Juegos de Habilidad

  • Primeras Impresiones: Rampage

    Y seguimos con primeras impresiones de ese gran fin de semana en Madrid con los chicos de Análisis-Parálisis. Como ya leísteis en su día, uno de mis objetivos (además de conocerles, echar un buen rato y unas risas) era poder probar todos esos juegos que, llamándome la atención, no encontraba suficientes justificaciones como para realizar el importante desembolso que necesitan para entrar en mi ludoteca. Y hoy toca la última y alocada idea del Sr. Bauza junto con el Sr. Maublanc: Rampage.

    Una portada que nos pone sobreaviso
    Una portada que nos pone sobreaviso

    En Rampage tomamos el control de un monstruo hambriento que llega la ciudad dispuesto a zamparse todo lo que se ponga por delante, ya sean personas (representadas con meeples) o los propios edificios (representados por losetas de gran tamaño). Nuestro monstruo estará representado por un disco (los pies) y un tarugo enorme (el cuerpo). Además, nuestro monstruo tendrá un objetivo secreto, un poder secreto que podremos usar una vez durante la partida y una habilidad especial que podremos usar durante toda la partida, así como una capacidad para engullir ciudadanos, que serán los dientes que le queden en su mandíbula (que iremos perdiendo cada vez que otro monstruo nos dé un leñazo o nos salgamos del tablero).

  • Primeras Impresiones: Ligretto

    En la famosa CometCon celebrada en Marzo de este año (2014) tuve la oportunidad de probar uno de los juegos de cartas más famosos que existen (aunque se puede encontrar en otras modalidades). Si amigos, el famoso Ligretto. Un juego de cartas con una mecánica ultrasencilla que pondrá a prueba nuestros reflejos.

    Ligretto, caja azul
    Ligretto, caja azul

    El desarrollo de una partida es muy sencillo. Las cartas se separan según el color del reverso de las mismas. Así se forman cuatro mazos, compuestos por las mismas cartas (36 cartas numeradas del 1 al 9 y en cuatro colores distintos). Cada jugador toma uno de estos mazos, lo baraja, y roba 10 cartas que se colocan bocabajo. Además, colocaremos otras tres cartas bocarriba al lado de este mazo. Y nos quedarán una serie de cartas en la mano.

  • Primeras Impresiones: Diavolo

    Coqueta cada metálica
    Coqueta cada metálica
    ¿Qué queremos? ¡Queremos un juego divertido! ¿Y cuándo lo queremos? ¡Yaaaaaaa!
    Bueno, frikadas aparte, hoy os traigo unas primeras impresiones de un juego que por iniciativa propia difícilmente habría entrado a formar parte de mi pequeña ludoteca (cada mes un poquito más grande). Se trata de Diavolo, de Asmodee. Y ¿cómo ha llegado hasta a ella? Gracias a los chicos de De Oca en Oca, que premiaron a mi novia en uno de sus concursos, ganando una copia de este simpático juego.
    Diavolo es uno de esos muchos juegos que esta casa tiene en el mercado donde lo que prima principalmente es la rapidez (tanto de mente como de cuerpo). Sin ir más lejos, un superventas como Jungle Speed es otra muestra de este tipo de juegos. Sí queridos amigos, si no sois personas ágiles, seguramente este tipo de juegos os parezca un truño porque lo más normal es que perdáis una y otra vez.
    Pero bueno, Diavolo no es solo un juego de habilidad (afortunadamente). Si bien lo principal en este juego son los reflejos, también tiene una gran componente de habilidad mental. Básicamente el juego consiste en ser el último jugador con vida. Para ello cada jugador comenzará con cinco gemas como vidas. En el momento en que nos quedemos sin gemas, dejaremos la partida.
    Pero, ¿cómo se juega a Diavolo? Muy sencillo. Tenemos una serie de dados, 3 grupos de 3 dados de 3 colores distintos (blanco, rojo y negro) más un dado de acción un poco más grande de color gris. Por otro lado tenemos una serie de pequeños diablitos (de los mismos colores que los dados). En juego estarán como máximo 3 diablitos (si solo quedan con vida 3 jugadores, se juega con 2 diablitos de cada color, y cuando solo queden 2 jugadores, con 1 de cada color) más uno gris. La mecánica es sencilla. En cada ronda, cada jugador recoge todos los dados (los 9 de colores más el gris) y los lanza sobre la mesa. En función de la cara del dado de acción que salga habrá que hacer unos cálculos mentales con cada grupo de dados y tomar lo más rápido posible un diablito del color que mejor cumpla la condición. Si hubiese un empate, entonces habría que coger el dado gris. Los jugadores que acierten ganan una gema. Los que fallen, la pierden.
    Todo un caos
    Todo un caos
    Y algo tan aparentemente sencillo depara unos momentos de diversión absoluta. Ese pequeño intervalo de tiempo que transcurre entre que un jugador lanza los dados y todos los jugadores hacen sus cábalas mentales es pura tensión. Y de seguido, se desata la tormenta. Manotazos, arañazos y leñazos a diestro y siniestro (nunca mejor dicho, tanto con la mano derecha como con la mano izquierda).
    Lo resumiré rápido y con juego de palabras: endiabladamente divertido. Risas aseguradas, sobre todo por los fallos que cometan los demás. Es una versión algo más elaborada del tradicional juego de las sillas. Si podéis probarlo, no dejéis pasar la oportunidad.