Crónicas Jugonas: Semana 12 del 2015 (16/03 – 22/03)
Una semana más estamos aquí pasando revista. En estos últimos siete días han caído bastantes partidillas, aunque la gran mayoría a fillers. Nos ha faltado una sesión poderosa.
Empezamos el lunes tras el almuerzo echando un Age of War, la reimplementación del Risk Express de Reiner Knizia. Un juego en el que iremos lanzando unos dados para conquistar una serie de castillos del Japón Feudal en pos de su reunificación. Cuando obtenemos todos los castillos de una región concreta, estos quedan bloqueados en nuestro poder. Pero mientras esto no ocurra, nos podemos ir robando los castillos. Los castillos muestran las caras que hay que ir obteniendo para poder conquistarlos en una ronda. En cada tirada estamos obligados a ir perdiendo dados, ya sea porque lo colocamos en la carta del castillo cumpliendo un requisito o porque no podemos hacer esto (perdiendo el dado y teniendo menos capacidad de maniobra). A la partida se apuntaron Víctor y Borja (nuevo acolito). Esta estuvo caracterizada por una suerte monumental del novato, que cada vez que se enfrentaba a un castillo, lograba conquistarlo. Algunos con mucha emoción, consiguiendo los valores adecuados en la última tirada. Mientras, Víctor y yo nos pegábamos un poco por intentar consolidar alguna de las regiones. Finalmente, Borja metió la directa y finiquito la partida. Resultado final: Borja 15 puntos, yo 10 puntos y Víctor 8 puntos. Un tiradados con interacción. Bastante entretenido, aunque hay que tomárselo como es. Cumple con su cometido y poco más.
Novatos con suerte |
El miércoles me llevé el Abluxxen, de nuestro querido Wolfgang Kramer junto a uno de sus inseparables, Michael Kiesling. Un filler con mucha interacción en el que se van jugando cartas sobre la mesa en filas, de forma que cuando juegas un número de cartas igual que las de otros pero de valor superior puedes robar o eliminar las cartas de ese jugador. Al final de la partida el ganador será el que más puntos obtenga (las cartas sobre la mesa suman un punto pero las cartas en la mano restan un punto). Jugamos Víctor, Marta y el que os escribe, echando tres partidillas. La primera fue un poco de rodaje, para que le pillasen el truco al juego. Aun así, la partida se la llevó Víctor, que fue el primero en lograr quitarse la mano de en medio. Resultado: Víctor 13 puntos, yo 12 y Marta 10. En la segunda Marta estuvo mucho más fina, disputándome la partida hasta el último momento, aunque finalmente la victoria cayó de mi lado. Resultado: yo 13 puntos, Marta 12 y Víctor 4. La tercera se desarrolló de forma similar a la segunda, aunque intercambiando los papeles entre Marta y Víctor. Resultado final: yo 13 puntos, Víctor 10 y Marta 5. La verdad es que no tomamos muchas cartas de los demás, limitándonos a descartárselas para limar puntos. Es uno de los fillers más entretenidos de los últimos tiempos. Con más profundidad de la que podría esperarse y con una mecánica ultrasencilla.
Genialmente sencillo y sencillamente genial |
El jueves me llevé al trabajo para la hora del almuerzo el Coup. Un juego diseñado por Rikki Tahta que podríamos definir como la fusión entre Ciudadelas y Bang! Un juego con roles ocultos variables y habilidades especiales y con mucho faroleo. Intentaremos deshacernos del resto de nuestros rivales y ser el único que sobreviva en la partida. Los participantes: Víctor, Enrique, Marta y David (un nuevo compañero), además de un servidor. Como siempre, partida muy divertida. La primera en caer fue Marta, que, con demasiado atrevimiento, lanzo dos desafíos de los que salió escaldada. Desafortunadamente yo fui el segundo en caer eliminado, también por lanzar un desafío a Enrique demasiado a la ligera. Mientras tanto, Víctor, con sigilo, llevaba la partida al punto que más le interesaba, finalizando con un Coup y consiguiendo la victoria. Grandioso juego que nos ofrece roles ocultos, habilidades especiales y muchísima interacción. Además es infinitamente más ágil que el anteriormente citado juego del salvaje oeste, de forma que, aunque haya eliminación, la partida se resuelve en un periquete y no hay opción a que se alargue, porque siempre van entrando monedas en juegos y cuando un jugador alcance las siete está en disposición de pegarle un palo a un rival. Muy recomendable.
Demasiado ímpetu |
Por la noche Sandra y yo estrenamos un Print&Play de un juego de nuestro querido Rodrigo González, Beer Party. Un filler en el que los jugadores van llenando cañas de cerveza y, cuando crean que están bien formada, pueden bebérselas o, por el contrario, si creen que no tienen arreglo, desecharla. Por el camino podrán ir añadiendo nuevas cartas a las birras y permutando cartas en ella, teniendo en cuenta que hay diferentes cartas que otorgan distinta cantidad de puntos, tanto si acaban en nuestra pila de éxito como si acaban en la de fracaso. Como suele ser habitual en este tipo de juegos, Sandra no se enganchó a la partida en ningún momento, bebiéndose dos jarras mal formadas y anotando muchos puntos negativos. Yo, por el contrario, logré completar dos cervezas bien formadas, anotando una buena cantidad de puntos. Resultado final: yo 8 puntos y Sandra -4. La verdad es que pinta entretenido, aunque es cierto que aplicamos mal algún detalle y no profundizamos en ciertos aspectos que son muy prometedores. A ver qué tal la próxima.
Me cogí una buena cogorza |
El viernes quedamos con Ciro, María y Juan para celebrar el reciente cumpleaños de este último. Y, como no podía ser de otra forma, nos llevamos unos cuantos juegos. Empezamos con uno de sus regalos, Bang! El Juego de Dados. Un juego diseñado por Michael Palm y Lukas Zach que se inspira en el éxito de ventas de Emiliano Sciarra, combinándolo con una mecánica estilo Yahtzee en la que los jugadores, en su turno, realizaran una serie de lanzamientos (bloqueando aquellos dados que deseen) para, finalmente, resolver sus efectos. Estos son los mismos que en el juego de cartas: disparar, beber cerveza, la ametralladora gatling, los indios o la dinamita. Por supuesto, todo sigue girando en torno a los roles ocultos de cada personaje que, además, tendrá una habilidad especial. Echamos dos partidas. En la primera a mí me tocó ser el Sheriff. Las cartas se pusieron muy pronto sobre la mesa, revelándose María como el alguacil que debía velar por mi seguridad. Logramos llevarnos por delante a Ciro, uno de los dos forajidos, pero Juan no anduvo fino y decidió dejarme herido de muerte antes de ir a por Sandra, el otro forajido, dejándole la partida en bandeja de plata. Victoria de los forajidos. En la segunda partida me tocó ser forajido. En mi primer turno hice una jugada alguacil-style, ayudando exageradamente a Sandra, Sheriff en esta segunda partida. Ciro, que se vio a leguas que era el auténtico alguacil, también hizo lo propio, sembrando la duda en el resto de jugadores. De nuevo, Juan como Renegado, viéndolas venir. Tras un par de rondas titubeantes, fue el momento de ir a por Ciro, revelando que María y yo éramos los Forajidos, pudiéndonos llevar por delante a Sandra y consiguiendo la victoria, no sin antes yo caer abatido. La verdad es que la agilidad que le otorgan los dados al clásico de roles ocultos es sublime. Si alguno está pensando en adquirir alguno de los dos, que se olvide de la versión de cartas. Mantiene intacta su esencia, pero soluciona el gran problema del juego original, que no es otro que la eternización de las partidas para hastío de los jugadores eliminados. Totalmente recomendable.
Sheriff de pacotilla |
A continuación tocaba estreno. Me traje Las Vegas Quiz, cortesía de Tienda Juegos de Mesa. El conocido Wits & Wagers de Dominic Crapuchettes, disponible en nuestro país gracias a Morapiaf. Un juego tipo Trivial en el que se hacen preguntas cuya respuesta siempre es numérica. Los equipos anotaran en unas tablillas las posibles respuestas para luego apostar por la que se considera más acertada, es decir, la que más se acerque, sin pasarse, a la respuesta correcta. Al final de la partida el ganador será el jugador con más dinero, el cual puede ser reinvertido en las apuestas. Echamos cuatro partidas, así que creo que con eso queda todo dicho. Nos encantó, aunque demostramos ser unos paquetes absolutos. Solo dos vencedores, cada uno con dos victorias: Sandra y Juan. Para la posteridad quedarán grandiosos momentos con respuestas totalmente descabelladas o sobradas absolutamente sublimes. Ahora entiendo por qué este título es considerado el mejor party de la historia. Totalmente de acuerdo. Eso sí, la edición de Morapiaf deja bastante que desear, sobre todo por un problema con las tarjetas que, aunque está apañado, no deja de ser bastante decepcionante, sobre todo para amantes de la conservación como es uno. Menos mal que todo se puede enfundar.
Sencillamente sublime |
Para cerrar la noche, un Ciudad Machi Koro, de Masao Suganuma. Un título en el que tendremos que erigir una ciudad cuyos edificios se irán activando con tiradas de dados al más puro estilo Los Colonos de Catán. Estos se irán construyendo mediante pagos a la banca de determinadas cantidades de dinero y tomando las cartas de un suministro común en el que solo hay diez tipos de edificios distintos que, obviamente, no son todos los disponibles. El primero en construir una serie de edificios fijos será el vencedor (que otorgan ciertas habilidades). Partida eterna, que nos llevó prácticamente dos horas (incluyendo explicación). Avanzábamos a paso de tortuga y al final ya solo queríamos que alguien ganase. Y ese alguien fue Juan, quien logró tomar algo de ventaja gracias a un trio mortal de edificios morados y una suerte fuera de lo común al lograr obtener un seis con un único dado una gran cantidad de veces. Como dije en la reseña, no deja de ser un juego correcto, aunque jugarlo a más de tres jugadores puede ser algo traumático. A cinco es un suplicio asegurado.
Los jugones que van al infierno pasan la eternidad jugando al Machi Koro a cinco |
El sábado, antes de irnos a dar una vueltecita, Sandra y yo estrenamos una de nuestras últimas adquisiciones: Rosenkönig, de Dirk Henn. Un juego de la serie de dos jugadores de Kosmos en el que mediante una serie de cartas iremos conquistando regiones en un mapa, colocando una ficha con la rosa blanca de la casa York o la rosa roja de la casa Lancaster. Gestión de la mano, movimiento punto a punto, control de áreas y mucha mala leche. En su turno, un jugador juega una de sus cartas o roba una carta. Estas indican una dirección y un número de espacios. La corona se moverá a dicha posición, siempre y cuando esta se encuentre vacía, colocando una de las fichas, aunque es posible arrebatarle al rival alguna casilla (solo podremos hacerlo cuatro veces durante la partida). Al final de la partida, cada región (dos o más casillas conectadas con fichas del mismo color) otorgarán el número de casillas al cuadrado en puntos. Partida muy interesante, aunque, como es normal, muy lejos de ser perfecta. Fuimos demasiado impetuosos y gastamos muchos caballeros al principio, cuando realmente no proporcionan apenas ventaja, echándolos mucho de menos a medida que el final se acercaba. La partida se la llevó Sandra, que logró conectar una región inmensa que me fue imposible remontar, a pesar de tener más regiones, aunque de menor entidad. Resultado final: Sandra 137 puntos por mis 115. La verdad es que el juego nos encantó. A pesar de ser muy abstracto, la mecánica sencilla pero profunda te mantiene enganchado a la partida en todo momento. Además, el nivel de producción es sublime, como suele acostumbrar Kosmos. Gran adquisición.
Nos dejó maravillados |
El domingo volvimos a sacar el último gran éxito de Bruno Cathala, Five Tribes. Un juego diseñado que recuerda mucho a los mejores diseños de Stefan Feld: mancala, control de áreas, set-collection, ensalada de puntos, combos y un puntito de interacción. La partida fue una incógnita total, pues cada uno fuimos a por una cosa distintas. En esta ocasión yo me centré en el control de las losetas y en las mercancías, obteniendo grandes puntuaciones en estos apartados, mientras que Sandra desarrolló una partida más equilibrada. Ella comenzó bastante mal, aunque logró reponerse gracias a un genio que consiguió, que le permitía obtener nuevos genios. Esto, unido a una gran reserva de ancianos le permitió reducir la ventaja que llevaba hasta finalizar la partida en un asombroso empate a 151 puntos. Sencillamente increíble. Tanto como lo es el juego, que a mí me tiene maravillado. Si bien Alchemists es el juego más original la feria de Essen del año pasado, Five Tribes me parece el juego mejor pensado de esta última hornada, aunque en este caso su presentación fuese algunos meses antes en las Gen Con. No es barato, pero es que el nivel de producción de Days of Wonder es sublime.
De lo mejor de los últimos tiempos |
Para cerrar la semana, sacamos otro de los juegos de la serie para dos jugadores de Kosmos: Kahuna. Un juego diseñado por Günter Cornett en el que cada jugador representa a un chamán compitiendo por conseguir el control de las islas mediante. Para ello los jugadores irán robando y jugando una serie de cartas que indican una de las islas del mapa, pudiendo construir puentes desde ella hacia otra o, jugándola junto a otra carta, eliminar un puente del rival. Cada vez que un jugador construye mayoría suficiente de puentes en una isla, coloca uno de sus sellos y todos los puentes del rival hacia dicha isla son destruidos. Se juegan 3 rondas. En la primera hay un punto en juego, en la segunda dos puntos y en la tercera la diferencia de islas controladas. Partida tensa, con mucha igualdad hasta casi el final. En la primera ronda los dos acabamos con cuatro islas controladas, siendo la zona este para Sandra y la zona oeste para el que os escribe. En la segunda parecía que volveríamos a quedar en tablas, pero un puente convenientemente destruido me dio la mayoría en islas controladas, anotándome los dos primeros puntos de la partida. En la tercera ronda Sandra se vino abajo, sobre todo por un golpe mortal que le asesté, desnivelando la balanza y colocándome 7 islas a 3, acabando la partida con un resultado final de 6 a 0. De igual forma que Rosenkönig, una edición de lujo para un juego abstracto. Sencillo de jugar pero con gran profundidad. También muy recomendable si dos es un número habitual en vuestra mesa.
¡Por fin consigo la victoria! |
Y con esto finaliza la semana. Como habéis visto, un poquito de todo. Nos ha faltado esa sesión con juegos de peso, pero todo no se puede tener. A ver qué tal se desarrolla esta nueva semana, en la que volvemos a Sevilla el viernes para pasar la Semana Santa con la familia y los amigos.
Yo tuve oportunidad de probar el Beer Party hace poco y entiendo a Sandra. En la primera partida te da sensación de que es más sencillo putear al contrario para que se beba cosas mal hechas que intentar completar, pero supongo que a la larga con la regla de extra de espuma que ha introducido y con más experiencia, tenderás a intentar completar más que putear.
Pero tampoco creas que hay muchos tipos de cartas que memorizar. No es un Mamma mía. Tienes culo, cuerpo y cuello. No se si jugásteis con las de vaso roto. El punto está, como bien dices, en a quién le toca desechar. xD
A la señorita sobre todo es por la mecánica del memory. Y bueno, ir a putear, sabiendo que una jarra está mal, la desechas y puntos para la buchaca, ¿no? A ver si le damos otro tiento esta semana.
Totalmente de acuerdo. La chicha del memory está mas en seguir el juego de trileros en la permuta que realmente en los tipos de carta.
No se si tal vez ajustando el número de cartas de culo y cuello sería posible conducir el juego más hacia la construcción y el bebercio que hacia la destrucción.
En primer lugar me gustaría felicitarte por el blog. Lo llevo siguiendo desde hace un tiempo y me parece genial! Descubro muchos juegos nuevos gracias a ti! En la entrada dices que el Beer Party es un Print & Play, ¿te importaría compartir algún en lace donde poder descargar el juego? Muhcas gracias y a seguir así!!
El autor aun no lo ha liberado, por lo que, desgraciadamente, no tengo ningún enlace. Fue una copia que me mandó, lo siento 🙁
Por otro lado, muchas gracias por el comentario y por leerme! Saludos!!
Vaya… Pues si algún día se anima a liberarlo y te enteras de ello, no dudes en hacerlo saber! Jeje!
Gracias a ti por descubrirnos tantísimos juegos nuevos! Un saludo!
Tenemos el hype por las nubes ahora con el Five Tribes, después de haber leído ya varias veces que escala bien con 2 jugadores…al final caerá.
Por otro lado, el Rosenkonig es un gran estreno para dos. Nosotros cuando lo estrenamos le dimos bastante y es verdad que tiene bastantes posibilidades y engancha, pese a lo abstracto y el diseño de las cartas.
Pues ahora esta "barato" en Amazon (a unos 42 pavos). Y… estad atentos a la tochorreseña de mañana… 😛 [SPOILER ALERT]
El Rosenkönig me encantó. Deseando echarle otra partidaca!