Detalle Puja Secreta

Reseña: Puerto Banana

Introducción

¡Ha llegado el momento que llevabas esperando todo el año! Los muelles de Puerto Banana están repletos de cajas de plátanos recién cosechados y querrás partir con el carguero lleno a reventar. Tendrás que usar la astucia y tal vez dejar la precaución a un lado para superar a tus oponentes y acabar la partida como rey o reina de los plátanos.

Portada
Portada

Así se nos presenta Puerto Banana, un diseño de Mads Emil Christensen (Hard to Get, 20 Bucks for That?!). Publicado por primera vez en 2024 por Blue Orange en una versión multilenguaje. De las ilustraciones se encarga Simon Douchy (Pistas Cruzadas, Wonder Woods, Block Ness).

Se encuentra publicado en español por Blue Orange (el juego es completamente independiente del idioma). Permite partidas de 2 a 6 jugadores, con una edad mínima sugerida de 10 años y una duración aproximada de 15 minutos. El precio de venta al público es de 15,99€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión multilenguaje de Blue Orange.

Contraportada
Contraportada

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.



Contenido

Dentro de una caja de cartón de una pieza con tapa imantada, de dimensiones 18×11×4 cm. (caja rectangular pequeña similar a Ciudadelas), encontramos los siguientes elementos:

  • 6 Tableros de Carguero (de cartón)
  • 6 Rotuladores (de plástico)
  • Tablero de Contenedor de Plátanos (de cartón)
  • Reglamento
Contenido
Contenido

Mecánica

Puerto Banana es un filler de subasta en el que el objetivo es ser quien haya acumulado más plátanos cuando uno o más jugadores acumulen al menos 200 plátanos. Cada jugador comienza con 10 plátanos que anota en su tablero personal. Al comienzo de cada ronda se colocará en un contenedor una cantidad de plátanos igual a la más alta que tenga un jugador en su tablero (inicialmente 10). Ahora, los jugadores hacen una apuesta ciega simultanea por cualquier cantidad de plátanos. Una vez todos hayan anotado una cantidad, revelarán sus tableros. El jugador que más plátanos haya apostado ganará los plátanos del contenedor, pero, tras esto, deberá pagar al segundo jugador con mayor postor la diferencia entre las apuestas. En el caso de que la suma de los plátanos que tenía más los que ha obtenido fuese inferior a la diferencia, ese jugador pierde todos sus plátanos y no es tenido en cuenta para el reparto. El resto de jugadores ni ganan ni pierden plátanos.


Conceptos Básicos

Empecemos por el Contenedor de Plátanos. En este contenedor se anotará la cantidad de plátanos por la cual los jugadores pujarán en cada ronda de juego.

Tablero de Contenedor de Plátanos
Tablero de Contenedor de Plátanos

Los jugadores pujarán con sus propios plátanos, los cuales tendrán escritos su Tablero de Carguero, que tiene una zona inferior con forma de plátano para escribir la reserva de plátanos del jugador y en la parte superior un recuadro blanco en el que los jugadores escribirán sus pujas. La clave del juego es que el mayor postor no pagará su puja, sino la diferencia de su puja respecto a la del segundo mayor postor, teniendo en cuenta que este pago se realizará tras recibir los plátanos del carguero.

Tableros de Carguero
Tableros de Carguero

Con esto tenemos suficiente.


Preparación de la Partida

  1. Se coloca el tablero de contenedor de plátanos en el centro de la mesa y se escriben un 10 en su interior.
  2. Cada jugador recibe un tablero de carguero y un rotulador, escribiendo en la zona del plátano también un 10.

¡Ya podemos comenzar!

Partida Preparada
Partida Preparada

Desarrollo de la Partida

Una partida de Puerto Banana se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de rondas. En cada ronda se resuelve de forma simultánea, con todos los jugadores ofreciendo una puja secreta en plátanos para intentar ganar los plátanos que se encuentran en el contenedor.

Una vez todos los jugadores han escrito en sus respectivos tableros de carguero una cantidad de plátanos, se revelan todos los tableros de cargueros y se resuelve la subasta de la siguiente forma:

  • Se empieza por el jugador que ofreció la mayor cantidad de plátanos. Este jugador debe ser capaz de pagar su puja, que consistirá en la diferencia entre su puja y la siguiente de mayor cantidad. Para pagar esta puja el jugador puede contar con los plátanos que hay en el carguero, esto es, que si la diferencia es igual o inferior a la suma de los plátanos en el carguero y los plátanos que posee el jugador en su contenedor, entonces este jugador será el ganador de la puja y pagará al jugador que ofreció la mayor puja la diferencia.
  • Si la diferencia entre ambas pujas es superior a la suma de plátanos que el jugador tiene en su reserva y los plátanos del carguero, entonces dicho jugador no tendrá capacidad para pagar su puja y es eliminado de la subasta. Perderá todos sus plátanos y dejará de ser tenido en cuenta para evaluar qué jugador ofreció la mayor puja, procediéndose de nuevo con el jugador con la siguiente mayor puja. Como excepción, en partidas a dos jugadores el jugador que no pueda pagar su puja no pierde sus plátanos.
  • Si más de un jugador ha ofrecido la misma siguiente mayor puja, el pago del jugador que ganó la subasta se reparte equitativamente entre esos jugadores (redondeando hacia abajo).
  • Si todos los jugadores menos uno son eliminados, el jugador no eliminado se quedará con todos los plátanos del carguero.
  • Si dos o más jugadores han ofrecido la misma cantidad y es la mayor puja en algún momento, estos jugadores se reparten los plátanos del carguero (redondeando hacia abajo) sin pagar a ningún otro jugador.

La ronda finaliza una vez se ha resuelto la puja. Se borra la cantidad de plátanos del carguero y se escribe la cantidad de plátanos que tenga el jugador con más plátanos en este momento, comenzando una nueva ronda.


Fin de la Partida

El final de la partida se alcanza cuando al menos uno de los jugadores ha acumulado 200 o más plátanos al final de una ronda. El jugador con más plátanos será el vencedor. En caso de empate, los jugadores comparten la victoria.


Opinión Personal

Reiner Knizia es un maestro de las subastas y uno de sus diseños más famosos, Modern Art (aquí su tochorreseña) es una especie de «juegos de subastas reunidos», ya que engloba una interesante cantidad de tipos de subastas. Modern Art fue publicado en 1992, hace ya más de treinta años y daba la impresión de que teniendo una copia de este diseño casi que te bastaba para cubrir gran parte del género.

Pero en 2017 Gavin Birnbaum se sacó de la chistera Q.E. (aquí su tochorreseña), en el que implementaba un concepto tremendamente interesante y que realmente está muy presente en el mundo bursátil (al menos en cierto sentido) como es el de las operaciones en corto, esto es, vender un activo que no se posee. Pero ya que lo menciono para quienes no lo conozcan, una operación en corto es pedir prestado a algún agente económico un activo para venderlo inmediatamente en el mercado ante la expectativa de que su valor baje y, cuando baje, comprarlo para devolvérselo a su dueño, obteniendo la diferencia como ganancias.

En Q.E. no hacíamos exactamente esto, pero sí que pujábamos con un activo que realmente no teníamos. Una especie de dinero ficticio que modulaba las subastas pero que, al final de la partida, si había que tener en cuenta, ya que el jugador que más gastase quedaría excluido en el recuento final. La idea era una genialidad, pero es cierto que lo que la rodeaba tal vez no llegaba al mismo grado de excelencia, siendo aun así un juego muy recomendable.

Detalle Puja
Detalle Puja

El juego que hoy nos ocupa viene a tomar como punto de partida esa idea genial y, en vez de complementarla con elementos adicionales, prácticamente la deja desnuda. Vamos a ver si esta simplificación máxima hace de Puerto Banana un juego divertido o, por el contrario, acaba resultando demasiado descafeinado.

En Puerto Banana los jugadores compiten por acumular la mayor cantidad de plátanos posibles. En cada ronda se va a subastar una determinada cantidad de plátanos que, por norma general, será mayor en cada ronda. Los jugadores pujarán mediante pujas ciegas (escribiendo de forma simultánea y en secreto) ofreciendo cualquier cantidad de plátanos. ¿Cualquier cantidad? Cualquier cantidad.

Y es que, independientemente de cuantos plátanos tenga cada jugador en una ronda concreta, la puja no estará directamente ligada a la cantidad de plátanos que tenga al comienzo de la misma. ¿Entonces? Pues aquí es donde se implementa el mismo concepto que en Q.E. ya que la cantidad ofrecida por el mayor postor tendrá un valor relativo y no absoluto.

¿Relativo a qué? A la segunda mayor puja que se ofrezca. Así, la clave del juego está en una especie de Precio Justo psicológico en el que los jugadores intentan intuir cuantos plátanos van a pujar sus rivales para poner una puja por encima pero que esté lo más cercana a la segunda para así pagar la mínima cantidad.

Me parece una idea tremenda sobre todo porque la dinámica que se genera es pura especulación entre los jugadores. Cada uno irá haciendo sus estimaciones y ofrecerá pujas que irán variando con el paso de las rondas. Lo normal es que estas pujas sean alcistas, tomándose como referencia el último postor. Pero claro, hay que andar con cuidado porque los jugadores discutirán entre rondas y se puede intentar «cooperar» con otros para intentar engañar al que vaya ganando.

No es nada descabellado que, si un jugador está destacado, el resto de jugadores digan de forma abierta que van a pujar muy poco respecto a lo que se venía pujando en rondas anteriores para así generar incertidumbre en ese jugador en cabeza, ya que si puja demasiado puede llegar a perder toda esa ventaja.

Detalle Cargueros
Detalle Cargueros

Me gusta también esa dinámica de bola de nieve por la cual en cada ronda hay tantos plátanos a subasta como cantidad de plátanos tenga el jugador que está en cabeza, lo que permite que incluso el jugador que está claramente descolgado se ponga en primera posición si logra dar con la puja exacta para ofrecer un plátano más que el segundo jugador.

Uno de los defectos que le encuentro es que, aunque lo que acabo de comentar es una opción viable, implica poner de acuerdo a muchos jugadores para que actúen de una misma forma, llegando el sistema a comportarse como un problema de dilema del prisionero en el que los cada uno tienda a pensar primero en ellos mismos antes que en el colectivo, porque, al fin y al cabo, un jugador se va a llevar todo el lote.

Esta opción es tanto más factible cuanto menos jugadores haya en la partida. Pero, como es obvio, el juego resulta más divertido cuantos más participantes tengamos en la mesa. Y, aunque el juego admita solo hasta seis personas, potencialmente podría ser jugador por una cantidad infinita de participantes (bastaría con que tuviesen un lápiz y un papel o usar su móvil como pizarra para pujar. De hecho, para probar el juego no hace falta ni tener una copia). Ideas locas a un lado, creo que entre cuatro y seis funciona muy bien y es un filler muy apañado.

De rejugabilidad creo que va muy bien servido porque las partidas duran un suspiro y se puede jugar en cualquier parte al únicamente necesitar espacio para colocar el contenedor de plátanos. Está claro que no es un juego para abusar de él porque puede resultar repetitivo, pero es difícil echar solo una partida. Además que es de esos juegos que se lo puedes sacar a cualquier por su sencillez conceptual.

Con todo, creo que le habría venido muy bien algún elemento adicional, como algún tipo de evento que añadiese una pequeña regla en cada subasta para elevar la variabilidad entre las partidas. No sé, ideas como que en una ronda solo se pueda pujar con números primos, que solo se puedan hacer pujas múltiplos de diez o con números triangulares. Algo que fuese opcional pero añadiese una ligera capa más para redondear el diseño.

Detalle Puja
Detalle Puja

Pasemos a la producción. Nos encontramos con una caja con cierre magnético que tiene el tamaño casi justo para todos los componentes (no habría estado mal que fuese un poco menos alta). Los tableros pizarra tienen una capa plastificada para poder escribir y borrar con comodidad. Los rotuladores borrables son los típicos que se incluyen en estos juegos, por lo que hay que hacerse con algunos de repuesto a poco que se le de uso al juego. El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas.

A nivel artístico me parece destacable que con tan pocos componentes se haya conseguido un aspecto visual atractivo. Me encantan los tableros banana que simulan barcos y que cada uno sea distinto. Y la caja me parece muy elegante, transmitiendo de forma sutil lo que propone el juego.

Y vamos cerrando. Puerto Banana me parece una simplificación al máximo de esta idea tan interesante como es la de pujar con intangibles. Es cierto que en este juego al final sí que se acaba pagando, pero el coste de cada subasta será relativo y dependerá de la diferencia entre las dos máximas pujas. Como estas pujas son ciegas, se genera una dinámica alcista en la que cada vez se ofrecen más y más plátanos, dándose situaciones que rozan el surrealismo. Es cierto que existe la opción de discutir e intentar poner de acuerdo a los jugadores para dejar en fuera de juego al jugador que vaya en cabeza, pero al final es algo complicado de hacer y la partida se acaba resumiendo en intentar intuir cual es la mejor puja y no pasarse en demasía. Es ágil, es rápido, se puede jugar en cualquier lado y resulta muy divertido. Y, aunque suelo valorar muy positivamente la elegancia en los juegos, en este caso creo que sí que hace falta algún elemento más para haber llegado a la gloria. Por todo esto le doy un…

Notable

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