Reseña: Riiing!
Introducción
Suena el despertador y tú ya te has levantado con el pie izquierda. ¿Merece la pena madrugar? Aunque el cuerpo te pide seguir durmiendo, el tiempo se te echa encima y debes darte prisa. Se el primero en descartar todas tus cartas y gana. Tostadas quemadas, resbalones en la ducha o un café derramado te retrasaran en tu carrera para empezar el día.
Así se nos presenta Riiing! un diseño de Josep María Allué y Dani Gómez (Castellers!, El baile de las princesas, Bearzzz). El juego fue publicado por primera vez en 2021 por Educa Borrás en una edición en español e inglés. De las ilustraciones se encarga el propio Ramón Redondo (Nottingham 2084, Traffic Jam).
Permite partida de 2 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración aproximada de 20 minutos. El precio de venta al público es de 14,99€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español e inglés de Educa Borrás, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 10,8×15,3×3,5 cm. (caja rectangular pequeña de tamaño similar a Crónicas), encontramos los siguientes elementos:
- 96 Cartas (56×87 mm.)
- Reglamento
Mecánica
Riiing! es un juego en el que el objetivo de los jugadores es intentar ser los primeros en agotar su mano. Para ello, en cada turno, el jugador activo debe descartar una carta que se adecue al requisito establecido por el reverso de la siguiente carta del mazo de robo. En caso de no tener una carta adecuada, deberá robar una carta del mazo. Hay cartas que desencadenan efectos especiales, como obligar al siguiente jugador a poner en juego una carta de un tipo concreto o cartas que permiten a los jugadores intentar ser los más rápidos para descartarse de cartas de un tipo concreto.
Conceptos Básicos
El elemento principal del juego son las cartas que conforman el mazo. Tenemos tres tipos de cartas pero que todas tienen en común que en su Reverso aparece una condición que determina qué tipo de carta puede ser jugada. Así, se indicará que hay que jugar cartas con un valor superior o inferior al último jugado, un valor concreto, un tipo de carta, etc. La carta que determina esto será siempre la que se encuentre en la parte superior del mazo. Habrá algunos reversos especiales ante los que los jugadores deberán intentar ser los mas rápidos en cubrir el mazo.
En su cara principal encontraremos tres tipos de cartas. El primero y más común serán las Cartas Básicas, que mostrarán uno de cuatro posibles elementos (despertador, pastilla de jabón, café o tostada) con un valor numérico comprendido entre el 1 y el 12. Estas cartas siempre deberán ser jugadas durante el turno del jugador, salvo por una excepción que ahora veremos.
El segundo tipo son las Cartas Especiales, que podrán ser jugadas en cualquier momento de la partida, incluso fuera de turno, forzando al jugador activo a colocar en la pila de descarte una carta del tipo correspondiente.
Finalmente tenemos las Cartas de Móvil, que obligarán directamente a robar carta al siguiente jugador a no ser que tenga cartas de móvil en su mano, de forma que se pueden encadenar varias cartas hasta que un jugador no disponga de alguna de estas y deba robar tantas como cartas de móvil se hayan jugado.
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se mezcla el mazo de cartas y se coloca bocabajo en el centro de la mesa.
- Cada jugador roba 7 cartas.
- Se escoge aleatoriamente al jugador inicial.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Riiing! se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de turnos alternados por los jugadores, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj.
En cada turno, el jugador activo debe colocar en la pila de descarte una carta de su mano que cumpla con el requisito indicado en el reverso de la carta superior del mazo de robo. En caso de no poder hacerlo, deberá robar la carta superior del mazo. Tras esto, el turno pasa al jugador de la izquierda.
Hay tres casos especiales:
- Algunas cartas muestran en su reverso uno de los tipos de cartas básicos (tostada, pastilla de jabón, café o despertador). Al ser visible esta carta, el jugador que más rápidamente coloque su mano sobre el mazo y diga Riiiing! podrá descartarse de todas las cartas de ese tipo que tenga en su mano.
- Un jugador puede, fuera de su turno, jugar una carta especial, forzando al jugador activo a colocar en la pila de descarte una carta de dicho tipo. En caso de no tener, tendrá que robar cartas del mazo hasta revelar una, que jugará inmediatamente (manteniendo en la mano el resto de cartas robadas).
- Si el jugador anterior ha jugado una carta de móvil, el jugador activo debe jugar una carta de móvil adicional o, si no tiene, robar tantas cartas del mazo como cartas de móvil hayan sido jugadas de forma consecutiva. Tras esto, se coloca la siguiente carta del mazo sobre la pila de descarte para cubrir los móviles.
Fin de la Partida
La partida finaliza inmediatamente cuando un jugador logra quedarse sin cartas, proclamándose vencedor.
Opinión Personal
Ya hemos visto como las grandes jugueteras españolas han abierto los ojos y quieren su parte del pastel en esto de los juegos modernos. En este sentido, hay que agradecer a Tranjis el éxito inesperado (aunque muy trabajado) con su Virus, ya que prácticamente todas y cada una de estas editoriales con solera buscan repetir la jugada.
Riiing! viene a ser esa apuesta por parte de Educa-Borras, esto es, un juego que sigue las ideas básicas del famosísimo UNO intentando diferenciarse con un par de giros de tuerca. ¿Funcionarán? Vamos a verlo, no sin antes agradecer a la editorial la cesión de la copia que posibilita esta tochorreseña.
Como ya supondréis, estamos ante uno de esos juegos en los que el objetivo es deshacerse completamente de la mano de cartas con la que uno comienza la partida. Y para ello, cada vez que disfrutemos de un turno lo que querremos es poder jugar una de esas cartas en la pila de descarte. La primera diferencia importante es que las cartas jugadas anteriormente por nuestros rivales no tienen por qué tener impacto directo a la hora de restringir las cartas que podemos jugar, sino que esto quedará en manos de la Dama Fortuna.
Y es que el reverso de las cartas muestra un determinado criterio, de forma que la carta visible del mazo de robo determinará qué carta puede jugarse. Si el jugador activo puede cumplir dicha restricción, colocará en la pila de descarte una de las cartas que se adecúe a la misma y pasará turno. En caso de no poder, entonces se verá obligado a robar una carta del mazo, cambiando con ello la condición a la que debe atenerse el siguiente jugador según el sentido de juego.
Hay un par de cartas especiales que permiten a los jugadores romper este ciclo. Unas que directamente obligan al siguiente jugador a robar a no ser que tenga otra del mismo tipo, lo que vendrían a ser un calco de las cartas de robar del UNO. Por otro, cartas que se pueden jugar fuera de turno para exigir el tipo de carta que debe ser jugada. Esta sí es más interesante porque, esperando al momento adecuado y contando con que el jugador activo tenga mala suerte, puede verse obligado a robar un buen puñado de cartas. Obviamente, lo interesante es aguantar hasta el momento que esté a punto de ganar, porque difícilmente la carta que le quede en la mano será de ese tipo.
Y realmente no tiene mucho más. Es de estos juegos en los que se activa el piloto automático y se cruza los dedos para tener la carta adecuada en el momento oportuno. Si es cierto que tiene un detalle destacable sobre todo por ser muy temático. Me refiero a las cartas que piden un tipo concreto de carta que obliga a los jugadores a tirar de reflejos para ser los más rápidos. Y a más de uno este momento le pillará pensando en las musarañas. Por eso lo de gritar «Riiing», como si fuese una alarma que lo sacase de la inopia.
¿Existe algún motivo para decantarse por Riiing! por encima de otros juegos de su mismo tipo? Pues no realmente. De hecho, pienso que otorga aún más peso al azar al influir a dos bandas. Por un lado en los tipos de cartas que se roban y, por otro, en el criterio que aplica, lo que aumenta las probabilidades de que un jugador tenga que robar, lo que puede alargar la partida de forma indefinida (aunque en el reglamento no se indica expresamente, entiendo que si el mazo de robo llega a agotarse, se baraja la pila de descarte y se continua, porque la condición de victoria está clara).
Es un diseño vistoso, más o menos cumple con lo que se propone, pero que no deja de ser un juego más e incurre en los mismos errores que provocan cierto rechazo en esos otros diseños del mismo corte. Es cierto que para el público al que está destinado puede resultar suficiente a falta de conocer alternativas mejores, como por ejemplo LLAMA (aquí su tochorreseña), en el que nuestro querido Knizia demostró como hacer un filler sin pretensiones de este corte pero que, al mismo tiempo, resolvía los problemas típicos asociados a los mismos (de aquí que se haya convertido en toda una franquicia).
El juego no escala mal, aunque es cierto que como más entretenido resulta es con el número máximo de jugadores. A dos la partida queda completamente determinada por el azar y es muy fácil que un jugador rápidamente consiga quitarse de encima todas sus cartas, especialmente si aparece una de las cartas especiales y ese jugador está más ágil que su rival.
Respecto a la rejugabilidad, pues la típica de estos juegos. Mas un pasatiempo que otra cosa y que para los jugadores que ya tienen cierta experiencia en el mundillo acabará resultando repetitivo y sin demasiada chispa, porque el patrón de actuación estará muy claro desde los primeros turnos.
A nivel de producción Nos encontramos con unas cartas de gramaje bastante correcto, textura en lino muy agradable y una gran respuesta elástica. Si el juego ve mesa de forma continuada, el enfundado sería conveniente, aunque habría que desmontar el cajetín que viene como inserto para separar las cartas en dos mazos. El reglamento está bien estructurado aunque cojea a la hora de aclarar temas que ya hemos comentado, como por ejemplo qué se debe hacer si el mazo llega a agotarse o si un jugador tiene la opción de robar aun pudiendo jugar.
Lo mejor sin duda es el aspecto visual, donde Ramon Redondo vuelve a deleitarnos con sus pequeños personajillos con divertidas cartas. Es cierto que las cartas de un mismo tipo son un 90% iguales, pero es un detalle que, para cada carta de un mismo tipo, la expresión de la cara del componente sea distinta. La portada también es agradable. De esos juegos que solo por el aspecto apetece sacar.
Y vamos cerrando. Riiing! es otro de estos fillers de carta que tienen como objetivo intentar ser el primero en deshacerse de la mano. El mercado está inundado de este tipo de juegos, casi clónicos entre sí. En este caso la diferencia fundamental es que el requisito que se establece para jugar una carta en cada turno va a depender del propio mazo, ya que el reverso de las cartas muestra un determinado criterio a cumplir. Este detalle eleva el azar y hace que el juego sea todavía más caótico de lo habitual. El patrón de juego es más o menos claro y se puede activar el piloto automático casi desde el primer turno, aunque es cierto que ese detalle de cartas que obligan a los jugadores a reaccionar es interesante y encaja temáticamente. Visualmente es muy agradable y la producción es más que digna, aunque no es suficiente para destacar. Por todo esto le doy un…