Reseña: Ricochet Robots
Introducción
Ricochet Robots es una competición de robots en la que nuestro objetivo será encontrar nuestra ficha objetivo en el menor número de movimientos posibles. Los robots se mueven en horizontal o en vertical, pero… ¡no tienen frenos! ¡Salva los obstáculos o aprovéchalos para rebotar y llegar en menos movimientos que los demás hasta tu ficha objetivo!
Así se nos presenta este Ricochet Robots, un diseño del gran Alex Randolph, responsable de grandes clásicos como Tricoda o Inkognito (junto a Leo Colovini). El juego se publicó por primera vez en 1999 de la mano de Hans im Glück y Rio Grande Games. Posteriormente ha sido reeditado por otras casas de renombre, como Z-Man Games o ABACUSSPIELE. De las ilustraciones se encargó otro ilustre del gremio como es Franz Vohwinkel (Puerto Rico, Tikal o Samurai).
El juego se encuentra publicado en nuestro país por Devir, aunque es completamente independiente del idioma. Permite partidas de 1 a 15 jugadores (aunque realmente la cifra superior viene delimitada por la cantidad de personas que puedan reunirse en torno a la mesa y tengan visibilidad suficiente), con una edad mínima sugerida de 10 años y una duración aproximada de 30 minutos. El precio de compra recomendado es de 29,99 €. Para esta reseña se ha utilizado una copia de la edición de Rio Grande Games.
Importante: si ya conoces el juego y/o sólo te interesa mi opinión sobre el mismo, puedes pasar directamente al apartado de Opinión. Los apartados Contenido y Mecánica están destinados especialmente a aquellos que no conocen el juego y prefieren hacerse una idea general de cómo funciona.
Contenido
Dentro de una caja de cartón de dos piezas (tapa y fondo), de dimensiones 31,5×22,6×5,2 cm. (caja rectangular poco profunda tipo Brass, aunque las últimas versiones vienen en cajas tipo Ticket to Ride), nos encontramos los siguientes elementos:
- 4 Tableros Cuadriculados a doble cara (de cartón)
- Pieza Central (de plástico)
- 5 Robots (de plástico)
- 4 Fichas de Posición Inicial (de cartón)
- Disco de Posición Inicial (de plástico)
- 17 Fichas de Objetivo (de cartón)
- Reloj de Arena (de plástico)
- Reglamento
Mecánica
Ricochet Robots es un juego de agilidad mental en el que los jugadores, de forma simultánea, intentan resolver un pequeño rompecabezas en el que tendrán que alcanzar con un determinado robot una casilla concreta. Cada movimiento será un desplazamiento en línea recta de un robot hasta que encuentre un obstáculo. El que consiga la mejor solución obtendrá la recompensa.
Conceptos Básicos
Comenzamos con el Tablero. Este se compone de cuatro sectores a doble cara, de forma que en cada partida podremos establecer un tablero distinto (96 posibilidades distintas indica el reglamento). En cada uno de estos sectores se encuentra una matriz cuadriculada de 8×8 casillas. La mayoría de estas casillas están libres, pero encontramos algunas casillas con un símbolo con un color de fondo y otras que tiene dos de sus paredes bloqueadas.
El objetivo de los jugadores será obtener la ficha de objetivo en juego en cada ronda. Estas fichas especifican uno de los símbolos de alguna de las casillas del tablero con un determinado color de fondo. Adicionalmente, existe una ficha de vórtice, que tiene un tratamiento especial.
Los Robots serán los elementos que desplazarán mentalmente los jugadores sobre el tablero para intentar alcanzar el objetivo de la ronda indicado por las fichas anteriores. Estos robots pueden realizar cualquier número de movimientos para conseguir el objetivo, teniendo en cuenta que cada uno de estos movimientos siempre será en línea recta, desde su posición actual, hasta que encuentre un obstáculo (pared u otro robot).
Para marcar las posiciones de inicio de los robots se disponen de una serie de marcadores que se colocarán bajo ellos al comienzo de la ronda, de forma que si un jugador yerra al resolver el escenario, pueda volverse a la situación inicial.
En el momento que un jugador encuentre (o crea haber encontrado) una solución, comenzará la cuenta atrás. Para ello se dispone de un reloj de arena que establecerá un intervalo temporal de aproximadamente 1 minuto durante el cual el resto de jugadores tendrá la oportunidad de encontrar una solución más óptima (menos movimientos).
Con esto tenemos suficiente.
Preparación de la Partida
- Se configura el tablero de juego colocando los sectores de forma aleatoria y fijándolas con la pieza de plástico.
- Se elige aleatoriamente la casilla de comienzo de cada uno de los cuatro robots (el plateado no se utiliza en el juego estándar), colocando debajo de él su ficha de inicio. Estas casillas no pueden contener símbolos.
- Se mezclan las fichas de objetivo y se colocan bocabajo en una pila.
- Se dispone el reloj de arena cerca del tablero.
¡Ya podemos comenzar!
Desarrollo de la Partida
Una partida de Ricochet Robots consta se desarrolla a lo largo de una serie de rondas hasta que un jugador alcanza la puntuación de victoria.
En cada ronda, se voltea una de las fichas de objetivo y se colocan sobre la pieza central que conecta las cuatro partes del tablero. Desde ese mismo instante, los jugadores intentarán encontrar la solución al escenario planteado, haciendo llegar al robot del color de la ficha objetivo al símbolo correspondiente. Para ello, mentalmente, irán realizando movimientos y llevando la cuenta, teniendo en cuenta que un movimiento es un desplazamiento en línea recta de cualquier robot hasta que choque con un obstáculo (pared u otro robot).
Cuando un jugador crea tener una solución, dirá en voz alta el número de movimientos y le dará la vuelta al reloj, comenzando la cuenta. Mientras caiga arena, el resto de jugadores puede intentar encontrar una solución más óptima (menos movimientos). Los jugadores dirán en voz alta también su solución, aunque el número de movimientos sea el mismo o mayor (puede que el primero se equivocase).
Una vez finalice el tiempo, el jugador con la solución de menos movimientos deberá demostrar que su solución es correcta. Si así lo hiciese, tomará la ficha como un punto de victoria. En caso contrario, se recolocarían los robots en sus posiciones iniciales y el siguiente jugador procedería de igual manera, así hasta que alguno gane la ficha o esta sea descartada porque nadie ofreció una solución válida.
Algunas notas adicionales:
- Si el objetivo es alcanzable mediante un único movimiento, los jugadores deberán encontrar una ruta alternativa.
- Si el objetivo es el vórtice, no importa el color del robot que se lleve hasta el símbolo correspondiente.
- Si varios jugadores ofrecen una solución con el mismo número de movimientos, resolverán en orden de presentación (primero el que primero ofreció dicha solución).
Tras esto, si no se ha alcanzado la condición de finalización, se procede con una nueva ronda, volviendo a colocar los robots en sus posiciones iniciales.
Fin de la Partida
La partida finaliza en el momento que un jugador ha obtenido un determinado número de fichas en función de la cantidad de participantes:
- A 2 Jugadores: 8 fichas.
- A 3 Jugadores: 6 fichas.
- A 4Jugadores: 5 fichas.
- A 5 o más jugadores: se juegan las 17 rondas.
En las tres primeras configuraciones, el ganador será el jugador que alcance la cifra de fichas correspondientes. En partidas de 5 o más, el vencedor será el jugador con más fichas.
Variantes
Quinto Robot: se utiliza el quinto robot (plateado), pudiendo ser utilizado como obstáculo o para cumplir la ficha del vórtice (para la que vale cualquier robot).
Opinión Personal
Hoy toca analizar uno de esos juegos por los que Alex Randolph será recordado por siempre jamás en el mundo de los juegos de mesa. Además, se trata de un diseño bastante curioso que se aleja de los habituales. Vamos a ver qué tiene de especial.
Para empezar, podríamos decir que Ricochet Robots se engloba dentro de esos juegos de agilidad en los que los jugadores deben cumplir una determinada tarea de forma mental (a veces física también) en el menor tiempo posible.
El objetivo es bien sencillo. En un tablero cuadriculado se encuentran aparcados una serie de robots. Al comienzo de la ronda se revelará una ficha que liga a un robot concreto con una casilla especifica. Los jugadores deberán, mentalmente y en sepulcral silencio, realizar movimientos de robots hasta lograr que el montón de chatarra del color indicado alcance la posición deseada. El problema es que estos robots actúan igual que nosotros cuando nos montamos en los autos de choque en las ferias, esto es, línea recta hasta que te choques con algo. Entonces puedes parar y reconducirte.
Cuando se le da la vuelta a la ficha es como si se congelara el tiempo. De repente, todos los jugadores ponen su completa atención en el tablero intentando evaluar posibles soluciones hasta encontrar la más rápida. Esto hay muchas formas de hacerlo, aunque, con la práctica, se desarrollan ciertos algoritmos de evaluación al comprender que, para que un robot alcance una casilla concreta, hay ciertos movimientos que son obligatorios. Estos nos sirven como «pistas» para ir rellenando la secuencia y acotar el problema.
Algunos pueden llegar a no considerarlo un juego ya que, en este caso, la interacción radica exclusivamente en la velocidad de resolución mental, mientras que en títulos como Jungle Speed o Fantasma Blitz hay, además, manotazos de por medio. Y como nos pegamos entre nosotros, ya es más juego.
A mí personalmente es un tipo de juego que me encanta, pues implementa la mecánica de programación en un juego de mesa de la forma más pura. Por mi profesión, me enfrento diariamente a estas situaciones, en las que tengo claro un objetivo final y tengo el punto de partida. La solución se alcanza proyectando mentalmente a futuro e iterando. Y como me gusta mi trabajo, disfruto mucho con Ricochet Robots.
Además, tiene la curiosa virtud de ser un juego al que pueden jugar tantos participantes como el espacio en el que nos encontremos permita. Podríamos coger un proyector que reproduzca el tablero en una pantalla gigante mientras un estadio a reventar intenta, de forma simultánea, resolver el problema, que seguiría funcionando a la perfección. Obviamente habría que idear algún sistema para que cualquier jugador comenzase la cuenta atrás al ofrecer una primera solución. Nada más que por esto es un juego que sería más que recomendable tener en cualquier ludoteca.
Obviamente, es un tipo de juego que puede no satisfacer a todo el mundo. No tener un soporte físico sobre el que apoyarse o no tener especialmente desarrollada esta capacidad para proyectar soluciones e iterar mentalmente.
Es más, si en algún juego la diferencia de nivel entre los participantes se hace notar es en Ricochet Robots, donde los jugadores menos agiles mentalmente pueden llegar a frustrarse de forma importante al verse impotente ante jugadores entrenados. Ya es cuestión de estos enfocarlo como un reto ante el que superarse o un muro infranqueable del que será mejor olvidarse.
La rejugabilidad está garantizada en cuanto a que es hartamente complicado generar un mismo escenario y que los jugadores, además, lo recuerden. Es más problema de cansarse del juego por actuar siempre de la misma forma. El reto está en resolver un problema lo mas rápido posible, pero habrá veces que por mucho empeño que se le ponga al asunto… Imaginad una carrera de 100 m. contra Usain Bolt. Correréis con toda la ilusión del mundo, podéis entrenar todas las semanas para mejorar vuestras marcas (que mejoraréis), pero contra Usain Bolt lo mucho que podrás hacer es saludar desde la línea de salida mientras él cruza la meta.
Pasemos a la edición. Los juegos de pocos componentes tienen un margen de error escaso, ya que errar en alguno de ellos supone un alto porcentaje del conjunto. Afortunadamente, Ricochet Robot cumple sobradamente. Robots de categoría, elementos de cartón con un grosor estándar y un reloj de arena de los que ya no e incluyen en los juegos de mesa. El reglamento deja todo claro y sin resquicio a la duda.
El trabajo del señor Vohwinkel está en su línea (teniendo en cuenta la época). Un acabado que no nos entusiasmará, pero cumplirá sobradamente con su cometido. Tal vez lo más destacable sea la portada, sobre todo en comparación con el tablero y las fichas.
Y vamos cerrando ya. Ricochet Robots es uno de esos juegos que recomendaría tener en toda ludoteca. No es un juego perfecto, pero su simplicidad, unido a una escalabilidad perfecta (sin límite de jugadores) permite sacarlo a mesa en todo tipo de ocasiones. Su mayor problema es el habitual de los juegos de agilidad mental, que la diferencia de nivel se hace palpable y puede frustrar a más de uno. Por todo esto le doy un…
Un juego que me pareció que está muy bien, pero como bien dices si lo juegas con gente de un nivel similar
A mi me lo enseñó Rulo de Elbazar de Iglesias ( que es una máquina) y no tuve nada que hacer :p
Un saludo
El Mutant Meeple es una evolución que le añade un par de detalles que, en cierto modo, igualan el nivel de los jugadores, aunque, en esencia, siguen siendo el mismo juego.
A mi me encana. El problema es que no puedo hechar más de dos partidas seguidas porqué me empieza a salir humo de la cabeza xD
Hola. Estoy pensando si comprarlo para jugar con los niños (8 y 10 años), pero veo que hay una versión mini, Micro Robots, de caja mucho más pequeña y 10€ menos. En la reseña del Ubongo me indicabas que para ti el mini sí merece la pena respecto al grande porque las sensaciones son las mismas y no pierde esencia. ¿Podría decirse lo mismo aquí o en este caso, hay que decantarse por el Ricochet?
Y ya que estamos, para familiar con niños (mi pareja me ha salido rana en esta nueva afición), Ubongo mini o Micro robots?
Pregunto porque he empezado muy fuerte con las compras y tus reseñas me han arruinado 😉 y ya he ocupado dos armarios y no me cabe más, pero tengo que empezar a ser más analítico a la hora de elegir y decidir si añado algo más. Y además me encanta la parte de comparativa entre juegos (entendiendo que siempre es en opinión del que comenta, claro)!
En este caso no sabría decirte porque no he probado el micro. Lo siento.
Lo que si puedes echarle un ojo es a Super Meeples, que es una especie de versión del Ricochet Robot pero con algún detallito más.
Saludos!
Hola, para mí no tienen nada que ver Ricochet Robot y Micro Robots, siendo, en mi opinión, mucho mejor el primero. Micro Robots es un juego de velocidad visual, similar a Panic Lab por ejemplo. Pero Ricochet Robots es mucho más profundo, además de la velocidad visual también añade lógica o resolución de problemas para poder llegar a los objetivos (o para optimizar las jugadas). Así que, aún siendo similar el desarrollo general del juego, las sensaciones que se obtienen entre uno y otro los hacen muy diferentes.
Saludos!