Reseña: Triad

Introducción

Con 3 ya lo tienes. 3 es el valor clave. Cada dado muestra los valores numéricos I, II y III. En cada turno, tu acción consta de tres pasos: elige uno de tus dados, gíralo hacia un lado con un valor diferente y luego muévelo esa cantidad de espacios. Tu objetivo es crear tres triadas antes que tu rival.

Así se nos presenta Triad, un diseño de Klaus Nehren (este es su único juego hasta la fecha). Publicado por primera vez en 2018 por WBS Games en una versión en inglés e italiano. en 2023 sería reeditado por Clemens Gerhards.

No se encuentra publicado en español, por lo que tendréis que recurrir a la importación (el juego es completamente independiente del idioma a excepción del reglamento). Permite partidas a 2 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración aproximada de entre 15 y 20 minutos. El precio de venta al público es de 42€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión multilenguaje de Clemens Gerhards, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.

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Contenido

Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 21,6×21,6×4,3 cm. (caja cuadrada mediana típica de Clemens Gerhards), encontramos los siguientes elementos:

• Tablero (de madera)
• 12 Dados (6 de cada color) (de madera)
• Reglamento

Mecánica

Triad es un abstracto para dos jugadores en el que encontramos un tablero cuadriculado con seis casillas por lado. Cada jugador dispondrá de un conjunto de seis dados de seis caras con tres posibles valores. Al comienzo de la partida cada jugador lanza sus dados y los coloca en la fila más cercana a su posición ordenados de menor a mayor de izquierda a derecha. Tras esto, los jugadores alternan turnos activando uno de sus dados. Para ello deberán cambiar su valor y desplazarlo tantas casillas en línea recta el nuevo valor sin entrar en casillas ocupadas. El objetivo es intentar conformar tríos de dados en línea recta en espacios consecutivos con tres valores distintos o tres valores iguales y que el trio contenga al menos un dado de cada jugador. Al formar el trio, el jugador activo retirará uno de sus dados que forme parte del trio. Ganará el jugador que retire su tercer dado.

Conceptos Básicos

Empecemos por los Dados. Son dados de seis caras que muestran tres valores (hay dos caras con cada uno de los valores): I, II y III. Los valores iniciales de los dados se configuran al comienzo de la partida mediante un lanzamiento. Los jugadores activarán estos dados cambiando su valor y desplazándolos tantos pasos como el nuevo valor establecido.

Los dados se colocarán y desplazarán sobre un Tablero cuadriculado de seis casillas por lado. El objetivo de los jugadores será intentar formar triadas sobre este tablero. Una triada es un conjunto de tres dados en casillas consecutivas en línea recta (ortogonal o diagonal) que muestren el mismo valor o que muestren valores distintos entre sí y, muy importante, que haya al menos un dado de cada color. Esto permitirá al jugador anotar un punto.

Con esto tenemos suficiente.

Preparación de la Partida

1. Se coloca el tablero en el centro de la mesa.
2. Cada jugador escoge un color y recibe seis dados, que lanza y coloca en la fila más cercana a su posición ordenados de menor a mayor de izquierda a derecha (alternativamente se puede escoger comenzar con una posición equilibrada, tirando solo un jugador sus dados y colocando su rival los mismos valores).
3. El jugador con piezas negras será el jugador inicial.

¡Ya podemos comenzar!

Desarrollo de la Partida

Una partida de Triad se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de turnos alternados por los jugadores, comenzando por el jugador inicial.

En cada turno el jugador activo debe escoger uno de sus dados, cambiarlo a un valor distinto del que muestre y desplazarlo en línea recta (ortogonal o diagonal) tantas casillas como el nuevo valor establecido. No se puede transitar por casillas ocupadas y no se puede mover una cantidad de espacios inferior al valor establecido.

Si, tras realizar el desplazamiento, se forma una triada con al menos un dado de ambos jugadores, el jugador anotará un punto, retirando del tablero uno de sus dados que forme parte de la triada. Se hubiesen formado dos o más triadas el jugador solo podrá retirar un dado en su turno. Una triada formada antes del movimiento del jugador no servirá para puntuar.

Tras esto, el turno pasa al contrario.

Fin de la Partida

La partida finaliza inmediatamente cuando un jugador anota su tercer punto, proclamándose vencedor.

Opinión Personal

Hoy vamos a analizar una de las novedades de Clemens Gerhards presentadas en la pasada Feria de Essen. Como seguramente ya sabéis, esta editorial alemana se ha convertido en una de mis principales fuentes de suministro de este tipo de juegos, con producciones muy cuidadas y diseños de diversas magnitudes, desde juegos pequeños que te caben en un bolsillo hasta grandes mamotretos de madera que disparan su precio.

Además es una editorial con tremendo encanto por tener un enfoque bastante artesano, algo que se aprecia en su peculiar empaquetado que, si bien puede resultar molesto a más de uno (la editoriales prestan cada vez más atención a las cajas y a lo superfluo), es una seña de identidad.

El juego que hoy nos ocupa, como en muchos otros casos, no es la primera vez que llega al mercado, ya que Triad fue publicado anteriormente por WBS Games y un estilo futurista, con una portada a lo Tron (la película) y un tablero de metacrilato. Ahora el diseño de Klaus Nehren se pasa a la madera. Vamos a ver qué tal se comporta en mesa no sin antes agradecer a Clemens Gerhards la cesión de la copia que posibilita la parrafada que ya ha dado comienzo.

En Triad la premisa es muy sencilla. Como su propio nombre indica, los jugadores deben formar triadas sobre un tablero cuadriculado de seis casillas por lado. Una triada, además de una lesión terrible de rodilla (rotura del ligamento cruzado anterior, del menisco interno y del ligamento lateral interno), será un grupo de tres piezas en línea recta con mismo valor o distinto valor (ortogonal o diagonal), incluyendo piezas de ambos jugadores, esto es, en el trio habrá al menos una pieza blanca y una pieza negra (la tercera pieza puede ser de cualquier jugador), sin importar el orden.

En su turno, el jugador activo simplemente activa una de sus piezas y la desplaza un determinado número de casillas en línea recta (de nuevo, ortogonal o diagonal) no pudiendo atravesar ni detenerse en casillas ocupadas por otras piezas, estando obligado a emplear todos los puntos de movimiento con los que se active la pieza. El detalle crucial del juego es que el rango de movimiento de las piezas irá variando con el suceder de los turnos.

Estas piezas serán dados de seis caras pero que solo muestran tres valores (I, II y III), lanzándose únicamente al comienzo de la partida. Activar una pieza supondrá cambiarle su valor, estableciendo uno distinto al que tenía al ser activada. De esta forma, cada pieza siempre tendrá dos cantidades de puntos de movimientos disponibles (si muestra un III pues se podrá mover 1 o 2 casillas, si muestra un II se podrá mover 1 o 3 casillas, y si muestra un I se podrá mover 2 o 3 casillas).

Pues bien, estas sencillas reglas dan pie a uno de esos abstractos que sorprenden por el enfoque fresco que proponen. No porque no se haya visto en juegos anteriores, pero sí que genera un cálculo de movimientos lo suficientemente particular como para que resulte atractivo. Y este consiste en poner el protagonismo en las casillas.

Es probable que en una primera partida, si nadie os pone sobre la pista, realicéis movimientos sin ton ni son. Pero en algún momento dado algo hará clic en vuestra cabeza y alcanzaréis la iluminación al percataros de que es relativamente sencillo calcular. La clave está en evaluar qué casillas son alcanzables por piezas rivales… fijándoles un determinado valor.

Pongamos por ejemplo que el rival tiene un dado en una casilla centralizada con valor dos y yo, en mi siguiente turno, desplazo uno de mis dados hasta una casilla ortogonalmente adyacente (a izquierda o derecha según los jugadores se sientan frente al tablero) también con valor dos. Lo que tendríamos que haber calculado antes de mover es si alguna de las dos casillas ortogonalmente adyacente a la pareja de dados en la línea que forman ambas es alcanzable por el rival con alguna de sus piezas fijándoles el valor dos. Porque es muy probable que pueda alcanzar la casilla, pero fijando un valor distinto al 2 y, por tanto, no completando la triada.

Algo tan sencillo se vuelve bastante profundo teniendo en cuenta que estamos ante un juego de corta duración, ya que las partidas no deberían alargarse más de quince o veinte minutos. Desde el primer movimiento al último hay que andarse con mil ojos para no efectuar un paso en falso y regalar al rival un punto.

Queda la guinda al pastel, el sistema de contabilización de los puntos. El autor recurre a un sistema similar al que usa Kris Burm en YINSH (aquí su tochorreseña) obligando al jugador a retirar uno de los dados de la triada que acaba de formar para usarlo como marcador de puntos de victoria. De esta forma, al puntuar, el jugador ve cómo su posición en el tablero se debilita y, lo que es peor, deshace la triada que ha formado abriendo la puerta a que el rival pueda aprovechar dicha situación si ha ejecutado un movimiento de aproximación que se lo permita.

Me gusta mucho este sistema porque equilibra la posición en el tablero. Si un jugador consiguiese una ventaja de dos puntos, esto es, está a un punto de la victoria y el rival aún no ha anotado, en el tablero tendrá dos piezas más que el rival para controlar la situación y, no solo evitar que el rival consiga ese ansiado tercer punto, sino recortar la desventaja con cierta facilidad.

Tengo pocos argumentos que esgrimir en contra de este Triad más allá de la preparación inicial aleatoria y asimétrica. Al final no es más que un pequeño azar de setup que no impacta en el cálculo durante la partida, manteniéndose la información perfecta y la ausencia de elementos aleatorios. Para mí no es un problema, pero podría entender que algunos jugadores prefieran un comienzo simétrico, algo que el juego permite como variante, aleatorizando uno de los dos bandos y el otro desplegando sus piezas con los mismos valores.

Pasemos a la producción. Como siempre con Clemens Gerhards, nos encontramos con un tablero de madera de gran densidad y grosor (este tiene la particularidad de tener el biselado a la inversa que la mayoría de tableros de esta editorial en este tamaño de caja). Los dados están personalizados y muestran los valores en números romanos con una tipografía algo irregular para dotarlos de personalidad. La caja sigue siendo de cartón corrugado con una pegatina en el frontal y en uno de los laterales que, aunque tiene su encanto, no deja de ser algo pobre. El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas.

Y vamos cerrando. Triad es un magnífico juego abstracto que, con dos ideas sencillas, consigue poner el foco de la partida en el control de las casillas haciendo cálculos con el rango de movimientos que cada pieza admite en cada momento según el valor que muestren. El sistema de puntuación utilizando las propias piezas es la guinda al pastel. Un juego ágil, rápido, en el que cada movimiento tiene su impacto en la partida, tanto que un paso en falso suele permitir anotar al rival. El sabor de boca que te deja tras cada partida es estupendo. Magnifica relación diversión/tiempo. Por todo esto le doy un…