Primeras Impresiones: Stone Age
Escalando sin arnés… |
A veces hay juego que en cuanto los ves te llaman mucho la atención, pero cuando empiezas a leer cosas comienzas a tener sensaciones encontradas. Algo parecido me pasaba a mí con Stone Age. Cada vez que me paseaba por algún establecimiento en el que lo tuviesen, veía esa enorme caja y pensaba para mis adentros -¡con esa cajaza tiene que molar un huevo y medio!-. Sin embargo, cada vez que cogía esa misma caja y me leía la breve introducción redactada en la parte trasera, el hype desaparecía repentinamente. Soy una persona a la que los dados le dan mucha tirria. La puerta de entrada para este mundillo fue huir del Risk y de la superaleatoriedad de los cubos numerados le otorgaban. Y ahí empezamos a probar cosas como Puerto Rico, Agricola, etc., donde el azar está reducido a la mínima expresión y, si lo hay, suele afectar a todos los jugadores por igual, por lo que se convierte en un plus por añadirle rejugabilidad al título. Por eso, en su día, cuando probé Los Colonos de Catán dije -mola mucho, pero cada vez que lanzo los dados es como si mil dagas se clavasen en mi corazón-. Que si, que el Catán es un juegazo, que añade el factor estadístico al juego, y que la tirada afecta a todos por igual. Pero una tarde de suerte y puedes acabar con materiales para levantar un castillo y otros jugadores con sus almacenes vacíos.
Todo eso junto, me tiraba para atrás cada vez que por mi mente se cruzaba la idea de adquirir Stone Age. Pero afortunadamente, los círculos de jugones de amplían, así como las posibilidades, de forma que cada vez es más viable probar un juego sin tener que realizar un desembolso (importante) por él, y, luego, si gusta, a gastar se ha dicho. Pues bien, por fin jugamos nuestra primera partida a Stone Age.
En Stone Age tomamos el papel de una familia en la edad de piedra intentando sobrevivir y prosperando en la medida de lo posible. Cada jugador tiene al comienzo de la partida 5 miembros. Cada turno se divide en 3 fases: primera, colocación de los trabajadores en las distintas zonas: recursos (comida, madera, arcilla, piedra y oro), útiles (herramientas y tecnología agrícola), ampliar la familia, construir edificio u obtener cartas de cultura); segunda, obtención de materiales, herramientas, nuevos miembros, edificios y cartas de cultura; y tercera, mantenimiento, alimentando a la familia.
Un tablero muy colorido |
La clave del juego (y donde entra el factor estadístico y los dados) es a la hora de generar los recursos. A la hora de producir estos, por cada trabajador que coloquemos en una zona concreta, tiraremos un dado (por ejemplo, 3 trabajadores, 3 dados). Se lanzan y se suman todos los dados. El resultado se divide entre un número que depende del tipo de recurso que estemos generando (comida entre 2, madera entre 3, arcilla entre 4, piedra entre 5 y oro entre 6). El resultado de esta división será el número de materiales producidos en esta ronda por esos trabajadores para ese recurso. Para compensar el factor suerte, podemos hacer uso de las herramientas, que permiten incrementar la producción. Cada herramienta solo podrá ser utilizada una vez por turno. Así, iremos generando los diversos materiales que nos permitirán construir los edificios y adquirir las cartas de cultura. Elementos que serán los que nos otorgarán los puntos de victoria que decidirán el ganador de la partida.
La verdad es que el juego me gustó bastante, aunque solo lo he probado en partidas a 2 jugadores (como la gran mayoría de Eurogames, seguramente a 4 jugadores será una experiencia mucho mas intensa). Si bien no deja de ser un muevecubos sencillito, el azar que le otorgan los dados está muy bien controlado por los dos parámetros que pone a nuestra disposición el juego, que no son otros que el número de trabajadores que coloquemos en un área determinada y las herramientas que nos permitirán elevar la suma total de los dados hasta que el resultado de la división sea más ventajoso. La interacción es indirecta (si yo hago una acción tú no puedes hacerla en este turno) y permite jugar nuestras bazas para prosperar e intentar evitar la mejoría de nuestros rivales. Si acaso, como algo negativo, que tener que estar sumando y dividiendo constantemente puede ser algo cansino, pero esto no es macula suficiente para ensombrecer un gran producto. A ver si jugamos mas veces y, sobre todo, con mas jugadores. De momento un gran sabor de boca.
Últimamente es un juego que está tocando mucha mesa entre mis amigos y familiares. Puedo decirte que has captado el juego en toda su esencia a pesar de haberlo jugado poco.
A 4 jugadores me gusta más que a 2, se activan todas las “zonas” y uno está más intranquilo en cuanto a que “zonas” te quitaran los jugadores que van antes.
Exacto. Eso supuse cuando jugué con mi novia (al igual que en la gran mayoría de juegos de colocación de trabajadores). El control y la previsión a dos jugadores es casi absoluto, y el pique por ir fastidiándose es mayor.
Muchas gracias por pasarte Romo!
Un juego que cuando empiezas te parece una maravilla, y cuando ya llevas tiempo jugando… lo sigue pareciendo. Un juegazo simple, fácil de explicar y de jugar y que, al menos para mi, tiene todo lo bueno de los eurogames pero quitando el dolor de cabeza. Además los meeples cavernicolas son monísimos!!!
Por cierto, en cuanto a escalar, escala perfectamente. Tanto a 2 como a 4 el reto es el mismo, la dificultad para conseguir las cosas es la misma y lo único que cambia es el tiempo de juego. A dos es más rápido. A 4 se puede hacer un poco más lento, pero tampoco una barbaridad.
Hoy voy a probarlo a cuatro. A ver que tal la experiencia!
Personalmente me gustan los juegos un poco mas duretes, pero la verdad es que me causó una grata impresión. Pensé que me iba a gustar menos.
Gracias por pasarte!