Reseña: Estofado
Introducción
El invierno casi está aquí y es el momento de utilizar lo cosechado para cocinar el estofado comunitario, aunque habrá que tener cuidado con las hambrientas alimañas que devoraran los ingredientes. Lanza los ingredientes a la olla, espanta a las alimañas y prepárate para un bol de piedras… de Estofado.
Así se nos presenta Estofado, un diseño de Jason Glover (Iron Helm, StoneFire). El juego fue publicado por primera vez en 2018 por Button Shy dentro de su colección de juegos en carterita. De las ilustraciones se encarga el propio autor.
Se encuentra publicado en español por Salt & Pepper Games (hay dependencia del idioma en las cartas). Permite partidas de 2 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 10 años con una duración de 10 a 20 minutos. El precio de venta al público es de 14,95€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español de Salt & Pepper Games, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una carterita de plástico plegable, de dimensiones 7×9×1 cm. (del tamaño de cartas tipo Magic), encontramos los siguientes elementos:
- 26 Cartas (63,5×88 mm.):
- 12 Cartas de Ingredientes
- 6 Cartas de Alimaña
- Expansión Hongos entre Nosotros:
- 4 Cartas de Seta
- Carta de Ingrediente Mutante
- Carta de Gnomo
- Expansión Cuervo y Maíz:
- Carta de Maíz
- Carta de Cuervo
- Reglamento
Mecánica
En Estofado los jugadores deben ir componiendo un guiso consistente en una pila de cartas colocadas bocabajo. Estas cartas de ingredientes aportan o sustraen valor sobre el total del estofado, de forma que, cuando un jugador lo crea conveniente, puede parar la ronda y comprobar el valor del estofado. Si al menos ha alcanzado un valor de 12, anotará 2 puntos. En caso de fallar, el resto de jugadores anotan 1 punto. Pero antes de evaluar el estofado, hay que comprobar si las alimañas han sido alimentadas. Cada alimaña no alimentada se comerá el primer ingrediente que coincida con sus preferencias de la pila del estofado, no siendo tenida en cuenta dicha carta para el total del estofado. En cada turno, el jugador activo roba una carta del mazo y decide si colocarla en el estofado bocabajo, alimentar una alimaña bocabajo o evaluar el estofado.
Conceptos Básicos
Empecemos por los Ingredientes. Estas serán las cartas que los jugadores gestionarán durante la partida. Muestran uno de los seis ingredientes y un valor nutricional que será tenido en cuenta a la hora de evaluar el estofado, que consistirá en una pila de cartas bocabajo que los jugadores irán conformando. El objetivo de los jugadores es ser los primeros en intuir que en la pila hay un valor total de 12 o más.
Algo que no será tan fácil a causa de las Alimañas. Son criaturas que acechan a los jugadores, de forma que se zamparán ciertos ingredientes (cada una tiene un ingrediente favorito) antes de evaluar definitivamente el valor del estofado. Los jugadores podrán optar por alimentar alimañas usando cartas de ingredientes en vez de echarlas al estofado.
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se colocan las cartas de alimaña formando una hilera.
- Se mezclan las cartas de ingredientes y se forma un mazo que se coloca bocabajo a un lado.
- Finalmente, se escoge al jugador inicial.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Estofado se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de rondas.
La preparación de cada ronda es idéntica a la preparación de la partida, con la excepción de que el jugador inicial en rondas sucesivas será el jugador que detonó el final de la ronda.
En cada ronda, los jugadores alternan turnos, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj.
En cada turno, el jugador activo roba una carta del mazo y escoge una de las siguientes dos opciones:
- Colocarla en el estofado (situando la bocabajo en la pila del estofado).
- Alimentar a una Alimaña no alimentada (colocando la carta bocabajo sobre la carta de la alimaña).
Tras esto, el turno pasará al jugador de la izquierda.
Antes de que el siguiente jugador robe su carta de ingrediente, cualquier jugador puede decir «Estofado», detonando el final de la ronda, procediéndose a evaluar el estofado. Para ello, se van revelando cartas de la pila de estofado una a una y se procede de la siguiente forma:
- Si el ingrediente revelado es el favorito de una alimaña sin alimentar, dicha alimaña se comerá el ingrediente y no se tendrá en cuenta para el valor del estofado.
- Si el ingrediente revelado no es el favorito de ninguna alimaña sin alimentar, entonces se deja bocarriba en la mesa como parte del estofado.
Una vez se han revelado todas las cartas, se evalúa el estofado, sumando los valores de todas las cartas que lo conforman. Adicionalmente, si el vagabundo no ha sido alimentado, el valor del estofado aumentará o disminuirá en 3 puntos si el pollo no está o está presente respectivamente.
Entonces, en función del valor final del estofado:
- Si tiene un valor igual o superior a 12,el jugador que dijo «Estofado» anota 2 puntos.
- Si tiene un valor inferior a 12, todos los jugadores a excepción del que dijo «Estofado» anotan 1 punto.
La ronda también puede finalizar si se roba la última carta y nadie ha dicho «Estofado». En este caso, el jugador con más puntos pierde un punto.
Si la partida no ha finalizado, comienza una nueva ronda.
Fin de la Partida
El final de la partida se detona cuando uno o varios jugadores alcanzan o sobrepasan los 5 puntos de victoria. En caso de empate, los jugadores comparten la victoria.
Variantes
Modo Avanzado: el jugador activo puede decir «Estofado» antes de jugar su carta, habiéndola robado. La carta que el jugador tiene en mano se descarta sin efecto.
Maíz y Cuervo. Se añade un nuevo ingrediente.
Hongos entre Nosotros. Se añaden una nueva alimaña y cinco cartas de ingredientes.
Opinión Personal
En esta ocasión toca analizar otro de los juegos que conforman la colección de carteritas de Button Shy que Salt & Pepper ha ido seleccionando para publicar en el idioma de Cervantes y a quién agradecemos la cesión de la copia que posibilita esta tochorreseña. Vamos a ver qué tal se comporta en mesa este Estofado.
En Estofado los jugadores intentan intuir el valor conjunto de una pila de cartas que van a representar un guiso comunitario en el que todos los jugadores van echando ingredientes representados con cartas.
Cada ingrediente tiene un valor nutricional que mejora o empeora el guiso. La idea es ser el primero en dar la voz de aviso de que el guiso ya es lo suficientemente nutritivo para anotar puntos positivos, aunque se corre el riesgo de fallar y otorgar puntos al resto de jugadores.
El problema es que no solo habrá que atender a los ingredientes que se lanzan al guiso, sino que tendremos que prestar atención a alimañas que acechan para comerse sus ingredientes favoritos antes de que puedan formar parte del estofado.
En cada turno, el jugador activo simplemente roba una carta del mazo y decide qué hacer con ella, si echar el ingrediente mostrado al estofado o bien asignárselo a una de las alimañas que quedará alimentada y ya no molestará en la evaluación del estofado.
Cualquier jugador puede dar por finalizada la ronda antes de que comience el turno del siguiente jugador, momento en el que se procederá a comprobar los ingredientes que los jugadores han colocado en la pila. Por cada carta revelada habrá que comprobar si se la queda alguna alimaña sin alimentar, en cuyo caso la carta se dejará sobre dicha alimaña. En caso contrario, se coloca en una hilera para sumarla junto el resto de cartas reveladas no asignadas a alimañas.
Si el valor del estofado es igual o superior a una determinada cantidad, el jugador que se arriesgó anotará puntos de victoria, mientras que si yerra en el intento, serán los demás jugadores los que anoten puntos. Se vuelve a repetir el proceso hasta que alguno de los jugadores alcance o sobrepase la puntuación de final de partida.
Como veis, el juego no tiene mucho misterio y recuerda a otros diseños también culinarios en los que se conforma una pila de ingredientes como podrían ser Mamma Mia! (aquí su tochorreseña) o Tortilla de Patatas (aquí su tochorreseña). Sin embargo, aquí entra en juego el tema de la información oculta, pues en los juegos anteriores los ingredientes son visibles.
Por tanto, no solo hay que recordar qué hemos metido nosotros (información conocida) sino intentar deducir qué han ido metiendo el resto de jugadores. ¿Y cómo vamos a obtener esta información? Pues atendiendo a las alimañas.
Si un jugador alimenta una determinada alimaña, seguramente sea porque en el mazo hay al menos una copia de su ingrediente favorito, por lo que podemos intentar hacer cálculos con esta información. Aunque es posible que ese jugador esté intentando despistar al personal para hacer creer esto mismo y que alguno se confíe, cuando en realidad ha lanzado a la cazuela una piedra.
En este sentido, las dos alimañas cruciales son el jabalí y el vagabundo, ya que ambas están relacionadas con los dos ingredientes más valiosos del mazo, esto es, el ajo y el pollo. El pollo es único, así que si el vagabundo es alimentado, es muy probable que el pollo esté en la pila, pues de lo contrario el vagabundo estaría sumando en vez de restando.
El jabalí por su parte se pirra por los ajos, de los cuales hay dos copias. Copias que, además, interactúan entre sí. De esta forma, si ningún jugador alimenta al jabalí es porque, probablemente, los dos ajos estén en la cazuela. O tal vez un jugador ha alimentado con uno de los ajos a otra alimaña para así quitar de en medio la carta más potente en cuanto a puntuación.
El problema lo encontramos en que, aun teniendo estos detalles comentados, es muy difícil hacer una predicción acertada. Nos limitaremos a ir sumando las cartas que nosotros hemos añadido y que sabemos que van a mantenerse o no según las alimañas sin alimentar y nos tiraremos a la piscina cuando creamos que puede haber un número suficiente de ingredientes con el que alcanzar la cifra mágica.
Esto provoca que el caos tenga bastante impacto sobre el juego y el asunto se convierta en un tira y afloja entre los jugadores por ver quién es el primero que se arriesga en función de la información que se posee.
A priori todo suena bien, pero al final siempre queda un regusto amargo, porque al final acabas teniendo la sensación de que ganas o pierdes de casualidad más que por haber seguido un proceso deductivo digno de Sherlock Holmes o porque jugado con la mente del rival a la hora de ir alimentando las diversas alimañas, produciendo cierta frustración en el jugador que no salga bien parado de la ronda.
Respecto a la escalabilidad, creo que el juego como mejor funciona es a dos jugadores, pues cada jugador va a conocer la mitad de la información y el juego con las alimañas es mas interesante. A tres o cuatro ya el caos se multiplica y la falta de información le resta gran parte del interés.
La rejugabilidad es baja porque es de esos juegos con los que es difícil conectar y, aun siendo fácilmente transportable, perderá la batalla ante otras opciones incluso de la misma colección de juegos de carterita.
Las expansiones le añaden más alternativas, pero no terminan de arreglar los problemas comentados. Incluso puede que los agraven, porque al tener más variables en juego, resulta aún más complicado intentar ajustar el valor del estofado antes de que alguien pruebe suerte.
Yo creo que le falta algún elemento mecánico mediante el cual los jugadores pudieran obtener algo de información de los rivales, pero entiendo lo complicado que es esto con unas limites materiales tan estrictos.
Pasemos a la producción. Las cartas tienen un gramaje aceptable, con textura lista y una respuesta elástica no especialmente potente (aunque como son pocas cartas, lo normal es barajarlas por apilamiento). Con todo, el enfundado puede ser más que recomendable por aquello de la información oculta y que no se marque ninguna carta. El reglamento está aceptablemente bien estructurado y no deja lugar a dudas.
Visualmente es un juego no muy atractivo. Las ilustraciones de las cartas no son especialmente preciosistas y la paleta de colores utilizadas es tal vez demasiado apagada, con ese verde caqui en las alimañas y con ese gris plomizo en las cartas de ingredientes.
Y vamos cerrando. Estofado es un juego perteneciente a la colección de carteritas de Button Shy que tiene ideas interesantes intentando aunar deducción y forzar la suerte con un punto de memoria que suena bien. Desgraciadamente, la parte deductiva queda eclipsada por la dificultad de leer información y el juego psicológico que se puede aplicar, resultando frustrante para el jugador que sale mal parado en cada ronda. Por todo esto le doy un…
De acuerdo con la reseña pero en desacuerdo con lo del diseño, que me parece una genialidad, unos colores y unos dibujos limpios y atractivos.
Por lo demás me parece un juego meh…
Mmm, si, el diseño es limpio, pero a mi las ilustraciones no me parecen especialmente llamativas. Muy apagado para mi gusto. Pero es eso, cuestión de gustos :p
Menuda racha llevamos, vamos a broza por semana. ¿Para cuando una tochoreseña de un pepinardo?
Para cuando lo publiquen 😛
El Ark Nova sale ya, pero ese ya lo tengo reseñado 😛
Pues a mí el diseño del arte del juego me parece una genialidad, la verdad. Siento discrepar con mi referencia absoluta en cuanto a opiniones sobre juegos de mesa… ¿Será que está haciendo mella en mí el reverso tenebroso de la fuerza lúdica? Jajajaja
Muchísimas gracias por estas maravillosas tochorreseñas, Iván.