Reseña: Cat in the Box
Introducción
Los especímenes deberían encerrarse de forma individual en un contenedor en forma de caja que impida observar su contenido desde el exterior. Excepto durante el experimento, abstenerse de colocar múltiples especímenes en el mismo espacio y el color de piel del sujeto no debería ser observado. El sujeto peludo debería ser un gato. Cuando el color del pelaje de un subjeto sea observado por cualquier metido (como inspección visual) el color de piel, que debería ser único, provocará la convergencia cuántica. ¡Buena suerte durante el experimento!
Así se nos presenta Cat in the Box, un diseño de Muneyuki Yokouchi (Yokai Septe, Sweets Stacks). Publicado por primera vez en 2020 por Ayatsurare Ningyoukan, ha recibido una reedición en 2022 por parte de Hobby Japan. De las ilustraciones se encarga Osamu Inoue (Click & Clack, Dungeon Busters).
No se encuentra publicado en español, por lo que tendréis que recurrir a la importación (el juego es completamente independiente del idioma a excepción del reglamento). Permite partidas de 2 a 5 jugadores, con una edad mínima sugerida de 13 años y una duración aproximada de entre 20 y 40 minutos. El precio de venta al público es de 29,95€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la edición deluxe que Hobby Japan ha editado conjuntamente con Bezier Games.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 17,8×12,9×4 cm. (caja rectangular pequeña de dimensiones similares a Honshu o Fungi), encontramos los siguientes elementos:
- 50 Cartas (62,5×88 mm.):
- 45 Cartas de Gato
- 4 Cartas de Investigación
- Carta de Jugador Inicial
- 5 Losetas de Jugador
- Tablero de Investigación
- 60 Marcadores de Jugador (12 de cada color)
- 4 Marcadores de Observación
- Bloc de Puntuación
- Reglamento
Mecánica
Cat in the Box es en juego de bazas aparentemente tradicional (cartas numeradas con cuatro palos, los jugadores están obligados a asistir, hay un palo triunfo, y ganará la baza el jugador que ponga la carta más alta del palo de la baza o del palo triunfo si no pudo asistir asistir). La particularidad es que las cartas no tienen un palo asociado de inicio, siendo los jugadores los que decidan su palo al jugarlas. Para ello se dispone de un tablero central en el que hay un espacio para cada palo y cada valor, de forma que el jugador coloca un marcador en la casilla adecuada para representar que esa carta ya se ha jugado. Un jugador puede decidir no asistir, perdiendo la posibilidad de jugar cartas del palo correspondiente por lo que resta de mano. Al comienzo de cada mano los jugadores apuestan cuantas bazas van a ganar al final de la misma. La partida puede finalizar si se juegan todas las cartas (en el tablero no quedan huecos libres) o bien porque ocurra una paradoja cuando un jugador no pueda jugar carta (no quedan huecos libres para los valores y colores). El jugador al que le ocurra esto perderá tantos puntos como bazas haya ganado y no disfrutará de la bonificación por acertar el número de bazas. El resto de jugadores, anotarán un punto por baza y, si han acertado el número de bazas, un punto por cada marcador en el tablero central del grupo de fichas conectadas entre sí ortogonalmente más grande. Se juegan tantas manos como jugadores en la partida.
Conceptos Básicos
Empecemos por las Cartas. En la baraja encontramos cartas numeradas del 1 al 9, con 5 copias por cada valor. En la banda superior e inferior se indica el número de jugadores para los que la carta debe incluirse en el mazo o no. Es importante indicar que las cartas son todas del mismo color, mostrando pequeños destellos de los colores.
Para determinar el color de una carta jugada se dispondrá del Tablero de Investigación. En este tablero se introducirán cartas con los valores numéricos (existiendo dos configuraciones, con valores iguales en columna o con las filas desplazadas). Cuando un jugador pone en juego una carta, deberá indicar en este tablero que, para el color correspondiente, ese valor ya se ha jugado. La fila superior corresponderá al color rojo, considerado palo triunfo del juego y que no podrá ser utilizado como color inicial en una baza hasta que alguien no pueda asistir.
Los jugadores utilizarán unos Marcadores de Investigación del color que escojan para ir bloqueando los espacios correspondientes a los valores jugados en cada palo. Adicionalmente, los jugadores deben intentar formar un grupo de marcadores conectados entre sí ortogonalmente para obtener una mayor puntuación.
Esta puntuación dependerá de la apuesta que se haga al comienzo de la ronda, donde cada jugador indicará cuantas bazas cree que va a ganar. Para ello se dispone de un Tablero Personal con espacios numerados (del 1, y 3 para partidas a 4/5 jugadores o 1, 3 y 4 para partidas a 2/3 jugadores). Adicionalmente, este tablero sirve para marcar los palos en los que se pueden jugar cartas, así como marcar el color de la carta jugada, colocándose adyacente al borde correspondiente).
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se forma el mazo de cartas dejando en la caja aquellas que no correspondan al número de jugadores.
- Se monta el tablero de investigación insertando las cartas por la cara de valores en columnas (en partidas a 5/4 jugadores) o filas desplazadas (en partidas a 4/3/2 jugadores).
- En una partida a 4 jugadores se colocan los marcadores de observación en los espacios de valor 9. En una partida a 2 jugadores se colocan en los de valor 6.
- Cada jugador escoge un color y recibe un tablero persona y 12 marcadores.
- Se escoge aleatoriamente al jugador inicial y se le entrega la carta identificativa.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Cat in the Box se desarrolla a lo largo de tantas manos como jugadores haya en la partida. Cada mano se compone de tres fases.
Fase I: Preparación
Se procede de la siguiente forma:
- Se recogen todas las cartas, se barajan y se reparten entre todos los jugadores de forma equitativa.
- Cada jugador observa sus cartas y debe elegir una de ellas para descartarla (se colocan en una pila bocabajo).
- Cada jugador coloca 4 de sus marcadores en los espacios de color de su tablero personal.
- Comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj, cada jugador realiza una predicción de cuantas bazas cree que va a ganar durante la partida, colocando uno de sus marcadores en el valor adecuado.
Fase II: Bazas
En esta fase los jugadores van a jugar un número indeterminado de bazas (hasta un máximo de tantas bazas como cartas tienen al comienzo de esta fase en su mano menos una).
La baza la inicia el jugador líder (jugador inicial en la primera baza), colocando una de las cartas de su mano adyacente a uno de los lados de su tablero personal para indicar el color de la carta, debiendo colocar uno de sus marcadores en la casilla correspondiente al valor y color en el tablero de investigación. Obviamente no se puede indicar un color para el que el valor de la carta ya se encuentra ocupado en el tablero de investigación. Tampoco está permitido indicar que el color de la carta es rojo a no ser que ya haya al menos un marcador en la fila roja o que no sea posible jugar cartas en otro color.
El resto de jugadores deben jugar una carta de su mano (procediendo de igual forma), con la salvedad de que existen dos opciones:
- Asistir: el color que se asigna a la carta jugada es el mismo que el escogido por el jugador que lidera la baza.
- No Asistir: el jugador indica que no tiene cartas de ese color, colocando la carta en un lado de un color distinto. Esto supone que el jugador ya no podrá jugar cartas en el color de la carta jugada por el líder de la baza, por lo que retirará el marcador correspondiente a dicho color de su tablero personal.
Una vez que todos los jugadores han jugado una carta, se dilucida quién gana la baza, recogiendo las cartas jugadas y colocándolas en una pila de puntuación personal.
La baza la ganará aquel jugador que haya jugado el valor más alto en el palo de la carta jugada por el líder de la baza, a no ser que se jugase una o más cartas del palo rojo (triunfo), en cuyo caso ganará la baza el jugador que jugó la carta de mayor valor en el palo rojo. La primera baza en la que esto pase será porque un jugador no asistió.
El ganador de la baza se convierte en el nuevo líder para la siguiente baza.
Esta fase finalizará cuando se cumpla una de las siguientes condiciones:
- Se han jugado todos los valores, esto es, todas las casillas del tablero de investigación están ocupadas por marcadores.
- Se ha producido una paradoja. Esto ocurre cuando un jugador no puede jugar ninguna carta de su mano porque en los colores en lo que puede jugar no quedan casillas libres con valores coincidentes con los de las cartas de su mano. Cuando esto ocurre la fase de bazas finaliza inmediatamente y la baza en curso no se completa (no la gana nadie), aunque los marcadores que se hubiesen colocado en el tablero de investigación durante esta última baza si se mantienen en su sitio.
Fase III: Puntuación
Cada jugador anota:
- 1 Punto por cada baza que hayan ganado durante la fase anterior, a no ser que hayan sido el causante de la paradoja, en cuyo caso cada baza ganada resta 1 punto.
- Si el jugador acertó el número de bazas que iba a ganar en la fase anterior y no provocó una paradoja, anotará tantos puntos como marcadores haya en el mayor grupo de marcadores de su color conectados ortogonalmente entre sí en el tablero de investigación.
Tras esto comenzaría una nueva ronda, pasando la carta de jugador inicial al jugador sentado a la izquierda del actual jugador inicial.
Fin de la Partida
La partida finaliza una vez se han completado tantas manos como jugadores haya en la partida. El jugador con mayor cantidad de puntos será el vencedor. En caso de empate, el jugador que más puntos anotase en la última ronda será el vencedor. Si la igualdad se mantiene, se comparte la victoria.
Variantes
Modo a 2 Jugadores. En la fase de preparación cada jugador recibe 10 cartas. Las cinco cartas restantes se dejan formando un mazo, del que se revelan 3 cartas, colocando un marcador de un color que no esté en el tablero de investigación comenzando por la fila verde y ascendiendo en caso de que se repitan valores. No hay predicción de bazas a 2 jugadores, anotándose el bonus por marcadores si un jugador gana 4 o menos bazas.
Opinión Personal
Hoy toca analizar uno de esos juegos que podríamos considerar uno de los triunfadores en la Feria de Essen de 2022. No porque haya roto esquemas en ventas o porque mecánicamente sea algo tremendamente novedoso (aunque sí que tiene sus peculiaridades). Sí que es cierto que en las listas previas a la feria estaba bien posicionado, pero lo que detonó la histeria por conseguir una copia fue la noticia de que las editoriales responsables del mismo habían llevado pocas copias al evento. De hecho, aprovecharon la enorme demanda para elevar considerablemente el precio (casi un 50% al anunciado antes de la feria).
Afortunadamente, y gracias a Dam (La Mesa de Dam), pude hacerme con una copia que posibilita la parrafada que viene a continuación. Descubramos qué tal se comporta este Cat in the Box en mesa. Nos encontramos ante un juego de bazas relativamente tradicional, esto es, una baraja de cartas numeradas con una serie de palos. La partida va a costar de un número determinado de manos (veces que se reparten las cartas). En cada mano, los jugadores competirán por ganar bazas.
El jugador que lidere la baza determina el palo al que los demás jugadores deben asistir jugando cartas del mismo palo. Si no pudiesen, entonces podrán jugar cualquier otro color, existiendo un palo predominante que permite competir por la baza aun no asistiendo, el famoso palo triunfo. Tras repartir las cartas, los jugadores realizarán una predicción de cuantas bazas van a ganar durante la mano en curso, obteniendo puntos adicionales a los que proporciona ganar una baza. Hasta aquí todo normal y muy similar a lo visto en juegos como el maravilloso Skull King o Sluff Off!
La particularidad de este juego salta a la vista tan pronto nos reparten las cartas, ya que no tienen color (palo). Un jugador podría tener varias cartas idénticas, de color negras y con el mismo valor. Aquí es donde entra el tema del juego. Para esto toca hablar un poco de física cuántica (no os preocupéis que lo vamos a hacer de forma muy superficial y apto para todos los públicos sin necesidad de tener conocimientos avanzados en la materia).
En la física clásica, la que todos hemos estudiado en el instituto, cuando observamos un objeto podemos conocer los parámetros que definen su estado. Sabemos dónde está y, calculando las fuerzas que están actuando sobre él, podemos proyectar donde se encontrará ese objeto pasado un tiempo. Pero cuando empezamos a reducir la escala y llegamos al mundo atómico, esto cambia radicalmente. Empezamos a tratar con partículas que no podemos observar fácilmente pues, al hacerlo, estamos interfiriendo en el propio elemento.
Esto nos lleva al famoso principio de indeterminación de Heisenberg (el que existió de verdad, no el que se hizo famoso sintetizando droga azul en Nuevo México) por el cual no es posible conocer exactamente a la vez la posición, por un lado, y la masa y velocidad, por otro, de un elemento. Cuando más precisemos en uno de estos dos parámetros, más nos alejaremos de la certidumbre en el otro.
Es por eso que en mecánica cuántica se habla de estados superpuestos, esto es, que, como no podemos saber exactamente la posición y la forma en la que se está moviendo una partícula, se interpreta que esa partícula puede estar en varios estados al mismo tiempo. Al menos hasta que la partícula sea observada.
Lo que conduce al también famoso experimento del Gato de Schrödinger, en el que se plantea la hipótesis de un gato vivo encerrado en una caja opaca en el que tenemos un vial venenoso cuya contención depende de una de estas partículas de las que no podemos conocer todo al cien por cien. Así, mientras no observemos esta partícula (abramos la caja), el vial estará o no roto a la vez.
Os he soltado esta chapa porque me parece relevante para entender cómo funciona el juego y lo bien hilado que está en cuanto a tema, solo que en vez de poner en riesgo la vida de gatos con veneno los vamos a pintar. Así, cuando abramos la caja nos encontraremos que el gato se ha teñido de rojo, verde, azul o amarillo. Pero, hasta que no abramos la caja, esto es, juguemos una carta, el gato es de los cuatro colores a la vez.
Se le aplica a un juego de bazas bastante tradicional un giro de tuerca que cambia la cosa de forma muy importante. De entrada, no es tan fácil valorar si una mano es buena o mala, porque hasta que no vayamos jugando bazas, las cartas podrán tomar o no valores relevantes.
Obviamente, las cartas de mayor valor proporcionarán ventaja a la hora de competir por las bazas. Pero claro, no tenemos la certeza de poder jugarlas en el color que queramos, ya sea porque otros jugadores han utilizado dicho color para dicho valor previamente, o bien porque nosotros, al declarar que no tenemos un determinado color, perdemos la opción de jugar cartas en dicho color.
Para mi este es el concepto más rompedor que propone el juego. Son los jugadores los que deciden si asisten o no, teniendo que asumir las consecuencias de dicha decisión. Muchas veces esto va a depender de cuantas cartas queden por jugarse en un determinado color. Si la fila de un color ya está prácticamente completa y no tenemos opción de ganar la baza asistiendo, no es mal sacrificio no asistir y jugar una carta del palo triunfo para ganar la baza (siempre que nos interese).
Por otro lado, no asistir en una fase temprana de la partida cuando aún quedasen muchas cartas por jugar de un valor puede romper esquemas a nuestros rivales, que pueden encontrarse sin una baza con la que contaban. De hecho, muchas veces actuaremos de forma vil, ya sea provocar que un determinado jugador gane una baza que no espera para forzar su fallo y que no pueda anotar puntos adicionales.
Otro detalle que me encanta del juego y que lo aleja de todos los juegos de bazas es que borra de un plumazo todo lo referente a la memoria. En los juegos de bazas es importante contar cartas para poder evaluar el peso de las cartas que aún no han salido. Si, por ejemplo, ya ha salido la carta más alta de un palo, el valor inmediatamente inferior se convierte en la carta más poderosa de dicho palo y la que aseguraría ganar la baza en caso de ser el palo de la misma. Claro, cuando esto pasa pronto en la baza, a lo mejor un jugador ya no lo recuerda en las bazas finales de la mano.
Como las cartas no tienen palo, aquí tenemos un tablero central en el que iremos marcando las cartas jugadas, de forma que esta información será publica (y necesaria) en todo momento, lo que democratiza el juego y permite que los participantes se centren en lo que importa, y no que la capacidad de retentiva de los jugadores juegue un papel importante en el desarrollo de la partida.
También solventa el problema de los renuncios, esto es, que un jugador no asista pudiendo hacerlo (normalmente algo ilegal). De nuevo, detectar esto requiere que al menos un jugador (que no sea el que renuncia) tenga buena memoria y recuerde que dicho jugador no asistió en un momento dado cuando juegue una carta de ese palo del que, teóricamente, no tenía cartas para asistir. Aquí para poder jugar una carta de un determinado color hay que haber asistido siempre que tocase a dicho color. Si no, el jugador perderá un marcador en su tablero personal que es el que permite jugar cartas de dicho color.
Otro toque de genialidad es que los jugadores buscarán jugar cartas con un objetivo paralelo al de ganar o no la baza. Y es que acertar el número de bazas que el jugador tendrá en su poder al finalizar la mano da derecho a puntuar adicionalmente por el grupo de marcadores propios conectados entre sí. Así, ganar una única baza puede proporcionar más puntos que si se ganan cuatro o cinco bazas (cada baza es un punto).
Como último detalle sorprendente, tenemos la forma en la que finaliza la mano. Lo esperable es cuando todas las cartas fuesen jugadas. Pero claro, al haber una carta más de cada valor, lo más normal es encontrarnos en situaciones en las que un jugador no pueda jugar ninguna carta de su mano porque todas las casillas en las que podría colocar un marcador están ocupadas (teniendo en cuenta que, probablemente, haya colores en los que no pueda jugar por no haber asistido).
Volviendo a hilar muy bien a nivel temático, que esto ocurra da pie a una paradoja, porque un jugador tiene en su mano cartas de gatos que no pueden existir, porque los gatos correspondientes ya se han jugado. El jugador que provoque la paradoja no solo perderá el derecho a ganar puntos por acertar el número de bazas, sino que encima será penalizado según el número de bazas que haya obtenido.
Esto da pie a atacar a los jugadores por dos motivos. Ya sea porque hayan conseguido un gran grupo de marcadores conectados entre sí y aun no haya sobrepasado el número de bazas que dijo que iba a ganar, o bien porque ha acumulado tantas bazas que sería muy efectivo ver como provoca la paradoja y es penalizado fuertemente. De esta forma no hay una estrategia optima, ya que podría parecer más interesante intentar forzar la máquina y ganar cuantas más bazas mejor, porque son puntos seguros, salvo pifia.
Como veis, Cat in the Box no deja de ser un juego de bazas bastante tradicional, pero que, con unas sutiles modificaciones, consigue tener entidad propia en un subgénero en el que destacar es tremendamente complicado. De hecho, los juegos de bazas que más han llamado la atención en los últimos tiempos lo han hecho por introducir otras mecánicas, como Shamans (aquí su tochorreseña) o por funcionar en configuraciones poco habituales para estos juegos, como Claim (aquí su tochorreseña) o El Zorro en el Bosque (aquí su tochorreseña).
Su mayor defecto, como el de la mayoría de juegos de bazas, es que no escala bien. Cat in the Box es un diseño para disfrutar a cuatro o cinco jugadores. A tres la cosa ya se diluye bastante porque el caos que se genera en partidas a más jugadores desaparece. Y a dos directamente es que no funciona bien.
La rejugabilidad está garantizada, siempre que os gusten los juegos de bazas. Con estos juegos es muy complicado parar, porque el revanchismo es una constante y los jugadores pueden pasar una tarde completa echando partida tras partida. Además, el toque de originalidad hará que los amantes del género quieran explorarlo a fondo.
Pasemos a la producción. Aquí hay luces y sombras. Las cartas son el componente más importante y aquí tienen un nivel de calidad aceptable, con un gramaje adecuado, buena respuesta elástica y textura en lino. Eso sí, el enfundado es obligatorio. En el lado positivo encontramos los adorables marcadores, de resina translucida. Es cierto que deberían haber escogido colores distintos, pues el celeste y el azul, por un lado, y el rojo y el rosa, por otro, no se distinguen fácilmente (al menos tienen símbolos diferenciables). En el lado negativo el tablero de investigación, que, a pesar de tener una ranura para insertar las cartas, se nota muy endeble, de un cartón de poco grosor y pobre prensado. El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas, con suficientes ejemplos.
A nivel visual el juego es una delicia, unas ilustraciones distintas para cada valor en la baraja con unos gatos muy adorables en poses fantasiosas, como si estuviesen flotando en el espacio-tiempo. Me encantan esas motas de colores superpuestos que salpican las cartas en blanco y negro. La portada también es muy atractiva, con ese gato de contorno multicolor asomando en la caja.
Y vamos cerrando. Cat in the Box es una de las mayores sorpresas que me he llevado en 2022. Un juego de bazas que, sin introducir mecánicas especialmente rompedoras, logra transmitir una gran personalidad, distinguiéndose de la mayoría de juegos de bazas y solventando varios de los problemas inherentes a los mismos, especialmente el de tener que tener buena memoria para contar cartas. El concepto clave de que las cartas no tengan color y este sea determinado por los jugadores es sublime, cambiando la forma de afrontar los turnos respecto a juegos similares. Además, temáticamente está tremendamente bien hilado (siempre que conozcáis un mínimo de física cuántica). Su defecto es que no escala bien. Afortunadamente, en sus configuraciones optimas es una maravilla. Por todo esto le doy un…
Hola Misut, que tal funciona la variante para dos jugadores? La recomendarías?
Un saludo
Lo comento en la reseña. Se pierde ese ounto de caos que es clave tal y como yo lo veo. A 2 me iría a otros juegos.
Hola, Iván:
Creo que hay una pequeña errata cuando describes los Tableros Personales, me parece que debería decir que los espacios numerados marcan 1, 2, y 3 bazas, no solo 1 y 3. También querría preguntarte lo mismo que te preguntó Raúl en el podcast: ¿realmente es un juego divertido? No digo que lo sea, pero al leer su funcionamiento no me da esa sensación de diversión y puteo que sí que preveo con algunos juegos. Y bueno, como estoy buscando un filler/party game que tenga precisamente eso, no sé si Turn the Tide (tu filler favorito) lo tiene. ¿Podrías explicar dónde se encuentra la interacción/puteo en estos dos juegos? (porque mecánicamente ambos me han llamado la atención, especialmente Cat in the Box). Gracias y felices fiestas
Puto tiene bastante porque tu tienes el control sobre las bazas. Es más sutil, aunque tampoco es un juego de ataques directos continuos. De todos modos turn the tide tiene una interacción más bien indirecta. Tu no puedes atacar a los jugadores, solo suponer que van a hacer e intentar adelantarte. En ese sentido cat in the Box te da margen a fastidiar a alguien en un momento puntual. Pero sigue siendo un juego de bazas, y eso hay que tenerlo presente. Y turn the tide es uno de mis fillers favorito, pero no el único. Dentro de las bazas, me gusta ligeramente más crónicas y, por supuesto, tichu.
Hola. En mishigeek dice que es básicamente un puzzle y es aburrido… que opinas/ por que uno lo,suspende y tú le das sobresaliente
Mi opinión ya la tienes argumentada en la reseña. La opinión de otros compañeros, pues eso, es su opinión. Ya depende de vosotros evaluar cual es mas acorde a vuestros gustos.
A lo mejor de palabra en algún directo lo ha desmerecido porque no sea su tipo de juego pero en la reseña que tiene en la web lo ha calificado con un 9 de «juegaco».
Todo el mundo lo pone muy bien. Lastima que yo juegue mayormente a dos.
A 2 ni merece la pena. De 4 para arriba.
Hola Misut, estoy por comprar mi primer juego de bazas, y estoy en la disyuntiva entre comprar este juego o la próxima versión que se viene del Skull King (ya que de momento no lo consigo ni de segunda mano). Tengo una ludoteca más bien pequeña, y mi grupo de juego está iniciándose en el «vicio»…cuál de los dos me recomendarías para comenzar? Y según tu opinión, llegado el caso de tener ambos, son juegos que se pisan en una ludoteca chica? (Apunto a tener un juego de cada «categoría»)
Desde ya, muchas gracias, sos una gran ayuda para los que estamos metidos en este hermoso mundo de los juegos de mesa.-
Yo te recomendaría comprar entonces Skull Kings. Es un juego mas versatil. Cat in the Box es un juego que tiene giros de tuerca que, para los que disfrutan de los juegos de bazas, puede resultar muy refrescante. Pero si es tu primer juego de bazas, Skull King va a ser un punto de partida mas agradable. Además admite un rango de jugadores mucho mas amplio y es mas portable (es solo un mazo de cartas). Tengo pendiente sacarle una tochorreseña, pero es un magnifico juego de bazas. Top junto a Tichu (que tampoco te lo recomendaría de primeras por ser exclusivamente para cuatro, aun teniendo variantes).
Buenísimo! Muchas gracias! Ahora a esperar entonces que reediten el Skull King en Argentina…no falta mucho! Sería linda una reseña del Skull King, aunque medio redundante, ya que lo que se sabe del juego solo son maravillas! Abrazo!!