Crónicas Jugonas: Semana 23 del 2014 (02/065 – 08/06)

Buena semana de partidas aunque, tras muchos fines de semana consecutivos teniendo gran sesión lúdica, esta vez no ha podido ser.

Empezamos el martes Sandra y yo echando un Toscana. Poco a poco le va pillando el truco y las partidas se vuelven más interesantes. La primera ronda estuvo bastante disputada. Me encajonó un par de veces de forma que no pude completar ningún área importante. Aun así gané por poco. Pero la mejoría era palpable. Tanto que la segunda ronda se la llevó ella. Me asfixió e hice poquísimos puntos. Todo se resolvió en la tercera, donde se desinfló y gané claramente. Muy coqueto este Toscana para echar partiditas rápidas, aunque visualmente sea poco atractivo.

Será abstracto, será feo, pero ¡mola un montón!

El jueves, tras llegar de trabajar, sacamos el 1911: Amundsen Vs. Scott de Perepau y Pedro Soto. La partida no tuvo mucha historia, pues hacía tiempo que no jugábamos, y Sandra no recordaba bien ciertos puntos, por lo que mi victoria (yendo con Scott) fue muy clara. Un ejemplo es que no recordaba el tema de las brújulas, pasó del paralelo 85º con dos de ellas en la mano, por lo que tuvo que perder dos turnos en quitárselas de encima.

Scott volvió a cambiar la historia

Después habíamos quedado con Alejandra y Aarón (los chicos de Juegos de la Mesa Redonda) para echar nuestra partidita semanal. Esta vez elegía Sandra, así que probamos el Dungeon Petz en Boîte à Jeux. La verdad es que en este caso la interfaz está mucho más conseguida que con el Alhambra. Como siempre en el gran juego de Vlaada, la partida estuvo muy igualada y se decidió en momentos puntuales. El primero de ellos llegó en la venta a los clientes de la tercera ronda, donde aproveché que pude colocarle a mi mascota gran cantidad de necesidades del gusto del cliente. Además tenía un diablito en la tarima, consiguiendo 18 puntos con esa venta. Ya solo tuve que mantener el ritmo. También me dejaron prácticamente todas las rondas los artefactos, haciéndome con un arsenal de objetos que me reportaron muchas ventajas. Pero no todo fue coser y cantar. En la última ronda llegué bastante agobiado y tuve que prácticamente sobrevivir para no perder mascotas, aunque no pude apenas hacer negocio. Pero gracias a mis artefactos y a la ventaja obtenida, me llevé la partida con más o menos claridad. Resultado final: yo vencedor con 55 puntos, Sandra segunda con 41, Alejandra tercera con 39,5 y Aarón último con 35. Y además fue mi primera victoria en este maravilloso juego. A ver si la semana que viene estrenamos la expansión, que la tengo ahí en la estantería.

Interfaz muy lograda

El viernes, antes de ir al cine a ver la nueva película de X-Men, Sandra y yo repetimos al 1911: Amundsen Vs. Scott. Esta vez, con las reglas frescas, la partida mucho más reñida. Tuve que mandar un par de veces a Sandra a la zanja para evitar su progreso, además de endiñarle la perdida de equipamiento. Pero, aun así, llego antes que yo al polo sur. Eso sí, con trampas (sin querer), porque se quedó con una brújula en la mano y no se acordaba que no se podía alcanzar el sur con ella. Pero nos dimos cuenta ya cuando estábamos recogiendo, así que le di la victoria por válida.

Esta vez Amundsen si alcanzó el polo sur

Ya en casa de los padres de Sandra, le regale a su hermana Lara por su cumpleaños una copia de Los Colonos de Catán (El Juego de Dados). Y para explicárselo, Sandra y yo echamos una partida. Estuvo muy disputada y se decidió por detalles (o por suerte). Yo fui el vencedor gracias al último caballero, que me permitió empatar las construcciones mayores (poblados y ciudades), obteniendo la victoria por tan solo 4 puntos de diferencia, 67 a 63. Como siempre, entretenido y apañado para esos pequeños ratos muertos que se tienen de vez en cuando.

Y que me guste mas este que el original…

Como el viernes no tuvimos tiempo (principalmente porque me eché una siestecita), el sábado fue el día que Sandra y yo echamos nuestra partida semanal de Krosmaster: Arena. Sandra eligió a Makum Bah, Srammy, Quentyn Flush y Alli Seh, mientras que yo escogí a Perceblando, Mali Bú y Sombra. La partida no tuvo mucha historia. El equipo de Sandra no destacaba en apenas aspectos, y tampoco fue capaz de sacarle mucho jugo. Dispersó a sus miembros y fue acabando con ellos uno por uno sin que apenas me hiciera daño. Además yo potencié mi único punto débil (Sombra), comprándole el Set de Prespic, obteniendo una gran cantidad de puntos de vida, así como el poder Reflejo. El primero en caer fue Quentyn Flush, a manos de Perceblando y Mali Bú. Luego Srammy por Mali Bú y Sombra. Y, finalmente, Alli Seh con los tres combinados. Perdimos un Galón de Gloria por esquiva repetida. Makum Bah, su figura más poderosa, apenas pudo entrar en acción. Demasiado atrapada y poco apoyada por sus compañeros.

El momento de la victoria

Ya por la noche estrenamos el Meuterer. Ya sé que es un juego para tres/cuatro jugadores (aunque haya una variante para dos que funciona adecuadamente bien). Pero como era para aprender, jugamos a lo Knizia, cada uno con dos jugadores y contando el que menos puntos sacase. Primeras rondas de tanteo, pero Sandra le pillo antes el truco. También tuvo algo de suerte con las cartas de asalto. Resultado final, paliza. 27 a 20. El juego tiene una pintaza increíble, y seguro que a cuatro jugadores es mucho más interesante.

¡Motín!

Para cerrar la noche, sacamos nuestro querido Jaipur, con el que me desquité de la partida anterior ganándole claramente las dos rondas. Divertido como siempre. Y si no hubiese sido porque estábamos cansaditos, seguro que Sandra me habría pedido la revancha.

Jaipur sobre el edredón

El domingo es cuando íbamos a tener nuestra sesión interesante de la semana, pero los dos colegas que iban a venir andaban algo destrozados, por lo que al final se canceló. Nosotros tampoco andábamos muy motivados para mucho jaleo, aunque por la noche nos apeteció echar un Ligretto Dados. Esta vez Sandra estuvo rápida y felina, ganando prácticamente todas las rondas, salvo una en la que anoté cuatro puntos. Pero no fue suficiente. La partida se la llevó ella 7 a -7. Tenso y divertido como siempre.

Sandra empieza a pillarle el truco a esto

Y con esto se cierra la semana. No ha estado mal, pero eso, acostumbrado a tener un día “especial” en el fin de semana, pues me ha sabido a poco. A ver qué tal esta nueva que entra.