a las partidas. Si os gustan los juegos de subastas o queréis tener uno que abarque un amplio abanico en dicho género, este Modern Art es una magnifica opción. Por todo esto le doy un…
Me sabe a poco ese notable. Excepto Rá, no veo un juego de subastas mejor que Modern Art. ¡Forza Knizia!
High Society para mi es mejor como juego de subastas. Mas contenido, mas elegante, más dramatico. Y Modern Art está ahí a medio camino entre un filler y un peso medio, y el problema que le veo es que a lo mejor se alarga un un poco para lo que es. Pero sin duda es un gran juego.
High Society tiene más maldad, menos artificios, más directo, más rápido y más asequible en cuanto dinero y espacio. Pero, por contra, Modern Art puede ser una fiesta si se hace el tontaco o se rolea un poco, es decir, es más grupo-dependiente que no quiere decir que sea peor, sino que no se puede jugar con personas de velatorio.
Para mi juegos muy diferentes, aunque compartan mecánicas y peso.
Buena reseña como siempre 🙂
Gracias
Lo del mazo la verdad es que es un punto, sobre todo cuando sale una subasta libre xDDD
¿Alguien ha dicho 30??? ¿He oido 30??? ¿Nadie da 30? Adjudicado al señor mustio por 29 😛
Gran reseña, como siempre, muy buen trabajo tanto de análisis como de fotografía. 👌🏻
Modern Art lo tenemos en ludoteca (edición Cmon) y es un gran juego de subastas, pero para mí quizá la opción para sacar a grupos algo más “jugones”.
Estoy de acuerdo en que High Society me parece mejor juego en sí, por supuesto más elegante (edición Osprey, con arte espectacular de Medusa Dollmaker..) y más versátil por así decirlo, lo he sacado a grupos más variados, incluidos algunos con menos experiencia y ha triunfado siempre, los dramas de subastas inversas o el giro final penalizando al que menos dinero le queda, son geniales y sorprenden para bien.
Aparte de estos dos, para completar cupo subastas en la ludoteca, tenemos Hollywood Golden Age y For Sale. Cada uno destinado a sacar con diferentes grupos y/u ocasiones.
Recomendarías algún otro que creas que pueda aportar más en este rango, para incluir próximamente ?
Un saludo!
Como indicaba el compañero Tiratu, Ra es también un juego especial, con la particularidad de las pujas cerradas por los valores y con una mecánica de push your luck que lo hace muy original. A los que indicas sería el que añadiría. Además tiene la particularidad de que a 2 no va mal (aunque mejor al máximo de jugadores).
A nosotros nos ha encantado, la primera partida fue a 4 y se ve que se maneja más dinero, pasamos de los 500 knizias. A 5 íbamos todos más justos y la cosa estuvo en 350 knizias. El grupo ayuda mucho, hay que tener ese punto de descaro. Habrá que encontrar ese High Society, ya que me encantan las subastas y parece ser más stand-alone que este Modern Art. Aunque no termino de estar de acuerdo en que el final de la partida sea peor por depender de los jugadores, porque se masca la tensión: » joé la gente no cierra y estos Da Vincis que tengo a este paso se quedan fuera de los más populares», «al que está a mi lado le interesa cerrar a Boticcelli, voy a jugar un Van Eyck doble para empatar con este, ser el segundo y hundir al tercero que además ha amasado muchos marcadores» y así todo el rato. En lo de la producción sí coincido, unas cartacas de tarot con un buen gramaje habrían venido genial, y ya que estaban podrían haber hecho en latón o en plan lingote de madera los marcadores de mercado.
Una única duda respecto al juego que no me quedó muy clara en el reglamento: en la subasta a puño cerrado indica que, en caso de empate, es el jugador cercano más a izquierdas del subastador el que se la lleva. Pero si empata el subastador me quedo con la duda… ¿no sería más fácil indicar en el reglamento que «Si el que empata es el subastador será el propio subastador el que se lleve la carta»? En otras partes del reglamento sí hacen referencia de forma explícita a quién se la lleva.
Juegazo! Aunque como filler vitaminado que es, intentaremos espaciarlo o jugarlo tras un Brass o un Alta Tensión para reírnos a tope. Aunque dudo que se queme porque delega en los jugadores y somos muuy competitivos xD. De Knizia tengo también el Samurai y me parece redondo, a ver si encuentro para probar también el Ra.
Un abrazo.
Es la clásica discusión de al traducir la expresión. En la mayoría de los casos, cuando se hace referencia a la cercanía, se quiere hablar de quién está en posesión del turno. Con mas palabras queda mas claro, pero es así. Un saludo!!
Gran reseña como siempre. Lo compré pq no tenía ningún juego de knizia y la verdad es que me gustó bastante. Por cierto el juego me vino con una moneda de 10 de más (creo que Van Gogh) y venía en color plateado en lugar de dorado como el resto.
Ua, una copia exclusiva 😛
Si no tienes mas juegos de Knizia, tienes un filón por explotar!!! Que suerte!!
Échale un ojo a juegos como Ra, Tigris & Eufrates, Genial, High Society, El Dorado, Blue Lagoon, Exploradores, Samurai, Winner’s Circle o Schotten Totten/Battle Line.
Saludos!!
Y por poner la nota discordante, siendo este un buen juego y que me gusta, ¿no dejan que desear en cuanto a calidad varios de los juegos de arrakis? Tiene algun elemento con muy buena calidad o visual y luego el resto, sobre todo las cartas y troqueles, son muy pobres o justitos.
Por cierto teniendo los pintores que tenemos en nuestro pais no entiendo como en vez de la baraja renacentista no una patria con los goya, velazquez, picasso, sorolla…. la version coreana tiraba por sus artistas, imagino sera por tiron comercial, lo de incluir a los renacentistas, pero siendo empresa de aqui no hubiera estado mal ese guiño.
Asi que resumiendo, buen juego pero que por añadir una maza (que en tiendas online vale 4 euros) dobla el precio de la edicion de cmon por ejemplo y no aporta nada nuevo ni mejor. Podrian haberle sacado algo de juego al segundo mazo con alguna asimetria almenos o algo o alguna variante o modificador en las subastas.
Tal vez porque no tienen tanto tirón. Es cierto que podrían haber hecho un quinteto del siglo de oro. Pero bueno, el renacimiento y los euros están muy ligados :p