Reseña: Furnace
Introducción
En Furnace asumiréis el papel de empresarios del siglo XIX. Vuestro objetivo será erigir un imperio industrial y ganar tanto dinero como podáis comprando compañías, extrayendo recursos y procesándolos de la forma más rentable posible.
Así se nos presenta Furnace, un diseño de Ivan Lashin, responsable de juegos como Smartphone Inc. o Skytopia: In the circle of Time. El juego fue publicado en 2021 por Hobby World en una versión en ruso. De las ilustraciones se encargan Sergey Dulin, Marta Ivanova, Ilya Konovalov, Vadim Poluboyarov y Egor Zharkov.
El juego se encuentra publicado en español por Maldito Games (es prácticamente independiente del idioma a excepción de las cartas de personaje y el reglamento). Permite partidas de 2 a 4 jugadores, con una edad mínima de 12 años y una duración aproximada de entre 30 y 60 minutos. El precio de venta al público es de 27€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español de Maldito Games, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 27,5×19×6,5 cm. (tamaño estándar rectangular mediana tipo Race for the Galaxy), nos encontramos los siguientes elementos:
- 46 Cartas (62,5×88 mm.):
- 36 Cartas de Fábrica
- 5 Cartas de Fábrica Emergente
- 5 Cartas de Empresario
- Loseta de Jugador Inicial (de cartón)
- 4 Fichas de Jugador (de cartón)
- 16 Discos de Capital (de madera)
- Disco de Capital Adicional (de madera)
- 40 Cubos de Carbón (de madera)
- 20 Barras de Hierro (de madera)
- 15 Barriles de Petróleo (de madera)
- 4 Losetas de Multiplicación (de cartón)
- 12 Fichas de Mejora (de cartón)
- 61 Fichas de Dinero (de cartón)
- Contador de Ronda (de cartón)
- Dado para 2 Jugadores (de madera)
- Reglamento
Mecánica
Furnace es un juego cuya mecánica principal es un draft con un toque de subastas en el que los jugadores obtendrán cartas de fábrica que permitirán obtener o intercambiar los distintos recursos incluidos en el juego (carbón, metal, petróleo y engranajes), con el objetivo de conseguir la mayor cantidad de puntos de victoria al termino de las cuatro rondas que componen la partida. Cada ronda se divide en dos fases. Una primera en la que se forma un suministro con una serie de cartas a repartir y los jugadores alternan turnos colocando unos marcadores de puja numerados del 1 al 4. La única restricción es que sobre una misma carta no se puede repetir valor. Al final de esta fase, cada carta pasará a manos del jugador que haya colocado la ficha de mayor valor, debiendo colocarla en una posición de la hilera. Los jugadores que colocaron un marcador sobre la carta pero no la obtuvieron activan el efecto de compensación indicado en la parte superior de la carta tantas veces como el valor de su marcador. Se pasa a una segunda fase en la que cada jugador activa su hilera de fábricas. No es obligatorio utilizar una fábrica. Al final de las cuatro rondas, el que más dinero tenga será el ganador.
Conceptos Básicos
Empecemos por las Cartas de Fábrica. Estas cartas muestran un determinado efecto de activación en su banda inferior. Estos efectos pueden consistir en ingresos directos de diversos tipos de recursos y/o en intercambios (entregando los recursos indicados a la izquierda y recibiendo los elementos indicados a la derecha). Los jugadores comenzarán con una carta de fabrica emergente, pero podrán conseguir nuevas cartas, las cuales muestran dos caras. Por la delantera muestra un efecto inicial y un efecto mejorado sin colorear, que es el que aparecerá en el reverso. En la banda superior aparece un efecto de compensación para los jugadores que no obtengan dicha carta pero hayan pujado por ella.
Para pujar por las cartas los jugadores dispondrán de cuatro Discos de Capital de su color numerados del 1 a 4. En la primera mitad de cada ronda, los jugadores repartirán estos discos sobre las cartas disponibles, teniendo como restricciones no poder poner más de un disco de un mismo color en una carta, ni repetir un valor previamente colocado por otro jugador. Los jugadores que no hayan colocado el máximo valor obtendrán la compensación multiplicada por el valor de la carta.
Las cartas proporcionan diversos Recursos, a saber: Carbón, Metal, Petróleo y Fichas de Mejora. Los tres primeros suplente serán utilizados en intercambios, mientras que las fichas de mejora servirán para voltear las cartas y disfrutar de sus efectos completos.
El fin último será transformar estos recursos en Dinero, que en este juego equivalen a puntos de victoria. Al final de la partida ganará quien más dinero haya acumulado.
La partida durará cuatro rondas. El progreso se controlará mediante una pequeña loseta con una ficha que rotará sobre el lateral izquierdo de la misma. Esta loseta también servirá para colocar el mazo de cartas de fábrica.
Finalmente, cada jugador actuará bajo un determinado Empresario. Este personaje proporciona un efecto particular que estará vigente durante toda la partida.
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se forma una reserva general con los recursos y las monedas.
- Se coloca la loseta de progreso con la ficha en el espacio de primera ronda.
- Se baraja el mazo de cartas de fábrica y se coloca bocarriba sobre la loseta de progreso.
- Cada jugador escoge un color y recibe una ficha identificativa, 4 discos de capital, una carta de personaje y una carta de fabrica emergente de forma aleatoria y las coloca en su zona de juego.
- Adicionalmente, obtiene como recursos iniciales los producidos por su fábrica emergente.
- Finalmente, se escoge aleatoriamente al jugador inicial y se le entrega la loseta identificativa.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Furnace se desarrolla a lo largo de cuatro rondas. Cada una de estas rondas tiene dos fases.
Fase I: Subastas
Se revelan tantas cartas como jugadores haya en la partida más cuatro formando una hilera.
Comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj, cada jugador debe colocar uno de sus discos de capital en una carta cumpliendo las dos siguientes restricciones:
- Un jugador no puede colocar más de un disco sobre una carta concreta.
- En una misma carta no se pueden colocar discos del mismo valor.
Una vez que todos los jugadores han colocado todos sus discos, se procede a resolver la hilera de izquierda a derecha. Para cada carta, aquellos jugadores que hayan colocado fichas pero no sean la de mayor valor obtendrán la compensación indicada en la carta tantas veces como el valor indicado en su disco. El jugador con la ficha de mayor valor tomará la carta y la colocará en su zona de juego. Si una carta no ha sido ocupada con ningún disco, será descartada.
Una vez que se han resuelto todas las cartas, los jugadores deben colocar las cartas adquiridas en su hilera. Cada carta debe colocarse en la hilera y su posición relativa respecto al resto de cartas ya no podrá variar durante el resto de la partida.
Finalmente, todos los jugadores recuperan sus discos de capital.
Fase II: Producción
En esta fase, cada jugador activa su hilera de cartas, comenzando por la carta de la izquierda y continuando hacia la derecha. Con cada carta, el jugador puede decidir ejecutar o no sus efectos (total o parcialmente). Cuando una carta permita mejorar otra carta, la carta a mejorar se voltea y, si aún no ha sido activada, podrá serlo en su modo mejorado.
La fase finaliza una vez todos los jugadores han activado su hilera de fábricas (algo que se puede hacer de forma simultánea).
Finalmente, se pasa el marcador de jugador inicial al jugador de la izquierda y se avanza el marcador de ronda.
Fin de la Partida
La partida finaliza al término de la cuarta ronda. El jugador con más dinero será el vencedor. En caso de empate, el jugador con mayor cantidad de fábricas será el vencedor. Si la igualdad permanece, el jugador con más recursos será el vencedor. Si aún se mantiene el empate, los jugadores comparten la victoria.
Variantes
- Modo a 2 Jugadores. Se utilizan las fichas de capital para un tercer jugador virtual que actúa en último lugar en la fase de subasta. Cuando le toca a este tercer jugador, se lanza el dado y en la carta que coincida con el valor del dado (yendo de izquierda a derecha) se coloca la ficha de capital de menor valor disponible del jugador virtual. En caso de no poder ser colocada legalmente en esta carta (el bot ya está presente o la ficha de capital del mismo valor de otro jugador ya está sobre ella, se colocará en la siguiente carta en la que sea legal). Cuando se resuelva la fase de subasta, las cartas ganadas por el bot se descartan directamente.
- Sin Producción en Cadena: los jugadores pueden activar sus fábricas en el orden que prefieran. Cuando adquieran una nueva fábrica la colocan en su zona de juego, no necesariamente en una hilera.
Opinión Personal
Hoy toca analizar uno de esos juegos que por ambientación y presentación pueden generar una falsa impresión. Y es que este Furnace, con ese empresario de perfil serio, escrutando el horizonte, puede transmitir que dentro vamos a encontrar un sesudo juego económico. Vamos a ver que esconde en realidad, no sin antes agradecer a Maldito Games la cesión de la copia que posibilita esta tochorreseña.
En Furnace nos encontramos un juego con una premisa muy directa y muy sencilla: intentar generar el mayor beneficio activando fábricas, las cuales producirán y transformarán diversos elementos. La forma en la que los jugadores desarrollan estas fábricas y las activan es tan simple como obtenerlas en una fase de subasta que cada jugador dispone únicamente de cuatro fichas , cada una con un valor numérico comprendido entre el 1 y el 4.
En esta fase se van a desplegar un determinado número de cartas que los jugadores se disputarán alternando turnos. En cada uno de esos turnos deben colocar una de las fichas que aun tengan disponibles sobre una de estas cartas, teniendo en cuenta que sobre una misma carta no puede haber valores repetidos y que un mismo jugador no puede colocar más de una ficha sobre una misma carta.
Una vez que todos los jugadores han colocado todas sus fichas, el jugador que haya colocado la ficha de mayor valor en cada carta la añadirá a su zona de juego y podrá activarla en la siguiente fase de la ronda y en el resto de la partida.
La peculiaridad del asunto es que los jugadores que no hayan obtenido la carta pero sí hayan colocado fichas de capital sobre la misma no se irán con las manos vacías, ya que cada carta muestra en su banda superior una compensación que, además, se multiplicará por el valor de la carta.
Así, por ejemplo, si un jugador ha colocado una ficha de valor cuatro sobre una carta, este ya tiene la seguridad de que dicha carta pasará a su poder al final de la fase de subasta, pues no hay fichas de mayor valor. Pero cualquier jugador que haya colocado en esa carta obtendrá la compensación tantas veces como el valor de su ficha.
Esta es la vía alternativa que los jugadores tienen a la hora de conseguir recursos, pues la vía principal es mediante sus fábricas. Pero claro, según las fábricas que hayamos ido adquiriendo, es más que probable que tengamos déficits en algunos elementos y necesitemos obtenerlos de esta otra forma.
Para mi este es el detalle mecánico que hace destacar a Furnace, ya que eleva la importancia de la gestión de los tiempos a la hora de ir colocando las fichas. Así, dependiendo de lo que haya salido en el suministro en la ronda en curso, los jugadores tendrán qué evaluar cuando interesa colocar las fichas de alto valor. Si hay una carta sumamente interesante, lo normal es que rápidamente sea ocupada con un cuatro para bloquearla y asegurársela. Pero claro, esto abre la puerta a los rivales para colocar fichas de menor valor y calibrar la compensación.
En otras ocasiones querremos guardarnos nuestra ficha más potente para el final y así controlar lo que han ido haciendo los demás jugadores, pero entonces se corre el riesgo de obtener cartas no deseadas, confiando en que alguien iba a colocar una ficha de mayor valor para cobrar la compensación. Y sin esa compensación a lo mejor nuestra hilera de fábricas no produce adecuadamente.
Una vez resuelta esta fase, los jugadores deberán añadir sus nuevas fábricas a su hilera. Aquí hay que hacer mención a que siempre me estoy refiriendo al modo avanzado del juego, ya que el modo básico resulta algo insulso y que, además, alargar la partida al permitir a los jugadores escoger el orden en el que activan cada una de sus fábricas. Al tener que colocar las nuevas fábricas en una posición de la hilera aumenta la toma de decisiones y la sensación de desarrollo es mayor al tener que cargar con las elecciones realizadas en rondas anteriores, ya que la posición relativa de las cartas ya colocadas no puede variar.
Luego llega esa magnifica fase en la que activaremos nuestra hilera de fábricas a la que hemos añadido las nuevas adquisiciones. Digo magnifica porque viene a ser como ejecutar un algoritmo que has programado previamente y ver qué resultado produce. Unas veces saldrá todo a pedir de boca, mientras que en otras maldecirás no haber tenido en cuenta que te ibas a gastar una unidad de carbón en esta fábrica y ya no te llega para activarlo todo.
Es cierto que esta fase de activación puede desconectar a los jugadores al ser totalmente autónoma, algo que pasa en otros juegos como Fábrica de Chocolate (aquí su tochorreseña) o mi querido London (aquí su tochorreseña). La ventaja en Furnace es, jugando con el modo avanzado (no entendería el juego de otra forma), que las cartas están ordenadas y resolver el algoritmo suele ser algo relativamente directo.
Incluso activándolo por turnos la partida sigue manteniéndose ágil y no se hace pesado ver como cada jugador resuelve su hilera de fábricas, aunque lo óptimo de cara a mantener un alto ritmo en la partida es que todos lo activen simultáneamente (en caso de tener sospechas de que alguien no resuelva bien su hilera pues entonces sí tocaría fiscalizar turno por turno).
A mí es un juego que me resulta agradable y que ofrece suficientes decisiones interesantes en un corto intervalo de tiempo (cuando los jugadores dominan el juego lo normal es que la partida ronde los cuarenta minutos a cuatro jugadores). De hecho, es de esos juegos que bordean el concepto de filler si no fuese porque en la primera partida en la que si se suele alcanzar la hora entre entender el sistema de subastas y activar las fábricas de forma alternada para comprobar que todo se ha hecho bien.
Tal vez este sería el mayor defecto que le podríamos achacar, es decir, la falta de transcendencia. Al final te queda la sensación de haber jugado a un diseño apañado, que te deja buen sabor de boca, pero que no deja poso. Es ideal para intercalar entre partidas con más enjundia sin llegar a recurrir a un filler (aunque como digo, roza el larguero). La comparación con Fábrica de Chocolate es oportuna por ser juegos de la misma época y con un flujo de partida similar. Es cierto que Fabrica de Chocolate es un peso medio con más desarrollo, pero también le afecta en mayor medida esa fase solitaria de activar la fábrica que provoca mayores desconexiones entre los jugadores. Así que entre los dos, por poco, pero me quedo con Furnace.
El juego escala bien y, aunque lo recomendable es tener cuatro jugadores en la mesa, a tres sigue funcionando adecuadamente y a dos jugadores se utiliza un bot que es muy fácil de gestionar y, aunque actúa de forma caótica, perfectamente podría ser uno de esos amigos que disfrutan de sembrar el caos tomando decisiones ilógicas que rompen esquemas al resto de jugadores. Teniendo en cuenta que este es el único momento de interacción, yo lo doy por bueno.
En cuanto a la rejugabilidad, la caja incluye una serie de personajes que ofrecen efectos especiales durante toda la partida que le dan ese punto de asimetría que lleva a querer ver cómo funciona cada uno. Si le sumamos el orden variable de las cartas que impacta de forma relevante sobre la hilera de cartas, pues las partidas serán los suficientemente distintas como para que vea mesa con cierta asiduidad.
Pasemos a la producción. Nos encontramos con unos acabados decentes, con unos elementos de cartón de buen grosor y prensado mejorable pero suficiente. Los elementos de madera son de buena densidad y formas convencionales. Las cartas tienen un gramaje aceptable, textura en lino bastante agradable y una respuesta elástica decente (no se tienen en mano y solo se barajan al comienzo de la partida, por lo que el enfundado no es necesario). El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas.
En cuanto al aspecto visual, es un juego bastante agradable, con un buen puñado de ilustraciones distintas en cada carta que acaban formando una estampa continuada en el tablero. Es cierto que tampoco genera un especial impacto entre los jugadores, pero el trabajo de los artistas cumple sobradamente. La portada también es sugerente por su minimalismo, dominada por el blanco y con esa composición dentro del cuerpo del empresario. Simplemente que puede generar sensación de que dentro de la caja hay algo de mayor peso. A nivel de simbología el juego es muy claro, lo que facilita la fase de activación.
Y vamos cerrando. Furnace es un peso medio-ligero, con una fase de subastas que tiene un punto de originalidad en recompensar a los jugadores que no ganen cada una de las pujas, lo que lleva a los mismos a intentar ajustar sus fichas para maximizar los ingresos en la siguiente fase. Es ágil, es entretenido y con la suficiente toma de decisiones como para dejar buen sabor de boca. Tal vez su mayor pero es que es de esos juegos que tienen alma de filler y que no llegan a resultar especialmente trascendentes. Pero lo que hace, lo hace muy bien. Además, creo que escala aceptablemente teniendo en cuenta sus mecánicas principales. Por todo esto le doy un…
Ehhh en serio sale la fábrica de Cruzcampo? Osea que con piedra, metal y petróleo elaboran su maravillosa cerveza.
Es correcto xD.
Es una promo que metió Maldito Games en su edición.
Al final la caja se rompe o no se rompe?
Jajaja, yo no la rompo porque va contra mis principios. Pero es cierto que, aun viniendo con un inserto muy cómodo, la cantidad de aire es considerable.
No me parece mal juego, pero al final me pareció un Se vende con algo mas de chicha en la subasta. Al final es un dame dos para cambiar por 1 y si le añado otro diferente me da 4 monedas, que no son monedas si no puntos. Vamos que de económico nanai
Pues lo que digo en la reseña. Una portada engañosa. Ahora yo lo veo bastante distinto a Se Vende. Para mí esto es más un constructor de motor de recursos con una pincelada de subastas. Con el modo experto me parece bastante satisfactorio conseguir que todo te cuadre.
Respecto a la promo, comentar que en realidad esa promo está disponible en otros idiomas también, solo que para la versión española Maldito pidió permiso para cambiar la ilustración de la fábrica, se lo dieron, y ese es el resultado, metió la fábrica de Cruzcampo…
La portada es verdad que engaña un poco, no se si eso le juega en su contra (además del tamaño de la caja para su contenido), porque por lo demás parece un buen juego, dentro de su rango. Por algún sitió escuché que los empresarios están muy desbalanceados y que mejor jugar sin ellos, ¿tu también crees que hay alguno que está más roto que los demás, Iván?
Yo creo que le dan un punto. Les pasa como a los personajes de Marco Polo. Todos son potentes y si no logras aprovecharlos te da la sensación de que los demás son mejores. Pero siendo un juego ligero a mi no me molestan.