Reseña: Fantasma Blitz
Introducción
Balduin, el fantasma, encontró una vieja cámara en el sótano del castillo. Inmediatamente hizo fotografías de todas las cosas que le gusta hacer desaparecer cuando ronda por el castillo… incluyéndose a sí mismo, por supuesto. Desafortunadamente, la cámara estaba encantada y cambiaba los colores de las cosas al hacer las fotos. A veces la botella verde salía blanca, y en otras ocasiones era azul. Cuando mira las fotos, Balduin no consigue recordar la siguiente cosa que quiere hacer desaparecer. ¿Te ves capaz de ayudarle a ser un buen fantasma? Para ello deberás decir rápidamente cuál es el objeto correcto, o incluso encargarte tú mismo de hacerlo desaparecer. Si eres el más rápido en coger los objetos correctos tienes muchas posibilidades de ganar…
Así se nos presenta este Fantasma Blitz, un juego del gran Jacques Zeimet (Bamboleo, Hamsterrolle, Sky Tango o Pelican Bay). El juego se publicó por primera vez en 2010 por Zoch Verlags, recibiendo múltiples ediciones en diversos idiomas. De las ilustraciones se encarga Gabriela Silveira, quien ya se encargase del aspecto de juegos como Shear Panic, Zoowaboo o Worm Up!
En nuestro país se encuentra editado por Devir, aunque el juego es completamente independiente del idioma. Permite partidas de 2 a 8 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración aproximada de 20 minutos. El precio de compra recomendado es de 15 €. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la edición en castellano de Devir.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 13×4×13 cm. (caja cuadrada pequeña tipo Bar Bestial o Félix, El Gato Encerrado), encontramos los siguientes elementos:
- 5 Objetos: fantasma, silla, botella, libro y ratón (de madera)
- 60 Cartas (59×92 mm.)
- Reglamento
Mecánica
Fantasma Blitz es un juego de habilidad en el que los jugadores irán revelando cartas de una en una, las cuales muestran una serie de objetos de colores (5 posibles objetos en 5 posibles colores). De forma simultánea, los jugadores deberán atrapar el objeto correspondiente, ya sea porque aparece ilustrado en la carta (mismo objeto y color) o porque ninguna de las características del objeto aparece (ni el objeto ni el color). El que lo consiga obtendrá la carta como un punto. Sin embargo, si un jugador atrapa erróneamente un objeto, deberá devolver una de las cartas conseguidas. El ganador será el jugador con más cartas acumuladas.
Conceptos Básicos
En Fantasma Blitz únicamente tenemos dos elementos que manejar. Por un lado, los Objetos. 5 piezas de madera que representan a un sofá rojo, un libro azul, una botella verde, un ratón gris y un fantasma blanco. En cada turno, los jugadores intentarán atrapar uno de estos objetos lo más rápidamente posible para anotar un punto.
El objeto a atrapar viene determinado por las Cartas. Estas muestran siempre la ilustración de 2 de los 5 objetos anteriormente nombrados. Encontramos dos tipos de cartas: las que muestran uno de los 2 objetos con el mismo color que la pieza de madera correspondiente y las que muestran los 2 objetos con colores distintos a las piezas de madera correspondientes.
Adicionalmente, estas cartas funcionarán como puntos de victoria, de forma que, cada vez que un jugador atrape el objeto correcto recibirá la carta correspondiente y la colocará en su pila de puntos. Igualmente, si yerra al tomar un objeto, deberá perder una de las cartas acumuladas (si tuviese).
Y no hay más que contar.
Preparación de la Partida
- Se baraja el mazo de cartas y se coloca bocabajo en el centro de la mesa.
- También se colocan en el centro de la mesa los 5 objetos, a una distancia similar de todos los jugadores.
- Por último, se elige al jugador inicial (según el reglamento, el jugador que haya estado más recientemente en un sótano).
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Fantasma Blitz consta de un número indeterminado de turnos. En cada uno de ellos, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj, el jugador en turno revelará una carta del mazo y la colocará encima de la mesa.
De forma simultánea, los jugadores deben intentar atrapar, usando una sola mano, el objeto apropiado según el tipo de carta:
- Si la carta muestra un objeto con el mismo color que posee la pieza de madera, entonces esta será la pieza correcta.
- Si la carta no muestra ningún objeto con el mismo color que la pieza de madera asociada, entonces la pieza a tomar será aquella que no esté representada ni en color ni en forma en la carta.
Se evalua el turno:
- El jugador que atrape la pieza correcta ganará la carta como punto de victoria.
- Los jugadores que atrapen erróneamente otra pieza, deberán entregar una de las cartas ganadas en turnos anteriores al jugador que atrapó la pieza correcta.
- En el caso de que todos los jugadores fallen, cada uno devolverá una carta que colocará en la parte inferior del mazo.
Tras esto, el jugador que haya tomado correctamente la carta será el encargado de girar la siguiente.
Fin de la Partida
La partida finaliza una vez revelada la última carta del mazo. El jugador con más cartas acumuladas será el vencedor.
Variantes
¿Coger o Decir? La variación que se aplica es que, cuando en la carta aparezca un libro (independientemente de si es la pieza a tomar o no) los jugadores deben decir el nombre de la pieza a tomar, en vez de atraparla. Si no aparece un libro entonces se procede de igual forma que en el juego normal. Solo hay un intento, por lo que si se dice erróneamente un objeto ya no se podrá corregir (diciendo otro objeto o intentando atrapar porque es lo que correspondía).
Opinión Personal
Hoy toca analizar uno de esos juegos que fácilmente encontramos en cualquier tienda, incluidas grandes superficies comerciales. Perteneciente al género de habilidad y destreza en los que los participantes pasan a darse tortas y manotazos por conseguir el objetivo. Pero, ¿qué tiene este Fantasma Blitz para estar en una posición elevada respecto al resto de juegos similares? Vamos a verlo.
Fantasma Blitz se ha ganado por derecho propio ser uno de los títulos de referencia en el campo de los juegos de manotazos, junto a Jungle Speed. Ambos juegos parten de la misma premisa, que no es otra que reconocer patrones de forma simultanea por los jugadores e intentar atrapar un objeto que se encuentra sobre la mesa antes que los demás.
El factor diferenciador de este tipo de juegos suele encontrarse en la diversidad de patrones y la diferenciación entre los mismos. Así, Jungle Speed simplemente activa el momento de «captura de tótem» cuando se revela una carta con exactamente el mismo patrón que otro jugador. Aquí la dificultad está en «darse por aludido» cuando otro revela una carta o tener una capacidad de reacción felina cuando sea nuestro propio turno, ya que las probabilidades de tener que lanzarse a por el palitroque como si no hubiese mañana son más elevadas.
Sin embargo, Fantasma Blitz pertenece al otro gran grupo de juegos de este tipo, en el que, sí o sí, todos los jugadores van a tener que intentar atrapar algo que se encuentra en el centro de la mesa. La dificultad suele estar en que no hay un solo objeto disponible, y hay que procesar el patrón mentalmente antes de lanzar la mano para evaluar qué objeto es el que toca coger en este momento.
Esto ya puede suponer un reto importante, y más con los más pequeños de la casa. Pero, aun así, la cosa se complica un poco más, ya que podemos encontrar dos tipos de patrones en las cartas, por lo que tendremos que recorrer mentalmente 2 algoritmos de evaluación. Por un lado, puede aparecer uno de los cinco objetos con el mismo color que la pieza de madera correspondiente. En este caso será este el objeto que hay que atrapar antes que nadie. Pero, por otro, puede que no aparezca ningún objeto con el color que posee la pieza de madera asociada. En este caso tendremos que hacer una doble eliminación: qué 2 objetos no 2, y que 2 colores tampoco, quedándonos un único objeto por descarte.
Así se produce la magia y la tensión se eleva por momentos. Sabes que en tu turno vas a tener que coger algo, pero que cojas el objeto correcto va a depender principalmente de tu agilidad mental más que de tu destreza física.
El único problema es que, mediante este sistema de doble evaluación, la dificultad del juego se eleva en comparación con otros títulos, lo que supone acentuar la brecha provocada por las aptitudes de los jugadores. Ya sabéis que el principal hándicap de estos juegos es que, cuando hay alguien que tiene una agilidad mental y/o física superior al de sus rivales, la experiencia de juego se resiente, volviéndose aburrida para el que siempre gana, y frustrante para los que casi nunca consiguen atrapar el objeto correcto. Y aquí esas diferencias quedan más marcadas al tener que hacer esa doble evaluación, aunque siempre se pueden alinear los astros y que en tu primera iteración metal obtengas la respuesta correcta mientras los demás aún están pensando. Así que, si jugamos con pequeños, habrá que contenerse para que el niño no nos tire el fantasma si abusamos de nuestro «poder».
Pero, si los jugadores tienen un nivel parejo, el juego depara grandes momentos, sobre todo ante pifias y bloqueos mentales. También es muy satisfactorio para un jugador cuando este entra en racha y se lleva varias cartas seguidas. Al final es liberar tensión acumulada en ese impasse de espera antes de revelar la carta y durante los instantes de evaluación hasta creer saber cuál es el objeto a coger.
El juego incluye, de forma adicional, una pequeña variante que eleva el nivel de dificultad, añadiendo una variable más a la hora de evaluar, de forma que si en la carta de turno aparece un libro, no tendremos que coger el objeto correcto, sino nombrarlo. Si ya te parecía frieneuronas el doble sistema inicial, con esto ya los bloqueos pueden ser épicos. Lo único malo de este sistema es que no es tan fácil dilucidar quien ha sido el primero en decir algo si dos jugadores hablan a la vez. Cuando se trata de coger un objeto es imposible que ambos dos acaben con el objeto en la mano.
Tras haber probado unos cuantos juegos de este tipo, como el mencionado Jungle Speed, Matamoscas o Gloobz (aquí su tochorreseña), tengo que admitir que Fantasma Blitz me parece el mejor de ellos por lo comentado anteriormente, en especial el tema de que no sea trivial evaluar el objeto a coger debido a que los algoritmos mentales sean opuestos.
Obviamente no son juegos para estar sacando a mesa de forma constante. Para echar unas risas y sacudir el cuerpo no vienen mal, y para jugar con niños, modulando nuestro nivel, puede ser una aceptable alternativa. Eso sí, habrá que tener cuidado (tanto con pequeños como con adultos), ya que las piezas de madera, en especial el fantasma, son voluminosas y densas. Un fantasma juguetón que se escape de las manos de los jugadores puede causar un grave estropicio.
La rejugabilidad es la típica de este tipo de juegos, dependiendo más del grupo que de las posibilidades que ofrece el contenido de la caja. Como digo, para intercalar entre platos de mayor enjundia funciona bien. Y como juego ocasional en piscina y con familiares también encaja.
En cuanto a la escalabilidad, hay que decir que Fantasma Blitz admite de forma aceptable un amplio rango de jugadores. Realmente podría ampliarse, ya que la única limitación es el tener todos los objetos al alcance de la mano. Si tuviese que quedarme con unos guarismos, creo que lo más equilibrado serían 4-5 jugadores. Los jugadores se encuentran equidistantes respecto a los objetos y hay la dosis justa de manotazos. A menos puede quedar algo sosete. Y a más, los jugadores acabarán enredando sus brazos.
Pasemos a la edición. Si por algo destaca Fantasma Blitz es por sus enormes piezas de madera, en especial el fantasma, a pesar de parecer un supositorio tamaño XXL. Tal vez la pieza más endeble pueda ser el sofá, que no es un único tarugo, sino que está compuesto por varias láminas fijadas con pegamento. Creo que con un golpe fuete podría desmontarse. Las cartas, el eje de la partida, son de calidad aceptable y tamaño estándar, con un gramaje adecuado, textura lisa y una respuesta elástica suficiente como para barajar adecuadamente. Este tipo de juegos no requiere enfundado, ya que nunca están las cartas en mano y apenas se barajan, porque las cartas nunca quedan ordenadas siguiendo algún tipo de patrón. Por último, las reglas son claras y no dejan lugar a dudas.
Las ilustraciones, sin ser nada del otro mundo, tienen su encanto. Es de agradecer que cada combinación de objetos (10 en total) sea distinta. Obviamente, las más carismáticas son aquellas que muestran a los dos seres animados, el fantasma y el ratón. De hecho, estas posturas distintas elevan ligeramente el nivel. Hay juegos en los que estos objetos te los encuentras en las mismas posiciones y es más fácil identificarlos en un primer vistazo.
Y vamos cerrando. Fantasma Blitz se ha ganado por derecho propio ser una referencia en el género de los juegos de agilidad mental/física. Sencillo de explicar, con un nivel de producción más que interesante y con unos tarugos de madera muy atractivos. Lo mejor del juego son las condiciones de evaluación contrapuestas, que harán sudar a más de uno por la tensión. Lo único malo es que hay que tener cuidado, porque un fantasma que salga despedido tras un forcejeo puede causar algún destrozo importante. Por todo esto le doy un…
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Es un juego genial, fácil, divertido y cabe en un bolsillo. Y eso de que los niños están en desventaja… una niña de 8 años me ganó por 52 a 8, menuda paliza. Lo veo muy adecuado para ejercitar a personas mayores con problemas de atención. Además no tiene azar, todo depende de la atención y los reflejos.
Hombre, los niños tienen las neuronas frescas, y si son despiertos son rivales imponentes. Creo que aquí el problema es que el torpe es otro… 😛
Gracias por pasarte!!
Por cierto, el cazamoscas me pareció una tomadura de pelo, no lo quiero ni regalado. El Fantasma Blitz dentro de su segmento de juegos «piscineros» me parece sobresaliente.
OH! pues yo con el cazamoscas me rio bastante por ese puntito masoca de pegarnos manotazos DE VERDAD 😛
A mi me encanta para reirte un rato entre partida y patida de juugos densos ! En classe tambien jugamos però lo adaptamos un poco ya que los niños són pequeños (5 años). A ellos les xifla!
Edu
Pues justo de los que he probado yo es el único que me niego a jugar, entre otras cosas porque no puedo. Los colores elegidos para los objetos parecen diseñados adrede para que, no importa el tipo o grado de daltonismo que tengas, ya seas incapaz de jugar.
Detalle importante que siempre se me pasa comentar porque no tengo a nadie cerca que sufra daltonismo. Las versiones posteriores tienen el mismo problema? O no lo sabes
Todas iguales, me temo. Meter rojo, verde y gris es querer liarla lo veas por donde lo veas.
Correcto. Y mira que el ratón podía haber sido negro y la botella amarilla, y solucionado.
Juegazo en toda regla. El típico juego que juegas con no jugones y al día siguiente se lo compran. De todos los que he jugado de agudeza visual, es sin duda mi favorito.
Buenas, jugaste al magic maze? Cual es tu opinión?
No porque no me gustan los cooperativos. Pero es cierto que es una idea muy interesante y que impide el efecto líder. Sobre el papel creo que es un buen juego, pero lo dicho, no lo he probado ni tengo criterio para evaluar si funciona bien como cooperativo porque no me gustan.
Saludos!