Reseña: Lucky Numbers
Introducción
Lucky Numbers es un juego rápido y para toda la familia en el que tendréis que gestionar los números de los tréboles para rellenar vuestro tablero antes que nadie. Tienta la suerte y gestiona las filas y columnas, intentando optimizar la posición y el orden de los números en la cuadrícula y completar el jardín para hacerte con la victoria.
Así se nos presenta Lucky Numbers, un diseño de Michael Schacht (Zooloretto, China, Mondo). El juego fue publicado por primera vez en 2012 por Ravensburger. Posteriormente fue reeditado por TIKI Editions, encargándose de las ilustraciones Christine Alcouffe (Reinos de Papel, Tichu, Pharaon).
Se encuentra publicado en español por Tranjis Games (el juegos es independiente del idioma a excepción del reglamento). Permite partidas de 1 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración aproximada de 20 minutos. El precio de venta al público es de 19,95€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español de Tranjis Games.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 22,9×15,9×5,1 cm. (caja rectangular mediana similar a La Resistencia o Mundus Novus), nos encontramos los siguientes elementos:
- 80 Fichas (4 en cada uno de los 20 valores) (de cartón)
- 4 Tableros Personales (de cartón)
- Reglamento
- Apéndice para Modo en Solitario
Mecánica
Lucky Numbers es un filler en el que los jugadores tienen como objetivo completar antes que los demás una cuadricula de dieciséis casillas con unas fichas de trébol que tienen valores comprendidos entre el 1 y el 20. En cada turno, el jugador activo deberá robar una ficha de la pila y colocarla en su tablero o bien escoger una ficha visible (revelada previamente) y colocarla en el tablero. A la hora de colocar la pieza se deberá respetar la restricción de que las fichas deben estar ordenadas numéricamente en cada fila y en cada columna, sin repetir valor dentro de una misma fila o columna. La ficha se puede colocar en un espacio vacío o sustituyendo a una ficha previamente colocada, la cual irá al suministro general bocarriba. Si una ficha robada de la pila no se puede/quiere colocar, se puede descartar directamente.
Conceptos Básicos
Empecemos por las Fichas. Estas muestran un valor numérico comprendido entre el 1 y el 20. Estas fichas mostrarán un color de fondo cuya función será meramente organizativa, ya que en cada partida debe haber tantas copias de cada número como jugadores haya en la partida.
Cada jugador dispondrá de un Tablero Personal que muestra veinte posiciones organizadas en cuatro filas y cuatro columnas. El objetivo de los jugadores será completar con fichas su tablero antes que sus rivales. Para ello hay una regla básica que obliga a que en todo momento las fichas estén ordenadas de menor a mayor, tanto en filas como en columnas. Las cuatro posiciones pertenecientes a la diagonal principal de este tablero estarán remarcadas, pues los jugadores comenzarán la partida con estas posiciones ocupadas.
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se toman tantos conjuntos de fichas como jugadores haya en la partida.
- Se mezclan bocabajo para formar un suministro de fichas.
- Cada jugador recibe un tablero personal.
- Se escoge al jugador inicial de forma aleatoria.
- Finalmente, los jugadores alternarán turnos para formar su diagonal principal. Comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj, se robarán fichas de una en una y se deberán colocar en las posiciones remarcadas en la diagonal, no pudiendo reordenarlas durante este paso inicial. Así hasta que cada jugador tenga 4 fichas en su diagonal principal.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Lucky Numbers se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de turnos alternados por los jugadores, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj.
En cada turno, el jugador activo deberá escoger una de las siguientes opciones:
- Revelar una Ficha. El jugador toma una ficha oculta del suministro, la muestra y decide si colocarla en su tablero personal o la descarta, colocándola en el suministro bocarriba.
- Tomar una Ficha Revelada. El jugador escoge una ficha revelada previamente para colocarla en su tablero.
Tras esto, el turno pasará al jugador de la izquierda.
A la hora de colocar una ficha en el tablero personal se debe respetar la regla de que en cada fila y en cada columna las fichas deben estar ordenadas de menor a mayor (en las filas de izquierda a derecha y en las columnas de arriba a abajo). Se puede sustituir por una ficha ya colocada, la cual será devuelta bocarriba al suministro.
Fin de la Partida
La partida finaliza inmediatamente tras el turno en el que un jugador completa su tablero, proclamándose vencedor.
Variantes
- Variante Sencilla: en la preparación de la partida, en vez de colocar las fichas de la diagonal principal de una en una, los jugadores roban 4 fichas directamente y las colocan en el orden que prefieran dentro de la diagonal principal.
- Variante de Torneo: se juegan varias partidas (múltiplo del número de jugadores), rotando el jugador inicial en cada una de ellas. Al termino de cada partida, quien gane anota 2 puntos, y el resto anota un punto negativo por cada casilla libre que quede en su tablero personal. El ganador será quien más puntos haya acumulado al completar todas las partidas.
- Variante de Bruno: cuando un jugador coloque una ficha en su tablero cuyo valor coincida con el de una o más fichas diagonalmente adyacentes, el jugador repetirá turno.
- Modo en Solitario: el juego incluye un apéndice con una serie de retos a intentar superar completando el tablero personal.
Opinión Personal
En esta ocasión toca analizar uno de esos juegos familiares con una premisa simple, que se le puede explicar a cualquier persona y que esta lo comprenda desde el primer momento, desde lo más pequeños hasta los más talluditos. Vamos a ver cómo se comporta en mesa este Lucky Numbers.
El objetivo de los jugadores es bien sencillo. Como si se tratase de una especie de Bingo, la meta a alcanzar será completar un pequeño tablero personal de dieciséis casillas (cuatro filas y cuatro columnas) con fichas numeradas del 1 al 20. La única regla a cumplir es que en cada fila y en cada columna no se pueden repetir números y las fichas deben ordenarse de menor a mayor (de izquierda a derecha en las filas y de arriba a abajo en las columnas).
Estas fichas estarán inicialmente ocultas en un suministro general del cual los jugadores irán escogiendo y revelando fichas para colocarlas en espacios vacíos de su tablero. Pero claro, lo más probable es que llegue un momento en el que, al revelar una ficha, esta no podrá ser colocada en un espacio libre de forma legal al haber valores superiores a la izquierda o arriba de los espacios libres disponibles.
En estos casos los jugadores tienen la opción de colocar la ficha en un espacio ocupado que cumpla la restricción, devolviendo la ficha que ocupaba previamente el espacio al suministro, quedando disponible bocarriba para el jugador que desee reclamarla. Esta opción también existe aunque la ficha revelada pueda ser colocada legalmente de cara a generar espacios útiles para futuros turnos.
De esta forma, los jugadores van alternando turnos hasta que uno de ellos consigue completar su tablero y gritará ¡Bingo! ¡Lucky Numbers!, proclamándose vencedor. Como veis, a priori, el juego no tiene mucho misterio, siendo el nombre del mismo una autentica declaración de intenciones.
¿Es todo lo que tiene que ofrecernos este diseño del señor Schacht, un especialista en fillers? No, hay donde rascar, pero tampoco es que vayamos a encontrar petróleo, así que si lo que has leído hasta ahora no te ha convencido demasiado, no esperes que las sutilezas que esconde el juego vayan a romperte los esquemas. Lucky Numbers es un filler familiar en el que, como su propio nombre indica, el azar tiene muchísimo que decir.
Un azar que hace acto de aparición desde la misma preparación de la partida, pues cada jugador va a comenzar con cuatro fichas robadas al azar del suministros para conformar su diagonal principal. Independientemente del modo en el que se juegue (ordenando estas fichas o colocándolas una a una), los intervalos que formen las mismas pueden generar desde el comienzo un hándicap importante para los menos afortunados.
Por ejemplo, si un jugador tiene la suerte de robar los valores 1, 7, 14 y 20 y los coloca en ese orden en la diagonal principal, los espacios libres tendrán unos rangos óptimos a la hora de aceptar fichas (la primera ficha en la primera casilla de la segunda fila puede ser de 2 a 6). Ajustando los rangos, los jugadores pueden aumentar las probabilidades de éxito a la hora de revelar una loseta, pues cada casilla admitirá la mayor cantidad de valores posibles.
Por contra, si un jugador no tiene el día y no ya solo roba valores muy cercanos entre sí, sino que roba valores repetidos, tendrá que asumir desde el primer momento que tendrá que emplear turnos en sustituir fichas porque esto inhabilitará espacios a derecha o a abajo de aquellos que estén ocupados por alguna de estas fichas con valores repetidos. Pero bueno, Lucky Numbers, el algodón no engaña.
Como ya supondréis, la interacción entre los jugadores es prácticamente nula. Solo prestaremos atención a los tableros de los rivales en dos situaciones. La primera será a la hora de devolver una ficha al suministro. En la medida de lo posible, la idea básica sería no sustituir o devolver una ficha que interese a alguno de nuestros rivales, lo que supondría «regalarle» un turno al no tener que implorar a la Dama Fortuna que la siguiente ficha que revele pueda ser colocada legalmente en un espacio vacío. Pero claro, habrá ocasiones en las que sí o sí tendremos que dejar el caramelo en el suministro porque lo contrario sería darse un tiro en el pie.
El segundo tipo de situaciones si tiene algo más de sutileza e interés y vuelve a estar relacionado con las probabilidades de éxito en turnos futuros. Cuando ocupamos un espacio libre, lo que estamos haciendo en realidad es delimitar el rango de valores válidos para el resto de casillas libres. Cuando hay opción de ocupar varias casillas con una misma ficha, tendremos que fijarnos en qué valores tienen ya colocados nuestros rivales. Para esto hay que recordar que hay tantas copias de cada valor como jugadores haya en la partida. Así que tendremos que ajustar en qué casilla colocar en función de cuantas copias haya en juego de los valores intermedios de cara a maximizar las probabilidades en turnos posteriores. Es sutil y en muchas ocasiones tendrá a algún jugador tomándose su tiempo para intentar tomar la mejor decisión, pero no será lo habitual.
La cosa es que, aun siendo un festival del azar, este Lucky Numbers tiene algo que te mantiene entretenido durante la partida, aun cuando, al acabar, te queda la sensación de que realmente no podías haber hecho cosas muy distintas para haber cambiado el curso de la misma. Es un entretenimiento que me recuerda en cierto sentido a Splendor (aquí su tochorreseña). Son diseños que se juegan casi en piloto automático y tan pronto cierres la caja olvidarás lo que ha pasado durante la partida. Pero si la partida se mantiene igualada, la tensión crecerá turno a turno. Cada vez que alguien tenga que revelar una ficha los jugadores contendrán el aliento. El jugador en turno rezando para que pueda colocarla y tener un espacio libre menos en esa carrera por completar el tablero. Los demás para que sea un valor que no pueda colocar y tenga que «perder» comba.
En cuanto a la escalabilidad, el juego funciona perfectamente en cualquiera de sus combinaciones. Aunque yo lo juego mucho a dos jugadores gracias a que apenas tiene entreturno y es más fácil calcular, a cuatro jugadores, al tener un mayor número de copias de cada valor, los cálculos son algo más interesantes, aunque muy poca gente lo jugará con este enfoque. Respecto a la rejugabilidad, no deja de ser un filler sin pretensiones que saldrá a mesa cuando los jugadores no tengan el horno para bollos y busquen un pasatiempo. Es cierto que el juego incluye un par de variantes que le dan algo de vida (especialmente la de Bruno, que eleva ligeramente la toma de decisiones al permitir turnos encadenados), pero nada del otro mundo.
Pasemos a la producción. Nos encontramos con unos acabados correctos, con un cartón de buen grosor y prensado que se destroquela fácilmente. Le habría venido bien una buena bolsa de tela para no tener que colocar las fichas bocabajo y mezclarlas con cuidado. El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas. A nivel visual el juego es correcto, con una portada que no deja de ser un renderizado del juego y unas fichas vistosas y funcionales.
Y vamos cerrando. Lucky Numbers es un filler de reglas simples en el que el azar tendrá una influencia capital en cada partida hasta el punto de que habrá ocasiones en las que tendremos la sensación de no haber podido hacer nada para evitar la derrota. Muchos de los turnos se juegan con el piloto automático activado, aunque es cierto que tiene ciertas sutilezas que te mantienen enganchado a la partida hasta que esta concluye, especialmente si esta se mantiene igualada hasta el final, aunque no es suficiente como para recomendarlo abiertamente. Por todo esto le doy un…
En mi casa ha triunfado…Yo le pongo sobresaliente…
La cosa es esa, que a mucha gente le va a funcionar como pasatiempo, pero como juego no tiene especial aliciente y a mucha gente le va a aburrir.
Demasiado benévolo has sido con el juego, lo siento, me niego a no decir k es un tordo, pero tordo, tordo, malo como él solo…
Atado de pies y manos desde que abres la caja…¿Pero qué clase de juego es ese?
Yo no vuelvo a jugar ni aunque me paguen…
Un ejemplo de lo que decía xD. A mi me parece que cumple su función a medias y por eso no le doy mas nota. Pero el juego no te engaña. El rango de decisiones que tomas es limitado, pero es un juego y con mucho azar. Pero tiene sus matices y no es una Oca.
Con la variante de las diagonales esta mejor.
Si, es un acierto haberla incluido y te cuidas muy mucho de no dejar valores repetidos del rival en el suministro. No es ninguna locura, pero es una decisión más.
Salud
Viendo tus crónicas jugonas, mi apuesta rondaba entre un aprobado alto y un notable raspado…
Este tipo de juegos a mí me suelen funcionar bien tanto con mi progenitor como con otras personas; como dices, son un buen pasatiempo, rápidos, azarosos y directos al grano. Son juegos que cumplen perfectamente su función y que dan lo que prometen, sin más pretensiones que esas.
Sobre la producción, a estos juegos siempre les sienta bien lo de la bolsa opaca (en casa la tenemos puesta hasta para el Rummikub, pasando por el Simplemente Genial o… bueno, cualquier cosa que tengas fichas que hay que darles la vuelta para formar su zona de robo y no exijan, por alguna mecánica, hacer pilas o similares).
Este me ha recordado poderosamente a «Juego de Trenes» (Game of Trains), sé que este es en dos dimensiones y tiene una mecánica totalmente distinta, pero, no sé, no importa qué explicación vea o lea, siempre me recuerda a ese otro juego (que en el grupo sale mucho, tanto al comienzo de la sesión como al final, también a veces lo saco en otros lados, es lo bueno de las cajas pequeñitas), con lo que siento que se pisarían.
Hasta luego 😉
Buenas!!
A mí me pareció muy divertido las primeras veces que jugué. Ha sido muy habitual cerrar una sesión de juegos en mi grupo de amigos. Al principio me parecía muy entretenido y muy rápido, pero despues de 5 o 6 partidas creo que no da más de sí.
Aún así, en mi club, Juernes de Mesa, sigue siendo muy habitual verlo por las mesas para rellenar huecos así como Strike. Más un pasatiempo que un juego, como dices.
Muchas gracias por tu reseña, como siempre!
Ese es su mayor problema, que no deja de ser un pasatiempo entretenido, y por eso palidece ante muchos otros fillers.