Reseña: Mino Dice
Introducción
¡Un juego de bazas de dados! El minotauro mora en el centro de su laberinto… ¿A qué dedica el tiempo mientras espera a su presa? ¡Se pasa el día jugando a los dados! ¿Te atreves a unirte a la partida? Mino Dice es un juego de bazas a base de dados. Anticipa cuantas bazas serás capaz de ganar al iniciar cada ronda. Si calculas bien, ¡te convertirás en el campeón del laberinto!

Así se nos presenta Mino Dice, diseñado por Manfred Reindl (Captain Silver, Push a Monster). Publicado por primera vez en 2016 como Skull King: Das Würfelspiel (Skull King: El Juego de Dados). En 2022 fue reeditado por Playte con el nombre actual, de cuyas ilustraciones se encarga Wanjin Gill (Golem It!, Tasso Banana).
Será publicado en español por Devir (aunque el juego es completamente independiente del idioma a excepción del reglamento y de las pantallas de ayuda). Permite partidas de 3 a 6 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración aproximada de 30 minutos. El precio de venta al público es de 25€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en francés de IELLO.

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 18×13×4 cm. (caja rectangular pequeña similar a Piña Coladice), encontramos los siguientes elementos:
- 36 Dados (de resina):
- 6 Dados Especiales
- 30 Dados Numéricos
- 6 Pantallas (de cartulina)
- Bolsa de Dados (de tela)
- Bloc de Puntuación (de papel)
- Reglamento
Mecánica
Mino Dice es la versión de dados de Skull King. Un juego de bazas con dados en el que se desarrolla a lo largo de un determinado número de rondas. En cada ronda, cada jugador roba el número de dados correspondiente a la mano actual y los coloca tras su pantalla. Tras esto, de forma simultánea cada jugador indica cuantas bazas cree que va a ganar. Si el jugador acierta, obtendrá veinte puntos por baza ganada. Si falla, perderá diez puntos por cada baza de distancia entre sus bazas ganadas y las que apostó. Si apuesta cero bazas anotará tantos puntos como el número actual de la ronda por diez en caso de acertar o menos diez en caso de fallar. En cada baza, el jugador que lidera revelará uno de sus dados y lo lanzará. Hay siete tipos de dados: cuatro con valores numéricos (morado, amarillo, rojo y gris) y tres especiales (verde, azul y marrón). Si el líder juega un dado numérico, el resto de jugadores deberán asistir jugando un dado del mismo color (si tienen) o un dado especial. Si no tienen un dado de ese color, entonces podrán jugar cualquier dado. La baza la ganará el jugador que haya obtenido el mayor valor numérico (en caso de empate, el que lo obtuviese en último lugar), salvo que se haya jugado al menos un dado especial (hay una serie de prioridades) y no haya obtenido una bandera (las banderas impiden ganar la ronda). Si, además, se ha ganado una baza capturando un dado especial siguiendo el sistema de prioridades los jugadores obtendrán puntos adicionales en caso de acertar el número de bazas.
Conceptos Básicos
Empecemos por un concepto fundamental en este juego que son las bazas. La partida se va a estructurar en un numero de rondas, cada una de ellas con una determinada cantidad de bazas. Para resolver estas bazas cada jugador deberá lanzar un dado (recibirá tantos dados como bazas vaya a tener una ronda). El jugador que lidera una baza lanzará uno de sus dados y el resto de jugadores deberá hacer lo propio teniendo en cuenta ciertas restricciones en función de los dados previos. En los dados hay símbolos y/o números. Si en una baza solo hay resultados numéricos, ganará la baza el jugador que haya obtenido el valor más alto (en caso de empate, el ultimo jugador en haber obtenido ese valor). Ahora, si hay símbolos, habrá que atender a las prioridades entre los símbolos.
Así tenemos dos tipos de dados. Por un lado los Dados Numéricos. Hay cuatro colores de dados numéricos (rojos, amarillos, morados y grises). Estos dados tienen un rango de valores determinado en función de su color (rojos: 7-5, amarillos: 5-3, morados: 3-1, grises: 1 o 7 además de mostrar símbolos de bandera). Además, el primer dado numérico lanzado en una baza fijará su color, de forma que los jugadores que aún no hayan lanzado su dado en la baza estarán obligados a asistir, lanzando un dado del mismo color si tuviesen (en caso de no tener podrán lanzar cualquier otro dado numérico). Sin embargo, a diferencia de la mayoría de juegos de bazas, asistir o no asistir no es relevante a la hora de determinar el vencedor de la baza. Por otro lado tenemos los Dados Especiales, que los hay de tres colores (marrón, verde y azul). Estos dados muestran en varias de sus caras un símbolo propio del dado (minotauro para el dado marrón, grifo para los dados verdes y sirena para los dados azules), mientras que en las otras mostrarán una bandera. La bandera es el valor más bajo, inferior a cualquier número, mientras que las sirenas, los grifos y los minotauros son superiores a cualquier número. Entre ellos, el minotauro es superior al grifo, y el grifo es superior a la sirena. Sin embargo, si en una misma baza hay al menos una sirena junto al minotauro, entonces las sirenas pasan a ser el valor más alto, independientemente de si hay o no grifos.

Cada jugador mantendrá su mano de dados oculta tras una Pantalla que sirve de hoja de referencia a la hora de determinar el ganador de una baza atendiendo a los colores, valores y símbolos.

En cada ronda los jugadores realizarán una apuesta por cuantas bazas creen que ganarán. Esta apuesta se anota en un Bloc de Puntuación, de forma que, al final de la ronda, los jugadores anotarán puntos en positivo (en caso de acertar) o negativos (en caso de no acertar).

Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se introducen todos los dados en la bolsa.
- Se deja a un lado el bloc de puntuación y se anota el nombre de cada jugador en una columna.
- Cada jugador recibe una pantalla.
- Se escoge aleatoriamente al jugador inicial, que recibe la bolsa de dados.
¡Ya podemos comenzar!

Desarrollo de la Partida
Una partida de Mino Dice se desarrolla a lo largo de un número fijo de rondas dependiente del número de jugadores (8/7/6 rondas en partidas a 3-4/5/6 jugadores).
En cada ronda, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj, cada jugador extrae tantos dados de la bolsa como el número actual de la ronda, y los coloca tras su pantalla.
Ahora, cada jugador evalúa su conjunto de dados y calcula cuantas bazas cree que va a poder llevarse (entre cero y el número de dados que tenga tras su pantalla). Una vez todos los jugadores tienen clara su apuesta, el jugador inicial realiza una cuenta atrás y todos los jugadores estiran su puño (o puños) enseñando tantos dedos como su apuesta. Se anota en el bloc la apuesta realizada por cada jugador en la fila correspondiente a la ronda en curso.
Se procede a resolver las bazas. Comenzando por el jugador inicial de la ronda y continuando en el sentido de las agujas del reloj, cada jugador deberá lanzar un dado. Se tienen que tener en cuenta los siguientes condicionantes:
El primer jugador en lanzar un dado numérico (de color rojo, amarillo, morado o gris) fijará el color a seguir, de forma que el resto de jugadores estarán obligados a lanzar un dado numérico de dicho color en caso de tener. Si un jugador no tiene dados numéricos de dicho color pero si de otros, entonces podrá lanzar cualquier dado.
Independientemente de esto, un jugador siempre podrá lanzar un dado especial (tenga dados para asistir o no los tenga).
Una vez todos los jugadores han lanzado su dado, se determina al ganador de la baza de la siguiente forma:
- Si ningún dado muestra un símbolo que no sea una bandera, el ganador de la baza será el jugador cuyo dado muestre un mayor valor. En caso de empate, ganará el jugador que hubiese lanzado el dado en último lugar de entre los empatados.
- Si todos los dados muestran bandera, ganará la baza el primer jugador que lanzó una bandera.
- Si hay al menos una sirena y ningún símbolo especial más (ni minotauros ni grifos), el ganador será el último jugador en haber obtenido una sirena en su dado.
- Si hay al menos un grifo pero no hay un minotauro, el ganador será el último jugador en haber obtenido un grifo (aun habiendo sirenas).
- Si hay un minotauro, el jugador que lanzase dicho dado será el ganador independientemente de lo que muestren el resto de dados, con la excepción de que haya al menos una sirena, en cuyo caso el ganador será el último jugador en haber obtenido una sirena (aun habiendo grifos).
El ganador de la baza agrupará los dados y los colocará cerca de su pantalla manteniendo los valores obtenidos. Tras esto, comenzará una nueva baza, siendo el líder de la misma el jugador que ganó la anterior.
La ronda finaliza una vez todas las bazas se han resuelto, procediéndose al recuento de la baza:
- Si un jugador apostó al menos una baza y acertó, anotará 20 puntos por baza ganada. Además, si en alguna de sus bazas hay un minotauro y una sirena, anotará 50 puntos adicionales. O si en una baza tiene un minotauro y al menos un grifo, anotará 30 puntos por grifo presente en la baza.
- Si un jugador apostó al menos una baza y no acertó, perderá 10 puntos por cada baza de diferencia entre su apuesta y el número de bazas ganadas durante la ronda.
- Si un jugador apostó cero bazas, sumará (en caso de haber acertado) o perderá (en caso de haber fallado) tantos puntos como el resultado de multiplicar el numero de la ronda por 10.
Una vez anotados los puntos, se vuelven a meter todos los dados en la bolsa y esta se pasa al jugador sentado a la izquierda, que se convertirá en el jugador inicial de la primera baza de la siguiente ronda.
Fin de la Partida
La partida finaliza tras la puntuación de la ronda final según el número de jugadores. El jugador que haya anotado más puntos será el vencedor.
Variantes
Modo Simplificado. Se aplican las siguientes modificaciones:
- Si un jugador falla en su apuesta, no pierde puntos.
- No hay puntos adicionales por bazas con minotauros y grifos o sirenas.
Opinión Personal
Llevaba con ganas de redactar esta tochorreseña, pero creía conveniente publicar primero la del juego en el que se inspira. Y es que este Mino Dice no es otra cosa que la versión de dados del famoso Skull King (aquí su tochorreseña), cuyo análisis se me ha resistido más tiempo del que hubiese deseado.
Pero, como esa deuda ya quedó saldada la semana anterior a la publicación de esta entrada, aquí estamos. Vamos a ver cómo se comporta en mesa este juego de bazas con dados que se ha vuelto a poner de moda gracias a la reedición por parte de Playte y el posterior licenciado por parte de varias editoriales (entre ellas Devir, que puede que ya lo haya publicado cuando estéis leyendo esta entrada).
En Mino Dice se mantienen los mismos principios que en Skull King, esto es, un desarrollo en rondas con un número de bazas creciente, comenzando con una única baza, aumentando en una en cada nueva ronda. Así, una de las primeras particularidades de este juego y se antecesor es que no todas las cartas (o dados en este caso) estarán en juego, generando incertidumbre al no poder contar cartas.

Independientemente de este detalle, la dinámica de bazas es bastante tradicional. Así, tendremos una serie de palos a los que pertenecerán la mayoría de las cartas (o dados en este caso) y, cuando se juega la primera de un determinado palo en una baza, este palo quedará fijado y el resto de jugadores estarán obligados a jugar un elemento de ese mismo color siempre que sea posible.
Una vez que todos los jugadores han añadido un elemento a la baza, aquel que haya jugado el de mayor valor ganará la baza y se convertirá en el nuevo líder para la siguiente baza de la ronda, teniendo la oportunidad de fijar el palo al que se debe asistir. Así hasta que se hayan resuelto todas las bazas y a ningún jugador le queden elementos por jugar.
A la hora de determinar el ganador de la baza habrá que tener en cuenta una serie de elementos especiales que se pueden jugar independientemente del palo al que haya que asistir y cuyo valor podrá ser superior o inferior a cualquier valor numérico. Estos elementos especiales podrán jugarse aun teniendo elementos para asistir.
Como último aspecto en común entre el juego original y esta versión de dados es la forma de puntuar. Y es que los jugadores tendrán que hacer una apuesta al comienzo de cada ronda por cuantas bazas creen que va a ganar una vez hayan recibido los elementos que confirmaran su mano. Obviamente interesa ganar todas las bazas que sea posible, ya que, en caso de acertar, el jugador anotará veinte puntos por acierto además de optar a conseguir puntos adicionales en caso de ganar bazas en las que cumplan ciertas condiciones.
Pero habrá que tener cuidado, pues, en caso de fallar la apuesta, no sólo no se ganarán puntos sino que se perderán. La cantidad a sustraer dependerá de cómo de lejos de haya quedado el jugador de haber acertado, ya sea por exceso o por defecto. Existe la opción de apostar por cero bazas, optando a una bonificación o penalización igual a diez veces el número de la ronda en curso.

Hasta aquí no hay diferencias entre Skull King y Mino Dice. Sin embargo ya en la evaluación de las bazas encontramos una sutil pero crucial primera diferencia, ya que para optar a ganar la baza no es obligatorio asistir al color del líder, sino que simplemente habrá que ser el jugador que haya puesto en juego el elemento de mayor valor.
Digo que es sutil porque es en lo que se sustenta todo el juego debido a otra de las diferencias entre original y derivado. Concretamente la más importante y que da sentido al juego, esto es, la sustitución de las cartas por los dados. Y es que Mino Dice pasa a convertirse casi en un party game porque, aunque podamos realizar ciertos cálculos al recibir la mano de dados, la realidad es que nunca tendremos certidumbre sobre lo que puede pasar en una ronda.
Y es que se juegue el dado que se juegue, este deberá ser lanzado, determinando solo entonces su valor de cara a la evaluación de la baza. Esto generará alegrías y frustración casi a partes iguales, aunque esto dependerá más bien de la buena o mala suerte de cada uno al lanzar los dados.
De esta forma, la fase de apuestas al comienzo de cada ronda será más una estimación que realmente un cálculo concienzudo, ya que, aun teniendo la mejor mano de dados posible (por ejemplo, que todos los dados sean especiales), puede darse la situación de que todas las tiradas que realicemos acaben mostrando una bandera y, por tanto, no ganemos ni una baza.
Y es aquí donde, en función del tipo de jugador que seáis, el juego os parecerá una maravilla o una tremenda medianía. Porque Mino Dice, como indica su nombre, es, ante todo, un juego de tirar dados. Y al azar inherente a esta mecánica se le suma el de conformar la mano, lo que da pie a situaciones realmente inverosímiles.
Por ejemplo, que en una baza el líder juegue un dado gris queriendo sacar una bandera (que es el resultado más probable) y obtenga un 1. El resto de jugadores, teniendo la intención de ganar la baza, lanzan dados especiales, y todos pifian obteniendo sendas banderas, por lo que ese jugador que inicialmente no quería llevarse la baza la acaba obteniendo.

Y es que aun resolviendo una baza normal en la que el líder juega un color de dado y todos asisten, será el azar quien determine quién gana la baza. Y claro, como jugamos sobre una estimación, todo lo que sea acercarnos lo más posible a la misma lo veremos como un triunfo. Ya que menciono la palabra, otra de las diferencias importantes entre Skull King y el juego que hoy nos ocupa es que no hay un palo triunfo per sé, aunque sí hay un palo que tiene valores superiores y, a efectos prácticos, es como si fuese una especie de triunfo, aunque tiene valores solapados con otros colores, por lo que un dado de un color inferior puede acabar llevándose la baza.
Lo mejor de todas estas diferencias es que el juego acaba generando una dinámica que lo aleja bastante de las sensaciones que transmite Skull King, por lo que, potencialmente, ambos pueden convivir en una misma ludoteca sin problemas. A no ser que el dueño de la ludoteca se decante claramente por uno.
Si te gusta el concepto tradicional de las bazas, contar cartas y tener la sensación de tener que tomar decisiones importantes en lo que a la gestión de la mano se refiere, es muy probable que este Mino Dice te parezca un total despropósito. Ahora, si eres de esos jugadores disfrutan de un enfoque mucho más táctico en los juegos de bazas (algo de lo que ya hacía gala Skull King) y que el azar tenga un importante impacto en el desarrollo de la partida no te resulta problemático, entonces es probable que Mino Dice te resulte tremendamente divertido (como es en mi caso). Pero que tengáis claro que es un juego que se acerca más un juego de dados de Knizia como High Score (aquí su tochorreseña) que al propio Skull King (aun siendo mecánicamente muy similares). Este es un caso de que lo importante en un juego son las dinámicas que se generan y no tanto las mecánicas que las generan.
Una ventaja de que sea tan azaroso y que no se pueda tomar en serio es que escala muy bien. Es cierto que a seis jugadores es una fiesta absoluta y lograr acertar la apuesta es un logro titánico porque es muy difícil ganar una baza (pero alguien la gana), pero es que a tres, cada jugador tiene un tercio de probabilidades de llevarse una nueva baza, por lo que es más complicado acertar.
Como no deja tanto margen de maniobra a los jugadores, si esto se lo toman más como un party que otra cosa, las partidas serán muy divertidas, con un ritmo magnifico y momentos para el recuerdo, lo que facilita su salida a mesa, por lo que, si encaja en vuestro grupo, tendrá una rejugabilidad elevada. Ahora, como esta dinámica no se genere, entonces pasará a acumular polvo en la estantería e, indefectiblemente, acabará en el hilo de venta.

Pasemos a la producción. Nos encontramos con unos dados de buena calidad y con caras personalizadas para mostrar los distintos símbolos. Las pantallas en forma de pirámide con la cúspide cortada son un poco incomodas, aunque es cierto que permiten esconder adecuadamente los dados. La bolsa es robusta, y el reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas.
En cuanto al aspecto visual, el trabajo de Wanjin Gill es magnífico, aunque solo pueda mostrarse en las pantallas y en la portada. Pero aun teniendo relativamente pocos elementos sobre los que poder trabajar, el acabado es realmente atractivo y aumentan las ganas de abrir la caja tras el primer contacto con el juego.
Y vamos cerrando. Mino Dice es la versión de dados de Skull King que, implementando prácticamente las mismas reglas que el juego original, genera unas dinámicas completamente distintas al ser un juego muchísimo más azaroso en el que las tiradas de dados se roban todo el protagonismo, dando pie a situaciones surrealistas. Unas veces los jugadores gritarán de alegría ante resultados inverosímiles, mientras que otras maldecirán su mala suerte cuando tenían muchas probabilidades de ganar una determinada baza. Si este enfoque estilo party encaja en vuestro grupo, estáis ante un juego muy divertido y que puede funcionaros incluso mejor que el juego original. Ahora, si sentís devoción por los juegos de bazas con un desarrollo relativamente tradicional, puede que este Mino Dice incluso os parezca una herejía. Y como yo creo que el autor pensaba más en jugadores del primer tipo, le voy a dar un…
Me parece un concepto muy curioso el hecho de no saber realmente que valores tienes al iniciar la ronda.
Por cierto, se te han colado algunos piratas en vz de grifos en la reseña.
Jajaja, voy a corregirlo! Gracias por el aviso!
Para mí es un sobresaliente, no hay partida que me haya salido mala. Y le habré jugado más de 40
Como juego de bazas me parece peor que Skull King. Como party no llega al nivel de epicidad de Strike o Cocos Locos 😛
Hola, se parece a un Perudo? Del cual ahora sale nueva versión? Saludos
Los veo muy distintos. Aunque es cierto que se acerca en el tono festivo de ambos.
Yo soy de los que esta propuesta me parece un total despropósito. Para qué me haces predecir si un tercio del resultado de los dados de colores es una bandera. Cero ganas de repetir.