Reseña: Spectaculum
Introducción
Sumérgete en el colorido mundo de los adivinos y los encantadores de serpientes. Visita una época en la que circos itinerantes de hombres, mujeres y bestias eran capaces de cautivar aldeas enteras con sus proezas, canciones e historias. Determinarás los caminos por los que viajarán cuatro espectáculos itinerantes a través de un reino entero. En sus viajes, los artistas son reconocidos con aplausos, pero también pueden recibir abucheos por sus actuaciones más pobres. Determinarás qué espectáculos merecen tu apoyo financiero, pero ten cuidado con qué artista patrocinas (sólo aquellos con espectáculos de éxito ayudarán a llenar tus arcas). Quien resulte ser el patrocinador más prudente amasando la mayor riqueza, gana el juego.
Así se nos presenta Spectaculum, un juego de Reiner Knizia, responsable de grandes clásicos como Tigris & Éufrates, Ra, Samurai o A Través del Desierto. Fue publicado en 2012 por eggertspiele y Pegasus Spiele en una edición en inglés y alemán. Ese mismo año se lanzaron dos ediciones mas, una en francés por Oya, y otra en únicamente en ingles por R&R Games. De las ilustraciones se encarga Marc Margielsky, quien ya participó en la edición alemana de Gardens, Time ‘n’ Space o Dolmen.
El juego no se encuentra editado en nuestro país, por lo que habrá que tirar de importación para conseguirlo. Afortunadamente, es completamente independiente del idioma (a excepción del reglamento). Permite partidas de 2 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración aproximada de 30 minutos. El precio de compra recomendado es de 25,95 €. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la primera edición en inglés de R&R Games.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), nos encontramos con los siguientes elementos 27,3×18,9×6,5 cm. (caja rectangular mediana del mismo tamaño que Santiago de Cuba o Saint Petersburg):
- 48 Cartas (59×91 mm.):
- 44 Cartas de Artista
- 4 Cartas Resumen
- 96 Marcadores de Viaje (de madera)
- Tablero de Juego (de cartón)
- 48 Losetas de Aldea (de cartón)
- 54 Monedas (de cartón):
- 10 de Valor 1
- 12 de Valor 2
- 10 de Valor 5
- 10 de Valor 10
- 12 de Valor 20
- 4 Marcadores de Prestigio (de madera)
- Bolsa (de tela)
- Reglamento
Mecánica
Spectaculum es un juego de gestión de acciones y especulación en el que los jugadores patrocinarán artistas de diversos espectáculos ambulantes. Estos, al actuar en diversas localidades variarán su fama, afectando directamente a la fama de los artistas.
Conceptos Básicos
Empecemos con el Tablero. Este representa al reino por el que los espectáculos se desplazarán. Este se encuentra dividido en una serie de casillas hexagonales que pueden estar vacías o contener una aldea. La casilla del centro del tablero contiene a la capital. Por último, en las esquinas del tablero se muestra un marcador de cotización para cada uno de los cuatro espectáculos, además de marcar el punto de partida de cada uno de ellos.
El objetivo de los jugadores será acumular la mayor cantidad de Monedas posibles. Con estas monedas los jugadores podrán patrocinar artistas. El reverso de las monedas es idéntico para todos los tipos de monedas, pues el capital del que dispone un jugador se mantiene oculto durante la partida.
Los Artistas pertenecerán a uno de los cuatro espectáculos. Estos se representan mediante cartas que podrán ser adquiridas por los jugadores (patrocinar) o devolver a la reserva (dejar de patrocinar). Las monedas que un jugador abone/reciba dependerá de la cotización del espectáculo.
Los Espectáculos irán viajando a través de las casillas del reino mediante unos discos de madera que se colocarán sobre ellas. Cuando un espectáculo acceda a una casilla de aldea se aplicará un efecto que afectará a la cotización o al capital de los jugadores con artistas patrocinados. El valor de un espectáculo no podrá salirse del intervalo contemplado en su correspondiente marcador.
Estos efectos vendrán especificados por unas Losetas hexagonales que se colocan sobre las aldeas. Hay dos tipos de losetas:
- Borde Negro: afectan a la cotización del espectáculo, pudiendo variar el valor actual 1, 2 o 3 u unidades en positivo o negativo.
- Borde Rojo: afectan al capital de los jugadores en función de los artistas que actualmente patrocinen del espectáculo en cuestión, obteniendo o perdiendo 2 monedas por artista. En el caso de que un jugador no dispusiera de suficiente capital deberá descartar artistas.
Y con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se despliega el tablero en el centro de la mesa.
- Se coloca el marcador de valor de cada espectáculo en la casilla de valor 5 de su track de reputación.
- Se colocan las losetas de aldea de forma aleatoria en cada espacio de aldea del tablero.
- Se separan las cartas de artistas en cuatro mazos según su color.
- Se introducen en la bolsa todos los discos de viaje.
- Si disponen las monedas en una reserva general.
- Cada jugador recibe una carta de cada espectáculo, 20 monedas y roba 3 discos de la bolsa, que mantendrá en secreto.
- Por último, se escoge al jugador inicial.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida a Spectaculum consta de un número indeterminado de turnos hasta que se cumplen las condiciones de finalización.
En su turno, un jugador debe realizar una acción obligatoria y puede ejecutar dos opcionales:
- Viajar (obligatoria): el jugador debe colocar los tres discos que tiene en su mano sobre el tablero. Se deben cumplir las siguientes normas:
- Cada disco debe colocarse en una casilla libre (de disco) adyacente a otra que contenga un disco del mismo color o en una casilla adyacente al punto de partida del espectáculo. Si el disco pisa una loseta de aldea aplicará el correspondiente efecto (modificando la cotización del espectáculo o premiando/penalizando a los jugadores con artistas patrocinados de dicho espectáculo). Si un jugador tuviese que pagar monedas y no tuviese suficientes, deberá descartar artistas, aunque sólo recibirá la mitad de la cotización actual del espectáculo al que pertenezca.
- Los tres discos deben colocarse de forma consecutiva, esto es, que no se puede ejecutar otra acción hasta que los tres discos han sido colocados.
- Patrocinar/Dejar de Patrocinar a un Artista (opcional): el jugador toma/devuelve una carta de artista abonando/recibiendo las monedas correspondientes a la cotización actual del espectáculo correspondiente.
El jugador puede realizar dos acciones opcionales (2 patrocinios, 2 retiradas de patrocinio, o una de cada) en el orden que quiera, antes y/o después de la acción obligatoria.
Por último, el jugador roba, en secreto, 3 nuevos discos de la bolsa.
Tras esto el turno pasa al jugador de la izquierda.
Fin de la Partida
La partida finaliza al término del turno o en el que se cumplen estas dos condiciones (ambas):
- Solo queda una loseta de aldea de borde rojo sin disco encima.
- Un espectáculo ha alcanzado la capital del reino.
Los jugadores revelan la cantidad de monedas que poseen y le suman el valor de cotización actual de cada artista (según el espectáculo al que pertenezcan) que aun posea.
El jugador con mayor cantidad de dinero será el vencedor. En caso de empate se comparte la victoria.
Variantes
Mayor Profundidad Táctica: los jugadores roban al comienzo de la partida 4 discos de viaje en vez de 3, de forma que estos ganan un pequeño margen de maniobra. El turno se mantiene inalterado, esto es, solo se colocan 3 discos en el turno de un jugador. Al final del mismo le quedará un disco en la mano y la repondrá robando tres de la bolsa.
Opinión Personal
Hoy nos ponemos delante de uno de esos juegos que últimamente salen al mercado bajo la autoría del autor más prolífico de la historia de los juegos modernos. Me refiero, nada más y nada menos, que a nuestro querido Reiner Knizia. Lejos quedan los años en los que el doctor en matemáticas nos deslumbraba con diseños que han quedado para la posteridad, alcanzando la categoría de clásico en el mundillo. En la década que nos ocupa solo vemos juegos menores que pasan con más pena que gloria. ¿Será este Spectaculum una excepción?
Pues, desgraciadamente, no. Spectaculum no va a agitar nuestro mundo y no sentiremos la imperiosa necesidad de adquirirlo si lo probamos mediante una copia ajena a nuestra ludoteca. Pero que no sea un diseño especialmente destacable no quiere decir que sea un mal título.
Empezaremos comentando que Spectaculum es un juego muy básico de especulación con acciones. Tan básico que yo solo lo contemplo para dos situaciones: introducción al mundillo de jugadores profanos o como entretenimiento para ocasiones en las que se dispone de poco tiempo de juego.
El desarrollo de la partida es tremendamente simple. Cuatro empresas, representadas mediante espectáculos circenses ambulantes, cuya cotización irá fluctuando con el avance de los turnos. Los jugadores podrán comprar y vender acciones de dichas empresas (lo que el juego enmascara como patrocinio de artistas), con el objetivo de ser el jugador que más dinero acumule al final de la partida.
La clave del desarrollo está en cómo progresan estos espectáculos sobre un tablero que representa al reino. En cada aldea realizarán una función, la cual aplicará un determinado efecto que actuará sobre la cotización de los mismos o sobre el capital de los jugadores con artistas patrocinados de dicha empresa.
El problema es que, a la hora de hacer avanzar estos espectáculos, la capacidad de decisión de un jugador es prácticamente nula. Es cierto que con el modo avanzado se consigue un pequeño grado de libertar, pero nada especialmente remarcable.
Así pues, cada turno se convierte en una pequeña evaluación de riesgos con información parcial. Por un lado, sabremos cómo qué efectos se van a desencadenar en función de los discos que tengamos en mano. Por otro, tendremos las opciones más inmediatas a cada espectáculo, por lo que comprar/vender artistas de dichos espectáculos supondrá correr un riesgo o apostar sobre seguro.
Es importante evaluar qué le interesa a cada jugador, para intentar subirnos al carro de empresas que vayan a subir porque a un jugador posterior en el orden de turno lo crea conveniente según su situación actual, esto es, los artistas que tenga actualmente. Así, es fácil suponer que si un jugador dispone de 2 o 3 tres artistas de un determinado espectáculo, este va a intentar mejorar sus prestaciones o, al menos, no empeorarlas si no dispone de opciones interesantes a corto plazo.
Hay que saber cuándo comprar y vender a corto plazo, y cuando aguantar artistas porque creamos que la cotización del espectáculo vaya a subir de forma importante por existir una mayoría de aldeas receptivas. Acumular demasiados artistas puede ser peligroso si para ese espectáculo hay demasiadas losetas que hagan caer en picado la cotización o, peor, tengamos que mantener a nuestros artistas y no dispongamos de fondos suficientes, teniendo que devolver en modo barato algunos de nuestros apadrinados.
Para mí la clave está en el factor azar, representado mediante los discos. Por muy claro que tengamos lo que debemos hacer o lo que interesa a nuestros rivales, si no se disponen de los discos adecuados, solo nos quedará llorar. Por eso es fundamental actuar en consecuencia de lo que tengamos en mano.
También se echa en falta algún tipo de recompensa por ser el jugador con más artistas patrocinados de una determinada empresa en un momento dado, como por ejemplo poder decidir hacia donde se expande o tener derecho de veto. Pero ya sabéis que no soy amante de las reglas caseras.
Con todo, Spectaculum es un juego apañado. Como primera incursión en el mundo de la gestión de acciones puede resultar entretenido y con una duración muy ajustada (es difícil sobrepasar los 45 minutos. Pero una vez asimilado, rara vez recurriremos a él teniendo otros títulos con algo más de enjundia, sin llegar a una complejidad abrumadora, como pueden ser Airlines Europe (aquí su tochorreseña) o Chicago Express (aquí su tochorreseña).
Respecto a la escalabilidad, el número de jugadores afecta de forma importante al desarrollo de la partida. A dos jugadores permite un desarrollo ligeramente más estratégico ya que el tablero no fluctúa tanto entre turno y turno. A cuatro hay mucho movimiento antes de que nos vuelva a tocar, por lo que la carga táctica es importante y saber cuándo apretar el acelerador es fundamental para hacerse con la victoria. A pesar de este aumento del factor caos, yo me quedo con el modo a 4 jugadores, ya que, según yo lo veo, el objetivo de este título es de servir como introducción a los juegos de especulación.
La rejugabilidad es, junto a la toma de decisiones, el punto más flojo del conjunto. En dos o tres partidas ya sabes lo que te va a ofrecer. A partir de ese momento, sacarlo a mesa es cuestión de entretenimiento, pero no va a quedar nada por descubrir y/o explorar.
La edición mantiene la línea del juego, esto es, cumple y poco más. Las cartas son de una calidad aceptable. Teniendo en cuenta que apenas se manosean y no se barajan podrían haber sido losetas u otro soporte. De esos pocos casos en los que no considero necesario el enfundado. Los elementos de madera son estándar, y los elementos de cartón tienen un grosor suficiente. El reglamento es claro y no deja lugar a dudas.
En referencia al aspecto gráfico, en la línea del juego, sin destacar pero sin decepcionar. El trabajo Marc Margielsky no quedará grabado en nuestra retina, pero tiene detalles interesantes que si nos robará alguna sonrisa, en especial las ilustraciones de los artistas. El tablero es funcional, pero no deslumbrará a nadie.
Este trabajo es posible gracias al tema, que, como suele ser habitual en los diseños de nuestro querido doctor, es absolutamente irrelevante. Es cierto que no parece estar metido con calzador y tiene cierto encaje, pero en el momento que nos sentemos en la mesa, nos importará bien poco qué artista nos toque, ya que para nosotros no deja de ser un activo al que buscar rentabilidad.
Y vamos cerrando. Spectaculum es un juego de especulación con acciones muy básico que puede ser utilizado como introducción a este tipo de juegos económicos. Partidas rápidas y entretenidas, aunque tiene una vida corta y es superado con pocas partidas. Muy táctico y con poco margen de maniobra. Pero como primera experiencia es suficiente. Por todo esto le doy un…
