Reseña: Vence 2

Introducción

Un juego de cartas simultáneo donde creas cifras con 2 cartas de dígitos. Tus números pueden permitirte tomar cartas nuevas, ¡dándote más oportunidades de continuar la partida! ¿Podrás vencer a tus rivales?

Así se nos presenta Vence 2, un diseño de Florian Racky (Haleakala, Desperados). Publicado por primera vez en 2025 por Blue Orange en una edición multilenguaje. Del diseño gráfico se encarga Jens Wiese (El Valle de la Eternidad, Jump Drive, Fog of Love).

Se encuentra publicado en España por Mebo Games, aunque el juego es completamente independiente del idioma. Permite partidas de 2 a 6 jugadores, con una edad mínima sugerida de 7 años y una duración aproximada de 15 minutos. El precio de venta al público es de 14,95€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español de Mebo Games, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.

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Contenido

Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 9,6×15×4 cm. (caja rectangular pequeña similar a Tichu), encontramos los siguientes elementos:

• 108 Cartas (41×83 mm.)
• Carta de Referencia
• Reglamento

Mecánica

Vence 2 es un diseño de cartas donde cada jugador debe formar números de dos dígitos cada ronda para mantenerse en el juego y obtener más cartas. Al comienzo de cada ronda, los jugadores, de forma simultánea, pasan una carta al jugador de su izquierda y recogen una del jugador de su derecha. Inmediatamente después, forman un número de dos dígitos usando dos cartas de su mano escogidas en secreto y de forma simultánea que sea mayor que la cifra formada por las dos últimas cartas jugadas. Una vez han escogido valores, los jugadores revelan las cartas y las colocan bocarriba sobre sus números anteriores. Finalmente, cada jugador roba una carta por cada uno de los siguientes criterios que cumpla: tener el número más alto entre todos los jugadores, haber jugado cartas con el mayor número de estrellas, haber formado un número con dos dígitos idénticos, o haber completado una secuencia de tres cartas del mismo color (en las decenas y/o en las unidades, robando dos cartas si completa dos secuencias una en cada cifra). El no poder pasar una carta o formar un número mayor en una ronda provoca la eliminación inmediata. El juego termina cuando solo queda un jugador, quien se proclama vencedor, o si todos los jugadores restantes se eliminan a la vez, ganando en ese caso el que más cartas tenga en la mano.

Conceptos Básicos

El único concepto del juego son las Cartas. Estas muestran valores numéricos entre el 1 y el 9, con un color de fondo de tres posibles (celeste, verde o fucsia). Algunos valores muestran el color de fuente en amarillo y tienen asociadas una, dos o tres estrellas. Los jugadores recibirán un determinado número de cartas al comienzo de la partida y estas serán jugadas en pareja formando una cifra de dos dígitos, de forma que la carta que se juegue a la izquierda corresponderá a las decenas y la carta que se juegue a la derecha corresponderá a las unidades. La única regla a cumplir en cada turno es que cada cifra que un jugador componga debe ser estrictamente superior a la cifra compuesta en el turno anterior. La clave es poder jugar dos cartas en cada turno. En caso de no poder, el jugador quedará eliminado.

Para no ser eliminado será fundamental conseguir nuevas cartas. Para ello disponemos de una Carta de Referencia que indica las cuatro vías por las que un jugador puede conseguir cartas, que son: tener la cifra más alta de todas las jugadas, tener más estrellas que cualquier otro jugador entre las cartas jugadas en la última cifra, haber jugado dos dígitos iguales o haber jugado en una misma columna (decenas y/o unidades) tres cartas del mismo color.

Con esto tenemos suficiente.

Preparación de la Partida

1. Se barajan todas las cartas bocabajo y se reparten 9 cartas a cada jugador.
2. Se colocan las cartas restantes en una pila bocabajo en el centro de la mesa.
3. Se coloca a un lado la carta de referencia.

¡Ya podemos comenzar!

Desarrollo de la Partida

Una partida de Vence 2 se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de rondas. Cada ronda se compone de tres fases consecutivas que todos los jugadores resuelven de forma simultánea.

En cada ronda, los jugadores deben proceder de la siguiente forma:

1. Pasar una Carta. Todos los jugadores escogen una carta de su mano y la pasan al jugador sentado a su izquierda.
2. Formar una Cifra. Ahora, cada jugador elige 2 cartas de su mano y las coloca boca abajo frente a él para formar un número de dos dígitos. La carta de la izquierda representa las decenas y la de la derecha las unidades.
3. Revelar. Cuando todos hayan escogido sus cartas, estas se voltean simultáneamente. Y las colocan en su zona de juego. En la primera ronda, se puede formar cualquier número, pero en las rondas posteriores, el jugador debe formar obligatoriamente un número mayor al que jugó en la ronda anterior. Las nuevas cartas se colocan sobre las anteriores, desplazándolas ligeramente hacia arriba para dejar visibles los números previos. Si un jugador no es capaz de formar un número válido (mayor al anterior), queda eliminado de la partida inmediatamente.
4. Robar Cartas. El número recién formado permite al jugador robar nuevas cartas del mazo según el cumplimiento de cuatro criterios específicos. Un jugador puede cumplir múltiples criterios y robar varias cartas en una misma ronda. Los criterios son:
   • Número más alto. Si el jugador posee el número más alto de la mesa, roba 1 carta. En caso de empate, todos los jugadores empatados con el número más alto roban 1 carta.
   • Mayoría de estrellas. Si las cartas jugadas muestran más estrellas que las de los oponentes, el jugador roba 1 carta. En caso de empate, los implicados roban 1 carta cada uno. Si ninguna carta jugada tiene estrellas, nadie roba por este criterio.
   • Dígitos idénticos. Si el jugador ha formado un número con dos dígitos iguales (ej. 22, 55), roba 1 carta.
   • Completar secuencia de color. Si el número formado completa una secuencia de 3 cartas del mismo color en una columna (ya sea en la columna de decenas o en la de unidades), el jugador roba 1 carta (se pueden robar 2 cartas, una por cada columna). Nota: colocar una cuarta carta del mismo color no otorga carta extra, sino que formará la primera carta de una nueva secuencia. Si es necesario robar y el mazo está vacío, se barajan las cartas de los jugadores eliminados y las cartas de los jugadores activos (dejando solo las 5 últimas de cada columna en juego), se barajan y se forma un nuevo mazo de robo.

Tras esto, los jugadores que no tengan dos cartas en mano quedan eliminados. Los jugadores eliminados dejan de actuar en las siguientes rondas.

Fin de la Partida

La partida finaliza inmediatamente cuando solo queda un jugador no eliminado. En el caso de que dos o más jugadores sean eliminados en el mismo instante y sean los últimos en ser eliminados, ganará el jugador con más cartas en mano. En caso de empate, se comparte la victoria.

Opinión Personal

Los juegos de bazas han ganado tremenda popularidad durante los últimos años. Pero los llamados «juegos de escalera» no se han quedado atrás. Llamándolos por este nombre tal vez no los reconozcáis, pero en cuanto os enumere los aspectos esenciales de este tipo de juego se os vendrán un sinfín de títulos a la cabeza.

Un juego de escalera es aquel que suele ser un juego de cartas en el que, en cada turno, el jugador activo debe utilizar una carta o combinación de cartas que, cumpliendo las restricciones impuestas por el diseño, sea superior a una combinación anterior. Lo habitual en este tipo de juegos es intentar poder jugar siempre y/o ser el primero en quedarse sin cartas.

El máximo exponente es, al menos para mí, Tichu (aquí su tochorreseña), aunque hay otros buenos juegos que encajan en esta categoría como pueden ser Odin (aquí su tochorreseña) o, más recientemente, Happy Mochi (aquí su tochorreseña). Y justamente este último me viene muy bien para hablar del juego que hoy nos ocupa.

Procedamos, pues, a ver qué nos propone Vence 2, un título un tanto críptico pero que cobra sentido en cuanto se nos explica cómo funciona. Pero antes, toca dar las gracias a Mebo Games por la cesión de la copia que posibilita la parrafada que ya lleva un rato iniciada.

Vence 2 es un juego de cartas en el que el objetivo es el opuesto al habitual en los juegos de escaleras, esto es, intentar no quedarse sin cartas en la mano, ya que si un jugador acaba una ronda con una o ninguna carta en su mano, quedará eliminado de la partida. Así que hay que intentar mantener el mayor número de cartas en mano como sea posible.

Al comienzo de la partida los jugadores reciben nueve cartas. En cada turno los jugadores van a escoger simultáneamente dos de esas cartas en mano para formar una cifra. Así, la carta que coloquen a la izquierda corresponderá a las decenas y la carta que coloquen a la derecha corresponderá a las unidades.

Es un juego de escalera porque la única restricción a la hora de jugar las cartas es que la cifra que conformen las dos cartas jugadas debe ser estrictamente superior a la cifra conformada por la anterior pareja de cartas, con la excepción obvia del primer turno, que se puede jugar cualquier cifra al no haber una jugada anterior.

¿Y cómo vamos a conseguir no quedarnos sin cartas? Pues porque, una vez todos los jugadores revelan sus cartas, algunos jugadores robarán nuevas cartas del mazo si cumplen ciertas condiciones. Así, el jugador o jugadores con el mayor valor en juego robarán una carta, el jugador o jugadores con mayor número de estrellas entre sus dos cartas robarán una carta, si ha utilizado dos cartas iguales robará una carta o también robará una carta si ha jugado en una misma posición (decenas y/o unidades) tres cartas consecutivas de un mismo color.

Y así hasta que solo quede uno o, en una misma ronda, los jugadores restantes no puedan jugar. Pero antes de escoger las dos cartas habrá un pequeño intercambio en el que cada jugador pasará al jugador de su izquierda una carta de su mano, recibiendo otra del jugador de su derecha.

Como veis, el juego no tiene mucho misterio, pero encierra más enjundia de lo que podría parecer. Y es que es de esos diseños que generan una tensión constante en el jugador al obligarle a escoger entre ser conservador o forzar la maquinaria. Por un lado, interesaría no pegar muchos saltos a nivel numérico, ya que jugar un valor muy alto pronto acortará el número de cifras válidas y, por tanto, nos acercará al final.

Por ejemplo, si algún temerario juega como primera cifra un 90, pues ya solo le quedarán nueve cifras para poder seguir jugando. Cada una de esas cifras que se salte (normalmente porque se vea obligado al no disponer de las cartas adecuadas), será un paso más hacia su eliminación.

Pero claro, ser muy conservador intentando jugar siempre el valor más bajo tal vez no es la estrategia más inteligente, porque Vence 2 se comporta como un juego de desgaste. Cada turno en el que no logremos robar al menos dos cartas será un turno que estaremos más cerca de quedar eliminados, porque cuantas menos cartas tengamos en mano, menor será nuestro margen de maniobra a la hora de componer una cifra.

Sí puede ser una opción interesante jugar un valor no muy alto, pero sí suficientemente alto como para forzar a los rivales a jugar de forma más agresiva, ya que si un jugador pone una cifra muy alta pronto, obligará a los demás a elevar el listón si no quieren que ese jugador esté robando una carta de forma continuada simplemente por haber comenzado su ascensión en una cifra más alta.

Pero con una carta no basta, y conseguir una segunda carta ya no es tan sencillo. La segunda vía más directa es la mayoría de estrellas, pero claro, ahí dependemos de tener las cartas adecuadas en el turno apropiado y que no haya un jugador que acumule más estrellas en la misma jugada.

Ya las otras dos vías para robar no dependen del resto de jugadores, ya que se activarán si logramos conformar una secuencia o jugar una pareja de dígitos iguales. O bueno, sí que depende ligeramente, ya que los jugadores tendrán que poner un ojo en qué cartas lleva jugadas nuestro vecino de la izquierda para no pasarles una carta que le venga bien.

Por ejemplo, si está componiendo cifras en la decena de los cincuenta, pues lo interesante es pasarle una carta que solo pueda utilizar en las unidades, esto es, una carta comprendida entre el uno y el cuatro. O si las últimas cartas que ha jugado en sus columnas son de color verde y rosa, pues convendrá pasarle una carta azul para que, en caso de que el valor le interese, se vea obligado a reiniciar la secuencia de la columna en la que la juegue.

Me gusta mucho la sensación de patata caliente a medida que las cifras van engordando. La gestión de la mano es crucial y hay que intentar hacer una proyección de en qué momento vamos a utilizar cada carta. Es cierto que el azar tiene mucho que decir, porque cada vez que nuestra mano sufra un cambio, probablemente nuestra planificación se vea alterada.

Por todo esto Vence 2 me parece un filler bastante majo y que genera una dinámica relativamente distinta dentro de los juegos de escalera, ya que, en este caso, el progreso es en un único sentido. Otro juego muy parecido en cuanto a premisa es The Last One, aunque en este no hay que conformar dígitos ni pasar cartas.

El juego escala aceptablemente bien, ya que a pocos jugadores hay más control en cuanto a las cartas que se pasan, mientras que a muchos jugadores hay un punto de caos muy divertido, ya que los saltos en las cifras pueden sorprender a más de uno en busca de una carta salvadora.

Sale muy bien a mesa ya que las partidas son ágiles y divertidas, por lo que de rejugabilidad va bien servidor. Es cierto que la variabilidad es nula y únicamente el impacto del azar a la hora de repartir y robar cartas influirá a la hora enfocar la partida de una forma u otra (más las decisiones de los rivales, obviamente).

Pasemos a la producción. Nos encontramos con unos acabados bastante interesantes, con cartas de muy buen gramaje, textura lisa y una respuesta elástica más que decente. La hoja de referencia es grande y todos los jugadores pueden consultarla con facilidad. El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas.

En cuanto al diseño gráfico, nos encontramos con un acabado funcional, con unos pequeños patrones asociados al color (semicircunferencia para las azules, ondas para las fucsia y triángulos para las verdes). No es que genere un gran impacto visual, pero, a pesar de ser un número con algunos detalles, la realidad es que queda bien en mesa.

Y vamos cerrando. Vence 2 es un juego de escaleras que genera una dinámica de carrera de fondo, donde lo importante no es ser el primero en quedarse sin cartas, sino todo lo contrario, intentando poder jugar una nueva pareja de cartas. La disyuntiva constante entre intentar jugar la cifra más baja para no perder margen de maniobra o jugar una cifra bastante más alta para ponernos primero genera bastante tensión. Y el detalle de pasar una carta a un jugador vecino añade un punto de interacción que tiene más impacto del que aparenta. No va a romper los esquemas de nadie, pero funciona más que bien. Por todo esto le doy un…