Reseña: Buffalo Chess

Introducción

Como si se hubieran formado nubes en el horizonte, se levantó una nube de polvo. Una manada de búfalos entró corriendo en el pueblo, sacudiendo el suelo. Los aldeanos detrás del río comienzan a ponerse nerviosos. ¿Podrá el vaquero defenderse del ataque de la manada de bisontes sólo con la ayuda de sus cuatro perros? ¿O los búfalos lograrán cruzar el río?

Así se nos presenta Buffalo Chess, un diseño de Alex Randolph (Big Shot, Twitx, Ricochet Robots). Publicado por primera vez en 1975 por Pelikan en una versión multilenguaje. En 2023 recibió una reedición por parte de Playte en coreano. De las ilustraciones de esta última versión se encarga Wanjin Gill (Pueblo, Big Shot, Potato Man).

No se encuentra publicado en español, por lo que tendréis que recurrir al mercado de importación (el juego es completamente independiente del idioma a excepción del reglamento). Permite partidas a 2 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración apróximada de entre 15 y 20 minutos. El precio de venta al publico es de 20€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión coreana de Playte.

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.

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Contenido

Dentro de una caja de una pieza que se pliega sobre sí misma y se cierra mediante imanes, de dimensiones 14×10×5 cm. (caja rectangular pequeña de dimensiones similares a Village Rails) encontramos los siguientes elementos:

• 11 Búfalos (de madera)
• 4 Perros (de madera)
• 1 Vaquero (de madera)
• Tablero de juego (la caja desplegada más una extensión imantada) (de cartón)
• Reglamento

Mecánica

Buffalo Chess es un abstracto asimétrico para dos en el que un jugador controla una manada de búfalos cuyo objetivo es conseguir cruzar el tablero, mientras que el otro jugador controla a un vaquero y cuatro perros intentando capturar y bloquear a los búfalos. En su turno, el jugador que controla a los búfalos avanzará uno de sus búfalo un paso hacia adelante, mientras que el jugador que controla al vaquero podrá mover a su vaquero un paso en cualquier dirección (ortogonal o diagonal) o bien uno de sus perros (en cualquier dirección cualquier cantidad de pasos sin pasar por encima de ninguna pieza) . La única pieza que tiene permitido capturar piezas contrarias (búfalos) es el vaquero, mientras que los perros solo podrán bloquear.

Conceptos Básicos

Empecemos por el Tablero. Este muestra una cuadrícula de 7 filas y 11 columnas. La primera y la última fila muestran un fondo azul y representan el río, mientras que el resto de casillas representan la llanura.

Sobre este tablero se desplazarse los peones de los jugadores. Por un lado tenemos al jugador que controla los Búfalos. Estos peones se desplazarán siempre en línea recta de casilla en casilla (como si fuese peones de ajedrez aunque sin la capacidad de capturar). Comenzarán en una de las filas de río y su objetivo es cruzar la llanura y alcanzar la fila de río contraria.

Por otro lado tenemos al Vaquero, cuyo movimiento es similar al Rey del Ajedrez, esto es, desplazando se una casilla en cualquier dirección, y es la única pieza capaz de capturar (concretamente búfalos del jugador contrario). Pero además contará con cuatro Perros, cuyo movimiento coincide con el de la Dama del Ajedrez, esto es, se pueden desplazar cualquier cantidad de casillas en línea recta en cualquier dirección, aunque no podrán capturar, solo impedir el paso a los búfalos del rival.

Con esto tenemos suficiente.

Preparación de la Partida

1. Se despliega el tablero entre ambos jugadores.
2. El jugador que controle a los búfalos coloca sus once búfalos en las casillas de río de su lado del tablero (tienen un pequeño símbolo de búfalo).
3. El jugador que controle al vaquero colocará al vaquero en la casilla central de la siguiente fila de la fila de río de su lado, y, en las dos casillas a cada lado colocará a los perros (las casillas están marcadas).

¡Ya podemos comenzar!

Desarrollo de la Partida

Una partida de Buffalo Chess se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de turnos alternado a por los jugadores, comenzando por el jugador que controla a los búfalos.

En su turno el jugador activo deberá activar una de sus piezas:

• El jugador que controle a los búfalos desplazara uno de sus búfalos una casilla hacia adelante siempre que dicha casilla esté libre.
• El jugador que controle al vaquero podrá desplazar su vaquero una casilla en cualquier dirección a una casilla libre u ocupada por un búfalo capturandolo, o, alternativamente, uno de sus perros en línea recta (vertical, horizontal o diagonal) a lo largo de cualquier número de casillas sin pasar por casillas ocupadas.

Tras esto el turno pasa al otro jugador.

Fin de la Partida

La partida puede finalizar de dos formas:

• Ganará el jugador que controla a los búfalos si consigue cruzar el tablero con uno de sus búfalos.
• Ganará el jugador que controla al vaquero si el jugador que controla a los búfalos no puede realizar un movimiento al estar todos sus búfalos bloqueados y/o capturados.

Opinión Personal

Hoy echamos la vista atrás para analizar un diseño que fue publicado bastantes años antes de que yo naciese, cuando el mundo de los juegos de mesa modernos estaba iniciándose. A su autor, Alex Randolph, le debemos muchísimo, ya que fue uno de los responsables de poner al autor en el foco de los juegos.

Dentro de sus muchos y reconocidos diseños, hoy vamos a hablar de Buffalo Chess, un abstracto para dos publicado allá por 1975 y que se inspiraba en los movimientos de las piezas de Ajedrez (aquí su tochorreseña) para ofrecer una experiencia asimétrica de duración contenida.

Por un lado vamos a tener a los búfalos, cuyo movimiento es análogo al de los peones de ajedrez, con la salvedad de que no van a poder capturar durante toda la partida. El objetivo del jugador que los controle será intentar cruzar el tablero con una de sus piezas mediante el empuje, como si fuese una estampida.

Su rival controlará al vaquero y sus cuatro perros. El vaquero funciona como el Rey del ajedrez, moviéndose una casilla en cualquier dirección y siendo la única pieza que puede capturar búfalos, mientras que los perros tienen la capacidad de movimiento de la Dama del Ajedrez, aunque no pueden capturar, actuando como bloqueadores para los búfalos. Así, el objetivo del vaquero es impedir que ningún búfalo cruce, ya sea impidiendo su avance ya sea mediante bloqueo o captura.

Y realmente no tiene mucho más. El jugador que actúe con los búfalos deberá planificar cuidadosamente sus movimientos para intentar mantener ocupados a todos los perros y que el jugador que controla al vaquero no de abasto. Así, cuando el vaquero se desplace hacia un flanco del tablero, presionar por el otro buscando que los perros no puedan alcanzar ciertas casillas al no poder pasar por algunas de ellas al estar ocupadas.

Es de esos juegos en los que si cometes un paso en falso es muy probable que hayas tirado la partida por la borda, algo que descubres en muy pocos movimientos, ya que una partida de Buffalo Chess se resuelve en poco más de diez minutos. Viene a ser una especie de El Ratón y los Gatos, una pequeña variante del ajedrez que se juega con peones y la premisa es parecida.

La mayor diferencia aquí es la asimetría de los dos jugadores y como tienen que desarrollar su partida para intentar alcanzar la victoria. Esconde ese cálculo combinacional típico de los finales de ajedrez, donde el rey gana protagonismo cuando queda poco material en el tablero y hay que calibrar cuantos movimientos necesita el rey para alcanzar ciertas casillas.

Esta asimetría se pone de relieve en la actitud que debe tomar los jugadores. El que controle los búfalos debe intentar avasallar al rival, simulando una estampida que no sea capaz de controlar, mientras que el vaquero se asemejará a una cuadrilla de bomberos intentando apagar un fuego y que los componentes de dicha cuadrilla no se estorben entre sí.

Entendido como una variante del Ajedrez, a mí me parece un diseño bastante digno, aunque es cierto que a quienes busquen un abstracto con cierta profundidad y/o un mayor desarrollo se les puede quedar corto. Como es obvio, no es complicado encontrar ciertos patrones. Para que lo encuadréis, vendría a competir en la liga de la serie de abstractos de Gigamic o los diseños de Steffen-Spiele, esto es, abstractos de corta duración y reglas que ocupan una cuartilla. No es un abstracto que vaya a cambiar vuestras vidas, pero lo que hace, lo hace bien.

Que sea un diseño asimétrico es una virtud sobre otros abstractos al tener que entender cómo funcionan los dos bandos, además de poder alternar y, así, disfrutar durante más tiempo del juego, teniendo, tal vez, una pizca más de rejugabilidad que abstractos como Mabula (aquí su tochorreseña) o Pylos (aquí su tochorreseña) y otros tantos

Pasemos a la producción. La versión más reciente de este juego corre a cargo de la editorial coreana Playte y su estupendo formas de caja imantada que sirve como tablero. Un formato portable y tremendamente práctico sin renunciar a unos materiales más que interesantes. Las piezas de madera son de un buen tamaño, muestran formas originales y tienen serigrafia. Pero lo mejor es lo de que el tablero se conforme acoplando varias piezas que también están imantadas en sus bordes). El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas (Google Translator mediante, porque el coreano no es una lengua que domine precisamente).

A nivel visual el trabajo de Wanjin Gill es más que interesante con una portada muy sugerente y dinámica, y luego un tablero con pequeños detalles que le aportan algo de personalidad al típico tablero cuadriculado. Me parece acertado el cambio de enfoque, ya que el juego original no era un vaquero, sino un nativo norteamericano.

Y vamos cerrando. Buffalo Chess es un diseño clásico de uno de los padres de los juegos de mesa modernos que viene a ser una variante asimétrica del ajedrez en el que cada jugador debe tomar cierta actitud y calcular bien los movimientos para no cometer errores. De duración muy contenida es de esos abstractos que siempre te dejan un buen sabor de boca sin necesidad de grandes complicaciones. Es cierto que a muchos se les puede quedar cortos y que no es difícil encontrar ciertos patrones, pero creo que cumple aceptablemente bien con su propósito. Por todo esto le doy un…

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