Reseña: Ezra and Nehemiah
En su primer año como rey de Persia, Ciro el Grande emitió un decreto por escrito para los exiliados israelitas que vivían bajo su dominio: «El Dios del cielo me ha dado todos los reinos de la tierra y me ha encargado edificarle un templo en Jerusalén. Cualquiera que pertenezca a su pueblo puede subir a Jerusalén, en Judá, para construir el templo del Señor, el Dios de Israel. Y en cualquier lugar donde ahora vivan los sobrevivientes, el pueblo de Persia debe proveerles de plata, oro, bienes, ganado y ofrendas para el templo de Dios en Jerusalén» (Esdras 1:2-4). En el vigésimo año del reinado de Artajerjes, el rey notó tristeza en su copero, Nehemías. Cuando se le preguntó por qué se veía tan decaído, Nehemías respondió: «¡Que el rey viva para siempre! ¿Por qué no habría de estar triste mi rostro cuando la ciudad de mis antepasados yace en ruinas y sus puertas han sido consumidas por el fuego? Si le place al rey, y si he hallado gracia ante sus ojos, permítame ir a la ciudad en Judá donde están sepultados mis antepasados para que pueda reconstruirla» (Nehemías 2:3-5).
Así se nos presenta Ezra and Nehemiah, un diseño de S J Macdonald y Shem Phillips (responsables de la trilogía de Reinos del Oeste o Mar del Norte). Publicado por primera vez en 2024 por Garphill Games en una versión en inglés. De las ilustraciones se encarga Sam Phillips (El Muro de Adriano, Legacy of Yu).






