Crónicas Jugonas: Semana 11 del 2015 (09/03 – 15/03)
¡Esta vez sí! Por fin una semana repleta de partidas, y con mucha variedad, además de algún que otro estreno. Vamos al lio.
Empezamos el lunes con un Seasons entre Sandra y yo. Un juego de Régis Bonnessée en el que interpretamos el papel de uno de los poderosos magos que compiten en el legendario torneo de las 12 estaciones. Un juego con mucho draft en el que iremos jugando cartas mediante fichas de energía y capacidad de invocación, las cuales desencadenarán distintos efectos con el fin de ser el jugador que más puntos obtenga al final de la partida. En cada ronda se lanzan una serie de dados en función de la estación en la que nos encontremos, eligiendo cada jugador uno de ellos para llevar a cabo las acciones en ellos indicadas. Esta vez no me iba a dejar vencer tan fácilmente como en la partida de estreno. Decidí explorar el poder de la cristalización de fichas de poder y la jugada me salió redonda. Entre las 18 cartas que nos tocaron al comienzo, detecté un par que me potenciaban esta estrategia y allá que fui. Ronda tras ronda iba cristalizando fichas y abriendo brecha. Sandra por su parte intento establecer buenos combos que le permitiesen mantener la distancia, pero no le fue posible. Resultado final: 162 para mí, por los 126 de Sandra. Victoria incontestable. La verdad es que las buenas primeras sensaciones se reafirman. Gran juego, con gran producción y muy entretenido. A ver si lo pruebo a cuatro jugadores, aunque no hay muchas cartas que permitan una gran interacción, así que no creo que la experiencia de juego sea muy distinta. Si tenéis curiosidad, en la Board Game Arena se puede jugar online.
Cristalizando que es gerundio |
El miércoles Sandra y yo echamos una partidita al último juego de Morapiaf, Gloobz. Un juego de habilidad diseñado por Alexandre Droiten en el que tendremos que ser los más rápidos en atrapar unos graciosos y adorables bichos que pululan por un laboratorio intentando cambiar de color usando unos botes de pintura. Unas cartas definirán que botes y que gloobz tendremos que coger para acumular puntos. ¡Pero cuidado! Si elegimos mal perderemos puntos. Partida sorprendentemente divertida, ya que este tipo de juegos no suelen funcionar muy bien a dos jugadores. Sin embargo, gracias a la gran cantidad de elementos en juego y una puntuación acotada, la verdad es que sigue manteniendo el nivel en una confrontación cara a cara. La partida se la llevó la señorita, que es ver a esos adorables bichejos y convertirse en una máquina de atrapar muñecos. Resultado final: 36 a 33. Al menos estuvo ajustado. Lo dicho, un gran juego de habilidad con un nivel de producción extraordinario.
Adorables y peligrosos |
El jueves decidimos sacar Tortilla de Patatas: The Game de nuestro querido Xavier Carrascosa. Un juego de cartas y memoria en el que tendremos que ir formando una serie de pilas (sartenes) colocando cartas de ingredientes (huevos, patatas y cebolla). La gracia es que solo queda visible la última carta colocada, teniendo que tirar de cabeza para saber que cartas hemos ido añadiendo. A esto se le une una mecánica de interacción interesante en la que si un jugador coloca un ingrediente sobre una sartén y dicho ingrediente es el visible en otra (ya sea una sartén propia o rival), dicho ingrediente se roba y también se coloca sobre la sartén, provocando un desbarajuste importante en nuestros conteos mentales. Una vez que consideremos que una tortilla está completa (hay dos tamaños), la cerramos y le colocamos una carta de puntuación. Si tuviésemos que ponerle un calificativo a la partida, el más adecuado sería desastrosa. ¡Qué manera de pifiarla! Los dos obtuvimos puntuaciones negativas, aunque la señorita fue menos mala que un servidor. Se nota que es una fan incondicional de Masterchef Junior (los adultos no molan). Resultado final: -4 para Sandra y -9 para mí. Un juego tremendamente sencillo a la par que eficaz. Con dos reglas se monta un juego tan divertido como frustrante si nuestra memoria nos juega una mala pasada. Además, la mecánica de las cartas de puntuación le da ese puntito de emoción que se mantiene hasta el final de la partida. Muy recomendable.
Y mira que la tortilla suele quedarme bien… |
El viernes, antes de ir al cine, Sandra y yo nos echamos un Five Tribes. Un juego diseñado por Bruno Cathala que recuerda mucho a los mejores diseños de Stefan Feld: mancala, control de áreas, set-collection, ensalada de puntos, combos y un puntito de interacción. La partida fue una incógnita total, pues cada uno fuimos a por una cosa distintas. Sandra consiguió un genio que potenciaba la acumulación de visires, mientras que yo opté por una estrategia de control de losetas y compra de genios. El que más beneficios me reportó fue uno que me otorga monedas cada vez que dejamos meeples en una loseta que esté bajo nuestro control. Aun así, la partida se la llevó Sandra, aunque estuvo ajustada hasta el final. Cualquier mínimo detalle podría haber desequilibrado la balanza hacia mi lado. Resultado final: 220 puntos para Sandra contra mis 212. A dos jugadores el juego se convierte en un diseño muchísimo más estratégico, ya que cada jugador disfruta de dos turnos en cada ronda, pudiendo forzar el ejecutarlos de forma consecutiva (a 3-4 es un juego mucho más táctico). Además el entreturno es menos importante. Cada vez me gusta más esta maravilla. Normal que ya se haya colado entre los 100 primeros en el ranking de la BGG.
Derrota por pequeños detalles |
El sábado decidimos estrenar otro juego. En esta ocasión tocaba el 4 en Letras. Un juego diseñado por Daniel Ortiz en el que se mezclan conceptos muy conocidos para ofrecernos un nuevo juego de palabras. Se parte del famoso Conecta 4, solo que en esta ocasión tendremos que formar palabras de al menos cuatro letras (en cualquier dirección y sentido). Para ello, partiendo de una carta inicial colocada en el centro de la mesa, los jugadores irán colocando cartas ortogonalmente a algunas de las ya colocadas hasta que alguno logre el objetivo. El juego incorpora varios modos de juego. Para esta partida jugamos al básico. Se juega a un número determinado de rondas y cada palabra bien formada otorga los puntos indicados en las cartas. En rondas quedamos 3 a 2, aunque Sandra logró anotar muchos puntos en sus dos palabras, de forma que el resultado final quedó bastante ajustado: 19 a 14. Juego sencillo y correcto, que mezcla cartas, Scrabble y Conecta 4. Típico juego piscinero pero que tampoco es nada del otro mundo. A ver cuando probemos el resto de modos.
Rumiando mi victoria |
Por la tarde teníamos sesión en casa de José Luis y Silvia. Comenzamos con el otro juego que me llegó en la última Mathtrade: Los Mercaderes de Génova. Un juego de Rüdiger Dorn en el que tendremos que comerciar en la ciudad italiana para cumplir pedidos, entregar mensajes y hacernos con el control de ciertos edificios. Todo ello mediante una mecánica de movimiento punto a punto y negociación entre los jugadores, ya que en cada turno todos los jugadores podrán ejecutar una acción, pero será decisión del jugador en turno tomar un camino u otro. El resto de jugadores deberán negociar la opción de ejecutar dicha acción. Partida superinteresante y muy divertida en la que Sandra y yo mantuvimos un grandioso pulso que se decidió por detalles, mientras que José Luis y Silvia se quedaron algo descolgados. En el caso de José Luis porque, además, creíamos que era el que iba en cabeza, así que no le pasamos ni una. Una de las claves fue que me dedique a reclamar edificios casi toda la partida, asegurándome una buena cantidad de ducados durante la partida y a su término. Finalmente la partida me la llevé yo gracias a tener más bienes que Sandra, ya que los dos finalizamos con 600 ducados, mientras que José se quedó en 495 y Silvia solo consiguió 460. Sencillamente genial. Negociación constante, puyas, mentiras, persuasión, pero todo dentro de un marco acotado y muy específico. Nada de promesas vagas o intenciones. A mí personalmente me encantó y estoy deseando repetir.
Sencillamente genial. Deseando repetir |
A continuación José Luis nos sacó su último Print&Play. En esta ocasión, Evolution. Un juego de Dominic Crapuchettes, Dmitry Knorre y Sergey Machin en el que iremos controlando una serie de especies que irán adquiriendo diversas características para intentar adaptarse lo mejor posible al medio, con una gran mecánica para la alimentación, provocando que los jugadores pasen de herbívoros a carnívoros en cuanto el forraje escasee. Partida muy divertida y con mucha tensión. Al comienzo todos muy tranquilos, comiendo hierba y sin molestar a nadie. Pero pronto Silvia convirtió a su especie más importante en carnívora, acechando al resto. Yo por suerte tenia a mi especie central como alertadora, de forma que Silvia no podía atacarlas, y a esta, además, estaba acorazada. Así que se dedicó a dar dentelladas a Sandra y a José Luis. Aun así, en las rondas finales perdí muchos puntos por la escasez de alimentos, mientras que Silvia se puso las botas gracias a los mastodontes que había desarrollado Sandra. Resultado final: Silvia vencedora con 54 puntos, Sandra segunda con 46, yo tercero con 45 y José Luis último con 41. Gran juego. Reglas sencillas y duración acotada, pero con una profundidad importante. El sistema de alimentación me parece una genialidad, forzando a los jugadores a pasar al ataque en el momento que la tierra comienza a ser demasiado pequeña para todos. Ha entrado con fuerza en mi wishlist.
Me falló el alimento en las rondas finales |
Después saqué Qin de nuestro querido Reiner Knizia. Un juego de colocación de losetas rectangulares sobre un tablero con casillas cuadradas (cada loseta ocupa dos casillas). Estas casillas pueden ser de 3 colores, de forma que vamos formando provincias que vamos reclamando colocando una serie de pagodas, hasta que algún jugador las coloca todas, convirtiéndose en el ganador, o no se pueden colocar más losetas, ganando aquel con menos pagodas en su reserva. Jugamos con el mapa del pájaro, más sencillo para los no iniciados. La partida estuvo entre José Luis y yo, que fuimos los que siempre estuvimos más o menos parejos en cuanto a pagodas colocadas, mientras que Silvia y Sandra se quedaron algo más rezagadas. Hubo un momento en el que José Luis podría haber aprovechado para fusionarme dos provincias y hacerme perder una pagoda, pero siguió con su historia. La partida cayo de mi lado en el momento gracias a Sandra, que me dejo al alcance una aldea y coloqué una ficha doble, introduciendo en el tablero mis dos últimas pagodas. La partida no tuvo mucha confrontación ya que la gran mayoría de movimientos eran meramente defensivos, bloqueando provincias para intentar evitar las fusiones. Cada vez me gusta más. Toma elementos de Genial o de Tigris & Éufrates para ofrecer un juego sencillo pero con suficiente chicha como para, incluso, repetir varias veces, ya que la duración está bastante acotada. Además con un nivel de producción bastante aceptable.
Victoria clara |
Las neuronas ya no daban mucho más de sí, así que nos pasamos a los fillers de habilidad. Volvimos a sacar el Gloobz que tan buenos momentos está deparándonos últimamente. La partida fue tremendamente divertida sobre todo por la nulidad de José Luis en este tipo de juegos. Casi siempre atrapaba lo contrario de lo que tocaba. Mientras José luchaba consigo mismo, Sandra, Silvia y el que os escribe mantenían un duro pulso por la victoria, la cual tuvimos que compartir Sandra y yo al alcanzar en la misma ronda los 24 puntos. Silvia se quedó con 22, mientras que José Luis tuvo que conformarse con 2.
José Luis contra el mundo |
Como no nos habíamos quedado a gusto, José Luis nos sacó su Print&Play del Matamoscas. Un juego de Christian Heuser en el que se van revelando una serie de cartas sobre la mesa. Hay dos tipos: moscas (de un color y con un valor) y matamoscas. En el momento en el que aparezca una carta de matamoscas o se revele una carta de mosca de un quinto color distinto a los de las cartas ya reveladas, los jugadores tendrán que aplastar con su mano moscas del color más representativo. Los que lo hagan correctamente, acumularán dicha carta. Los que hierren, perderán la última carta acumulada. Una bestialidad. De tanto manotazo, mi palma alcanzó un color rojo fuego y aumentó de tamaño considerablemente. Menos mal que no pille a nadie, porque si no le podría haber dejado la mano fina. A pesar de mi vehemencia, la partida se la llevó Sandra gracias a que logró atrapar una gran cantidad de moscas valiosas (las mías eran cutrejas). Resultado final: Sandra 66 puntos, yo 62, Silvia 50 y José Luis 39. Muy divertido. Lo único malo eso, que si hay jugadores muy brutos en la partida, alguno puede salir lastimado. Pero bueno, las moscas lo pasan peor.
Palma King Size |
Para cerrar la sesión saqué el Sky Tango, el cual tenía ganas de probar a cuatro. Un juego diseñado por Johann Rüttinger y Jacques Zeimet en el que mediante una curiosa gestión de la mano tendremos que ir creando filas de ciclos solares y ciclos lunares. Mucha interacción y una pizca de memory. Partida totalmente desastrosa. Las buenas sensaciones de las partidas a dos jugadores se fueron al garete a duplicar el número de participantes. Muy pocos turnos, sensación de caos absoluto. Apenas puedes hacer nada en la partida. Un horror. La partida se la llevó Silvia gracias a que fue la única que pudo limpiar sus filas dos veces. Resultado final: Silvia 0 puntos, José Luis -4, yo -6 y Sandra -11. Lo dicho, un juego exclusivo para dos jugadores. Todo lo que no sea eso es destrozar la experiencia de juego.
Un completo desastre |
Y con esto finaliza la semana lúdica. Como veis, un poco de todo. Esta vez no hay lugar a quejas. A ver qué tal se presenta la tercera de Marzo.
Cómo sufro con esos juegos en los que tengo que pensar por encima de mis posibilidades…
Un infierno para mí el Gloobz. Si me paro a pensar, me quitais los objetos que puntuan y si me "lanzo", agarro siempre el equivocado. ¡¡Qué horror!!, jeje.
El Mercaderes de Génova me gustó bastante, aunque por ser un poco crítico diré que me hubiese gustado mucho más si el dinero fuera más escaso durante toda la partida. Creo que anadiria mucha más tensión al juego el hecho de tener que negociar en situación de escasez de recursos (se me vienen a la cabeza las pujas del alta tensión o las duras negociaciones del Catan)
Buen juego también el Evolution aunque creo que excepto Silvia, todos jugamos de manera ultraconservadora y eso hizo que pareciera más ligerito de lo que puede llegar a ser.
Hombre, respecto al Genoa, hay que tener en cuenta que los ducados son, a su vez, los puntos de victoria. Calentarse pujando provoca que no haya mucho control de lo que lleva acumulado cada uno. Yo creo que tal vez fuimos muy conservadores en ocasiones, por eso parece que había demasiado en juego.
Y en el Evolution, totalmente de acuerdo. Todos eramos pacificos rumiantes hasta que Silvia decidió mordernos a todos. Aun así, me gustó lo sencillo que es a la par que profundo. A ver si me hago con una copia.
Y no te preocupes, que tengo aun muchos juegos de habilidad para que demuestras tus aptitudes 😛
El Seasons a 4 lo jugue este sabado y acabe de mala ostia no, lo siguiente. Ahi juega como te salga de las pelotas porque lo que pasa siempre con mucha gente, imposible preveer a posteriori. puedes prepararte el siguiente turno y hundirte en la miseria si la suerte no esta de tu parte, cosa que me pasa a mi con los juegos de mesa. A 2 mucho mas control pero el mismo azar.
Hombre, azar hay, pero tampoco me parece excesivo. Que en turnos puntuales no te venga bien los valores vale, pero para eso estan los bonus, no?
Saludos!
Si, y recomiendo usarlos a saco paco cuanto antes, antes de que te cierren partida pej con unas botas.
Nos gustan los juegos con interacción y estamos dudando entre el Mercaderes de Génova o el Dogs of war, ¿cuál nos recomiendas? ¿Qué opinas del Dogs of war? Muchas gracias.
Dogs of War es un puñeteo constante. Si es interacción lo que buscas, Dogs of War.