Reseña: Spirits of the Forest
Cada cierto tiempo se abre una brecha en el velo que separa el mundo de los espíritus del nuestro. Es el momento que aprovechan los serafines para visitarnos, atraídos por el vigor de un bosque ancestral que reposa desde hace años cargado de frondosidad. Los jugadores adoptan el rol de estos serafines, criaturas de gran poder y curiosidad que se sienten fascinados por la vida del bosque y que se dedican a coleccionar los pequeños tesoros que se ocultan en él. ¡Pero cuidado, porque el bosque no es lo suficientemente grande y los serafines tendrán que competir entre ellos por conseguir el tesoro más grande!
Así se nos presenta este Spirits of the Forest, una reimplementación de Richelieu, un filler clásico diseñado por Michael Schacht (Coloretto, China, Hansa). La primera edición de Richelieu fue publicada en 2003 por Ravensburger Spieleverlag. Esta nueva versión ha visto la luz de la mano de ThunderGryph Games, que buscó financiación mediante una exitosa campaña de micromecenazgo. De las ilustraciones se encarga Natalie Dombois, quien debutase en esto de los juegos de mesa con Kiwetin.