Crónicas Jugonas: Semana 7 del 2015 (09/02 – 15/02)
Bueno, segunda semana de Febrero y primera en mi nuevo puesto de trabajo. Como era de suponer, el ritmo de partidas en los descansos para el café se ha reducido bastante, aunque el buen rollo imperante con los compañeros ha facilitado la transición, y ya les he engatusado para echar alguna partidilla tras el almuerzo. Vamos allá.
El lunes era día de tantear el terreno, así que el martes me llevé el siempre efectivo Un Imperio en 8 Minutos. Para el que no lo conozca, es un juego de Ryan Laukat con mecánica de mayorías reducido al mínimo, con cartas de acción que, a su vez, sirven para un set-collection final. En la partida, dos de los nuevos compañeros, Marta y Víctor. Tras explicarles de qué iba la historia, nos pusimos a mover cubitos. Parecía que la partida estaba bajo control, pero Marta captó el concepto muy rápido y pronto se puso en disposición de disputarme la victoria. Tanto es así que fue ella, finalmente, la que se proclamó vencedora gracias a las mercancías, logrando el máximo por rubíes. Víctor tardó algo más en cogerle el tranquillo y se quedó algo rezagado. Resultado final: Marta vencedora con 13 puntos, yo segundo con 12 y Víctor tercero con 9. Una maravilla de filler ideal para estos momentos, aunque puede saber a poco si se saca en una sesión más pausada. Pero bueno, para eso existe El Grande.
Por muy poco |
Por la noche Sandra y yo volvimos a sacar nuestro flamante Viticulture. Diseñado por Jamey Stegmaier y Alan Stone, nos encontramos con un juego de colocación de trabajadores y gestión de recursos sobre el fascinante mundo de la producción vinícola. Una carrera por ser el primero en alcanzar los 20 puntos de victoria. Esta vez parecía que la partida estaba mucho más disputada. No hubo turnos muertos en los que uno tuviese la sensación de haber desaprovechado a sus trabajadores. Pero, aun así, hubo un momento en el que Sandra, que solo contaba con un viñedo, apretó el acelerador y terminó la partida una ronda antes de lo que yo esperaba, frustrando todos mis planes. Resultado final: Sandra vencedora con 20 puntos por los 18 míos. Segunda partida, mejores sensaciones gracias a un mayor dominio de la mecánica, aunque sigo sospechando que funcionará mucho mejor con un rango de entre 3-5 jugadores que a 2. Aun así, me parece un juego muy entretenido, en el que todas las acciones parecen interesantes y hay que saber adaptarse a lo que va apareciendo en las cartas. La próxima con expansión.
Esta vez estuve a punto… pero me faltó otra ronda |
El miércoles tocó descanso lúdico, por lo que pasamos al jueves, que me llevé para el trabajo el Coup. Un juego diseñado por Rikki Tahta que podríamos definir como la fusión entre Ciudadelas y Bang! Un juego con roles ocultos variables y habilidades especiales y con mucho faroleo. Intentaremos deshacernos del resto de nuestros rivales y ser el único que sobreviva en la partida. De nuevo, Víctor y Marta. Tras explicarles la historia comenzamos a mentir como bellacos. Echamos dos partidas. La primera me la llevé yo, eliminando a Marta que perdió un desafío contra mí para, justo después, morir por un Coup. En el mano a mano entre Víctor y yo, la victoria cayó de mi lado. En la segunda el desarrollo estaba siendo muy similar, pero esta vez decidí atacar a Víctor para quedarnos todos con una carta, situación que aprovechó Marta para asestarnos sendos golpes y llevarse la partida. Un grandioso juego. Como he dicho, toma lo mejor de Ciudadelas y de Bang!, ofreciéndonos un juego con roles ocultos, habilidades especiales y muchísima interacción. Además es infinitamente más ágil que el juego del salvaje oeste, de forma que, aunque haya eliminación, la partida se resuelve en un periquete y no hay opción a que se alargue, porque siempre van entrando monedas en juegos y cuando un jugador alcance las siete está en disposición de pegarle un palo a un rival.
Ideal para llevar en la mochila |
Por la noche, Sandra y yo decidimos estrenar nuestra última adquisición: Capcom Street Fighter Deck-Building Game, diseñado por Matt Hyra y Erik V Larsen. Como supondréis por el nombre, un juego de construcción de mazos ambientado en el archiconocido videojuego de lucha en el que tomaremos el control de uno de los personajes intentando alzarse con la victoria. Yo jugaba con Ryu y Sandra con Vega. La partida parecía comenzar muy bien para mí, obteniendo pronto cartas interesantes con algunos combos curiosos y llevándome las primeras cartas de fase, derrotando al jefe de turno. Pero Sandra no iba a dejarse amedrentar, y fue ganando poder poco a poco para acabar llevándose mas cartas de fase que yo, lo que a la postre le daría la partida. Y eso que no pare de darle candela, intentando enguarrar su mazo en la medida de lo posible y quitándole de en medio cartas que le proporcionaban importantes beneficios. Resultado final: Sandra vencedora con 75 puntos por los 48 que hice yo. La verdad es que nos pareció un juego curioso. No aporta gran cosa, pero, de nuevo, la nostalgia hace estragos. Todos aquellos que os pasasteis gran parte de vuestra infancia en los recreativos o con las videoconsolas mirareis de forma especial a este juego. Si se consigue a un precio asequible, es una compra adecuada. Pero como digo, no aporta nada que no se haya visto en otros deckbuilders.
La señorita me propinó una buena somanta de palos |
El viernes, aprovechando que nos quedamos en casa, volvimos a sacar el Time of Soccer estrenado la semana anterior. Un manager de tablero diseñado por nuestro querido compañero Lipschitzz en el que cada jugador toma el control de un equipo ficticio de fútbol a lo largo de una temporada completa, con copa del rey incluida. Tendremos que negociar en el mercado para conseguir mejores jugadores, contratos de publicidad y televisión o empleados del club que aumenten nuestras prestaciones. Esta vez éramos solo dos aunque una liga siempre está compuesta por el mismo número de equipos. Aquellos que no están controlado por jugadores reales son bots que funcionan según unas determinadas pautas. Lo único que hay menos competencia por las losetas en el mercados (menos gente para repartir). De nuevo yo me centré primero en ir rellenando huecos en mi equipo para intentar compensar mis niveles de ataque y defensa lo antes posible. Sandra por su lado decidió centrarse en ir adquiriendo primero mejores empleados para poder realizar movimientos más poderosos. Pero, de nuevo, la mala suerte se alió contra ella en los momentos claves, cayendo en Copa ante mí en la primera ronda y quedando a unos cuantos puntos del campeón de liga, el que os escribe, aunque en esta ocasión no pude ofrecer el doblete a mis aficionados, cayendo en la final de la Copa por penaltis. Resultado final: yo vencedor con 54 puntos por los 45 de Sandra. De nuevo, grandiosas sensaciones. Si os gustaba PcFutbol, este es un estupendo título que no os defraudará. Todo está genialmente pensado. El único problema, y no es pequeño, es el tiempo que hay que invertir en calcular los niveles de ataque y defensa, que pueden llegar a convertir la partida en un infierno si nos pensamos mucho las alineaciones. Este juego pide a gritos una aplicación móvil con la que poder realizar estos cálculos de forma sencilla. A ver si alguien se anima.
Me va a tener que fichar el Betis como manager… |
El sábado tocaba salir un poco de casa y no surgió el momento de echar alguna partidilla, por lo que ya llegamos al domingo donde tocaba otro estreno. Uno que, además, llevábamos mucho tiempo queriendo probar: Seasons. Un juego de Régis Bonnessée en el que interpretamos el papel de uno de los poderosos magos que compiten en el legendario torneo de las 12 estaciones. Un juego con mucho draft en el que iremos jugando cartas mediante fichas de energía y capacidad de invocación, las cuales desencadenarán distintos efectos con el fin de ser el jugador que más puntos obtenga al final de la partida. En cada ronda se lanzan una serie de dados en función de la estación en la que nos encontremos, eligiendo cada jugador uno de ellos para llevar a cabo las acciones en ellos indicadas. La partida parecía ponerse muy de cara para mí, especialmente en el primer año, llegando a sacarle más de 30 cristales de ventaja a Sandra. Sin embargo, logró rehacerse con un par de combos importante, tanto que finalmente fue ella la que se llevó la partida, especialmente gracias a que me hizo descartarme de una carta que me habría otorgado 20 cristales más al final de la partida. No habría ganado pero la cosa habría quedado mucho más ajustada. Resultado final: Sandra vencedora con 140 puntos por los 115 míos. La verdad es que el juego nos encantó. Rápido, dinámico y excepcionalmente bonito, como casi todo lo que ilustra Naïade. Draft con combos, una pizca de suerte, pero mucha planificación por debajo. Preveo que verá mucha mesa.
Remontada espectacular |
Luego Sandra me pidió sacar nuestro Print&Play del Can’t Stop, el magnífico juego de Sid Jackson que es el perfecto ejemplo de juego de forzar la suerte (push your luck). Una pequeña carrera por alcanzar la cima de una serie de columnas numeradas, cuyo número de posiciones aumenta en función de las probabilidades de que obtengamos esos valores mediante el lanzamiento de cuatro dados que agruparemos en parejas. El jugador lanza dados hasta que se plante (momento en el que consolida el avance) o no obtenga valores válidos, perdiendo todo lo recorrido. Un juego que en mesa se me da tremendamente mal, y esta vez no iba a ser una excepción. Eso sí, di suficiente guerra, aunque, de nuevo, la fortuna estaba del lado de la señorita, que se llevó la partida por 3 columnas a 1. Este es uno de esos juegos de dados en los que de verdad sientes que te juegas algo y la tensión a medida que van pasando las rondas aumenta. Una maravilla.
Soy un autentico negado |
Y para cerrar la semana, una partidita al grandioso juego de Perepau y Pedro Soto, 1911: Amundsen Vs. Scott. Un juego en el que cada jugador encarna a uno de los dos expedicionarios en su carrera por alcanzar el Polo Sur. Un juego de gestión de la mano que puede recodar en mecánicas un poco a Jaipur, aunque no deja de ser una carrera. Con posibilidad de bastante interacción ya que podemos hacer perder el rumbo a nuestro rival. Partida en la que, claramente, Sandra se durmió en los laureles. Y eso que logró encasquetarme la carta que limitaba mi mano a 5 cartas. Pero tuve la fortuna de ir seleccionando cuidadosamente las cartas para estar siempre una posición por delante de Sandra y llegar a la meta con la mano justa para conseguir la victoria. Una partida muy limpia en la que ninguno de los dos perdimos el rumbo en ningún momento. Tal vez Sandra tendría que haberme tirado a la zanja, pero me dejó vivir. Un juego que, estando desbalanceado a favor de Amundsen (para respetar el hecho histórico) no implica que Scott no pueda ganar (como ha ocurrido en esta partida). Os recomiendo que lo probéis si tenéis ocasión. Me recuerda mucho a Jaipur, aunque para mi este tiene mucho más recorrido que el juego de mercadeo en la ciudad de la India.
Cambiando el curso de la historia una vez más |
Y con esto acaba la semana. No se puede decir que haya sido mala, aunque, como era de esperar, el cambio de empresa ha supuesto un parón al envidiable ritmo lúdico de los descansos para el café. Pero presiento que con los nuevos compañeros la cosa puede ir incluso mejor.
Elevando el hype del Time of Soccer, jeje. Por lo demás, ya estrenamos nuestra "copia" del Can't stop y no está mal para lo que es, pero tampoco nos entusiasmó. Y el Amundsen está de los primeros en la lista de estrenos, y el Seasons algún día…, cuando saquemos tiempo para poder ir conociendo las cartas!
A seguir jugando!
Nosotros no lo jugamos por la BGA por eso mismo. Pero una vez que sabes jugar, realmente no hay mucho que estudiar en las cartas.
El Can't Stop es lo que es, una chorrada que funciona genial. Es de los pocos push your luck en los que de verdad mola jugarsela y perder estrepitosamente 😛
Y Amundsen me parece un grandioso juego de cartas. Ya os digo, me recuerda al Jaipur, aunque con muchisima mas chicha.
Y el Time of Soccer me parece un gran juego. El único pero lo que comento, que el calculo de los niveles de ataque y defensa es tedioso a mas no poder y corta el ritmo y alarga la partida.
Gracias por pasaros!!
De leerte jugar tan a menudo al Imperio en 8 me estás dando ganas de jugarlo de nuevo so pillín! 😛
A ver si lo saco en breve, que al mapa europeo no le di suficiente caña con tó lo que molaba
Saludos!
Es que viene de perlas para el curro. En 20 minutillos ventilada la partida. Además ya tengo a todos los colegas entrenados y son superanalíticos, pero sin pasarse. Saben calibrar muy bien la importancia de las cartas en función del estado del tablero. Salen partidas muy chulas.
Pues a mi me esta entrado ganas de pillarme el Un imperio en 8 minutos, seguro que El grande esta mucho mejor,, pero no se si lo sacaria mucho, este al ser mas sencillo y rapido pues puede tener hueco en mi ludoteca
El 1911AvsS , nos gusta mucho a mi y a mi pareja. Con las 6 cartas descubiertas todavia es mas estrategico. Nosotros tambien solemos jugar con lo del tiempo, y con la vuelta a los barcos. Esta muy bien!
Cual es el mejor numero de jugadores para jugar al Coup?
Un placer leerte!
Yo creo que entre 4 y 6. A menos se puede quedar algo flojete. Pero con 4 ya es muy disfrutable. A 6 es magnífico!
El 1911AVsS yo también lo juego con 6 cartas. Es como mas mola! 😛
Gracias por pasarte y comentar!!