Reseña: Hamsterrolle

Introducción

Imagina una rueda de ejercicio de hámsteres con una serie de segmentos internos separados por pequeños escalones. En Hamsterrolle, cada jugador recibe un conjunto de piezas y su objetivo será colocarlas en el interior de esta rueda, intentando evitar que se caigan. El primero en agotar su reserva de piezas será el vencedor.

Portada

Así se nos presenta este Hamsterrolle, un diseño de Jacques Zeimet (Fantasma Blitz, Bamboleo o Pelican Bay). Fue publicado por Zoch Verlag en el año 2000 en una edición multilenguaje (inglés, alemán, francés e italiano). Del diseño de la caja se encargó, en su primera edición, Stefan Sälzer (Aya). En la edición más actual es Andrea Hofbeck (Buttons, Cucina Curiosa) quien se encarga del diseño de la caja.

En nuestro país no se encuentra disponible, por lo que tendréis que recurrir a la importación si queréis haceros con una copia (es completamente independiente del idioma). Permite partidas de 2 a 4 jugadores, con una edad mínima sugerida de 7 años y una duración aproximada de unos 30 minutos. El precio de compra recomendado es de 39,5€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión multilenguaje de Zoch Verlag.

Contraportada

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.



Contenido

Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 38,4×37,4×6,8 cm. (caja rectangular de tamaño poco común, algo más grande que las cuadradas tipo Ticket to Ride), encontramos los siguientes elementos:

  • Rueda (de madera)
  • 28 Piezas (4 de cada uno de los 7 tipos) (de madera)
  • Reglamento
Contenido

Mecánica

Hamsterrolle es un juego de habilidad en el que los jugadores disponen de un set de piezas que deben colocar en una rueda con departamentos interiores. Al ir colocando piezas, esta rueda avanzará en un sentido, y las piezas anteriormente colocadas comenzarán a caer, volviendo a la reserva del jugador que esté en posesión del turno. El objetivo será ser el primer jugador en agotar su reserva de piezas.


Conceptos Básicos

El primer concepto es el de la rueda amarilla. Esta muestra una serie de departamentos de un mismo ancho separados por unas pequeñas barreras negras. Estas barreras tendrán distinto ancho (en algunos casos cubrirá toda la sección de la rueda, pero no en todos).

Rueda

Sobre esta rueda los jugadores irán colocando piezas de un conjunto personal de distintos tipos, pesos, formas y colores. El objetivo de los jugadores es deshacerse de estas piezas antes que sus rivales. En cada turno habrá que colocar una de estas piezas en el interior de la rueda, lo que, normalmente, aplicará un momento sobre la misma que provocará un avance de la misma rodando sobre la superficie en la que se encuentre. Si, al girar la rueda, caen piezas sobre la mesa, el jugador estará obligado a recogerlas y añadirlas a su reserva personal.

Piezas

Por último, existe una pieza especial, el cono, que no pertenece inicialmente a ningún jugador, pero que ya se encuentra colocada en el interior de la rueda al comienzo de la partida.

Cono

Preparación de la Partida

  1. Se coloca la rueda en el centro de la mesa.
  2. Se coloca en el habitáculo inferior la pieza del cono.
  3. Cada jugador recibe un conjunto de 7 piezas distintas.
  4. Se escoge al jugador inicial de forma aleatoria.
  5. Por último, los jugadores deciden hacia qué lado van a jugar, para tener en cuenta la rotación de la rueda.

¡Ya podemos comenzar!

Partida Preparada

Desarrollo de la Partida

Una partida de Hamsterrolle consta de un número indeterminado de turnos alternados por los jugadores, comenzando por el inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj hasta que se cumpla la condición de finalización.

En su turno, el jugador deberá colocar una pieza de su reserva en el interior de la rueda siguiendo estas normas:

  • La pieza se debe colocar último segmento con piezas o bien en uno de los dos siguientes (siguiendo el sentido de colocación).
  • La pieza debe colocarse de forma que uno de sus vértices quede más avanzado que el resto de piezas que se encuentren en ese segmento (en el caso de que hubiese al menos una pieza), siempre en el sentido de avance de la rueda.
  • No está permitido repetir tipo de pieza en un segmento.
  • No está permitido que el vértice más alejado de la pieza cruce las barreras que dividen la rueda, es decir, una pieza debe estar completamente contenida en el interior de un segmento.
  • Está permitido sujetar la rueda para que, mientras se coloca la pieza, esta no avance.
  • Una vez que el jugador ha escogido un tipo de pieza, no puede cambiar de idea. Debe intentar colocar la pieza escogida.
  • Si, tras colocar la pieza, una o más piezas caen en la mesa (fuera de la rueda), el jugador las colocará en su reserva personal (incluido el cono).
  • Si un jugador considera que no puede colocar legalmente y sin fallar ninguna de sus piezas, tiene la opción de pasar constructivamente, que significa tomar una pieza de uno de los dos segmentos que se encuentren más cerca al suelo y colocarlo como si fuese una pieza de su reserva.
  • Si se caen piezas fuera del turno de un jugador (tras un tiempo razonable una vez la rueda se haya estabilizado), estas piezas se retiran de la partida.

Tras esto, el turno pasa al jugador de la izquierda.


Fin de la Partida

La partida finaliza tras el turno de un jugador que consiga agotar su reserva de piezas, proclamándose vencedor.


Variantes

Juego por Parejas (4 jugadores): los jugadores se emparejan y juegan turnos alternados de forma que los componentes de una pareja no jueguen dos turnos consecutivos. Cada jugador tiene su reserva personal, pero si un jugador agota su reserva, tendrá que colocar piezas de su compañero. La partida finaliza cuando un equipo se queda sin piezas, proclamándose equipo ganador, o bien cuando un integrante de cada equipo se queda sin piezas, proclamándose ganador el equipo con menos piezas.


Opinión Personal

Como ya he dicho en muchas tochorreseñas, soy un amante de los juegos de apilar tarugos. De pequeño pasaba las horas muertas jugando con estos bloques de construcción primitivos que, posteriormente, darían paso al maravilloso mundo de LEGO. Pero ese recuerdo imborrable apilando prismas de madera de diversos colores ha dejado una importante impronta. Y en este campo, la editorial Zoch Verlag es la que reparte el bacalao. Sir Isaac Newton tendría todo su catálogo en la colección. Los reyes de jugar con la fuerza de la gravedad. Hoy toca analizar uno de sus diseños más peculiares, Hamsterrolle. Vamos a ver cómo se comporta en la mesa (girando… jejeje).

Detalle Cono

El sistema de Hamsterrolle es bien simple. Tenemos una gran rueda amarilla que se apoya sobre una superficie y los jugadores deberá ir colocando una serie de piezas de diversos tamaños, pesos y colores en su interior. Esto provocará que se generen momentos de fuerza gracias a la gravedad y al balance de pesos en el interior de la rueda (siempre se jugará en el mismo sentido para que la rueda avance en una única dirección). El objetivo, como en la mayoría de estos juegos, es ser el primero en quedarse sin piezas. Como ya supondréis, si en un turno algunas piezas caen de la rueda (algo inevitable en muchos momentos), el jugador activo deberá recuperar todas las piezas caídas como penalización, viendo como su reserva aumenta dramáticamente.

¿Sencillo verdad? Pues no lo es tanto. Primero, porque prever cómo se van a comportar las piezas en un movimiento rotatorio no es algo trivial, y nos podemos llevar más de una sorpresa colocando un simple tarugo en el lugar menos apropiado.

Obviamente, uno de los pequeños objetivos de los jugadores a la hora de colocar es forzar el fallo rival. ¿Cómo se consigue esto? El juego encierra cierta carga táctica a la hora de escoger qué pieza colocar, no solo en función del peso y la forma, algo que afecta únicamente a la dificultad para resolver el turno sin ser penalizados. Me refiero a escoger en función de lo que le quede en la reserva a cada jugador. Así, cuando la reserva de los jugadores comienza a escasear, el colocar una pieza determinada con una orientación concreta puede obligar al siguiente en el turno a verse obligado a colocar en un espacio imposible sin que el avance de la rueda no implique caída de los elementos que han quedado en los segmentos más retrasados, esto es, los que se van levantando hacia arriba y, tarde o temprano, resbalarán hacia abajo.

Detalle Segmento

Habrá momentos en los que un jugador no podrá físicamente colocar una pieza sin sufrir penalización. Aquí se habilita la opción de «pasar constructivamente», lo que significa tomar una pieza ya colocada en el interior de la rueda y, cumpliendo las normas habituales, colocarla como si estuviese en la reserva del jugador en turno. Efectivamente, es pasar porque el jugador no ve como su reserva disminuye, pero aún tiene un importante riesgo de ver como su reserva aumenta. Al actuar de esta forma, la fuerza de la gravedad actúa en dos sentidos, aunque el primero no es apreciable en un primer instante, ya que la pieza que se toma se encuentra en un punto de equilibrio y rara vez generará un movimiento importante. Pero si tendrá relevancia en el momento que apliquemos un nuevo momento al colocarla en el segmento correspondiente, ya que habrá menos peso para compensar. Un poco en la línea de los balances de peso que ocurría en Villa Paletti (aquí su tochorreseña).

Y no tiene mucho más. Es un juego entretenido, que nos mantendrá ocupados pensando donde colocar cada pieza y en si forzar o no la maquinaria para intentar que alguno de nuestros rivales sufra una penalización. Lo de toda la vida en este tipo de juegos. Aunque hay un par de detalles que no terminan de convencerme.

El primero es el de la escalabilidad. Y es que, aunque el juego permite jugar de dos a cuatro jugadores en modo normal, cuando seamos el máximo de participantes interesará jugar con la variante de juego por equipos, ya que si no el caos y la influencia del orden de turno puede ser critica a la hora de proclamar un vencedor. Es posible que, por los ciclos, un jugador siempre disponga de un segmento asequible, mientras que otro vea como siempre le toca colocar en posiciones de alto riesgo. Jugando por parejas tienes un rival con dos cabezas y solo te preocupas en intentar fastidiar al siguiente, sabiendo que el que juega dos turnos después es tu compañero. Aun habilitando cierto juego con las reservas, jugar por equipos a este tipo de diseños no termina de funcionar. Así que yo solo jugaría Hamsterrolle a 2-3 jugadores.

El siguiente problema es de la rejugabilidad. Hamsterrolle es un juego efectista. Cuando lo disfrutamos por primera vez, nos quedará un buen sabor de boca, pero no tardará en volverse tan repetitivo como Jenga. A esto hay que sumarle el incordio constante de tener que reubicar la rueda una vez se han resuelto unos cuantos turnos (a no ser que juguemos en una mesa de banquete medieval y dispongamos de metros y metros de superficie para que la rueda se desplace). Vamos, que tras las dos-tres primeras partidas iniciales, el interés en esta curiosidad de madera decaerá de forma importante. Uno no recibe sensaciones especialmente distintas de una partida a otra, volviéndose repetitivo. Llega tu turno, escoges pieza y la colocas. Las dudas suelen ser pocas. Para jugar con niños puede estar bien por la espectacularidad del despliegue, pero, para los mayores, la emoción brillará por su ausencia.

Pasemos a la edición. Aquí Zoch Verlag ya sabemos que no escatima en gastos. Tenemos una señora rueda de madera que requiere una caja de unas dimensiones no muy habituales que nos costará colocar en los estantes. Todas las piezas de madera tienen una buena densidad, corte y pintado. Y el reglamento no deja lugar a dudas.

Detalle Rueda

Y vamos cerrando. Hamsterrolle es un juego de habilidad con un peculiar sistema de apilamiento de piezas que provoca que una rueda vaya avanzando por la mesa a medida que generamos momentos de fuerza al colocar en su interior los tarugos de madera. Su mayor problema, como le ocurre a muchos de este tipo, es que rápidamente se vuelve monótono, decreciendo el interés de forma importante. Como juego de habilidad se queda corto respecto a muchos otros de la misma editorial. Al menos dicha editorial mantiene su habitual nivel de excelencia en la producción. Por todo esto le doy un…

Aprobado

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