Reseña: Titularing
Introducción
Los jugadores se convierten en redactores de un periódico, teniendo como objetivo encontrar el titular más impactante para encabezar la siguiente noticia que será publicada. Titulares divertidos, originales y provocativos a partir de 4 letras y un tema de entre los posibles. Hay que pensar con rapidez porque, al cabo de tres minutos, los jugadores tendrán que parar y el mejor titular será escogido.
Así se nos presenta este Titularing, un diseño publicado en 1990 por Fournier del que se desconoce su autoría o quién se encargó del diseño gráfico. Permite partidas de 2 a 12 jugadores (aunque se pueden formar equipos), con una edad mínima sugerida de 14 años y una duración aproximada de unos 30 minutos. El juego está totalmente descatalogado y solo se puede conseguir de segunda mano. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la edición de Fournier.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartulina de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones ×× cm. (caja rectangular grande de tamaño similar al de juegos como 1666 The Great Fire of London), encontramos los siguientes elementos:
- 110 Cartas (56×87 mm.):
- 55 Cartas de Letra
- 55 Cartas de Tema
- Inserto/Soporte de Cartas
- 60 Fichas de Puntuación (de plástico)
- 4 Blocs de Notas
- Reloj de Arena de 3 Minutos
- Reglamento
Mecánica
Titularing es un party game en el que los jugadores se convierten en redactores de un periódico y deben escribir titulares de cuatro palabras. Para ello se dispone de dos barajas: una con una serie de temas con los que deberán concordar los titulares, y otro con letras, revelándose cuatro de ellas para cada titular, siendo imperativo que cada una de las palabras del titular comience por cada una de las letras reveladas y manteniendo el orden en el que las letras fueron reveladas. En cada ronda un jugador ejercerá de editor jefe, recolectando los titulares de los jugadores y leyéndolos en voz alta para que todos voten cual les ha parecido el mejor, siendo el editor jefe el voto decisivo en caso de empate. Ganará el jugador que logre anotar una determinada cantidad de puntos.
Conceptos Básicos
En Titularing los jugadores deben articular titulares de prensa. Para ello cada jugador recibirá una hoja (o las que hagan falta) para anotar sus titulares y pasárselos al editor para que sean evaluados en cada ronda.
Estos titulares deberán estar relacionados con un determinado tema que será especificado mediante una Carta de Tema. Existen varios tipos de cartas de tema, pero, en general, exigen que los jugadores conformen un titular de cuatro palabras.
Estas palabras tendrán restricciones. Lo más importante es que estas palabras tendrán fijadas la letra inicial. Estas letras se determinan mediante un mazo de Cartas de Letras, en el que encontramos dos o tres copias para cada letra del abecedario. Además, habrá que mantener el orden en el que se revelaron las cartas a la hora de articular el titular. Obviamente, las palabras deberán existir y no contener faltas ortográficas.
Los jugadores tendrán tres minutos para conformar estos titulares. Para ello se dispondrá de un reloj de arena para llevar la cuenta.
Por último, el titular que sea premiado en cada ronda proporcionará a su responsable un punto de victoria, los cuales se representan mediante fichas de plásticos. La partida finalizará cuando algún jugador alcance un mínimo de puntos de victoria.
Y con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se baraja el mazo de cartas de tema y se coloca en uno de los huecos del inserto.
- Se baraja el mazo de cartas de letra y se coloca en el otro hueco del inserto.
- Se forma una reserva general con las fichas de puntos de victoria.
- Se Coloca el reloj de arena a un lado del inserto.
- Cada jugador recibe una hoja y un lápiz.
- Finalmente, se escoge a un jugador, de forma aleatoria, para que ejerza de director en la primera ronda.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Titularing consta de un número indeterminado de rondas hasta que se cumple la condición de finalización.
En cada ronda, un jugador ejercerá de editor (en la primera se escoge aleatoriamente). Este jugador revelará la siguiente carta del mazo de cartas de tema y la leerá en voz alta al resto de jugadores, colocándola en la mesa.
A continuación, se revelarán cartas de letras. El número de cartas dependerá de la carta de tema revelada:
- Cartas de Tema Regular: se revelan cuatro cartas del mazo de letras y las colocará en el atril en el mismo orden que fueron reveladas. El titular deberá conformarse con cuatro palabras.
- Cartas de Tema de Prefijo: se revelan cuatro cartas del mazo de letras y las colocará en el atril en el mismo orden que fueron reveladas, pero el titular deberá continuar el comienzo de la frase indicada en la carta de tema.
- Cartas de Trabalenguas: se revela una única carta del mazo de letras y se coloca en el atril. Los jugadores deberán crear un trabalenguas de cuatro palabras que comiencen todas por esa letra.
- Cartas de “A Elección del Editor”: el editor escoge de entre los temas disponibles en el mazo.
Tras esto, el editor gira el reloj de arena y, durante los 3 siguientes minutos, el resto de jugadores deben escribir en sus hojas un titular de cuatro palabras que comiencen por las letras reveladas, manteniendo el orden y que cuadre con el tema propuesto.
Si el tiempo se agota, los jugadores deberán dejar de escribir.
Ahora, los jugadores leen en voz alta sus titulares y el editor escogerá el que considere mejor de entre todos, teniendo en cuenta la relación con el tema y que cumpla los requisitos de palabras y orden.
El creador de este titular recibe una ficha de punto de victoria y se convierte en el nuevo editor para la siguiente ronda. Como es de suponer, las cartas de letras y de tema se descartan para dar paso a una nueva ronda.
Aquellos jugadores que no redactaron un titular legal no participará en la siguiente ronda.
Fin de la Partida
La partida finaliza cuando un jugador acumula 5 puntos de victoria, proclamándose vencedor.
Variantes
- Titulares con 5 Palabras: simplemente los titulares ahora deben contener una palabra más, por lo que hay que revelar una carta de letra más para las cartas de tema que había que revelar 4 en el modo normal.
- Dos Jugadores: en este modo no hay editor. Ambos jugadores deben escribir un titular, y el primero que consiga articular un titular coherente con el tema y las letras reveladas ganará el punto. La partida la ganará el primer jugador en alcanzar los 10 puntos.
- Votaciones Secretas: en esta variante serán los jugadores los que escojan al mejor titular de cada ronda. Se necesita algún elemento para que los jugadores voten (una baraja de naipes permite entregar a 4 jugadores hasta 13 cartas para votar). Cuando el tiempo se agote o todos los jugadores hayan finalizado, el editor recogerá todos los titulares, los mezclará y los leerá de forma ordenada (numerándolos). A medida que los jugadores vayan escogiendo sus titulares, irán seleccionando la carta con el numero correspondiente. El editor también debe votar. Una vez que todos los jugadores han escogido su carta, la revelan simultáneamente. El jugador que más votos haya recibido será el que obtenga el punto de victoria y convirtiéndose en el siguiente editor. En caso de empate a votos, el voto del editor resuelve la igualdad en favor del que él votase. Si el editor no ha votado a ninguno de los jugadores empatados, entonces todos recibirán el punto. En este caso, el nuevo editor será el jugador más cercano al actual editor siguiendo el sentido de las agujas del reloj. Obviamente, un jugador no puede votarse a sí mismo (algo que controlará el editor).
Opinión Personal
Tengo que admitir que sigo me sigo sorprendiendo cuando un fenómeno viral ocurre. Algo que, aparentemente, podría no tener mayor transcendencia, a causa del boca a boca y del alineamiento de astros, se genera una bola de nieve imparable que arrasa con todo lo que pilla a su paso. Ya he sido testigo de unos cuantos. El patrón es el mismo. Un buen día, una persona con cierto renombre dentro del mundillo planta una semilla en el subconsciente común hablando de algún juego relativamente desconocido a la vez que transmite un entusiasmo exacerbado. Sus seguidores quedan prendados como si del flautista de Hamelin se tratase y comienza la fiesta. Locura por hacerse con una copia y, una vez conseguida por algunos, nuevos comentarios reafirmando esa primera información. Recuerdo con cariño la primera vez que hoy hablar de Strike (aquí su tochorreseña) o Happy Salmon (aquí su tochorreseña).
Parece que cuanto más bobalicón es el juego, mayor virulencia se alcanza. Hoy hablamos de Titularing, un juego con sello patrio, pero sin acreditar, del que solo sabemos que fue publicado por Fournier (la fábrica vitoriana de naipes). Y el que prendió la mecha fue el gran Chema Pamundi en uno de sus videotochos. En mi caso, fue ver el video y de inmediato ponerme a buscar alguna copia. Afortunadamente, la pandemia no había comenzado aún y en los portales de segunda mano se encontraban copias. Y pude hacerme con una, gracias a la cual aquí llega otro tocho, pero en este caso de los escritos, como es costumbre por estos lares.
¿En qué consiste Titularing? Pues, básicamente, es un party game en el que los jugadores interpretan a redactores en un periódico y deben sugerir titulares para las noticias que serán impresas en la siguiente edición. Para ello, en cada ronda, se fija un tema (mediante un mazo de cartas) y se fijan cuatro letras (mediante otro mazo de cartas), de forma que los jugadores, en un tiempo máximo de tres minutos, deberán anotar en su hoja un titular de cuatro palabras que encaje con el tema y que cada una de ellas comience por una de las letras anteriores, manteniendo el orden en el que fueron reveladas. Aquel que redacte el mejor titular, esto es, que se adecue al tema, que gramaticalmente tenga sentido, sin faltas ortográficas y, a ser posible, que sea divertido, anotará un punto de victoria y se convertirá en el nuevo editor (que es quien, en el modo estándar del juego, escoge al titular ganador de la siguiente ronda).
Tan simple y tan complejo a la vez. Con Titularing ocurre un poco el efecto Dixit (aquí su tochorreseña), en el que el juego es más bien un medio más que una finalidad. La mayor prueba de esto es que cuando a uno le explican por primera vez el juego, lo normal es que arquee la ceja y se pregunte a sí mismo cómo ha acabado jugando a «esto». ¿Dónde está la gracia en que todo el mundo se concentre durante tres minutos intentando articular un titular de cuatro palabras? Tres minutos de silencio y total concentración. ¿Esto es divertido? Pues, sorprendentemente, sí lo es. Pero más por la dinámica que se genera que por el propio juego en sí.
Cuando uno se sienta a la mesa y se le plantean esos pequeños retos lingüísticos, durante esos tres minutos estará intentando encontrar una combinación de palabras que no simplemente encaje gramaticalmente (que esto ya puede resultar bastante complicado en función de las letras que se revelen), sino que, además, sea ingenioso. La tensión acumulada durante esos tres minutos se libera de golpe cuando se procede a leer los titulares del personal. Cada vez que escuchamos una ida de olla estrambótica que a nosotros ni se nos había pasado por la cabeza lo normal es que estallemos en carcajadas.
Y, al igual que en Dixit, a raíz de estos grandes momentos, los jugadores empezarán a crear asociación de ideas, o más bien, de palabras. Esto ocurre sobre todo cuando aparecen letras complicadas que no son tan habituales como comienzo de palabra. Si un jugador consigue encontrar una palabra que encaje, sobre todo si es un nombre, lo normal es que los jugadores empiecen a reutilizarla durante la partida, generando así titulares encadenados que estarán potenciados por el reciente jolgorio. Otro juego similar, mas alineado con Titularing, sería el magnífico Interferencias, con el que también se pueden encontrar muchos puntos de encuentro.
Para que veáis lo importante que es para el juego esa dinámica, siempre que le cuento al personal que tengo este juego por si les apetece probarlo, cojo alguna de las hojas de partidas anteriores para leerles titulares que, en su momento, provocaron risas tontas. Y, leídos fuera de contexto, sin esos tres minutos, sin la tensión grupal, no produce el mismo efecto ni por asomo. Obviamente, si el jugador estuvo en la partida, de lo que se reirá es del recuerdo en el momento. De nuevo, el juego es un medio, no un fin.
Otro party game ideal para las sobremesas cuando somos muchos en casa y hay jugadores de todo tipo de nivel, y haciendo uso del lenguaje, que, en mi opinión, da más cancha a los jugadores que Dixit (aprovechando que ya lo hemos mencionado). Creo que es más fácil que una persona, aunque no tenga la imaginación especialmente ejercitada, si será capaz de articular un titular, aunque sea gracias a las ideas que capture de otros durante la propia partida. Con Dixit si la imaginación no carbura la experiencia puede resultar nefasta.
Una pequeña advertencia. El juego se presta a que los jugadores sean mal pensados, con algunos temas que es imposible enfocar desde un punto de vista tórrido. Lo digo de cara a jugar con niños para que los mas creciditos se contengan un poco y el dueño del juego revise las cartas de tema para retirar aquellos mas sugerentes.
A parte del tema de juego «herramienta», me parece importante comentar que la mecánica, tal y como indica el reglamento original, me parece desfasada en dos aspectos. El primero, cómo se escoge al titular ganador. Que sea el premiado en la ronda anterior el que tenga todo el poder para otorgar un punto de victoria es un sistema que va a generar suspicacias y favoritismos, por no hablar de que cada uno tiene un sentido del humor único, y un gran titular puede quedarse sin premio simplemente porque al editor le ha hecho tilín otro por historias personales. El segundo es el tema de la penalización en caso de no haber conseguido articular un titular. Como he dicho, no es nada sencillo, especialmente en las primeras rondas. Ya me parece suficiente castigo para un jugador novato que, en su primera ronda, por no estar todavía metido en materia, no consiga escribir las cuatro palabras y no opte al punto en juego.
Es por esto que me parece fundamental aplicar un par de reglas que puesto en las variantes (que no deja de ser aplicar el mismo sistema que se utiliza en Dixit para determinar al ganador). Mediante estas reglas, el titular ganador no se decidirá mediante un dedazo, sino que, de forma democrática, los jugadores escogerán si titular favorito. Para ello habría que imprimir tarjetas con números para que los jugadores puedan votar en secreto y simultáneamente (yo utilizo un par de bajaras de naipes y entrego un palo a cada jugador, para que use las cartas como números), evitando los inconvenientes anteriormente citados. Para no perder la figura del editor, que es quien gestiona toda la ronda, me parece justo otorgarle una especie de voto doble que permita romper empates (que se dan bastante). Así los jugadores se sienten más participes y el resultado es más justo. Con estos dos pequeños cambios el juego me funciona perfectamente.
Como buen party, el juego funciona mejor cuantas más personas haya en la partida. Mas ingenio, mas ideas, mas locuras. Creo que el número mínimo aceptable serían cinco participantes, para que en cada ronda haya cuatro titulares. Con tres ya el editor se convierte en voto decisivo y deja de tener interés el asunto. Lo que no le encuentro es un número máximo ideal. Cuantos más mejor. Solo en el caso de usar mi variante, pues habría que disponer tarjetas suficientes para cubrir el número de titulares en juego.
Respecto a la edición no hay mucho que contar. Son dos mazos de cartas de una calidad aceptable (no es para tirar cohetes) con un gramaje justito, respuesta elástica algo pobre y textura lisa. El elemento más destacable es el inserto/atril que permitirá disponer las cartas de forma clara para todos los jugadores. Las fichas son tipo parchís y el reloj de arena es de los habituales. El reglamento es claro y conciso, sin dejar lugar a dudas.
Como ya he dejado caer, el juego es inconseguible. Pero siendo consciente del pequeño embrollo que había generado Chema redescubriéndonos este juego, empleó un rato en recoger los temas y las letras en un pequeño documento para que cualquier jugador pudiese fabricarse su propio Titularing. Como el mismo dice en el video, no sé si los derechos de este juego siguen vigentes o si alguna editorial estará interesada en sacar una reedición en un futuro. Yo me limito a poner el enlace de los archivos que se encuentran en la BGG y que cada cual haga lo que crea conveniente.
Y vamos cerrando ya. Titularing es un party game que pondrá a prueba el ingenio de los jugadores, que tendrán que conformar titulares de prensa de cuatro palabras con las iniciales de cada una, el orden de las mismas y el tema fijados. El que logre articular el titular más descacharrante será premiado. Un juego simple pero que consigue generar una dinámica grupal tremendamente divertida. Su mayor problema, además de no poder encontrarse en tiendas, es que se ha quedado desfasado en algunos conceptos, y pide a gritos la aplicación de algunas reglas caseras para ponerlo al día. Con ellas el juego funciona a las mil maravillas. Por todo esto le doy un…
Titularing es el primer y único juego que he tradu-maquetado, aprovechando para agregarle algunas cartas de tema y modificando otras. Funciona de maravilla con mi familia y a pesar de que no me quedó tan bonito, le tengo cariño. Gracias Chema Pamundi por rescatarnos esta reliquia y gracias iMisut por darte el trabajo de reseñarlo.
🙂
Y gracias a ti por pasarte y comentarlo. A ver si el revuelo que comenzó Chema sirve para que alguna editorial se anime a rescatarlo como Dios manda.