Reseña: Cascadia

Introducción

El Noroeste del Pacífico, también conocido como Cascadia, es una región geográfica en América del Norte delimitada por el Océano Pacífico al oeste y por las Montañas Rocosas al este. Aunque no existe una frontera oficial, la concepción más común incluye la provincia canadiense de la Columbia Británica y el territorio del Yukón, así como los estados de Idaho, Oregón y Washington en Estados Unidos.

Así se nos presenta Cascadia, un diseño de Randy Flynn, siendo este su primer diseño en ser lanzado al mercado. El juego fue publicado en 2021 por Flatout Games tras una exitosa campaña de micromecenazgo. De las ilustraciones se encarga Beth Sobel (Viticulture, Wingspan, Arboretum).

Se encuentra publicado en español por Delirium Games (el juego tiene una ligerísima dependencia del idioma en las cartas de puntuación, que también están explicadas textualmente, además del reglamento). Permite partidas de 1 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración aproximada de entre 30 y 45 minutos. El precio de venta al público es de 39,95€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español de Delirium Games, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.

Ir a la Opinión Personal

Contenido

Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 26×26×7 cm. (caja cuadrada mediana de dimensione similares a las de Gardens o Azul), encontramos los siguientes elementos:

• 110 Losetas de Hábitat (de cartón)
• 5 Losetas Iniciales de hábitat (de cartón)
• 100 Fichas de Fauna Salvaje (de madera)
• 21 Cartas de Puntuación de Fauna Salvaje (70×120 mm.)
• 25 Fichas de Naturaleza (de cartón)
• Bolsa (de tela)
• Bloc de Puntuación (de papel)
• Reglamento

Mecánica

Cascadia es un juego con mecánicas principales de draft, colocación de losetas y construcción de patrones. En cada turno, el jugador activo deberá escoger una pareja de loseta de hábitat y ficha de fauna. La loseta deberá conectarla a su conjunto de losetas, mientras que la ficha de fauna deberá colocarse sobre una loseta de hábitat que admita a dicho tipo de animal. Cada jugador disfrutará de 20 turnos en los que intentar maximizar su puntuación ampliando los hábitats (se puntuará el grupo mayor de cada tipo de hábitat y también por mayoría entre los jugadores) y cumpliendo lo mejor posible una serie de patrones asociados a cada tipo de animal indicados en unas cartas de objetivo.

Conceptos Básicos

Empecemos con las Losetas de Hábitat. Son losetas hexagonales que pueden mostrar uno o dos hábitat de cinco tipos: desierto, montaña, agua, bosque y pradera. Estas losetas se irán conectando entre sí para formar el área de juego del jugador. Las losetas que solo muestren un tipo también muestran un símbolo de piña y un pequeño triángulo que representa las fichas de naturaleza. Adicionalmente, cada loseta muestra de uno a tres tipos de fichas de fauna que se pueden colocar encima. Los jugadores comienzan la partida con una loseta que ya posee tres hexágonos conectados que representan todos los tipos de hábitat. Al final de la partida los jugadores puntuarán los grupos más grandes de cada tipo de hábitat y habrá unas pequeñas mayorías.

Las Fichas de Fauna son fichas circulares de madera que muestran una de las cinco tipos de animales: ciervos, osos, águilas, salmones y zorros. Estas fichas deberán ser colocadas sobre las casillas que muestren su tipo. Cada casilla solo puede estar ocupada por una única ficha de fauna.

Estas fichas Cartas de Fauna proporcionarán puntos al final de la partida por cada tipo de fauna según un determinado patrón. Y aunque hay varias cartas para cada tipo de fauna, el tipo de patrón es más o menos similar. Así, los zorros puntúan en función de las fichas de fauna adyacentes, los osos por grupos de osos, los ciervos por cadenas de ciervos, los salmones por cadenas de salmones y las águilas por conexiones a distancia.

Finalmente tenemos las Fichas de Naturaleza que se obtienen al cubrir casillas que muestren el símbolo de naturaleza. Estas fichas permitirán alterar el suministro de losetas y fichas de fauna. Al final de la partida proporcionan puntos de victoria aquellas fichas que no hayan sido usadas.

Con esto tenemos suficiente.

Preparación de la Partida

1. Se prepara el suministro de losetas de hábitat mezclando 20 losetas por jugador más 3 (el resto se dejan en la caja). Se mezclan y se forma una pila de robo.
2. Se meten todas las fichas de fauna dentro de la bolsa.
3. Ahora se revelan las 4 primeras losetas de hábitat y se extraen 4 fichas de fauna de la bolsa, formando 4 parejas de loseta de hábitat más ficha de fauna.
4. Se forma una reserva general con las fichas de naturaleza.
5. Se selecciona aleatoriamente una carta de fauna de cada tipo y se colocan formando una hilera.
6. Cada jugador recibe una loseta de hábitat inicial y la coloca en su zona de juego.
7. Finalmente, se escoge de forma aleatoria al jugador inicial.

¡Ya podemos comenzar!

Desarrollo de la Partida

Una partida de Cascadia se desarrolla a lo largo de veinte rondas, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj.

En cada turno, el jugador activo procede de la siguiente forma:

1. Escoger una pareja de loseta de hábitat y ficha de fauna. Si en este momento hubiese 4 fichas de fauna del mismo tipo en el suministro, el jugador devuelve todas esas fichas del mismo tipo y reponer inmediatamente con nuevas fichas de la bolsa. Si hubiese 3 fichas, el jugador puede escoger en devolver esas tres fichas y reponer. Estas situaciones pueden ocurrir varias veces de forma consecutiva. Si el jugador tiene fichas de naturaleza puede gastarlas escogiendo una de estas opciones:
   • Coger cualquier losetas de hábitat y cualquier ficha de fauna (deshaciendo las parejas).
   • Descartar cualquier cantidad de fichas de fauna y reponer inmediatamente.
2. La loseta de Hábitat debe conectarse en la zona del jugador, de forma que conecte al menos con una loseta previamente colocada.
3. La ficha de fauna debe ser colocada sobre una loseta que muestre ese símbolo de fauna que esté libre. Si no tiene casillas libres con ese tipo de fauna, la ficha se devuelve a la bolsa. Si la casilla muestra un símbolo de naturaleza, obtiene una ficha de naturaleza que coloca en su zona de juego.
4. Finalmente, el jugador repone el suministro revelando una nueva loseta de hábitat y extrayendo una ficha de fauna de la bolsa.

Tras esto, el turno pasa al jugador de la izquierda.

Fin de la Partida

La partida finaliza al término de la vigésima ronda. Los jugadores anotan los siguientes puntos:

• Para cada tipo de hábitat, 1 punto por cada loseta que componga el grupo más grande de dicho hábitat.
• Para cada tipo de hábitat, el jugador con el grupo con más losetas anota 2 puntos en partidas a 2 jugadores o 3 puntos en partidas a 3/4 jugadores. En partidas a 3/4 jugadores, el jugador con el segundo grupo con más losetas anota 1 punto. En caso de empate, se suman los puntos de las posiciones y se divide entre los jugadores empatados.
• Los puntos obtenidos por los patrones formados por las fichas de fauna según sus cartas.
• 1 Punto por cada ficha de naturaleza sobrante.

El jugador con más puntos será el vencedor. En caso de empate, el vencedor será el jugador con más fichas de naturaleza. Si la igualdad se mantiene, los jugadores comparten la victoria.

Variantes

• Modo Familiar: no se usan las cartas de fauna. Solo la carta de variante familiar, que indica que cada jugador puntúa cada grupo de cada tipo.
• Modo en Solitario: se configura la partida como si hubiese 2 jugadores. Al final de cada turno del jugador, se descarta la loseta y la ficha de fauna más alejada. El objetivo es intentar alcanzar la mayor cantidad posible de puntos de victoria.

Opinión Personal

Los chicos de Flatout comenzaron su andadura en el mundo de los juegos de mesa con todo un exitazo en cuanto a ventas mezclando dos conceptos que en Internet triunfan como pocas cosas: juegos de mesa y gatos. Así surgió Calico (aquí su tochorreseña), un juego con mecánicas de draft, colocación de losetas y patrones que cumplía bastante bien su cometido.

Ahora le toca el turno a Cascadia, que viene a seguir la misma senda en cuanto recursos mecánicos. Pero, mientras que en Calico todo eran estrecheces, en Cascadia todo es libertad. Vamos a ver qué tal se comporta en mesa no sin antes agradecer a Delirium Games la cesión de la copia que posibilita la parrafada que viene a continuación.

En Cascadia nos desplazamos a la zona de las Montañas Rocosas en Norteamérica, donde la mano del hombre aun no es tan apreciable como en las grandes urbes. Una zona en la que diversas especies animales pueblan los distintos hábitat. Nosotros jugaremos a ser «dioses» reorganizando el medio ambiente y ubicando a los distintos tipos de animales de la forma más optima posible para que correcto desarrollo.

Los jugadores deberán desarrollar un paraje natural a lo largo de veinte rondas en las cuales simplemente tomarán una pareja de loseta (que puede mostrar uno o dos hábitats) y una ficha de fauna (el suministro está compuesto por cuatro parejas de estos dos tipos de elementos). La loseta debe ser conectada a la zona de juego (a al menos una loseta), mientras que la ficha de fauna debe colocarse en una de las casillas que conforman esta zona de juego siempre y cuando esta casilla muestre que es apta para esa especie animal. Finalmente se repone el suministro y pasa el turno al siguiente jugador.

¿A qué deben prestar atención los jugadores a la hora de resolver estos aparentemente sencillos turnos? Pues más cosas de las que uno podría suponer. En primer lugar, los hábitats. En las loseta encontraremos habitas de cinco tipos que van a ser puntuados al final de la partida para cada jugador, anotando puntos en función del tamaño del grupo más grande de cada tipo de hábitat. Así que el primer objetivo de los jugadores es intentar que cada una de las veinte losetas que van a añadir a su paraje amplíen de forma efectiva estos «grupos grandes».

Pero claro, esto no es tan sencillo. De inicio porque cada jugador comienza con una loseta inicial que muestra tres casillas y tiene los cinco hábitats representados pero en una distribución dispar. Lo ideal es conseguir losetas que muestren dos hábitats y, al conectarla a nuestra zona de juego, amplíen el grupo principal para esos dos hábitats. Lo malo es que el suministro es caprichoso y no siempre habrá una loseta que encaje idealmente en lo que ya tenemos, así que habrá que mantener un ojo en el paraje de los rivales a la hora de realizar estos pequeños sacrificios y, al menos, ampliar el grupo en el que saquemos más beneficio, pues al final de la partida hay una recompensa extra por cada tipo de hábitat para el jugador que posea el grupo con más casillas.

Este sistema recuerda mucho a ese microjuego que nos gusta mucho por aquí como es Caravana al Oeste (aquí su tochorreseña), en el que hay que saber orientar y conectar adecuadamente cada carta en busca de ampliar al máximo cada tipo de terreno, pues prácticamente la mitad de la puntuación depende de ello. Y en Cascadia tres cuartos de lo mismo. Una mecánica de puzles con una toma de decisiones interesante y que esconde un punto de interacción que puede que en partidas iniciales no se aprecie, pero que es crucial en la resolución final, pues hay una buena cantidad de puntos de victoria en juego, además de repercutir de forma importante en el otro elemento clave del juego.

Ese otro elemento clave son las fichas de fauna, las cuales tendremos que ir colocando sobre las casillas que conforman nuestro paraje, que también se las trae. De entrada, porque solo vamos a tener tres casillas libres a la hora de colocar las fichas de fauna. Al comienzo de la partida no será complicado porque la loseta inicial dispone de casillas que admiten, entre todas, todos los tipos de fauna.

Pero, a medida que los turnos se desarrollen, los jugadores deberán andarse con ojo, porque pueden encontrarse en la indeseable situación de que ninguna de las casillas libres de su zona de juego permite colocar ninguna de las fichas de fauna disponibles en el suministro, incluyendo la loseta de hábitat que tiene asociada y que añadiríamos a nuestra zona de juego.

Este bloqueo provocaría el descarte de la ficha de fauna, lo que supone pérdida de puntos, ya que cada ficha de fauna va a tener un criterio de puntuación según diversos patrones. Y claro, para poder desarrollar estos patrones previamente hemos tenido que colocar las fichas de hábitat en las posiciones adecuadas, lo que suele chocar con ese primer objetivo de expandir de forma óptima los tipos de hábitat.

Es por ello que en muchas ocasiones tendremos que renunciar a ampliar algún hábitat para habilitar un espacio para un determinado tipo de animal que nos permita maximizar los puntos que nos proporciona según su patrón y las ficha de fauna previamente desplegadas en las casillas.

Como veis, lograr equilibrar estos dos elementos (hábitats y fauna) no es para nada trivial y cada turno supondrá una toma de decisiones interesantes evaluando cuál de las cuatro parejas de loseta de hábitat y ficha de fauna nos encaja mejor.

Uno de los problemas que tenía Calico, además de ser muy exigente en la construcción de los patrones, era la elevada influencia del azar, ya que el tablero era tremendamente restrictivo y si no aparecían ciertas fichas, nuestro tablero podía quedar arruinado. Eso no pasa en Cascadia por varios motivos. El primero es que no hay unos márgenes que respetar. Cada jugador puede colocar cada loseta donde le plazca siempre que respete las reglas básicas de construcción. El segundo es que los jugadores no necesitan fichas específicas.

Es cierto que siempre vienen bien conseguir fichas de hábitat que expandan dos tipos de territorio, pero no conseguirla no arruina tu partida, aun existiendo teniendo un número limitado de rondas. Podríamos decir que en Cascadia todas las fichas de hábitat y todas las fichas de fauna pueden ser más o menos útiles. Simplemente hay que saber escoger cual es la más interesante.

Pero con todo, el azar aún puede jugar alguna mala pasada como la comentada anteriormente. Es por eso que en Cascadia tenemos las fichas de naturaleza, que se consiguen mediante un pequeño sacrificio consistente en tomar fichas de hábitat que solo amplían un tipo de terreno pero que, al ser ocupadas por la ficha de fauna correspondiente, proporcionan una de estas fichas. Con ellas podremos alterar el suministro descartando las fichas de fauna que no nos interesen o bien rompiendo las parejas de ficha de hábitat y fauna, pudiendo escoger cualquiera ficha de hábitat y cualquier ficha de fauna. Fundamental tener alguna de estas fichas que actúan como salvavidas y pueden suponer la diferencia entre la victoria o la derrota.

Todo esto provoca que la partida se pase volando mientras intentamos conseguir maximizar nuestra puntuación, prestando atención al rival para no regalarle puntos teniendo en cuenta que todos los elementos son aprovechables de una forma u otra. Tal vez ese es el punto distintivo de Cascadia, esto es, que además de ser un muy buen juego de draft y construcción de patrones, deja la puerta abierta a una interacción que, sin ser especialmente dañina, está presente durante toda la partida.

Como mayor defecto hablaría de los patrones relacionados con las fichas de fauna. Y es que, aunque sean cinco tipos de animales, la impresión que te queda es que realmente solo hay tres tipos de patrones, ya que los salmones, los osos y los ciervos requieren normalmente hacer cadenas o grupos, mientras que los zorros puntúan por fichas adyacentes y las águilas por conexiones a distancia. Da la sensación de que tenían pensado patrones para tres tipos de animales y tuvieron que estrujarse las neuronas para intentar ampliar el abanico, pero, aun teniendo su punto de diferenciación, no transmite suficiente variabilidad.

Por poner algunos referentes, Cascadia vendría a competir con, además del mencionado Calico, por ejemplo con Sagrada (aquí su tochorreseña), LUNA Capital (aquí su tochorreseña), Tiny Towns (aquí su tochorreseña) o Llamaland (aquí su tochorreseña), saliendo vencedor (no por mucho), en casi todos los cara a cara. Si ya tenéis varios diseños de este tipo, tal vez Cascadia colisione con ellos y la diferencia tal ve no es lo suficiente como incluirlo. Pero si no tenéis juegos de este tipo, Cascadia es de los mas recomendables.

No es que sea algo especialmente grave teniendo en cuenta el tipo de juego que es, pero creo que habría sido un buen punto de mejora. Con todo, la rejugabilidad no se ve afectada por este aspecto, ya que es de esos juegos que siempre deja un buen sabor de boca, las partidas son rápidas si los jugadores actúan ágilmente (cuidado con el análisis-parálisis que puede arruinar la experiencia debido a la libertad anteriormente comentada), por lo que ve mesa con cierta facilidad.

El juego escala perfectamente al ser de esos diseños en los que predomina la carga táctica. Si creo que como mas control existe es a dos porque los jugadores se fastidian mutuamente, mientras que a tres o cuatro aparece esa clásica dinámica en juegos de este tipo por la que un jugador «debe» fastidiar al que le sucede en el orden de turno, ya que no tiene tanta capacidad de influencia sobre el tercer y cuarto jugador desde su posición. Pero al no ser trivial el desarrollo ya sin influencia externa, tampoco impacta de forma negativa. En cambio, a tres o cuatro jugadores hay una mayor tensión por la lucha del control de los distintos tipos de terreno.

Pasemos a la producción. Nos encontramos con unos acabados bastante destacables, con un cartón de gran grosor y prensado para las losetas. Las fichas de madera no tienen una densidad muy elevada, pero vienen serigrafiadas, lo que es un punto a favor. Es cierto que la madera tal vez es muy porosa y la serigrafía a lo mejor no ha quedado todo lo fina que uno habría querido, pero preferible esto a fichas de cartón. Las cartas son de buen gramaje, textura en lino y magnifica respuesta elástica. No es necesario enfundarlas porque apenas se mezclan y no se tienen en mano. El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas.

En cuanto al trabajo de Beth Sobel, magnifico como siempre. Aquí tal vez hay tantos elementos en los que pueda demostrar su saber hacer, porque las losetas de terreno dejan menos espacio para lucirse, pero al final acaba quedando un despliegue bonito. Lo mejor, sin duda, la portada, que transmite bien esa paz y tranquilidad asociada a este tipo de juegos centrados en la naturaleza.

Y vamos cerrando. Cascadia es un juego de draft, colocación de losetas y construcción de patrones que compite con un sinfín de títulos. Es cierto que no tiene nada que le haga destacar especialmente sobre otros, pero sí que tiene la virtud de hacernos sentir que todos y cada uno de los turnos de los que disfrutamos durante la partida tienen relevancia en el resultado final, lo que nos mantiene pegados a la silla, evaluando cual es la mejor opción de las disponibles y como añadirla a nuestra zona de juego. Tal vez la mayor pega que le encuentro es que los patrones de las fichas de fauna podrían haber sido algo más variados (tanto dentro de un mismo tipo como entre algunos tipos). Con todo, es ágil, es bonito y es muy entretenido, cumpliendo sobradamente con su cometido. Por todo esto le doy un…