Reseña: Drácula vs. Van Helsing
Introducción
Una vez más, Drácula ha llegado a Whitby, Inglaterra, y ha comenzado a atacar a los inocentes habitantes de la ciudad. Su única esperanza recae en Van Helsing, el famoso cazador de vampiros, que lleva siguiendo la pista a su archienemigo desde hace mucho tiempo. La batalla final será esta noche. ¿Derrotará Van Helsing a Drácula antes de que el Señor de los Vampiros convierta a toda la población de Whitby en criaturas de la noche?
Así se nos presenta Drácula vs. Van Helsing, un diseño de Maxime Rambourg (The LOOP, The Big Boog of Madness, Mind Up!) y Théo Rivière (Sea Salt & Paper, Draftosaurus). Publicado por primera vez en 2023 por Mandoo Games en una versión en inglés y coreano. De las ilustraciones se encarga Weberson Santiago (Coup, La Posada Sangrienta, Sail).
Se encuentra publicado en español por Maldito Games en una versión en español (el juego es completamente independiente del idioma). Permite partidas a 2 jugadores, con una edad mínima sugerida de 10 años y una duración aproximada de entre 20 y 45 minutos. El precio de venta al público es de 20€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español de Maldito Games, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 21,5×13,5×3,5 cm. (caja rectangular pequeña similar a Blueprints), encontramos los siguientes elementos:
- Tablero de Aldea (de cartón)
- Tablero de Prioridad (de cartón)
- Marcador de Barco (de madera)
- 20 Fichas de Aldeano a doble cara (de cartón)
- 4 Fichas de Color (de cartón)
- 12 Fichas de Punto de Salud (de cartón)
- 32 Tarjetas (de cartón)
- 2 Soportes para Tarjetas (de madera)
- Reglamento
Mecánica
Drácula vs. Van Helsing es un juego para dos en el que cada contendiente tomará el control de uno de los dos personajes clásicos de la novela de Bram Stoker. La partida se desarrolla a lo largo de un máximo de cinco rondas en las cuales los jugadores alternan turnos robando una tarjeta del mazo y decidiendo qué hacer con ella (descartarla directamente o cambiarla por una de las tarjetas que el jugador tiene en su mano, siendo esta la que se descarte). La tarjeta descartada aplicará una acción sobre una de las manos de los jugadores. Estas manos no podrán manipularse de otra forma, ya que cada tarjeta apuntará a un distrito de la ciudad en la que hay cuatro aldeanos. El final de la ronda se puede detonar una vez se han jugado al menos seis turnos entre ambos jugadores. Un jugador puede renunciar a su turno para cerrar, dándole una oportunidad a su rival, o se puede finalizar directamente al aplicar el efecto de una tarjeta. Al final de la ronda los jugadores compararán una a una las tarjetas que apuntan a cada distrito. Habrá un palo triunfo que ganará a cualquier tarjeta que no sea de dicho palo. En caso de que ninguna sea del palo triunfo, ganará la más alta y, en caso de empate, se aplicará una prioridad establecida en un pequeño tablero. Si en un distrito gana Drácula, convertirá en vampiro a uno de los aldeanos, mientras que, si gana Van Helsing, le asestará un estacazo, reduciendo la vida del vampiro en una unidad. La partida la ganará Van Helsing si deja sin vida a Drácula, mientras que Drácula ganará si convierte en vampiro a todos los aldeanos de un distrito o se completan las cinco rondas manteniéndose con vida.
Conceptos Básicos
Empecemos por el Tablero de Aldea. Éste muestra cinco barrios, identificados por un conjunto de puntos en el centro de cada uno de ellos (de 1 a 5 puntos) indicando el orden en el que se resolverán los barrios al final de cada ronda. En la zona inferior derecha tenemos un track de progreso con cinco posiciones sobre el que progresará un marcador con forma de barco.
Sobre cada uno de estos barrios se colocarán cuatro Fichas de Aldeano. Estas fichas muestran dos caras. Por un lado, con fondo verde oscuro, tenemos la cara de aldeano humano. Por el reverso, con fondo rojo, tenemos la cara de aldeano convertido en vampiro. El objetivo de Drácula es intentar convertir en vampiro a todos los aldeanos de un barrio.
Por otro lado, el objetivo de Van Helsing es intentar acabar con la vida de Drácula. Esta se representa con doce Puntos de Vida que el vampiro irá perdiendo a medida que Van Helsing consiga superarle en un barrio. De lo contrario, en dicho barrio Drácula convertirá en vampiro a un aldeano.
Para determinar quién domina en un determinado barrio se utilizarán las Tarjetas. Estas conforman un mazo en el que encontraremos cuatro palos (con un color y un símbolo representativo) y valores comprendidos entre 1 y 8. A su vez, cada valor tendrá asociada una acción que se ejecutará al descartar la carta. Estas cartas se colocarán en un soporte que tendrá cada jugador, de forma que cada carta apuntará a uno de los barrios, de forma que, al final de la ronda, los jugadores compararán las dos cartas (una cada uno) que tienen apuntando a un determinado barrio.
Para determinar qué carta vence a la hora de compararlas en un determinado barrio se utiliza el Tablero de Prioridad y Fichas de Color. Este tablero se coloca junto al tablero de aldea y, sobre él, se colocan las cuatro fichas de color formando una hilera de tres y una cuarta ficha que se colocará sobre ella. La ficha aislada determinará el palo ganador, de forma que cualquier tarjeta de ese palo ganará a cualquier tarjeta de otro palo. Si ninguna tarjeta pertenece al palo ganador, entonces ganará la tarjeta de mayor valor, recurriendo al orden de prioridad indicado en la hilera en caso de coincidir en valor. Los jugadores tendrán opción de alterar la distribución de fichas mediante una acción.
Con esto tendríamos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se coloca el tablero en el centro de la mesa.
- Se colocan las fichas de aldeano por su cara humana, cuatro en cada distrito.
- Se coloca a un lado el tablero de prioridad y se colocan las fichas de color de forma aleatoria sobre sus casillas.
- Se coloca el marcador de ronda en la primera casilla del track de progreso.
- Se mezclan las tarjetas y se forma una pila con ellas.
- Cada jugador recibe un soporte para tarjetas y roba cinco tarjetas, colocándolas una a una de izquierda a derecha en su soporte.
- Los jugadores se reparten los roles. El jugador que escoja jugar como Drácula tomará las 12 fichas de puntos de vida y las colocará en su lado.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Drácula vs. Van Helsing se desarrolla a lo largo de un máximo de cinco rondas. En cada ronda los jugadores alternarán turnos, comenzando por el jugador que controle a Drácula.
En cada turno, el jugador activo robará la siguiente tarjeta del mazo y deberá decidir si descartarla directamente o bien colocarla en la posición de otra tarjeta en su soporte, descartando la tarjeta que se encontrase en esa posición. Al colocar la tarjeta en la pila de descarte se aplicará el efecto de la misma.
Tras esto, el turno pasará al rival.
Alternativamente, y siempre que en la pila de descarte haya al menos seis tarjetas, el jugador podrá finalizar la ronda en curso anunciándoselo a su rival, quien dispondrá de un último turno. Una vez complete dicho turno, se procederá a evaluar la situación final. Los jugadores revelan su mano y se comprueba qué jugador gana en cada distrito (en orden ascendente). Se pueden dar las siguientes situaciones:
- Si ambos jugadores poseen una tarjeta del palo dominante, ganará el jugador con la tarjeta de mayor valor.
- Si solo un jugador posee una tarjeta del palo dominante, ganará el jugador con esa tarjeta del palo dominante, independientemente de sus valores.
- Si ambos jugadores poseen tarjetas que no pertenecen al palo dominante, ganará el jugador con la tarjeta de mayor valor.
- Si ambos jugadores poseen tarjetas que no pertenecen al palo dominante y ambas muestran el mismo valor, ganará el jugador cuya tarjeta tenga un palo de mayor prioridad.
Si la partida no finaliza en este momento, se procederá con el siguiente barrio.
Si se han resuelto los cinco barrios y la partida no ha finalizado, se procederá de la siguiente forma:
- Se avanza el marcador de ronda.
- Se toman todas las tarjetas, se mezclan y se vuelve a formar un mazo de robo.
- Cada jugador roba 5 tarjetas que coloca de una en una en su soporte, de izquierda a derecha.
- Las fichas de color en el tablero de prioridad y el estado de los aldeanos se mantienen de una ronda a otra.
Tras esto comenzaría una nueva ronda.
Los efectos de las tarjetas son:
- 1 El jugador debe revelar una tarjeta de su mano.
- 2 El jugador revela la siguiente tarjeta del mazo de robo.
- 3 El jugador le indica a su rival que revele una tarjeta de un barrio concreto de su mano.
- 4 El jugador permuta la posición de dos tarjetas en su mano.
- 5 El jugador repite turno.
- 6 El jugador permuta una tarjeta de su mano con la del mismo barrio de su rival.
- 7 El jugador permuta la posición de dos fichas en el tablero de prioridad.
- 8 Si hay al menos seis tarjetas en la pila de descarte, se puede descartar esta tarjeta y la ronda finaliza inmediatamente, procediéndose a la evaluación.
Si una tarjeta es revelada, mantendrá su estado hasta que sea descartada (no podrá volver a colocarse en un soporte).
Fin de la Partida
La partida finaliza inmediatamente tras evaluar un barrio si se cumple una de estas situaciones:
- Ganará Van Helsing si Drácula ha perdido todos sus puntos de vida,
- Ganará Drácula si ha convertido a todos los aldeanos de un mismo barrio.
Si no ocurre ninguna de las dos condiciones anteriores, la partida finalizará si se completa la quinta ronda, ganando Drácula si consigue mantenerse con vida.
Opinión Personal
En 2022 se publicó un filler que cayó como una bomba en el mundillo. De esos juegos que enganchan casi desde la primera partida, que escalan bien, que tienen una duración ajustada y, encima, un aspecto visual bastante peculiar y que, por lo general, ha gustado mucho. Si, estoy hablando de mi querido Sea Salt & Paper (aquí su tochorreseña) o, como ha traducido Tranjis en su edición en español, Océanos de Papel.
Es cierto que el autor más relevante de los responsables del juego con origamis de animales marino es Bruno Cathala, pero me ha puesto en el radar a Théo Rivière, que, hasta la fecha, lo tenía ubicado por ser uno de los muchos responsables de Draftosaurus (aquí su tochorreseña). Es cierto que tiene otros diseños, algunos llamativos como The LOOP (aunque no sea de los géneros que yo trabajo).
Ahora nos llega una propuesta peculiar en muchos aspectos como es este Drácula vs. Van Helsing, que seguramente muchos hayáis conectado con un filler de bazas para dos jugadores centrado en otro personaje de novelas victorianas como es Jekyll vs. Hyde (aquí su tochorreseña). Y, aunque hay ligeras similitudes, los juegos se diferencian bastantes. Vamos a ver qué es lo que propone esta nueva versión de la épica lucha entre el vampiro y el cazador, no sin antes agradecer a Maldito Games la cesión de la copia que posibilita la parrafada que ya ha dado comienzo.
En Drácula vs. Van Helsing, como ya supondréis, cada jugador va a tomar el papel de uno de los dos personajes protagonistas de la novela de Bram Stoker con el objetivo de toda la vida, esto es, Drácula quiere alimentarse y convertir en vampiros al populacho, mientras que el profesor busca la manera de acabar con la vida del chupasangre.
La mecánica principal del juego es una gestión de la mano de cartas (tarjetas en este caso, aunque por comodidad utilizaré la palabra cartas durante lo que resta de opinión) que estará conectada con un tablero de aldea en la que hay cinco barrios (una carta por barrio). Los jugadores van a alternar turnos alterando esta mano de cartas hasta que se detone el final de la ronda, momento en el que los jugadores irán por barrios la carta que tienen asociada al mismo.
El jugador con la carta de mejor valor aplicará el efecto correspondiente a su personaje, esto es, Van Helsing eliminará una de las vidas de Drácula y Drácula convertirá en vampiro a uno de los cuatro aldeanos del barrio correspondiente. Así barrio a barrio hasta haber evaluado los cinco.
La resolución del turno no puede ser más sencilla. El jugador activo roba la siguiente carta del mazo y decide si descartarla directamente o colocarla en la posición de alguna de sus cinco cartas y descartar la que se encontrase en dicha posición. Tras esto, se aplicará el efecto asociado a la carta descartada.
Por último queda mencionar el tema de los palos de las cartas. He dicho que no es un juego de bazas porque no se genera la dinámica habitual de los mismos, pero sí que tenemos un mazo con cuatro palos, de los cuales uno será considerado triunfo, de forma que cualquier carta de ese palo vencerá a cualquier carta de los otros tres palos. En caso de que ningún jugador tenga en el barrio que está siendo evaluado una carta del palo triunfo, entonces vencerá la de mayor valor, importando el palo al que pertenece únicamente en caso de que el valor sea el mismo, recurriendo a un orden de prioridad. Todo esto está reflejado en un pequeño tablero que indica qué palo es triunfo y cuál es el orden de prioridad para los otros tres palos.
Uno de los detalles que recuerda a Sea Salt & Paper es la forma en la que la ronda finaliza. Y es que, una vez que se han jugado un determinado número de turnos, el jugador activo tiene la opción de renunciar a su turno y darle la oportunidad al rival de jugar un último turno, tras el cual se procedería a la resolución. Hay dos vías alternativas para cerrar la ronda. Una es que se agote el mazo (poco habitual) y otra es que un jugador descarte una carta del valor más alto, cuyo efecto es cerrar la ronda sin darle opción al rival a jugar una última vez.
Obviamente la gracia del juego está en saber gestionar los efectos de las cartas, cuya potencia es directamente proporcional al valor de la misma. Así, una carta de valor 1 tiene el peor efecto de todos, ya que obliga al jugador a revelar una carta, mientras que el 7 o el 8 detonan las acciones más potentes, pudiendo alterar la prioridad de los palos o, como ya hemos dicho, cerrar la ronda sin darle opción de jugar al rival.
Como veis, la dinámica que se genera es muy parecida a la de Sea Salt & Paper gracias a la incertidumbre de no saber qué tiene el rival en su mano y de si lo que tenemos nosotros en la nuestra es mejor o peor. Pero hay suficiente información en juego como para poder actuar de forma efectiva sobre la partida. Muchas veces creemos que tenemos una mano ganadora y nos arriesgamos a cerrar, pero el rival justo tenía un siete guardado y cambia la prioridad de los palos y, con ello, la situación de la partida de forma radical.
Para mí lo peor del juego es el impacto del azar, que puede provocar en determinadas rondas que un jugador no tenga nada que hacer. Si le toca un reparto poco favorable, a saber, valores bajos y de palos que no sean el palo triunfo, lo va a tener realmente difícil durante la ronda si no roba alguna carta que le permita dar un vuelco a la situación. Y puede que no la robe. Pero como se juegan hasta cinco rondas, estadísticamente es complicado que un jugador tenga mala suerte de forma sistemática.
Por contra, me gusta mucho la sutil asimetría que gobierna a ambos jugadores. De entrada, ambos jugadores están interesados en ganar en la mayor cantidad de barrios posibles. Tengamos en cuenta que Drácula tiene doce puntos de vida y si Van Helsing no logra eliminarlos todos, Drácula vencerá. Por lo que, para ganar, Van Helsing debe mantener una media de más de dos impactos por ronda sobre Drácula. Si Drácula gana en tres barrios en cada ronda, no necesitará cumplir su objetivo, ya que a Van Helsing no le saldrán los números.
Pero al igual que con el tema del azar, es difícil que un mismo jugador gane en tres o más barrios en varias rondas consecutivas. Y ahí es donde la asimetría se hace palpable, porque a partir de la primera ronda, los barrios en los que haya ganado Drácula generarán un desequilibrio a la hora de combatir por los mismos, porque Drácula ganará la partida si consigue convertir en vampiro a todos los aldeanos de un barrio. O dicho de otra forma, la partida puede acabar en la cuarta ronda aun con Drácula al borde de la muerte , ya que los barrios se evalúan en orden. Orden que lleva a Drácula a poner ojitos ya desde la primera ronda en los primeros barrios.
En el momento que Drácula consiga vampirizar a dos humanos en las tres primeras rondas obligará a Van Helsing a luchar por no perder en esos barrios, lo que le llevará a realizar maniobras que tal vez no estén orientadas con su objetivo principal de eliminar puntos de vida a Drácula.
Y esto es lo que más me motiva de este diseño, que ha ido mejorando en sensaciones con cada partida. La primera fue un poco decepcionante porque no entendíamos la dinámica que se generaba. Pero, una vez asimilada, se convierte en un filler para dos muy tenso y divertido. Con su importante cuota de azar, sí, pero como la hay en cualquier juego de cartas.
Pasemos a la producción. Aquí luces y sombras. Por un lado, el empaquetado es magnífico, con una caja ajustadísima al contenido, seguido por unos atriles de madera muy generosos. Sin embargo, los elementos de cartón son de un grosor bajo (aunque de buen prensado) y, lo que es peor, las cartas no son cartas, sino tarjetas. En un juego donde la información oculta es clave, recurrir a elementos de cartón que dificultan barajar y que se pueden marcar fácilmente me parece un error. Yo he enfundado las tarjetas y así se puede barajar algo mejor, pero creo que con cartas habría sido más práctico. El reglamento está bien estructurado y no deja lugar a dudas.
A los pinceles tenemos al bueno de Weberson Santiago con sus características ilustraciones con personajes deformados hechos a capas con expresiones terroríficas. En La Posada Sangrienta o en Coup su estilo encajaba a la perfección, pero es que en este Drácula vs. Van Helsing alcanza cotas mayores. El nivel de intranquilidad y desasosiego que transmiten los personajes es sublime.
Y vamos cerrando. Drácula vs. Van Helsing es de esos juegos que comienzan desde abajo, con unas primeras partidas que, en el mejor de los casos, te pueden dejar indiferente si no te explican bien la dinámica de la partida. Pero, a medida que vas conociendo los efectos de las cartas y lo que ocurre sobre el tablero, las partidas ganan en tensión y la toma de decisiones se impone al relevante azar, propio de juegos de cartas como este. Me gusta mucho el sistema de ejecución de acciones así como la ligera asimetría entre los bandos que genera desequilibrios en cuanto a los barrios en los que intentar competir. El trabajo a nivel artístico de Weberson Santiago es sublime. Una pena que hayan decidido utilizar tarjetas para las cartas, que me parece un soporte menos funcional a la hora de desarrollar las partidas. Pero vamos, en general, un juego muy interesante. Por todo esto le doy un…
Hace poco te pregunté por cuál mejor Splendor Duel o 7 Wonders Duel. Pero creo que por mis gustos e intereses es por acá. Gracias Maldito Games! Van Helsing vs Drácula y Pagan ❤️
A mi me ha ido ganando con las partidas. Se puede probar en la BGA por si quires catarlo antes de comprar.
Buenas!
Donde pones «cuya potencia es inversamente proporcional al valor de la misma» no debería ser «directamente proporcional»? En base a lo que explicas inmediatamente después sobre los efectos de las cartas.
Un saludo Iván! y gracias como siempre por tu curro!
Efectivamente, se me cruzaron los cables. Lo corrijo inmediatamente!! Muchas gracias por el aviso!
Buenaas! Se puede guardar con facilidad en la caja con las tarjetas enfundadas? Y lo más importante, donde has conseguido las fundas para las tarjetas? Muchas gracias por tu opinión y la tochoreseña 😬
Si, las cartas enfundadas caben en la caja sin problemas. Y las fundas son de un juego antiguo que tenía, que me las hice yo mismo (tengo un pequeño tutorial en mi canal de youtube personal utilizando un soldador de estaño).
Saludos!
Tiene un aire a Jekyll vs Hyde no?
Puede parecer que si, pero a mi me recuerda más al océanos de papel por las dinámicas que se generan. No es un juego de bazas aunque pueda parecerlo.