Reseña: Flamecraft
Introducción
Los Dragones Artesanos son pequeños artífices creativos que exhalan llamas especializadas con las que crean una amplia variedad de productos sabrosos o de gran utilidad. Son muy buscados por los comerciantes que esperan atraer y deleitar a los clientes con sus Creallamas. Eres un Guardallamas, experto en el arte de conversar con Dragones, Asignarlos a sus hogares ideales y Lanzar Encantamientos para incitarlos a crear cosas maravillosas. Tu Reputación aumentará a medida que ayudes a los Dragones y comerciantes, ¡y el Guardallamas con mejor Reputación será conocido como el Maestro de Llamas!
Así se nos presenta Flamecraft, un diseño de Manny Vega (Sparkle*Kitty). Publicado por primera vez en 2022 por Cardboard Alchemy en una edición en inglés tras una exitosa campaña de financiación vía Kickstarter. De las ilustraciones se encarga Sandara Tang (The Lord of the Rings: The Card Game, Legacy of Dragonholt, Descent: Journeys in the Dark 2nd Edition).
Se encuentra publicado en español por Maldito Games (hay dependencia del idioma en casi todos los tipos de cartas). Permite partidas de 1 a 5 jugadores, con una edad mínima sugerida de 10 años y una duración aproximada de unos 60 minutos. El precio de venta al público es de 35€ para la edición básica y 100€ para la edición deluxe. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la edición deluxe de Maldito Games.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 29,7×29,7×7,2 cm. (caja cuadrada estándar tipo Ticket to Ride), nos encontramos con los siguientes elementos:
- Tapete de Ciudad (de Neopreno)
- 121 Cartas Pequeñas (44×67 mm):
- 42 Cartas de Dragón Artesano
- 36 Cartas de Dragón Selecto
- 36 Cartas de Encantamiento
- 7 Cartas de Compañero
- 34 Cartas de Tienda (89×140 mm.):
- 8 Ayudas de Jugador
- 6 Marcadores de Jugador (de madera)
- 6 Marcadores de Reputación (de cartón)
- 24 Monedas (de cartón)
- 210 Fichas de Producto (de cartón):
- 35 de Pan
- 35 de Carne
- 35 de Pociones
- 35 de Plantas
- 35 de Hierro
- 35 de Cristal
- Reglamento
La Edición Deluxe añade o sustituye los siguientes elementos:
- 6 Marcadores de Dragón (de plástico)
- 6 Marcadores de Reputación (de madera) (sustituye)
- Inserto Base de Gametrayz
- 2 Insertos para Recursos de Gametrayz
- 24 Monedas (de Metal) (sustituye)
- Bolsa para las Monedas (de tela)
- 210 Fichas de Producto (Madera) (sustituye)
Mecánica
Flamecraft es un peso medio con mecánica principal de colocación de trabajadores (un solo trabajador). Tendremos un tablero principal con una serie de tiendas asociadas a uno de los seis recursos y con espacio para hasta 3 dragones artesanos, que también proporcionan un recurso de los seis posibles. El objetivo es intentar anotar la mayor cantidad de puntos posibles completando encantamientos y cumpliendo los requisitos de dragones selectos. En cada turno el jugador debe desplazar su peón a una tienda distinta (si estuviese ocupada por otros peones, el jugador activo deberá recompensar con recursos a los jugadores presentes) y escogerá entre recolectar recursos (uno por símbolo visible) pudiendo activar el efecto de la tienda (si lo tuviese), jugar un dragón (recibiendo una recompensa) y activar un dragón presente, o completar un encantamiento cuyo símbolo coincida con la tienda, devolviendo a la reserva los recursos indicados para obtener las recompensas correspondientes y activar todos los dragones presentes en la tienda. sí una tienda se completa, debe revelarse una nueva tienda para que siempre haya espacios en los que jugar dragones (que se consiguen de un suministro común). Al final de cada turno se reponen los dragones y los encantamientos, finalizando la partida cuando se agote uno de estos mazos.
Conceptos Básicos
Empecemos con las Tiendas. Estas se representan con grandes tarjeras que muestran en su esquina superior izquierda uno de los seis tipos de recursos o un efecto particular. En la banda inferior encontramos tres espacios para colocar dragones artesanos con unos determinados tipos y unas recompensas. Y, opcionalmente, justo encima de estos espacios puede aparecer una banda como efecto asociado a la tienda.
En estos espacios se colocarán los Dragones Artesanos. Existe un dragón artesano para cada tipo de recurso, con un efecto de activación en su banda inferior. Aunque todos los dragones son en apariencia distintos, muestran el mismo efecto si pertenecen a un mismo tipo.
Cada jugador dispondrá de un Peón de Dragon que irá desplazando entre estas tiendas para activar sus efectos, así como los de los dragones artesanos que se encuentren en ellas. Además el jugador podrá jugar dragones artesanos en ella. Si una tienda ya contiene peones de otros jugadores, el jugador activo deberá asumir una penalización.
Al visitar una tienda el jugador podrá recolectar Recursos. Hay seis tipos de recursos (los mismos a los que están asociados tiendas y dragones artesanos). Los jugadores irán acumulando estos recursos, teniendo un límite de siete unidades de cada tipo (debiendo descartar el exceso al final de cada turno).
Existe un recurso adicional que son las Monedas. Estas funcionan como comodín a la hora de completar encantamientos (aunque solo se podrá sustituir un recurso de cada tipo de los requeridos por el encantamiento por monedas) y proporcionarán puntos al final de la partida.
El objetivo principal será acumular Puntos de Victoria. Para ello cada jugador contará con un marcador en forma de corazón que irá progresando por el track de puntuación.
La vía principal para obtener puntos de victoria será completando Encantamientos, cada uno de ellos asociados a un tipo de recurso. Estos encantamientos muestran un conjunto de recursos requeridos para completarlos y una recompensa en su banda inferior, consistente en puntos de victoria, monedas y/o dragones (artesanos o selectos). Para completar encantamientos habrá que visitar una tienda del tipo coincidente, quedando solapado bajo la tienda, proporcionando más recursos en próximas visitas.
Alternativamente tenemos los Dragones Selectos, que proporcionarán puntos de victoria cumpliendo ciertos requisitos. Hay dos tipos de dragones selectos: los de puntuación durante la partida (con símbolo de sol) y los de puntuación de final de partida (con símbolo de luna). Un jugador podrá jugar cualquier cantidad de dragones selectos con símbolo de sol durante un mismo turno.
Finalmente, describir el Tablero Principal. En el borde encontraremos espacios para colocar las cartas de tienda con los dragones artesanos ocupando sus espacios. Luego tenemos un circuito que sirve de track de puntuación con casillas numeradas del 1 al 50. Este track encierra la zona de encantamientos y dragones selectos, quedando a un lado la zona de suministro de dragones artesanos.
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se despliega el tablero principal en el centro de la mesa.
- Se colocan las tiendas iniciales con un dragón artesano inicial del tipo coincidente.
- Se forma una reserva general con los recursos.
- Se colocan las monedas en la fuente.
- Se forma el mazo de tiendas con 1 tienda de cada tipo de recurso y 4 tiendas con efectos variados. Se mezclan las 10 cartas y se deja a un lado.
- Se prepara el mazo de dragones artesanos, devolviendo a la caja 1/2 dragones de cada tipo en partidas de 3/2 jugadores (a 4 se utilizan todos). Se mezcla el mazo y se coloca en el espacio correspondiente, revelando las 5 primeras cartas.
- Se mezcla el mazo de dragones selectos y se coloca en el espacio correspondiente.
- Se escoge qué mazo de encantamientos usar (morado-normal o dorado-avanzado), se mezcla y se coloca en el espacio correspondiente, revelando los 5 primeros.
- Cada jugador escoge un color y recibe una hoja de referencia, un peón, un marcador de puntuación (que se coloca al comienzo del track), sobra 3 cartas del mazo de dragones artesanos y roba 2 cartas del mazo de dragones selectos (escogiendo uno y devolviendo al fondo del mazo otro).
- Se escoge aleatoriamente al jugador inicial. En partidas de 4/5 jugadores, el cuarto y quinto jugador toma un recurso a su elección.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Flamecraft se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de turnos alternados por los jugadores, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj.
En cada turno, el jugador activo debe desplazar su peón de dragón a una tienda distinta de la que ocupaba al comienzo del turno. Si en la tienda de destino hay uno o más peones de dragón de otros jugadores, deberá entregar un recurso a cada uno de esos jugadores (si no tiene recursos suficientes no podrá visitar esa localización). Tras esto, debe escoger entre:
- Resolver un Encuentro. El jugador procede de la siguiente forma:
- Recolectar Bienes. El jugador obtiene 1 bien del tipo de la tienda más 1 bien por cada encantamiento y cada dragón artesano presentes en la tienda de los tipos correspondientes.
- Colocar un Dragon Artesano (opcional). Si la tienda tiene al menos un espacio libre para dragones artesanos y el jugador tiene un dragón artesano del tipo correspondiente, puede jugarlo ahora y recibir la bonificación indicada en el espacio de ciudad. Si este era el último espacio disponible de la tienda, se debe revelar una nueva tienda del mazo y colocarla en un espacio libre de la ciudad.
- Activar un Dragon Artesano (opcional). El jugador puede activar el efecto de uno de los dragones artesanos presentes en la tienda.
- Activar el Efecto de la Tienda (opcional). El jugador puede activar el efecto de la tienda (si lo tuviese).
- Encantar. El jugador procede de la siguiente forma:
- Se escoge uno de los encantamientos disponibles en el tablero principal que coincida con el tipo de la tienda visitada, devolviendo a la reserva todos los recursos requeridos.
- El jugador recibe las bonificaciones correspondientes. Se pueden utilizar monedas como comodín (salvo que el encantamiento diga lo contrario). Si se usan varias monedas, cada una debe ser de un tipo distinto de bien.
- Tras esto, el jugador solapa la carta de encantamiento bajo la tienda y puede activar los efectos que desee de los dragones artesanos presentes en la tienda en el orden que considere oportuno.
Finalmente, se reponen los suministros (de dragones artesanos y/o de encantamientos, revelando nuevas cartas). El jugador debe evaluar si no sobrepasa el límite de 7 unidades de cada tipo de recurso o de 6 cartas de dragón artesano en la mano, devolviendo el exceso.
Tras esto, el turno pasa al jugador de la izquierda.
En cada turno, el jugador activo puede resolver cualquier cantidad de dragones selectos de resolución durante la partida (con símbolo de sol), dejándolos bocarriba en su zona de juego.
Fin de la Partida
El final de la partida se detona en el turno en el que se agota el mazo de encantamientos o de dragones artesanos. Todos los jugadores disfrutarán de un último turno, incluyendo el jugador en cuyo turno se detonó el final de la partida (será el último en jugar).
Una vez todos los jugadores han resuelto su turno final, se procede al recuento final, en el que cada jugador anota:
- 1 Punto de Victoria por cada moneda en su reserva personal.
- Los Puntos de Victoria indicados en los dragones selectos de puntuación de final de partida.
El jugador con más puntos de victoria será el vencedor. En caso de empate, se comprueban los siguientes criterios:
- El jugador con más dragones artesanos en mano
- El jugador con más bienes en su reserva personal.
Si la igualdad se mantiene, los jugadores comparten la victoria.
Variantes
Modo en Solitario: el jugador se enfrenta a dos bots (como si fuese una partida a 3 jugadores) que van moviendo sus peones según el mazo de cartas de dragones artesanos. Esto puede provocar que se vayan retirando encantamientos.
Compañeros. Al comienzo de la partida cada jugador recibe un compañero, cuyo efecto puede activarse una vez durante la partida.
Opinión Personal
Hoy toca analizar uno de esos juegos en los que acabé metiéndome en la campaña de financiación casi de casualidad. Un día estaba yo malgastando tiempo en Instagram, viendo publicaciones de compañeros cuando se me cruzó contenido promocionado con esos maravillosos dragones y un título que llamaba la atención.
Me fue imposible evitar pulsar en la imagen para ver a donde me llevaba. Y cuando se lo enseñé a Sandra (la famosa señorita de las #CrónicasJugonas), no hubo más remedio que entrar (no metí el peluche en el pedido de milagro). Una vez finalizada la campaña, Maldito Games anunció que se encargaba de su publicación en español, y que los mecenas podíamos escoger esta versión.
Tras un desarrollo del proceso de producción ejemplar, por fin pudimos estrenar un juego del que, de entrada, no esperaba gran cosa. Primero porque no suelo tener mucha fe en los juegos que se saltan el circuito editorial estándar (la estadística es tozuda y la mayoría de estos juegos tienen problemas importantes).
Y, segundo, porque se trata de un peso medio ligero que parecía delegarlo todo en su adorable aspecto visual como principal reclamo, algo típico de los juegos que buscan financiación, dejando muchas veces de lado aspectos fundamentales en un juego como son las mecánicas y las dinámicas que estas generan, especialmente en lo que a toma de decisiones se refiere cuando tenemos un eurogame entre manos.
Nos encontramos con un eurogame de peso medio que tira a ligero con mecánica relativamente típicas, esto es, una colocación de trabajadores al estilo Le Havre (aquí su tochorreseña) en la que los jugadores desplazan un único peón sobre los distintos espacios de acción, encareciendo su coste al resto de jugadores mientras permanezca en él.
En cada uno de estos espacios de acción existirán dos opciones. Por un lado, recolectar recursos en función de las cartas que se hayan ido jugando sobre la localización correspondiente o, por otro, completar alguno de los pedidos disponibles en un suministro común, entregando el conjunto de recursos indicado para, principalmente, anotar puntos (aunque muchos proporcionan recompensas adicionales).
De esta forma, los jugadores irán resolviendo turnos recolectando recursos para gastarlos lo más rápidamente posible en esos pedidos (encantamientos) para ir acumulando la mayor cantidad de puntos posibles antes de que se detone el final de la partida agotándose alguno de los mazos de cartas.
Grosso modo esto es lo que nos plantea Flamecraft, teniendo algunos condimentos adicionales, como cartas de objetivo personal (algunas se pueden resolver durante los turnos y otras ofrecen puntos de victoria al final de la partida), o, el que me parece más interesante desde un punto de vista mecánico, que los espacios de acción van evolucionando durante la partida.
Al visitar un espacio de acción los jugadores podrán ir colocando cartas de dragones artesanos que proporcionarán un doble beneficio (uno asociado a la tienda donde se coloca y otra asociada a la propia carta de dragón). Estos dragones proporcionarán recursos adicionales cuando esa tienda vuelva a ser visitada.
Pero es que también al completar encantamientos (los pedidos) habrá que visitar una tienda de tipo coincidente con el encantamiento, de forma que el pedido se solapará sobre la tienda y proporcionará más recursos la próxima vez que sea visitada.
De esta forma los espacios de acción van proporcionando cada vez más recursos, acelerando el ritmo de la partida por un lado, y alterando el peso de los espacios de acción por otro, haciendo que se vuelvan más interesantes a medida que se van cargando con cartas.
Y realmente Flamecraft no tiene mucho más. Estamos ante uno de esos juegos que, sin ser un familiar (hay muchos conceptos que tal vez puedan abrumar a un jugador ocasional), puede ver mesa con facilidad ante un amplio espectro de jugadores, compitiendo en la liga de los Stone Age (aquí su tochorreseña), Saqueadores del Mar del Norte (aquí su tochorreseña) o La Era del Carbón (aquí su tochorreseña).
Todos ellos juegos con una mecánica de colocación de trabajadores con alguna peculiaridad pero que, en esencia, plantean la misma premisa, esto es, recolectar recursos para gastarlos casi de forma inmediata formando conjuntos requeridos por un elemento que proporciona puntos (eso a lo que llamamos habitualmente «pedidos»).
En este sentido, Flamecraft no aporta nada especialmente novedoso y, si en la colección ya tenéis varios juegos de este corte, es probable que se os quede muy corto, especialmente si ya tenéis cierto bagaje y habéis probado diseños de mayor peso.
Con esto no estoy queriendo decir que Flamecraft sea un juego soso o carente de decisiones interesantes. Considero que es un juego que está bien equilibrado, en el que la cantidad de efectos está medida para no agobiar a jugadores no acostumbrados a juegos con cartas y efectos (aunque los jugadores más avanzados echarán en falta una mayor variedad de estos), y que obliga a los jugadores a adaptarse, pues los pedidos son comunes y es fácil deducir a qué pedido está poniendo ojitos cada jugador en función de los recursos que se van acumulando.
El nivel de interacción está más centrado en esta dinámica de carrera de ser el primero en conseguir el conjunto de recursos necesarios para completar un pedido concreto que en el fastidiar a un rival ocupando una determinada localización, ya que, al fin y al cabo, un recurso de penalización por jugador tampoco es algo especialmente sangrante y, si la recompensa merece la pena, se asume con alegría.
Es cierto que, a la larga, puede dejar la sensación de que las cartas de dragones selectos (los objetivos personales) tienen un peso mayor que los contratos (que al final es lo que recibe más atención), pues, salvo que los jugadores cometan pifias de forma continua, más o menos van a completar un numero parejo de contratos, de forma que estos dragones selectos van a acabar siendo muy importantes a la hora de generar diferencias.
Aquí entra en juego el azar, ya que pueden obtenerse dragones que encajen bien con el desarrollo de la partida (como los que hacen referencia al despliegue de dragones artesanos en las distintas localizaciones) o dragones cuyo criterio sea difícil de conseguir por las mismas razones. Esto puede enervar a más de uno, pero lo considero fundamental en juegos de este tipo para retirar algo de control a los jugadores más experimentados, aunque también puede perjudicar a jugadores noveles, acrecentando las diferencias. Pero es una forma de dar opciones de victoria a jugadores con menos conocimiento del juego.
En cuanto a la escalabilidad, el juego funciona aceptablemente bien en todas sus combinaciones, aunque es cierto que como más interés gana la competición por los distintos pedidos es al máximo número de jugadores. A cuatro o cinco hay que hilar fino para adelantarnos a los rivales sin tener que sufrir demasiadas penalizaciones en forma de recursos. A dos o tres jugadores hay más espacio libre y no tanto agobio, y es más fácil controlar los distintos pedidos.
De rejugabilidad el juego no va mal, pues incluye suficientes elementos para que las partidas tengan un punto de variabilidad que evite activar el piloto automático a las primeras de cambio. Es cierto que no le habría venido mal más variedad de efectos en los dragones artesanos, pero es que tampoco hay mucho margen a la hora de innovar en este aspecto.
Pasemos a la producción. Nos encontramos con unos acabados muy dignos, con elementos de cartón de un grosor y prensado aceptables, piezas de madera de buena densidad y corte, un enorme tapete de neopreno y unas cartas con gran gramaje, textura en lino y magnifica respuesta elástica (aunque se recomienda el enfundado para una mejor conservación). El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas con numerosos ejemplos y aclaraciones.
En donde el juego demuestra no tener rival es en el aspecto visual. El trabajo de Sandara Tang es sencillamente sublime. El nivel de adorabilidad de este juego está fuera de escala, con una portada sencilla pero que es toda una declaración de intenciones, adquiriendo el mayor nivel en las postales que son las cartas de tienda. La artista recurre a un estilo que recuerda poderosamente a obras del Estudio Ghibli, con esas formas redondeadas y coloridas. Ternura por los cuatro costados. A destacar que, a pesar de que los dragones artesanos muestran solo seis efectos (uno por tipo), cada carta muestra una ilustración de un dragón distinta. No es de extrañar que la ilustradora aparezca acreditada antes que el autor del juego, pues un altísimo porcentaje del éxito de este juego es gracias a ella.
Y vamos cerrando. Flamecraft es un eurogame de peso medio tirando a ligero, con mecánicas convencionales y que no arriesga demasiado a la hora de plantear una premisa bastante recurrente en este tipo de diseños, esto es, conseguir recursos mediante colocación de trabajadores para, acto seguido, gastarlos en cartas de pedido. Llama la atención que los espacios de acción van evolucionando durante la partida, haciendo que el interés por ellos vaya variando. Pero donde verdaderamente el juego alcanza otra dimensiones es gracias a su nivel de producción y su tremendamente adorable aspecto visual, convirtiéndose en un gran producto gracias a un precio tremendamente competitivo. Por todo esto le doy un…
Genial como siempre para la primera reseña del año, Iván. Pero recalco un detalle en el modo solitario. Si bien es cierto que se prepara la partida para 3 jugadores, la IA usará todos los demás dragones. No te enfrentas a 2 bots y vas contando su puntuación final, que de esa manera te enfrentarias a bot. Sino que la IA va posicionando dragones para obstaculizar según que tiendas, pero no puntua, dejando una puntuación individual a base de logros que dan un pequeño giro en juegos en solitario modificando las posteriores partidas en si mismas.
Un gustazo empezar el año con esta reseña.
Para mi la comparación directa en cuanto a producción sería Red Cathedral en el sentido de que llegan a salir por 20€ más en una caja grande y hubieran pasado desapercibidos, aún siendo buenos juegos.
De todos modos me alegro de que sigan saliendo juegos de entrada como este, son los que al final alimentan a la afición de gente nueva.
A la espera de las expansiones que empiecen a meterle capas, que con lo que lo ha petado es cuestión de tiempo.
PD: Una pregunta Iván, tendremos reseña del dinosaur world? Es de esos juegos que pasan bajo radar y lo pusiste muy bien en Más Madera hace ya tiempo, sería agradable verlo por aquí 🙂
Lo tengo en mi colección y mi idea es sacársela.
Feliz entrada de año Iván!
Cual tiene mas chicha? Flamecraft o Dog Park para jugar con jugadores ocasionales pero que entretenga también a jugones. Los dos me parecen muy «cuquis» y las dos temáticas me atraen por igual.
Un saludo!
Feliz 2023!! El Flamecraft me lo he comprado presionado por la niña, es un producto interesante por demostrar lo crucial para los juegos de mesa modernos que es el atractivo visual, la estética, y por tener una relación calidad-precio estupenda. Crees que tiene las características de un superventas/longseller?
Mmmm es posible. Fijate en viticulture, que me parece un juego bastante plano y por marketing y aspecto está donde está. Este además tiene un gran precio. El tiempo lo dirá.
La enquinaaaa que te sale sarpullido. Jjajaja
Viticulture + Tuscany es un avión
Hola Pablo
Yo he probado los 2 y me quedaría con Dog Park por ser algo más diferente a lo habitual.
Al final Flamecraft es un colocación de trabajadores (aunque sólo es 1) y si indicas que eres jugón tendrás en la ludoteca muchos que te llenen infinitamente más con esta mecánica.
Chicha chicha; no tiene ninguno de los dos
Saludooos
Probado en estas fiestas a 5 y me dejó frío. Entreturno bestial en las últimas rondas para pensar a qué tienda vas, es decir, mientras miras el tablero sin hacer nada. Algo que apenas puedes mitigar planificando antes ya que el jugador previo puede haber cambiado mucho la situación con los dragones de intercambio.
Las cartas de contratos están muy descompensadas respecto a los dragones selectos. Creo yo. Lo cual es más grave siendo que en las primeras si hay la interacción y tensión de que los cumplan antes que tú y sin embargo, con los dragones, empiezas a mostrarlos uno a uno al final de la partida diciendo «voilá, este lo cumplo +4, este también +5…» sin que nadie pueda haber contrarrestado nada durante la partida. Cómputo de puntos totalmente anticlimatico.
Hombre, entreturno en este juego es de tener demasiado AP. Es un juego demasiado sencillo para eso. Los dragones selectos son uno de los ejes del juego. No puedes renunciar a ellos, además que son el mayor aliciente para jugadores más experimentados. Esa misma crítica se podría hacer al Stone Age con las cartas. A mi no me parece un defecto.
Hombre, entreturno en este juego es de tener demasiado AP. Es un juego demasiado sencillo para eso. Los dragones selectos son uno de los ejes del juego. No puedes renunciar a ellos, además que son el mayor aliciente para jugadores más experimentados. Esa misma crítica se podría hacer al Stone Age con las cartas. A mi no me parece un defecto, pero entiendo que no te encaje.
Crees q es mejor el Stone ages?
Personalmente no. A mi Stone Age me parece muy redondo en lo que plantea y tiene un puntito mas de profundidad que Flamecraft. A cambio, el impacto visual de Flamecraft puede atraer mucho mas a jugadores ocasionales.
Que raro que cuando Misut se compra un juego deluxe o KS, aunque sea un juego que aporta poco y tiene una sobreproducción, lo califica como ´´notable´´ para que no le duela el bolsillo xD pero si no se lo hubiera comprado, probablemente lo hubiera calificado de forma más objetiva, y se hubiera llevado el ´´aprobado´´
Pues deberías repasar bien. Por ejemplo la reseña del Wild :p
O el reciente Endless Winter. Yo los aprobados los pasaporto. Y este Flamecraft se queda en casa porque cumple muy bien su cometido. Luego puedes pensar lo que quieras, por supuesto :p
Lo pillé por las niñas. Lo jugué primero con amigos y pensé que iba a ser demasiado complicado para ellas porque entre jugones nos funcionó. Cuando lo jugamos luego en familia las peques lo pillaron al vuelo y se les dió muy bien ya la primera partida. Muy buen juego. Y al precio que está difícil de dejarlo pasar. Se queda. Las niñas tienen 12 y 8
Hola! En general estoy de acuerdo con buena parte de la crítica aunque me parece un juego simplón que aporta poquito salvo que es bonito si te gastas mucho dinero en él (edición Deluxe o kickstarter). Por eso y desde mi opinión no estoy de acuerdo con esto para nada, teniendo en cuenta que se está reseñando una edición kickstarter y la gran mayoría de las fotos que pones son de esa edición (recursos de madera, dragones, monedas,…):
«Pero donde verdaderamente el juego alcanza otra dimensiones es gracias a su nivel de producción y su tremendamente adorable aspecto visual, convirtiéndose en un gran producto gracias a un precio tremendamente competitivo.»
Al contrario, a mí me ha parecido que el gran problema del juego es su alto precio si quieres la versión bonita y con buena producción, teniendo en cuenta que estamos hablando de un juego muy simplón y que aporta poco.
Por lo demás, bastante de acuerdo con lo comentado! Gracias!
La edición retail no desmerece en nada a la deluxe, porque para mi lo importante del juego son las ilustraciones, y en eso son iguales. Un juego de este corte por 35€ PVP es un regalo. Que haya 6 minis y que los recursos sean de madera no impacta apenas en la experiencia de juego. Es mas, yo los aspectos de producción e ilustración los tengo muy poco en cuenta a la hora de valorar el juego (solo les dedico dos pequeños parrafos de una opinión que normalmente tiene mas de 2000 palabras). El juego es perfecto para el público al que está enfocado, esto es, un juego de colocación de trabajadores sencillo, con sus decisiones aceptablemente interesantes y que te mantiene entretenido durante una hora. ¿Que podría ser mas complejo? Sí, pero entonces fallaría para el público al que está dirigido.
Hola Misut! A ver si me aclaras unas dudas. Tengo en mi colección un ejemplar de Everdell, nos gusta mucho, y mi pregunta es si juegos como este Flamecraft, Pradera o Creature Comforts, son similares, mismas mecánicas, sensaciones, etc…son compatibles en una ludoteca pequeña?
Muchas gracias y felicidades por el gran trabajo que haces, un saludo!.
A ver, entre los que nombras si que son bastante distintos (mas allá del aspecto adorable, que en ese sentido compiten directamente). Que tengas una ludoteca pequeña no es impedimento para que estos juegos pudiesen convivir, pero siempre que tengas claro qué objetivo buscas con la ludoreca. Creature Conforts no lo he probado, pero a mi Pradera me parece una obra de arte tanto a nivel mecánico como visualmente. Si me pides que te recomiende uno, sería ese. Flamecraft es un juego mucho mas ligero y a lo mejor se te queda corto si ya dominas Everdell.
Buenas Misut,
Muy fan de tus reseñas. Una cosa, para una ludoteca de aprox. 60 juegos este Flamecraft se pisaría con el Lords of Waterdeep? Por lo que veo es conseguir recursos para completar contratos.
Son del corte, aunque Lords of Waterdeep es mejor juego. Flamecraft yo lo. Veo como juego introductorio, más directo y menos interactivo.