Primeras Impresiones: Jinx
Parece una caja grande, pero no… |
Hará algunos meses que inauguré la sección de primeras impresiones con una pequeña entrada sobre Dixit Odyssey, que tuve la oportunidad de probar en casa mi amigo Jorge. Como comentaba en aquella entrada, tenía ciertos prejuicios sobre la saga Dixit que me tiraba un poco para atrás a la hora de querer probar el juego. Pero entre la gran cantidad de reseñas positivas existentes en la red y la buena aceptación entre mi grupo de amigos de Sevilla, decidimos darle una oportunidad. Y fue una gratísima sorpresa. Tanto, que de ser un juego que no tenía considerado pasó a engrosar mi wishlist de la BGG. Pero claro, soy muy reacio a comprarme juegos que ya tienen mis colegas, salvo que le vaya a dar mucho uso con otros grupos.
En estas que Sandra descubrió navegando Jinx, que pertenece a la familia Dixit, pero le da una vuelta de tuerca a la mecánica. Además a un precio muy competitivo, por lo que nos lanzamos a por él. Lo reunía todo: buenas críticas, buen precio, diseño interesante, mecánica lo suficientemente diferente para considerar adquirirlo a pesar de que mis colegas ya tuviesen un Dixit.
Y la verdad es que no nos ha decepcionado. Para los que no conozcáis Dixit, comentar que la mecánica básica consiste en cada turno le va tocando a un jugador ser el narrador, cuya labor es coger una de las cartas de su mano y ofrecer una descripción más o menos exacta (en función de lo que le interese) y coloca dicha carta bocabajo en la mesa. A continuación, el resto de jugadores deben elegir una carta de su mano que más o menos se adecúe a la descripción que el narrador acaba de realizar. Finalmente, se desvelan todas las cartas (barajándolas previamente) y los jugadores que no son el narrador votan por aquella que creen que es la que el narrador colocó en la mesa. El objetivo del narrador es que acierten su carta el menor número de jugadores posible, pero nunca ninguno (en este caso pierde puntos), por lo que debe realizar una descripción lo suficientemente ambigua de su carta para que dé pie a que el resto de jugadores coloquen cartas que le permitan obtener puntos.
Bien, ¿cómo modifica Dixit Jinx esto? De entrada, ningún jugador tiene mano de cartas, sino que se coloca una pequeña matriz de tres por tres en la mesa de cartas. Por otro lado, el jugador narrador recibe nueve cartas, cada una indicando una de las nueve cartas de la mesa. De estas nueve, el narrador roba una y esa es la que debe describir. El objetivo es el mismo, intentar que acierten su carta, pero en el menor número posible de jugadores. Para ello cuenta con la ventaja de que ve las nueve posibles cartas que pueden elegir los jugadores. Dando una descripción ambigua que dé pie a dudar entre varias cartas será la jugada ideal.
No digas piscina, no digas piscina… -¡Piscina! |
En este caso los puntos son las propias cartas. Y hay que ser rápido, pues solo uno del resto de jugadores puede ser el ganador en cada ronda. Una vez que el narrador ofrezca la descripción, deberán lanzarse a señalar rápidamente que carta creen que es la que ha descrito. En caso de que dos jugadores coloquen el dedo a la vez en la misma carta, se considerará primero a aquel que diga –Jinx-. El jugador que más rápido acierte la carta, se la lleva a su montón de puntos. Cada carta que los jugadores señalen de forma incorrecta, pasarán a formar parte del mazo de puntos del narrador. Pero si ninguno acierta su carta, el narrador deberá devolver dos de sus cartas al mazo.
Como veis, una vuelta de tuerca interesante, que le añade la rapidez mental y la agilidad a un juego ya de por si interesante. Además, cambia los dibujos superdetallados por cartas con imágenes ambiguas, casi todas con formas geométricas. De hecho parece un test de Rorschach, y a lo largo de la partida piensas que más de uno tendría que ir a un psiquiátrico.
Aunque el verano ya está acabando, un gran juego piscinero, que ocupa muy poco espacio y que además lleva firma española. ¿Qué más se puede pedir?
Una sorpresa muy agradable por poco más de 10 euros. Lo mejor… lo que cada uno puede llegar a ver en cada carta…todos locos! 😛
De psiquiátrico total! 😛