Reseña: TrisTristisTigris

Introducción

Entra en nuestro trabamentes y no te trabes ni hagas trampas, pues no hay trucos ni tretas que valgan. Sigue el patrón de las cartas sin trabarte ni atrancarte o el final será trágico… ¡y tronchante!

Así se nos presenta TrisTristisTigris, un diseño de Miguel Bustillo (Pepinillo). Publicado por primera vez en 2023 por Buscalume Juegos en una versión en español. De las ilustraciones se encarga María Eiriz (¡Caninos!, Hámster Gángster).

Permite partidas de 2 a 6 jugadores, con una edad mínima sugerida de 8 años y una duración aproximada de 20 minutos. El precio de venta al público es de 14,95€. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la versión en español de Buscalume, que la propia editorial nos ha cedido amablemente.

Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.

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Contenido

Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 10×10×3,2 cm. (caja cuadrada similar a Los Hombres-Lobo de Castronegro), encontramos los siguientes elementos:

• 60 cartas (68×68 mm.)
• Reglamento

Mecánica

TrisTristisTigris es un party en el que tenemos un mazo de cartas que muestran entre 0 y 3 tigres, lágrimas y/o trigos, además de cartas de trigales con una vocal. Se reparten las cartas entre todos los jugadores y el objetivo es ser el primero en agotar su mazo. Para ello, los jugadores alternarán turnos revelando cartas de su mazo y teniendo que decir una de tres palabras: tres, tristes o tigres, siguiendo la secuencia: si el jugador anterior dijo tres, el siguiente tiene que decir tristes, si dijo tristes, el siguiente jugador debe decir tigres, etc. Salvo que no pueda. Y es que la carta revelada determina qué palabras se pueden decir: tres se puede decir si hay 3 elementos iguales en la carta, tristes se puede decir si hay 2 o más lágrimas, y tigres se puede decir si hay al menos un tigre. Si un jugador falla o tarda demasiado, recibirá todas las cartas reveladas y las colocará en el fondo de su mazo. Si sale un trigal hay que decir trigal y, a partir de ese momento, todas las palabras deben decirse usando solo la vocal de la última carta de trigal revelada hasta que salga otra carta de trigal o un jugador pifie.

Conceptos Básicos

Empecemos por las Cartas de Juego. Son cartas cuadradas con cinco posibles colores de fondo y un patrón asociado al color en el marco de la carta. En el interior encontraremos tigres, lágrimas y/o haces de trigo en cantidad variable, de forma que cada para cada tipo de elemento podremos encontrar de 0 a 3 elementos. Los elementos visibles en la carta determinarán qué palabras puede decir el jugador en su turno, debiendo decir en voz alta la más cercana a la que corresponda según el patrón tres-tristes-tigres. Cada jugador recibirá un mazo de cartas y su objetivo será agotar dicho mazo al mantener el patrón sin equivocarse. Cuando un jugador se equivoque, recibirá todas las cartas jugadas que añadirá a su mazo.

Por otro lado tenemos las Cartas de Trigal, que simplemente muestran un campo de trigo con una vocal (A, E, I, O, U). La aparición de una de estas cartas provocará que los jugadores deban utilizar únicamente dicha vocal a la hora de nombrar la palabra que le corresponda en cada turno.

Con esto tenemos suficiente.

Preparación de la Partida

1. Se mezcla el mazo de cartas y se reparten entre los jugadores de forma equitativa.
2. Se escoge al jugador inicial de forma aleatoria.

¡Ya podemos comenzar!

Desarrollo de la Partida

Una partida de TrisTristisTigris se desarrolla a lo largo de un número indeterminado de turnos, comenzando por el jugador inicial y continuando en el sentido de las agujas del reloj.

En cada turno, el jugador activo volteará la siguiente carta de su mazo (hacia afuera, para que la puedan ver antes los rivales) y, acto seguido y de forma ágil, deberá decir la palabra que le corresponda del patrón Tres-Tristes-Tigres dependiendo de la palabra que dijo el jugador anterior (el primer jugador comenzará deberá intentar comenzar con Tres):

• Si el anterior jugador dijo Tres, el jugador activo intentará decir Tristes.
• Si el anterior jugador dijo Tristes, el jugador activo intentará decir Tigres.
• Y si el anterior jugador dijo Tigres, el jugador activo intentará decir Tres.

Sin embargo, para poder decir una palabra, esta debe ser permitida por la carta que el jugador ha revelado. Así:

• Para poder decir Tres la carta debe mostrar tres elementos del mismo tipo (independientemente de que muestre otros elementos de tipos distintos), es decir, tres haces de trigo, tres lagrimas o tres tigres.
• Para poder decir Tristes la carta debe mostrar al menos dos lágrimas.
• Para poder decir Tigres la carta debe mostrar al menos un tigre.

Si la carta revelada no le permite al jugador decir la palabra que le corresponde, tendrá que decir la siguiente palabra que la carta sí le permita siguiendo el orden. Así, si le toca decir Tres pero no hay tres elementos, deberá intentar decir Tristes. Si no puede decir Tristes porque no haya al menos dos lágrimas, deberá decir Tigres. Si no puede decir Tigres porque no hay ningún tigre en la carta, deberá decir Tres.

Si la carta revelada es un trigal, el jugador romperá el patrón y simplemente dirá Trigal y, a partir de este momento y mientras ningún jugador falle, todos los jugadores deberán decir la palabra que le corresponda utilizando solo la vocal mostrada en el trigal, reiniciando la serie, de forma que el siguiente jugador deberá intentar decir Tres (independientemente de qué palabra tocase antes de revelar el trigal)

Tras esto, el turno pasa al jugador de la izquierda.

Si un jugador falla (algo que ocurre al decir la palabra que no corresponda, no usar las vocales adecuadas o tarde demasiado en decir la palabra que le corresponda), el jugador recogerá todas las cartas jugadas, las barajará y las añadirá al fondo de su mazo de cartas, tras lo que comienza una nueva ronda, siendo el jugador penalizado quien inicia una nueva serie comenzando por Tres, ya sin efectos de cartas de trigal.

Si un jugador detiene la partida porque cree que el jugador en turno se ha equivocado y se demuestra que dijo la palabra correcta, el jugador que detuvo la partida será penalizado y comenzará una nueva ronda.

En el reglamento se indica que las cartas se juegan en una pila de descarte en el centro de la mesa, pero, por comodidad, cada jugador puede tener su pila de descarte.

Fin de la Partida

La partida finaliza inmediatamente cuando un jugador agota su mazo de cartas, proclamándose vencedor.

Variantes

• Modo Albino. Cuando se saque una carta que muestre un tigre albino, el sentido de juego se invierte. A dos jugadores el jugador que reveló el tigre albino volverá a repetir turno.
• Modo Trigo. Se añade una cuarta palabra a la serie, Trigo, que deberá decirse tras Tigres y se podrá decir si la carta muestra al menos un haz de trigo.
• Modo Trauma. Si el color de la carta (y el patrón del marco) coincide con el de la carta revelada por el jugador anterior, el jugador activo deberá intentar repetir la misma palabra que dijo dicho jugador en vez de la que le corresponda al seguir el patrón.
• Modos Mixtos:
  • Retrotrigo: modo albino más modo trigo.
  • Traumatrigo: modo trigo más modo trauma.
  • Retrotrauma: modo trauma más modo albino.
  • Retrotraumatrigo: modo trauma más modo albino más modo trigo.

Opinión Personal

Voy a empezar fuerte este apartado de opinión soltando una palabra que me gusta mucho utilizar: serendipia. Para los que no la tengáis muy bien ubicada en cuanto a su significado, indica el hallazgo de algo valioso de forma accidental o casual. Y es que el juego que hoy nos ocupa llegó a mi colección gracias a la cesión, sin solicitud previa por mi parte, de la copia por parte de Buscalume Juegos, editorial gallega que busca abrirse camino.

Normalmente soy contrario a aceptar este tipo de cesiones porque el volumen de juegos que manejo está cerca de ser inabarcable y me sabe mal no poder dedicar tiempo. Pero bueno, como en este caso era un título de caja pequeña y de corte festivo, vino genial para la celebración del cumpleaños de Sandra. Y ahí ocurrió la magia. Vamos pues a ver qué ocurre cuando jugamos a TrisTristisTigris.

TrisTristisTigris es un party game a lo Dobble o Jungle Speed en el que nuestro objetivo es deshacernos lo antes posible de nuestro mazo de cartas. Para ello, cada vez que nos toque, simplemente revelaremos la siguiente carta de nuestro mazo diciendo una palabra de tres posibles: tres, tristes o tigres. La palabra que nos toque decir dependerá, por un lado, de la secuencia que entre todos los jugadores van formando (tres-tristes-tigres-tres-tristes-tigres…) y que la carta permita decir dicha palabra según ciertos patrones. Si no, entonces el jugador tendrá que decir la siguiente palabra según el orden de la secuencia que su carta si le permita.

Si un jugador pifia porque dice lo que no toca o tarda demasiado en decir la palabra una vez revelada la carta, recibirá todas las cartas reveladas por los jugadores hasta el momento, reiniciándose el proceso. Así hasta que un jugador consigue revelar sin fallo su última carta, proclamándose vencedor.

El nombre del juego adquiere sentido al añadirse una serie de cartas que muestran un trigal y una vocal asociada. Al revelarse, el jugador no tendrá que seguir la secuencia, sino decir trigal y, a partir de ese momento, las palabras de la secuencia habrá que decirlas usando solo la vocal que apareció en el trigal. Esta condición se mantendrá hasta que alguien cometa un fallo, volviéndose a la normalidad.

Y no tiene más. Un juego aparentemente simplón y sin misterio que debería haber pasado sin pena ni gloria por mi ludoteca. Pero… ¡serendipia! Sin duda fue la partida más divertida de esa noche y me dejó una impronta muy marcada. TrisTristisTigris es de esos juegos que, de lo sencillo que son, funcionan muy bien con jugadores dispuestos a pasar un buen rato y que no sean autómatas.

Es genial ver cómo la gente se bloquea, o responde de forma dubitativa, entre afirmando y preguntando por miedo a llevarse cartas. Su mayor virtud es que el patrón mental es, aparentemente, muy sencillo, lo que lleva a los jugadores a confiarse. Mentalmente tenemos muy claro qué toca decir, pero justo al revelar la carta esa seguridad desaparece, sobre todo por la «similitud» entre haces de trigo y tigres. A nivel de diseño gráfico y de ilustración, como especificaré más adelante, el juego está muy bien pensado para que, sin ser una trampa visual demasiado obvia, nuestro cerebro no procede todo lo rápido que nos gustaría la información que se ve.

Si que con las lágrimas hay un poco de trampa porque es una condición que en unos casos aplica y en otros no. Es decir, para decir tres es necesario que haya tres cosas y para decir tigres debe aparecer al menos un tigre. Son restricciones muy marcadas de forma que la operación lógica mental se resuelve rápido. Si tengo que decir tres ¿hay tres cosas? puedo decirlo. Si tengo que decir tigres ¿hay tigres? puedo decirlo. Sin embargo, las cartas que muestran tres lagrimas sirven tanto para decir tres como para decir tristes, si es que esta última es la que toca decir. Algo tan sutil acaba generando importantes cortocircuitos mentales.

La guinda es el tema de los trigales. Es imposible no descacharrarse continuamente escuchando a la gente decir «trus», «trustus», «trestes», «tagras». Y ya cuando fallas y alguien te corrige con lo que tenías que decir manteniendo las vocales ya ni te cuento. -¡Tras!- -¡No, tras no, trastas! Se generan unas conversaciones extrañamente divertidas que, si te ven jugar desde fuera, puede que no entiendan que está pasando. Pero la dinámica grupal es tremendamente festiva, y es al final lo más importante en este tipo de juegos.

Volviendo a la comparación anteriormente mencionada contra Dobble o Jungle Speed, es cierto que el desafío visual en estos dos clásicos puede que sea mayor, pero son juegos en los que los jugadores se concentran mucho más y no resultan tan divertidos en este sentido (son divertidos por la tensión competitiva que generan). Además aquí la componente física no entra en juego. No hay manotazos ni se pone en riesgo la integridad de los jugadores si entre los participantes hay alguien que no mide sus fuerzas.

En cuanto a la escalabilidad, el juego funciona muy bien con cualquier número, aunque es cierto que como más divertido resulta es con el máximo de jugadores, ya que al no estar tan conectado al juego, es más fácil que cometas un fallo cuando te toque actuar. Es un poco como cuando eres el encargado del triángulo en una orquesta. Tienes un cometido muy específico en un momento puntual, por lo que tienes que estar muy concentrado para no cometer un fallo. Concentrado en el sentido de seguir el hilo de la secuencia y que tu mente esté activa, algo que se complica por las carcajadas continuas que resuenan durante la partida. A dos o a tres jugadores estos están más rodados por estar continuamente jugando y, aunque sigue funcionando bien, creo que se genera una dinámica no tan divertida.

Luego como filler-party que es, es de esos juegos para sacar esporádicamente y no se debe abusar de él. Pero se ha convertido de forma muy directa en uno de esos juegos que voy a acabar llevando a muchas reuniones porque puede jugar cualquier persona, desde los más grandes hasta los más pequeños. Es cierto que incluye varios modos de juego para elevar la dificultad, pero no impacta especialmente en conseguir una variabilidad suficiente como para que queramos tenerlo en mesa continuamente. Obviamente no os lo recomiendo si este tipo de juegos de agilidad mental no son de vuestro agrado, a no ser que ese rechazo venga de esa componente física que puede causar accidentes y que aquí no está presente.

Pasemos a la producción. Nos encontramos con unas cartas de un grosor aceptable, respuesta elástica algo pobre y textura lisa. Recomiendo el enfundado para que el juego aguante el paso de las partidas ya que con tanto volteo pueden marcarse rápido. El reglamento está bien estructurado y no genera dudas gracias a los múltiples ejemplos que muestra.

Visualmente es una delicia, aunque es de esos juegos que, al recurrir a un aspecto infantil y divertido, puede generarse cierto rechazo en jugadores que estén acostumbrados a juegos «más serios». Pero a mí me parece muy adorable, especialmente los tigres, tanto en las cartas como en la portada.

Y vamos cerrando. TrisTristisTigris es un party de agilidad mental en el que los jugadores no podrán evitar reírse a carcajadas al sufrir cortocircuitos mentales diciendo palabras que no tocan (especialmente cuando hay que decirlas usando una sola vocal). Es sencillo, directo y visualmente muy agradable. Tiene lo mejor de juegos del mismo corte pero sin la componente física que muchas veces puede generar problemas cuando hay jugadores que no saben medirse. Un producto ideal para sacar con cualquier persona y que, salvo que algún participante sea un robot o una persona «poco divertida», va a dejar a los jugadores con una sonrisa en la boca al recoger el juego. Por todo esto le doy un…