En una época ancestral que el hombre ha olvidado, un gran espíritu habitaba en el bosque. Su mera presencia lo envolvía todo de vida, abundancia y paz. Cada cierto tiempo el gran espíritu marchaba para siempre, y entonces surgía un espíritu Bitoku digno de sucederle, para preservar la armonía del bosque. Se trata de un bosque primordial y milenario, que se extiende desde las Llanuras del Temblor hasta la falda de las montañas Akaishi. En estas montañas nace el río sagrado Kurirakugan, el cual, con su curso caudaloso, cruza el bosque hasta desembocar en los acantilados de Zarpa de Mar. El bosque, que no tiene más nombre que este pues los demás bosques se llaman así por él, es uno de los cinco corazones del mundo. Se dice que en lo más profundo de su espesura, las almas perdidas encuentran solaz y trascienden, o se pierden y dejan de existir tan pronto como se olvida el último recuerdo de su existencia. Jamás existió un sitio igual; seres mágicos y espirituales habitaban este bosque, que hoy es recordado como una leyenda, como un cuento para niños. Ha llegado el momento de que el gran espíritu marche del bosque y de que uno de los Bitoku sea elegido como su sucesor. Eres uno de esos espíritus, pero… ¿puedes demostrar que solo tú eres digno de este increíble honor?
Así se nos presenta Bitoku, un diseño de Germán P. Millán, responsable de Kingdom Defenders, Orb Hunters o 30 Monedas (junto a Juan Luque García). El juego fue publicado por primera vez en 2021 por Devir en una versión en español e inglés. De las ilustraciones se encarga Edu Valls, siendo esta su primera incursión en el mundo de los juegos de mesa.