Reseña: Paco Ŝako

Introducción

Ajedrez de la paz. Una nueva forma de ver el ajedrez, donde se juega por la paz y no se hace la guerra. Piezas en blanco y negro que se abrazan y bailan. Baila con el rey y gana.

Así se nos presenta Paco Ŝako, un diseño de Felix Albers (su único juego hasta la fecha). Publicado por primera vez en 2017 por el propio autor. Posteriormente se han editado versiones multilenguaje que incluyen el español.

No se encuentra publicado en España, por lo que tendréis que recurrir a la importación para haceros con una copia. Permite partidas a 2 jugadores, con una edad mínima sugerida de 4 años y una duración aproximada de entre 15 y 60 minutos. El precio de venga al publico es de 54,95€ en la versión con tablero o 39,95€ en la versión sin tablero (necesitaréis un tablero de ajedrez con escaques de 5 cm.). Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión con tablero.

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.

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Contenido

Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 29,9×29,9×7,3 cm. (caja cuadrada estándar tipo Catan o Ticket to Ride), encontramos los siguientes elementos:

• 34 Piezas (17 por color) (de plástico)
• Tablero (de cartón)
• Reglamento

Mecánica

Paco Ŝako es una variante del ajedrez (se aplican prácticamente todas las normas) en el que las piezas en vez de ser capturadas, se unen, de forma que todas las piezas permanecen en el tablero durante toda la partida. Cuando una pieza abraza a otra del rival (las piezas de un mismo jugador no pueden abrazarse), quedan unidas y cada jugador puede desplazar la unión con el movimiento de la pieza propia que la forma. Las piezas abrazadas no pueden separarse por sí mismas, necesitando que un jugador desplace una pieza no abrazada a la posición de dos piezas abrazadas entre sí, sustituyendo a la de su color por la nueva, y ganando un movimiento adicional con la pieza recién liberada, de forma que se pueden generar reacciones en cadena. El objetivo es abrazar al rey rival.

Conceptos Básicos

Empecemos por el Tablero. Éste muestra una cuadricula de ocho casillas por lado en un patrón de damero, de forma que , las casillas ortogonalmente adyacentes entre sí muestran un color distinto (claro u oscuro). El tablero identifica sus filas y sus columnas con números y letras respectivamente, de forma que existe una orientación preestablecida (el jugador que actúe con piezas blancas debe tener la columna con la letra A a su izquierda). Como se pueden adquirir las piezas por separado y jugar en cualquier tablero, si este no dispone de notación para las columnas y filas, simplemente habrá que posicionar el tablero de forma que la casilla inferior derecha sea de color blanco.

Continuemos con las Piezas. Tenemos seis tipos de piezas (ocho peones, dos torres, dos caballos, dos alfiles, una dama y un rey), cada una con sus posiciones iniciales y su tipo de movimiento particular. A diferencia del ajedrez, en este juego las piezas permanecen en todo momento sobre el tablero gracias a que, en cada casilla, pueden llegar a cohabitar dos piezas (una de cada jugador). El movimiento de casi todas las piezas es rectilíneo, no teniendo permitido atravesar casillas que estén ocupadas por otras piezas (si está permitido detenerse en una casilla ocupada donde haya una pieza rival, aunque no si la casilla está ocupada únicamente por una pieza propia). El caballo es la única pieza que rompe esta regla, ya que, al desplazarse, salta hasta la casilla de destino, no importando lo que haya en las casillas intermedias.

La particularidad en Paco Ŝako es que, como ya hemos comentado, las piezas pueden unirse (siempre una pieza de un color con otra pieza de otro color). Una unión funciona como una especie de fusión de ambas piezas, de forma que cada jugador podrá desplazar la unión siguiendo las reglas de movimiento de la pieza de su color. Por ejemplo, si un peón se une a una dama, el jugador que aporta el peón a la unión solo podrá desplazar dicha unión avanzando hacia adelante, mientras que el jugador que aporta a la dama podrá desplazar la unión en cualquier dirección y cualquier numero de casillas. El problema de la unión es que las piezas que la componen pierden la capacidad de unirse a otras piezas. Sin embargo, una unión podrá ser deshecha si el jugador desplaza una pieza de su color a una casilla ocupada por una unión, de forma que esa pieza pasa a unirse a la pieza del rival y la pieza que previamente estaba unida queda liberada y el jugador realiza inmediatamente un nuevo movimiento con esa pieza liberada, que ahora recupera su capacidad de unirse a otras piezas.

En Paco Ŝako el jaque se comporta de una forma un tanto distinta. El objetivo de los jugadores sigue siendo atacar al rey, poniéndolo en Ŝako (jaque) si hay una amenaza directa. El problema es que estas amenazas tal vez no sean fácilmente calculables al entrar en juego las reacciones en cadena, por lo que hay que realizar un movimiento de unión contra el rey rival para ganar la partida, dando Paco Ŝako. Por tanto, el jugador amenazado no estará obligado a realizar un movimiento que proteja a su rey, aunque si no lo hace lo normal es que pierda la partida en su siguiente turno.

Con esto tenemos suficiente.

Preparación de la Partida

1. Los jugadores deciden con qué color van a jugar cada uno y colocan las piezas correspondientes en su lado.
2. Se coloca el tablero entre ambos jugadores de forma que la fila con letras quede en el lado del jugador que actúa con blancas.
3. Los jugadores colocan las piezas en las dos filas mas cercanas a su posición en el tablero, colocando la dama en la casilla central que sea de su color, el rey en la otra casilla central, los alfiles a los lados de dama y rey, los caballos a los lados de los alfiles, y las torres en las esquinas. Los peones se despliegan en la segunda fila frente a las ocho piezas anteriores. Si el juego de piezas contiene una segunda dama, esta se deja a un lado.

¡Ya podemos comenzar!

Desarrollo de la Partida

Una partida de Paco Ŝako se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de turnos alternados por los jugadores, comenzando por el que juegue con piezas blancas.

En su turno, el jugador activo deberá desplazar una de sus piezas, ya sea una pieza libre o una unión, siguiendo el patrón de movimiento correspondiente a la pieza. Si la pieza está libre y accede a una casilla ocupada por una pieza libre del rival, estas quedarán unidas. Si la casilla está ocupada por una unión, la pieza activada entrará en la casilla, se unirá con la pieza del rival y la pieza del jugador activo que estaba unida quedará liberada y realizará un nuevo movimiento. Esto puede generar una importante cantidad de movimientos encadenados.

Tras esto, el turno pasa al jugador contrario.

Cada pieza tiene sus reglas particulares, tanto de movimiento como de unión:

• Peón: puede avanzar una casilla hacia adelante en su columna, no pudiendo avanzar si la casilla siguiente está ocupada por cualquier pieza. Sin embargo, podrá unirse a piezas enemigas libres que se encuentren en la siguiente fila ocupando las casillas de las columnas contiguas a la que ocupa el peón, avanzando hasta ellas. Además, tiene dos excepciones. El primer movimiento de un peón podrá ser de 1 o 2 casillas (a partir de ese momento, cada movimiento de ese peón deberá ser de 1 casilla). Si un peón enemigo libre se encuentra en la cuarta fila de la zona del jugador activo (peón negro en la fila 4 para el caso de las blancas o peón blanco en la fila 5 para el caso de las negras) y el jugador activo avanza uno de sus peones que aún no ha progresado y que se encuentra en una de las columnas adyacentes a la que ocupa el peón enemigo dos casillas, el jugador rival podrá, en su siguiente movimiento (y solo en el siguiente) unirse al peón que ha avanzado dos casillas como si solo hubiese avanzado una, pasando la unión a ocupar la casilla en la que se habría detenido ese peón en caso de haber avanzado solo 1 casilla en vez de 2. Si un peón alcanza la última fila, promociona a una pieza menor (caballo o alfil) o pieza mayor (torre o dama), independientemente de las piezas que tenga el jugador aún en juego, queda a su elección.
• Caballo: es la única pieza cuyo movimiento no se ve bloqueado por casillas ocupadas. Su patrón es en forma de L, eso es, desde su posición avanzaría 2 casillas en línea recta para, a continuación, desplazarse lateralmente una casilla, a izquierda o derecha respecto al primer movimiento rectilíneo. Únicamente no podrá realizar este movimiento si la casilla de destino está ocupada por una pieza propia. Si la casilla de destino está ocupada por una pieza rival, ambas se unirán.
• Alfil: su movimiento es en diagonal, existiendo un alfil que, inicialmente, se desplaza por casillas blancas y otro alfil que, inicialmente, se desplaza por casillas negras. Puede avanzar cualquier número de casillas, no pudiendo atravesar casillas ocupadas por cualquier pieza, aunque si podrá detener su movimiento en una casilla ocupada por una pieza rival, uniéndose a ella.
• Torre: su movimiento es perpendicular a los lados del tablero, esto es, a lo largo de una fila o a lo largo de una columna. Al igual que el alfil, puede avanzar cualquier número de casillas, no pudiendo atravesar casillas ocupadas por cualquier pieza, aunque si podrá detener su movimiento en una casilla ocupada por una pieza rival, uniéndose a ella.
• Dama: su movimiento es perpendicular o diagonal, es decir, actúa como un alfil y una torre a la vez. Al igual que ambos tipos de pieza, no puede atravesar casillas ocupadas por cualquier pieza, aunque si podrá detener su movimiento en una casilla ocupada por una pieza rival, uniéndose a ella.
• Rey: su movimiento es siempre a una casilla adyacente, ya sea ortogonal o diagonal. Al igual que ambos tipos de pieza, no puede atravesar casillas ocupadas por cualquier pieza, y, a diferencia del ajedrez, no podrá unirse a ninguna otra pieza rival (supondría su derrota). El Rey tiene un movimiento especial que es el enroque y que implica a una de las torres del jugador. Mediante el enroque, el jugador puede desplazar dos casillas su rey hacia una de sus torres siempre y cuando ni el rey ni dicha torre hayan sido aun activadas en la partida y las casillas intermedias están libres. Tras esto, la torre involucrada se coloca justo al lado contrario del rey, protegiéndolo. Así, tenemos el enroque corto que ocurre en la torre del flanco de rey (la torre solo se desplaza dos casillas hacia el centro, o el enroque largo, que ocurre con la torre del flanco de dama, en cuyo caso la torre se desplaza tres casillas hacia el centro). Existe una condición adicional para poder ejecutar el movimiento de enroque, esto es, que ninguna de las casillas por las que transita el rey durante este movimiento esté amenazada por una pieza rival (si pueden estarlo las casillas por las que transita la torre).

Fin de la Partida

El final de la partida se alcanza cuando un jugador une una de sus piezas con el rey contrario, proclamándose vencedor.

Opinión Personal

Muchos ya conocéis mi amor por los abstractos. Un amor que surgió tras mi temprano contacto con el Ajedrez (aquí su tochorreseña), el abstracto de los abstractos (con permiso de Go). Un juego con reglas relativamente sencillas pero una profundidad enorme que lleva a los jugadores profesionales a dedicar toda su vida al estudio y entrenamiento en un único juego.

Muchos son los juegos que toman al Ajedrez como punto de partida para ofrecer una nueva experiencia aprovechando conocimientos previos. Y una de estas «variantes» que cada vez está tomando más fuerza es la que hoy nos ocupa. Vamos a ver como se comporta en mesa este Paco Ŝako, que literalmente significa «Ajedrez de la Paz» en esperanto, un nombre muy bien escogido.

En Paco Ŝako nos encontraremos con un despliegue aparentemente idéntico al de una partida de ajedrez, con su tablero de sesenta y cuatro escaques blancos y negros formando el clásico damero y las 16 piezas de cada bando situadas en las dos filas más cercanas a cada jugador.

Sin embargo habrá un pequeño pero importante detalle que llamará poderosamente la atención de cualquiera que se siente por primera vez frente a este juego. Ese detalle será el de las formas de las piezas, que cambian la clásica base circular por una semicircunferencia cuyo diámetro se curva con un punto de inflexión en el centro, recordando a una de las mitades del símbolo del Yin y el Yang.

Y claro, las dos mitades del Yin y el Yang encajan a la perfección cuando se unen. Y este es el sencillo pero, a la vez, radical cambio que propone Paco Ŝako, esto es, que las piezas encajan entre si. Así, en vez de capturar piezas, en el juego que hoy nos ocupan las piezas se unirán. Y esto tiene importantísimas repercusiones en el desarrollo de la partida.

La primera es que ninguna pieza abandona el tablero. En Paco Ŝako deja de tener sentido hablar de material y el peso de las piezas a la hora de hacer un cálculo de quien tiene una mejor posición (aunque hay casos en los que, teniendo menos material que el rival, se está en una mejor posición que él). Ahora lo importante es el margen de maniobra que un jugador tiene, ya que cada pieza unida perderá la capacidad de «atacar».

La segunda, derivada de la primera, es que aparecen los movimientos encadenados. Ahora, al desplazar una pieza libre a una casilla ocupada por una unión, dicha pieza reemplazará a la que tuviese el jugador en la unión, quedando esta segunda liberada y pudiendo realizar un movimiento inmediatamente. Y este movimiento podría llevar a esa pieza recién liberada a meterse en una casilla con otra unión, liberando a una tercera pieza y así sucesivamente.

Este detalle es el que convierte a Paco Ŝako en algo único, ya que los jugadores tienen que reestructurar su mente para planificar estos movimientos encadenados y pillar por sorpresa al rival. Además, puede ser un gran aliciente para eurogamers a los que el Ajedrez no les atraiga especialmente, ya que la cosa va de crear combinaciones. Lograr resolver en un turno ocho o nueve movimientos encadenados es algo tremendamente satisfactorio.

Este cambio de enfoque también tiene un lado que a muchos puede desagradar. Y es que la posibilidad de resolver extensos turnos en los que se ejecutan una gran cantidad de movimientos puede abruma en muchos sentidos. Abrumar por habilitar una cantidad de opciones a cada turno mayor (al contrario de lo que ocurre en el ajedrez, que a menor material, menor cantidad de opciones) y abrumar por requerir una capacidad espacial a los jugadores más elevada porque se concentran muchos movimientos en un único turno, recordando en este sentido a Ricochet Robot (aquí su tochorreseña) por aquello de realizar mentalmente una serie de movimientos encadenados para alcanzar una determinada posición.

Otra diferencia algo más sutil pero también muy importante (especialmente para los jugadores avanzados de ajedrez) es que una pieza puede cambiar de posición siguiendo un patrón de movimiento distinto al propio gracias a las uniones. Por ejemplo, un peon unido a un caballo rival puede retrasar su posición si el dueño del caballo ejecuta un salto hacia adelante. O más llamativo aún sería el caso de los alfiles que se encuentren en uniones, ya que pueden cambiar de color de casillas y, eventualmente, tener a los dos alfiles en casillas del mismo color.

Y el último cambio significativo respecto al ajedrez es el Rey, que pierde toda su capacidad ofensiva, ya que unirse a otra pieza supondría la derrota automática. Esto genera posiciones que cortocircuitan la mente de los ajedrecistas, ya que ahora las piezas libres pueden amenazar en casillas adyacentes al rey sin que este pueda capturarlas, por lo que hay que tener especial cuidado con dejar pasillos de acceso directo al rey.

Como veis, la realidad es que solo hay un cambio, las uniones, y todo gira en torno a él. Y me parece alucinante como una idea tan sencilla altera de forma tan profunda al Ajedrez, hasta el punto de que llegas a tener la sensación que todo lo que sabes sobre el milenario juego no sirve casi para nada en Paco Ŝako. Y nada más por lo que esto significa todos los que disfrutéis de los abstractos deberíais tener una copia de Paco Ŝako en vuestra ludoteca.

Si tenéis curiosidad, existe una web online para jugar, donde podréis quedar con amigos y entrenar para mejorar vuestro nivel, o simplemente probar el juego para ver si os cuadra antes de tomar ninguna decisión. Echadle un ojo porque, poco a poco, va ganando en funcionalidades.

Pasemos a la producción. Nos encontramos con un tablero de cartón de grosor y prensado aceptables. Las piezas son de plástico pero tienen un núcleo que las hacen lo suficientemente pesadas como para que su manejo resulte cómodo. El diseño de las mismas me parece una auténtica viguería, generando unas uniones tan llamativas como bellas. El reglamento está magníficamente estructurado, explicando todos los conceptos sin necesidad de tener que conocer las reglas del Ajedrez.

Y vamos cerrando. Paco Ŝako es una variante del ajedrez que gracias a un concepto tan sencillo como que las piezas se abracen en vez de eliminarse genera una dinámica completamente distinta en la que llegas a tener la sensación de que todo lo que sabes de ajedrez no sirve de mucho. Tal vez estoy exagerando un poco, pero esta idea lleva a un cambio de enfoque donde los jugadores buscan posicionar sus piezas para desarrollar reacciones en cadena tan potentes como satisfactorias. El único problema que le veo es que puede llegar a abrumar, tanto por opciones como por capacidad espacial requerida. Pero quitando esto, me parece una genialidad. Por todo esto le doy un…